Las tendencias pedagógicas actuales muestran un creciente interés por las estrategias didácticas y su aplicación a los modelos de enseñanza, que tratan de alejarse cada vez más de los modelos tradicionales, favoreciendo con ello el aprendizaje de una manera más efectiva e innovadora. El interés del presente estudio fue identificar los estilos de aprendizaje y su relación con los cuadrantes cerebrales en un grupo de estudiantes. Analizar si cada cuadrante está asociado a un estilo particular de pensar, crear y aprender. La muestra estuvo compuesta por 30 estudiantes de licenciatura y seis de posgrado. La colección de datos se obtuvo mediante la aplicación del cuestionario Honey-Alonso de Estilos de aprendizaje (CHAEA) y el modelo Cuadrante Cerebral de Herrmann (HBDI).
Las variables se estudiaron a través de un diseño no experimental. Al realizar el análisis del perfil de los cuadrantes cerebrales de Herrmann, los resultados indican que la mayoría de los estudia ntes presentan un desarrollo significativo en los cuadrantes B, C, y D. Muestran una dominancia predominante en el cuadrante (B) límbico izquierdo, cuadrante (C) límbico derecho y cuadrante (D) cortical derecho respectivamente. No obstante, se observan deficiencias en el cuadrante superior cortical izquierdo (A), lo que implica una carencia relacionada con el pensamiento lógico, cualitativo, analítico, crítico, matemático y basado en hechos concretos. La evaluación de los resultados nos indica que es necesario generar estrategias pedagógicas acordes con la tendencia del aprendizaje activo o reflexivo de los estudiantes, poner énfasis en los métodos educativos y técnicas didácticas utilizadas.
Aplicación del modelo cuadrante cerebral de Herrmann y su relación con los estilos de aprendizaje
Graciela Martínez Gutiérrez1, Sergio Manzo Andrade2
1Universidad del Centro México UCEM, 2CIIDIR IPN Michoacán
Resumen. Las tendencias pedagógicas actuales muestran un creciente interés por las estrategias didácticas y su aplicación a los modelos de enseñanza, que tratan de alejarse cada vez más de los modelos tradicionales, favoreciendo con ello el aprendizaje de una manera más efectiva e innovadora. El interés del presente estudio fue identificar los estilos de aprendizaje y su relación con los cuadrantes cerebrales en un grupo de estudiantes; analizar si cada cuadrante está asociado a un estilo particular de pensar, crear y aprender. La muestra estuvo compuesta por 30 estudiantes de licenciatura y seis de posgrado. La colección de datos se obtuvo mediante la aplicación del cuestionario Honey-Alonso de Estilos de aprendizaje (CHAEA) y el modelo Cuadrante Cerebral de Herrmann (HBDI). Las variables se estudiaron a través de un diseño no experimental. Se realizó un análisis de datos para valorar el estilo de aprendizaje en la muestra investigada y se pudo observar que existe una correlación significativa con un determinado cuadrante de hemisfericidad analítico u holístico. Al realizar el análisis del perfil de los cuadrantes cerebrales de Herrmann, los resultados indican que la mayoría de los estudiantes presentan un desarrollo significativo en los cuadrantes B, C, y D. Por lo tanto muestran una dominancia predominante en el cuadrante (B) límbico izquierdo, cuadrante (C) límbico derecho y cuadrante (D) cortical derecho respectivamente. No obstante, se observan deficiencias en el cuadrante superior cortical izquierdo (A), lo que implica una carencia relacionada con el pensamiento lógico, cualitativo, analítico, crítico, matemático y basado en hechos concretos. Por lo tanto, es necesario generar estrategias pedagógicas acordes con la tendencia del aprendizaje activo o reflexivo de los estudiantes, además de poner énfasis en los métodos educativos y técnicas didácticas utilizadas.
Palabras clave: Estilos de aprendizaje, Modelos cuadrantes cerebrales, Estrategias metodológicas.
INTRODUCCIÓN
La formación educativa del siglo XXI plantea estar abiertos a la innovación, al pensamiento crítico, al progreso, a poner énfasis en los métodos educativos, en las técnicas didácticas utilizadas, y en el desarrollo de habilidades intelectuales, más que en la sola transmisión de conocimientos. En especial por las exigencias actuales en términos de calidad y competitividad. Los cambios tienen que generarse dando prioridad a la creatividad, al aprendizaje por descubrimiento, al ejercicio de las facultades críticas de los estudiantes, al compromiso ético de las decisiones, al sentido estético y afectivo, a la capacidad de plantearse y resolver problemas y a su propio estilo de aprender.
Ante la inquietud por el modo en que los estudiantes perciben y procesan la información por los distintos canales perceptivos, insistimos en que uno de los cambios que debería abordarse con mayor prontitud, se ubica en el modo de aprendizaje del estudiante y en el diseño de las condiciones que lo hagan posible. Este cambio puede ser preciso y reclamarse como necesario para plantear nuevas estrategias para el docente. Con estrategias más centradas en el que aprende y menos en el que enseña, más en los resultados del aprendizaje, y sobre todo más centradas en el dominio de competencias procedimentales y actitudinales que en las informativas y conceptuales (Khalid, Nurulazam y Saleh, 2010).
Los Estilos de Aprendizaje
En las ciencias básicas y de la salud, han surgido importantes esfuerzos por conceptualizar las características del aprendizaje en los estudiantes. Estas iniciativas han buscado la manera de generar ambientes educativos que favorezcan el aprendizaje efectivo. En las últimas décadas algunas investigaciones (Correa, 2006) han demostrado que las personas tienen diferentes formas de aprender y establecen distintas estrategias cognitivas, conocidas como estilos cognitivos. Término utilizado por primera vez, en los años 50 por los psicólogos cognitivistas.
Los primeros estudios parten de la expresión de las formas particulares de percibir y procesar la información de los individuos. Estos estilos cognitivos se definen como la variación individual de los modos de percibir, recordar y pensar, o como formas distintas de aprender, almacenar, transformar y emplear la información. Por su parte los Estilos de aprendizaje, son considerados como un conjunto de estrategias que utilizan los sujetos de forma habitual para cumplir los objetivos del aprendizaje (Woolfolk, 1996). Estas estrategias abarcan no sólo estrategias cognitivas, sino que también involucran aptitudes motivacionales, de personalidad y rasgos cognitivos, afectivos y fisiológicos que sirven como indicadores relativamente estables.
Los rasgos cognitivos tienen que ver con la forma en que los estudiantes estructuran los contenidos, con la forma en que utilizan conceptos, interpretan la información, resuelven los problemas, y seleccionan los medios adecuados de representación ya sea: visual, auditivo o kinestésico. Por su parte, los rasgos afectivos se vinculan más con las motivaciones y expectativas que influyen en el aprendizaje, mientras que los rasgos fisiológicos están relacionados con el biotipo y el biorritmo del estudiante (Alonso, Gallego y Honey, 2002). En síntesis, los estilos se refieren a diversas formas de captar la información y afrontar la solución de tareas.
Resulta evidente que cualquier estilo puede relacionarse con aspectos de la personalidad, ambiente, educación, etc. Además, tanto las formas educativas como las familiares, y la interacción entre el estilo cognitivo del alumno y del profesor, tienen notables repercusiones en la forma de aprender. En cualquier caso, la teoría de los estilos de aprendizaje parece confirmar que algunas diferencias detectadas entre los estudiantes se deben a su estilo personal de aprender, y vinculada a ella está la intervención pedagógica actual, que se orienta a poner al alumno en la disposición de aprender a aprender.
Los Modelos Cuadrantes Cerebrales
El modelo de dominancia cerebral se fundamenta en que cada hemisferio procesa la información que recibe de distinta manera, por lo tanto, hay distintas formas de pensamiento asociadas con cada hemisferio. De acuerdo con Sperry (1973), el hemisferio izquierdo o lógico, procesa la información de manera secuencial y lineal, piensa en palabras y en números, aprende de la parte al todo y absorbe rápidamente los detalles, hechos, reglas, y analiza la información paso a paso. El hemisferio derecho u holístico, procesa la información de manera global, partiendo del todo para entender las distintas partes que componen ese todo.
En esta línea evolutiva, surge una postura con un complejo modelo metafórico de cuadrantes o estilos de pensamiento, denominado Cuadrantes Cerebrales. Se trata de un enfoque muy interesante propuesto por Herrmann (Khalid, Nurulazam y Saleh, 2010). Esta teoría surge del modelo de cerebro Total, el cual resulta de la integración de la teoría de especialización hemisférica y de la teoría del cerebro Triuno de Mc Lean. Además de las mitades izquierda y derecha representadas por los hemisferios, se tendrían las mitades superior (cerebral) e inferior (límbica), lo que da origen a cuatro partes o cuadrantes, directa o indirectamente conectadas entre sí por el cuerpo calloso y otras comisuras. Los cuadrantes, llamados A, B, C y D corresponden a cuatro modos específicos, distintos e independientes de procesamiento diferencial de información (Gardié, 2001).
Con base en las investigaciones de Sperry (1973) y de McLean (1990), Herrmann (1989) elaboró un nuevo modelo del cerebro compuesto por cuatro cuadrantes, dos izquierdos y dos derechos, que resultan del entrecruzamiento de los hemisferios del modelo Sperry, y de los cerebros límbico y cortical de McLean. Los cuatro cuadrantes representan formas distintas de operar, de pensar, de crear, de aprender y, en suma, de convivir con el mundo, aún cuando se admite que el cerebro funciona como una totalidad integrada (ver tabla 1).
Tabla 1. Descripción de características de los cuatro cuadrantes propuestos por Ned Herrmann
Cuadrantes
1. Cortical Izquierdo (A)
3. Cortical Derecho (D)
El experto
Lógico-analítico
Basado en hechos, cuantitativo
Es realista
El estratega
Holístico-intuitivo
Sintetizador-integrador
Es idealista
2. Límbico izquierdo (B)
4. Límbico derecho (C)
El organizador
Organizado, Secuencial
Planeador, Detallado
El comunicador
Interpersonal, Sentimientos
Estético emocional
(Adaptada de Velázquez, Remolina y Calle, 2007)
Modelo del cerebro Total
Cabe destacar que en los últimos años se ha producido un importante avance en la investigación científica mejor conocida como la década del cerebro. Actualmente se tienen conocimientos más precisos sobre el funcionamiento del mismo y sus admirables potencialidades. En el campo se hace necesario dar a conocer algunas características relevantes del modelo propuesto por Herrmann (ver tabla 2).
Tabla 2. Categorías propuestas según el modelo de Herrmann.
Categorías
Lóbulo superior izquierdo, Cuadrante A
Lóbulo superior derecho, Cuadrante D
Se especializa en el pensamiento lógico, cualitativo, analítico, crítico, matemático y basado en hechos concretos.
Se destaca por su estilo de pensamiento conceptual, holístico, integrador, global, sintético, creativo, artístico, espacial, visual y metafórico.
Lóbulo inferior izquierdo, Cuadrante B
Lóbulo inferior derecho, Cuadrante C
Se caracteriza por un estilo de pensamiento
secuencial, organizado, planificado, detallado y controlado.
Se caracteriza por un estilo de pensamiento emocional, sensorial, humanístico, interpersonal, musical, simbólico y espiritual.
(Adaptada de Velázquez, Remolina y Calle, 2007)
Los cuatro cuadrantes se recombinan y forman a su vez, nuevas modalidades de pensamiento, tal es el caso de tipo realista y de sentido común formado por las áreas A y B (hemisferio izquierdo). En el caso de las áreas C y D (hemisferio derecho) se trata del pensamiento idealista y kinestésico. De tipo pragmático o cerebral, conformado por los cuadrantes o áreas A y D. Finalmente el pensamiento instintivo y visceral formado por las áreas B y C (sistema límbico). Para Herrmann (1996), las características anteriores se corresponden con ciertos comportamientos.
El modelo del cerebro total constituye cuatro modalidades autónomas de procesamiento diferencial de información, las cuales pueden ser convenientemente desplegadas de manera individual o combinada, tanto secuencial como simultáneamente, en los diferentes procesos del funcionamiento cerebral. Este modelo metafórico, desde el punto de vista de su contextualización estructural se puede representar de acuerdo con la figura 1.
Figura 1. Perfil de combinación de cuadrantes.
Por lo anterior, cada estudiante utiliza diferentes estrategias, aprende con diferentes velocidades e incluso con mayor o menor eficacia aunque tengan las mismas motivaciones, el mismo nivel de instrucción, la misma edad, o estén estudiando el mismo tema. Por lo anteriormente expuesto, y de acuerdo con la neurociencia (Gardié, 2001) se hace conveniente la aplicación de un nuevo concepto en la instrucción docente, destacando que la información no sólo debe presentarse en la modalidad verbal que es la que estimula el cerebro izquierdo, sino que estimulando además el cerebro derecho con una modalidad no verbal. En este sentido, se pueden utilizar estrategias mixtas que combinen técnicas secuenciales, con otros enfoques que a su vez permitan al alumno hacer uso de todo su potencial.
METODOLOGÍA
Diseño Metodológico
El estudio se abordó desde una perspectiva no experimental o ex post facto. Para el análisis de datos se utilizó una metodología con un enfoque mixto para recolectar, analizar y vincular datos cuantitativos y cualitativos en el mismo estudio, para responder al objetivo planteado.
Muestra
El total de la muestra estuvo compuesta por 36 sujetos, con edades entre los 17 y 46 años. De los cuales 16 son hombres y 20 mujeres. Participaron 30 alumnos de Universidad y seis de Posgrado, los cuales fueron seleccionados de manera aleatoria por los investigadores
Procedimiento
La aplicación de instrumentos se realizó de manera individual y en grupos, de acuerdo con la disponibilidad y aceptación de los sujetos y en sus ambientes naturales de estudios.
Instrumentos y Materiales
Para la colección de datos se utilizó el cuestionario Honey-Alonso de Estilos de aprendizaje (2000). Este instrumento consta de ochenta ítems de respuesta dicotómica, distribuidas de manera aleatoria cuatro grupos de veinte preguntas que corresponden a cada estilo de aprendizaje.
El modelo Cuadrante de Herrmann (1998) fue aplicado con el objetivo de evaluar el grado en que los estudiantes procesan los cuatro cuadrantes del modelo de cerebro total propuesto por Ned Hermann. Mediante la aplicación del instrumento se valoró la preferencia en la utilización de los cuadrantes.
Análisis de Resultados
Al realizar el análisis del perfil de los cuadrantes cerebrales de Herrmann, se ha podido observar que, la mayoría de los estudiantes presentan un desarrollo significativo en los cuadrantes B, C, y D. Por lo tanto muestran una dominancia predominante en el cuadrante (B) límbico izquierdo, cuadrante (C) límbico derecho y cuadrante (D) cortical derecho respectivamente. No obstante, se observan algunas combinaciones en las modalidades de procesamiento de información y deficiencias en el cuadrante superior cortical izquierdo (A). Lo que implica una carencia relacionada con el pensamiento lógico, cualitativo, analítico, crítico, matemático y basado en hechos concretos (ver Figura 2).
Figura 2. Perfil general de estilo de preferencia dominantes observada en la muestra investigada.
Los resultados de los cuadrantes B, C y D sugieren la certeza de una preferencia cortical por encima de la límbica en el procesamiento de información. Sin olvidar las implicaciones relacionadas con el estilo de aprendizaje individual del estudiante (ver Figura 3). De acuerdo a lo anterior, estas incidencias exigen un replanteamiento y transformación de los métodos educativos que se implementan en el aula, los cuales deben favorecer el desarrollo de los cuatro cuadrantes en cada estudiante
Figura 3. Perfil de estilo de preferencia dominantes observada en un 64% de la muestra investigada.
Con respecto a la muestra que se ubica en el cuadrante B 20% (Límbico Izquierdo), los resultados indican que prácticamente es uno de los cuatro cuadrantes con un porcentaje cerca de C 21% y D 23%. En este caso, las estrategias que conforman el cuadrante B son operacionales y están dirigidas fundamentalmente a la ejecución de acciones, previamente diseñadas para el manejo de múltiples situaciones, relacionadas con el funcionamiento de individuos y organizaciones (Gardié, 2000). Los sujetos que utilizan el cuadrante B, muestran dificultades para la reflexión crítica, o la búsqueda de alternativas distintas a las de una planificación normativa.
En el caso del cuadrante C (Límbico Derecho), el 21% de la población se ubica en este cuadrante. Se trata de sujetos que no tienen dificultad para relacionarse, son comunicativos y expresivos que muestran una orientación social y clara tendencia a involucrarse en actividades de cooperación, trabajo en equipo, causas humanitarias o proyectos comunitarios y de asistencia social. La activación del cuadrante C se asocia con expresiones kinestésicas de aproximación y contacto con los semejantes, y la música. El comportamiento responde en un alto grado a componentes afectivos y emocionales.
El análisis de resultados obtenidos en el cuadrante D (Cerebral Derecho) nos muestra que un 23% de los sujetos se ubican en este cuadrante. Un porcentaje más alto que el resto de los cuadrantes, especialmente el A, cuyo porcentaje es de 6. Las estrategias de procesamiento de información que lleva a cabo el cuadrante D han sido tradicionalmente subvaloradas, en parte por el tratamiento privilegiado que se ha dado al cerebro izquierdo en detrimento del derecho (Gardié, 2000).
Tradicionalmente el cuadrante D es considerado el "cuadrante de la creatividad", por ser el propulsor de situaciones de inspiración novedosas originadas conscientemente por medio de la imaginación, o de manera no consciente mediante la intuición. De acuerdo con Gardié, la información que procesa el cuadrante D activa la producción de ideas, el diseño de una visión gerencial estratégica, el manejo simultáneo e integrado de escenarios de acción, y la concepción de proyectos visionarios.
Perfil de estilos de Aprendizaje
Figura 4. Los estudiantes tienen puntuaciones más altas en el estilo visual, pero más bajas en el estilo kinestésico y mucho menor en el auditivo. Se observan algunas combinaciones entre estilos.
Al analizar los diferentes estilos de aprendizaje, podemos observar que los estudiantes tienen puntuaciones más altas en el estilo visual, pero más bajas en el estilo kinestésico y mucho menor en el auditivo. Por lo tanto, la mayoría de los estudiantes utilizan el sistema de representación visual. Lo cual significa que muestran más facilidad para abstraer información con rapidez, visualizar y establecer relaciones entre distintas ideas y conceptos. Con lo anterior se puede deducir que los alumnos que tienen problemas para relacionar conceptos puede deberse a que está procesando la información de forma auditiva o kinestésica, puesto que la capacidad de abstracción y planificación está directamente relacionada con la capacidad de visualizar. Esas dos características explican por qué la mayoría de los alumnos investigados sean visuales.
Discusión
De acuerdo con los resultados obtenidos, se puede deducir que un alto porcentaje de estudiantes son visuales y presentan una dominancia en el cuadrante B (Límbico izquierdo), que se caracteriza por un estilo de pensamiento secuencial, organizado y planificado. Las estrategias que conforman este cuadrante son definidas como operacionales, dirigidas especialmente a la ejecución de acciones, previamente diseñadas para el manejo de múltiples situaciones relacionadas con la organización. Este cuadrante no desarrolla el sentido crítico, sino que enfatiza en la búsqueda de alternativas, la planificación y la evaluación de resultados.
Conclusión
De manera sintética, podemos decir que el estudiante debe aprender de una manera, unitaria, dinámica e integradora. La creatividad, la inteligencia, el aprendizaje, la toma de decisiones y la solución de problemas requieren de la acción concertada de todo el cerebro: ningún estilo, habilidad o estrategia resulta privilegiado en detrimento de los restantes.
Sin duda alguna, el modelo se ajusta perfectamente bien a la visión holístico-creativa de la educación que ha sido ya expuesta. Situación que implica que los docentes tengan en cuenta esta realidad, rediseñen y adapten sus metodologías y estrategias pedagógicas a los requerimientos y capacidades de los estudiantes con el propósito de favorecer el desarrollo de todos los cuadrantes en el proceso de potenciación del cerebro que aprende.
Bibliografía
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