Afrontamiento emocional
Definición:
Comprende aquellos esfuerzos adaptativos que realiza un individuo para tolerar emociones que pudiesen provocarle estrés, de manera que es capaz de responder de forma constructiva.
Sinónimo: habilidad de enfrentamiento.
Descrita por R.S. Lazarus y cols. Estos autores definen el afrontamiento no sólo como una respuesta a un suceso estresante que ha sucedido, si no que es un proceso activo de modelado de lo que sucedió y sucederá.
La habilidad de enfrentamiento, también conocida como capacidad de afrontamiento o estrategias de afrontamiento, se refiere al conjunto de técnicas, estrategias o mecanismos que las personas utilizan para manejar, tolerar, reducir o minimizar el estrés psicológico o el dolor emocional ante situaciones adversas, desafiantes o estresantes.
Estas habilidades son cruciales para la adaptación psicológica y el bienestar general, ya que permiten a los individuos navegar por las dificultades de la vida de manera más efectiva.
Las estrategias de afrontamiento pueden clasificarse en varios tipos, dependiendo de su naturaleza y el efecto que buscan:
Afrontamiento activo o resolutivo: Involucra tomar acciones directas para abordar la fuente del estrés o resolver el problema, como buscar soluciones prácticas o adquirir conocimientos y habilidades necesarias para superar el obstáculo.
Afrontamiento pasivo o evitativo: Se caracteriza por evitar enfrentar la fuente de estrés, negar la existencia del problema o desvincularse emocionalmente de la situación. Aunque puede ser útil en situaciones inmodificables a corto plazo, a largo plazo puede ser menos efectivo o incluso perjudicial.
Búsqueda de apoyo social: Implica buscar ayuda, comprensión o consejo de otros, como amigos, familiares o profesionales, para manejar el estrés.
Reevaluación cognitiva o reestructuración cognitiva: Consiste en cambiar la forma en que se interpreta o se piensa sobre la situación problemática, buscando aspectos positivos o reinterpretando el evento de una manera que reduzca su impacto emocional.
Manejo de emociones: Se enfoca en regular las respuestas emocionales al estrés mediante técnicas como la meditación, la respiración profunda, el ejercicio físico o las prácticas de mindfulness.
Desahogo emocional: Involucra expresar abiertamente las emociones y sentimientos, ya sea hablando con alguien, escribiendo un diario o participando en actividades creativas, como una forma de liberar la tensión emocional.
La eficacia de las estrategias de afrontamiento varía de una persona a otra y puede depender del contexto y la naturaleza del estrés o el problema enfrentado.
El desarrollo de habilidades de afrontamiento adaptativas y flexibles es un componente esencial de la salud mental y la resiliencia, permitiendo a las personas manejar mejor las adversidades y recuperarse de los reveses de la vida.