Definición: Lo que hoy conocemos como trastorno de conversión en el DSM-IV-TR, en otra época, junto con el trastorno de somatización, se denominaba histeria. Este trastorno es una alteración somática que no se ajusta a los conceptos anatómicos y fisiológicos del SNC y periférico. Se puede manifestar por los siguientes síntomas: 1) Sensitivos como la anestesias, las parestesias, la sordera, la ceguera, la visión en túnel, etc. Las anestesias no siguen las leyes de la distribución anatómica. 2) Motores como las parálisis, las convulsiones, las contracturas, los temblores, etc. Las parálisis histéricas fueron clasificadas por Pierre Janet en funcionales y localizadas. Las funcionales son parálisis de un movimiento o grupo de movimientos con una significación funcional, dentro de estas la más frecuente es la astasia-abasia, en la que el paciente es incapaz de permanecer de pie y por tanto andar, sin embargo puede realizar todo tipo de movimientos activos estando sentado o tendido. Las parálisis localizadas son parálisis de un miembro. Las parálisis histéricas no siguen las leyes de distribución anatómica, pueden afectar a una mano (parálisis en guante), el antebrazo y mano, etc. Estas parálisis no se acompañan de los trastornos del tono y de los reflejos que caracterizan a las parálisis orgánicas. Las contracturas histéricas pueden afectar al cuello (tortícolis), al tronco o a los miembros. Para J.J. López Ibor los temblores histéricos, síntomas equivalentes a la tempestad de movimientos, predominan en la mitad derecha del cuerpo, mientras que las parálisis histéricas, síntomas equivalentes a la inmovilidad cadavérica, predominan en el lado izquierdo.3) Convulsiones o crisis de conversión.La bella indiferencia suele acompañar a esta enfermedad. El trastorno de conversión se suele asociar a un trastorno depresivo o de ansiedad y a una personalidad histriónica, dependiente o límite.