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Definición: Término del psicoanálisis. En este caso se considera que la ansiedad ha sido desplazada hacía un objeto que simbólicamente representa a la persona origen de la ansiedad. Ejemplo: en el caso Juanito de Sigmund Freud, la ansiedad, el temor hacia el padre, fue reemplazado por el temor al caballo, en este caso el objeto simbólico.
La palabra angustia está emparentada con el latín angustus que significa estrecho. El sentimiento de angustia patológico o neurótico puede manifestarse por síntomas somáticos, conductuales y subjetivos.
Los síntomas somáticos pueden ser:
cardiovasculares (taquicardia, palpitaciones, dolor precordial, palidez, accesos de calor), respiratorios (disnea, hiperventilación, suspiros, sensación de ahogo, opresión torácica),
La angustia se puede exteriorizar a nivel conductual en forma de inhibición o inquietud psicomotriz, incapacidad para estar sentado, restregamiento de las manos, movimientos continuos, etc.
A nivel subjetivo la ansiedad se manifiesta por el temor a volverse loco o morir, la sensación de espera de lo peor, de que algo malo le pueda sobrevivir a él o a un familiar, la dificultad de concentración, los sobresaltos a los ruidos, etc.
La angustia patológica no sólo se manifiesta en las enfermedades neuróticas. Toda enfermedad psiquiátrica puede presentar angustia y en algunas de ellas, como en los trastornos depresivos, puede ser un síntoma dominante. La ansiedad que aparece en la psicosis ha recibido el nombre de psicótica, aunque en nada se diferencia de la que aparece en los trastornos no psicóticos.
Angustia y ansiedad son aspectos del mismo fenómeno. Mientras que la angustia es más precordial, más epigástrica, más profunda, la ansiedad es más respiratoria.
Esta distinción entre angustia y ansiedad fue realizada por primera vez por E. Brissaud (1853-1909).
J.J.López Ibor consideró que en la angustia hay sobrecogimiento, inmovilización y en la ansiedad movilización, sobresalto.
A veces, como en el ejemplo que sigue, se mezclan las vivencias de angustia y ansiedad. Tengo una sensación muy grande aquí (señala el esternón), es una sensación de ahogo y también noto dolor, es ahogo y dolor, como sí esto (señala el esternón) se me fuera a cerrar. Angustia (trastorno de)
La ansiedad es una respuesta emocional normal que se experimenta ante situaciones de incertidumbre, estrés o peligro. Sin embargo, cuando los sentimientos de ansiedad son extremadamente fuertes o persistentes, pueden convertirse en un trastorno de ansiedad, que es un grupo de condiciones mentales que pueden afectar seriamente la calidad de vida de una persona.
Los trastornos de ansiedad incluyen varios tipos, como:
Trastorno de ansiedad generalizada (TAG): Caracterizado por una preocupación excesiva y constante que es difícil de controlar y afecta la vida diaria.
Trastorno de pánico: Involucra episodios repentinos e intensos de miedo que pueden desencadenar síntomas físicos severos, como palpitaciones, sudoración, temblores y sensaciones de asfixia.
Trastorno de ansiedad social (fobia social): Implica un miedo intenso a ser juzgado o humillado en situaciones sociales, lo que puede llevar a evitar dichas situaciones.
Fobias específicas: Miedo intenso y desproporcionado a objetos o situaciones específicas, como alturas o volar.
Trastorno de ansiedad por separación: Miedo excesivo a ser separado de las personas a las que una persona está apegada.
Los síntomas de la ansiedad pueden ser tanto emocionales como físicos, e incluyen:
Sentimientos de nerviosismo o inquietud
Sensación de peligro o pánico
Aumento del ritmo cardíaco
Respiración rápida (hiperventilación)
Sudoración
Temblores
Fatiga o cansancio
Dificultad para concentrarse
Problemas para dormir
Problemas gastrointestinales
El tratamiento de la ansiedad puede incluir terapia psicológica, como la terapia cognitivo-conductual (TCC), que es efectiva para ayudar a las personas a manejar y reducir sus síntomas de ansiedad mediante la modificación de pensamientos y comportamientos negativos. Además, en algunos casos, pueden utilizarse medicamentos como los antidepresivos, ansiolíticos o betabloqueantes.
La combinación de terapia y medicación a menudo resulta ser el enfoque más efectivo para tratar trastornos de ansiedad severos o complejos. Además, técnicas de relajación y manejo del estrés, como la meditación, el yoga y el ejercicio regular, pueden ayudar a aliviar los síntomas de la ansiedad.
Representan uno de los trastornos psiquiátricos más frecuentes. En ellos, como su nombre indica, la ansiedad es el síntoma más prominente.
El DSM-IV distingue los siguientes trastornos de ansiedad:
trastorno de angustia con o sin agorafobia;
agorafobia sin trastorno de angustia;
fobia social y especifica;
trastorno obsesivo-compulsivo;
trastorno por estrés postraumático;
trastorno por estrés agudo;
trastorno por ansiedad generalizada;
trastorno de ansiedad debido a una enfermedad médica;
trastorno de ansiedad inducido por sustancias;
trastorno mixto ansioso-depresivo y
trastornos de ansiedad no especificado.
En la CIE-10 los trastornos neuróticos comprenden:
los trastornos de ansiedad fóbicos (agorafobia, fobias sociales, fobias especificas, otros trastornos de ansiedad fóbica y trastornos de ansiedad sin especificación);
trastorno obsesivo-compulsivo (con predominio de pensamientos, con predominio de actos, con predominio de obsesiones y actos, otros trastornos obsesivos y trastornos obsesivos sin especificar).
Las reacciones a estrés graves y
los trastornos de adaptación se agrupan en otra categoría, lo mismo que los trastornos somatomorfos y otros trastornos neuróticos.
Ansiedad que aparece cuando el sujeto se expone a una situación en la que se había desarrollado ansiedad en el pasado. Es el mecanismo productor de la agarofobia en el trastorno por angustia.
Para el DSM-IV constituye un trastorno de ansiedad, ya sea de ansiedad generalizada, crisis de angustia u obsesiones- compulsiones, que es producido por enfermedades médicas. Sobresalen las enfermedades endocrinas (hipertiroidismo, hipotiroidismo, hiperparatiroidismo, hipoglucemia, feocromocitoma), enfermedades cardiacas (arritmia cardiaca, embolia pulmonar), enfermedades pulmonares (asma bronquial, neumonía), estados deficitarios (deficiencia de B12) y enfermedades neurológicas (neoplasia cerebral, encefalitis).
Fenómeno normal en el desarrollo de los niños. La ansiedad ante extraños comienza a las 26 semanas de vida y desaparece a las 32 semanas. En esta época cuando al niño se le acerca un extraño éste llora y se aferra a la madre.
El DSM-IV-TR lo define como una ansiedad y preocupación excesiva que se prolonga más de seis meses y que provoca un malestar clínicamente significativo o un deterioro social.
Los síntomas más frecuentes son la inquietud, fatigabilidad, irritabilidad, tensiones musculares, dificultad para concentrarse, alteraciones del sueño, etc. Es decir se trataría de una angustia flotante no crítica o endógena. Se trata de una de las patologías más comunes.
El Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) es una condición mental caracterizada por preocupación y ansiedad crónicas y excesivas sobre eventos o actividades cotidianas. Estos sentimientos de ansiedad y preocupación son difíciles de controlar, persisten por seis meses o más, y afectan significativamente el funcionamiento diario de la persona.
Síntomas
Los síntomas del TAG pueden variar de una persona a otra pero generalmente incluyen:
- Preocupación excesiva que es difícil de controlar. - Inquietud o sensación de estar "con los nervios de punta". - Fatiga fácil. - Dificultad para concentrarse o sensaciones de que la mente se queda en blanco. - Irritabilidad. - Tensión muscular. - Problemas para dormir (dificultad para quedarse o permanecer dormido, o sueño insatisfactorio y no reparador).
La ansiedad puede centrarse en una variedad de temas, como la salud personal, el trabajo, las finanzas, o el bienestar de los seres queridos, y a menudo, las personas con TAG anticipan desastres y pueden estar excesivamente preocupadas por cuestiones de la vida diaria
Causas
Aunque la causa exacta del TAG no se entiende completamente, se cree que es una combinación de factores biológicos, familiares y ambientales. Algunas investigaciones sugieren que puede estar relacionado con diferencias en la química cerebral y la función de ciertas áreas del cerebro que regulan el miedo y las emociones. Los factores de riesgo incluyen antecedentes familiares de ansiedad, experiencias traumáticas, y enfermedades crónicas o estrés prolongado.
Diagnóstico
El diagnóstico del TAG se basa en la descripción de los síntomas del paciente, un examen físico para descartar otras causas de los síntomas, y, a veces, pruebas psicológicas. Un profesional de la salud mental utilizará los criterios del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) para determinar si los síntomas cumplen con los requisitos para el diagnóstico de TAG.
Tratamiento
El tratamiento del TAG suele incluir una combinación de terapia psicológica y medicamentos.-
Terapia psicológica:
La terapia cognitivo-conductual (TCC) es uno de los tratamientos más efectivos. Ayuda a las personas a identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamientos que contribuyen a la ansiedad.
Medicamentos:
Los medicamentos comúnmente utilizados incluyen los antidepresivos y, en algunos casos, los ansiolíticos. La elección del medicamento dependerá de las necesidades específicas del paciente y de los posibles efectos secundarios.
Autocuidado y Estrategias de Manejo
Además del tratamiento profesional, hay estrategias de autocuidado que pueden ayudar a manejar los síntomas:
- Practicar técnicas de relajación, como la meditación o la respiración profunda. - Mantenerse físicamente activo y seguir una rutina regular de ejercicio. - Establecer una rutina de sueño saludable. - Evitar la cafeína y el alcohol, ya que pueden aumentar la ansiedad en algunas personas. - Buscar el apoyo de familiares y amigos.
El TAG es una condición manejable, pero sin tratamiento, puede interferir significativamente en la vida de una persona. Con la intervención adecuada, las personas con TAG pueden aprender a controlar su ansiedad y llevar vidas plenas y productivas.
Para el DSM-IV constituye un trastorno de ansiedad, ya sea de ansiedad generalizada, crisis de angustia, obsesiones-compulsiones o síntomas fóbicos, que es producido por drogas de abuso o por fármacos. Puede presentarse durante la intoxicación o durante el periodo de abstinencia. Las sustancias simpáticomiméticas (anfetamina, cocaína, cafeína) y los serotoninérgicas (LSD, MDMA) son las que con más frecuencia producen estos trastornos.
Término que acuñó Carl Wernicke. Consideró a la ansiedad psicótica como distinta a la de la melancolía afectiva y distinta de la perplejidad de determinadas psicosis.
La ansiedad psicótica se acompañaba de alucinaciones, delirios y de agitación psicomotriz.