Autor/autores:
Laura Puig
Fecha Publicación: 17/09/2021
Área temática:
Psicología general .
Laura Puig. Psicóloga y psicoterapeuta
Licenciada en Psicòlogía en la UNED
Máster en terapia de Conducta en la UNED
- Autora de los libros:
"Porque 1+1 no siempre son 2: Guía de soporte para las familias reconstituidas".
"La parella. Una qüestió d'actitud".
ACERCA DE LAURA PUIG: Visita su página web y conoce sus publicaciones
¿Qué es soberbia?
La soberbia es un sentimiento de atribución de superioridad de uno mismo respecto al resto de personas de nuestro entorno. Este sentimiento de superioridad se ve reflejado en la expresión, en la forma –más bien ostentosa- que estas personas hacen con respecto a sus atributos, sus habilidades y sus éxitos.
Las personas soberbias sienten un gran orgullo hacia su persona y menosprecian constantemente a las personas de su entorno. Esta actitud prepotente y despreciativa provoca que las personas de su entorno los acaben rechazando o que, como mínimo, los eviten puesto que esta actitud propicia que no se sientan a gusto cerca de ellos.
¿Qué rasgos caracterizan a las personas soberbias?
Tienen complejo de superioridad , es decir, que tienen una visión sesgada y muy brillante de ellos mismos. Son muy orgullosos, se (auto)idolatran. Este autoconcepto nutre su vanidad.
Sienten una gran necesidad de reconocimiento. Debido a esta necesidad demandan constantemente, y de forma más o menos explícita, muestras de admiración hacia ellos que den feedback a su idea de superioridad. Precisamente, esto pasa a menudo porque la persona soberbia, en el fondo, siente mucha inseguridad y duda de su excelencia y, por este motivo, necesita que su entorno le reafirme.
Están pendientes de la imagen que proyectan e intentan que esa imagen les permita sobresalir por encima de los otros.
Muestran grandilocuencia en su forma de presentarse y de exhibirse, asegurándose de que su interlocutor los reconozca como seres superiores y admirables.
Muestran una actitud altiva y egocéntrica y exhiben sus atributos y los éxitos logrados. Por otra parte, se ocupan de minimizar los éxitos ajenos. El hecho de que otras personas puedan destacar más que ellos en cualquier área o que disfruten de una mejor posición o mayor consideración o prestigio, les incomoda.
Están convencidos de que, casi siempre, tienen la razón y muestran, a menudo, una actitud dictatorial. Pueden tomar decisiones que afectan a los demás sin consensuarlas con ellos y no suelen considerar seriamente aquellos puntos de vista que difieren del suyo .
No poseen sentido de la autocrítica y los cuesta reconocer que se han equivocado. Si pueden evitarlo, nunca reconocen sus errores (los tapan o los obvian) ni rectifican su posicionamiento. De acuerdo con este punto, también los cuesta mucho pedir perdón.
A veces adoptan un comportamiento que puede ser humillante para los demás. Ésta es otra manera que tienen de autoafirmarse como “seres superiores”
Pueden mostrar frialdad afectiva. Les cuesta pedir, recibir y dar afecto
Suelen ser muy críticos en relación a los comportamientos de las otras personas y, a menudo, los tratan con desconsideración y desprecio.
Para comenzar deberíamos relativizar su actitud engreída. Debemos tener presente que presumen de todo porque, en muchos casos, son personas inseguras y necesitan reafirmar su valía constantemente. Es muy posible que, detrás esta actitud arrogante, haya una carencia de confianza en ellos mismos.
Debemos tener en cuenta que, esta actitud puede ser el reflejo de que tienen un problema con su autoestima, problema que enmascaran con la exaltación de su ego.
Cuando estemos conversando con ellos, intentaremos reconducir la conversación introduciendo otro tema que no sea su propia adulación, esto probablemente hará que se percaten de nuestro poco interés que por aquello nos están explicando y así, no les estaremos reforzando que sigan hablando de ellos mismos y les haremos entender que no nos interesa que monopolicen la conversación.
A su vez, si el contacto con esa persona es frecuente y no podemos evitarlo, debemos reforzar nuestra autoconfianza y debemos trabajar en la mejora de nuestra autoestima para que la arrogancia y la soberbia de otros no puedan afectarnos.
En conversaciones informales con estas personas, debemos aprovechar para resaltar lo mucho que valoramos calidades como la modestia, la humildad o la discreción .
Debemos evitar el contacto con ellos en la medida que eso nos sea posible, cuando no podamos evitarlos, intentaremos no ofrecerles una escucha activa que siga dando feedback a una conversación en la que solo se habla de ellos.
Palabras clave: Rasgos personalidad, psicología, autoestima, psicología clínica, soberbia
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JUAN CARLOS DELGADO VELEZ
Médico - Colombia
Fecha: 15/10/2021
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