La Universidad Complutense de Madrid ha llevado a cabo una investigación (Sanicovid-19) que revela como casi el 80% de los sanitarios padecen problemas de ansiedad y el 40% de agotamiento o fatiga emocional tras el paso de la primera oleada del Covid-19.
Las repercusiones de la pandemia y sus consecuencias colaterales en la salud psicológica de los sanitarios parecen una cuestión de urgencia. Los profesionales sanitarios pertenecen a un grupo especialmente vulnerable al padecimiento de trastornos psicológicos debido al estrés y sobrecarga emocional al que están expuestos. Presentan índices significativamente mayores con respecto a la población general en el padecimiento de trastornos como problemas del sueño, trastornos de ansiedad, trastornos depresivos, trastornos psicosomáticos y síntomas del trastorno obsesivo-compulsivo.
Este colectivo va a presentar síntomas compatibles con el trastorno por estrés postraumático debido a la experiencia intensa vivida directa y repetida del suceso traumático con exposición a la enfermedad y la muerte y a la presencia directa de las mismas.
Después del suceso traumático vivido pueden experimentar recuerdos angustiosos recurrentes, involuntarios e intrusivos en relación con los diferentes sucesos traumáticos vivenciados. Asimismo, pueden vivir sueños angustiosos recurrentes con un contenido y afecto relacionado con lo vivido. También reacciones disociativas o como si se estuviera repitiendo el suceso. Así como un profundo malestar psicológico con alta reactividad a estímulos que simbolizan o recuerden la vivencia traumática a lo que debemos sumar la aparición de reacciones fisiológicas intensas en esta misma línea.
También se caracteriza por la evitación o esfuerzos por evitar tanto pensamientos o sentimientos angustiosos relacionados como todo aquello que pueda recordar lo vivido.
Una vez ha pasado esta primera ola comienzan o empeoran alteraciones cognitivas negativas y del estado de ánimo como por ejemplo la incapacidad de recordar aspectos importantes de la experiencia vivida; un cambio en el sistema de creencias o expectativas volviéndose negativas persistentes y exageradas sobre uno mismo, los demás o el mundo; una distorsión en la percepción de la causa y consecuencias del suceso; un estado emocional negativo persistente (p. ej. , miedo, enfado o culpa); disminución importante del interés por participar en actividades significativas; sentimiento de desapego o extrañamiento de los demás; o incapacidad persistente para experimentar emocionas positivas.
Empeorara también el sistema de alerta y la reactividad asociada al suceso traumático presentando síntomas como: Irritabilidad o arrebatos de ira en el comportamiento; comportamientos imprudentes o autodestructivos; Hipervigilancia; respuesta de sobresalto exagerada; problemas de concentración; o alteración del sueño.
Por último, cabe señalar la posibilidad de aparición de síntomas disociativos del tipo de despersonalización o la experiencia persistente o recurrente de un sentimiento de desapego y como si uno mismo fuera un observador externo del propio proceso mental o corporal, o de desrealización o la experiencia persistente o recurrente de irrealidad del entorno.
Toda está sintomatología (que no tiene por qué expresarse de forma inmediata, sino que puede darse meses después del evento traumático) se puede prolongar mas allá de un mes y va a provocar un malestar en la persona significativo con un deterioro en las diferentes áreas de su vida como la laboral, social o familiar.
En conclusión, debemos estar muy contentos por la impagable respuesta de nuestros sanitarios ante esta pandemia. Son profesionales simplemente excelentes, en una profesión que cobra su sentido desde la parte mas vocacional de ayuda a los demás.
Ahora bien, a pesar de su capacidad demostrada de resistencia y entrega. desgraciadamente están padeciendo y van a padecer problemas psicológicos como consecuencia de tantas experiencias a estas alturas vividas como el desbordamiento en la demanda asistencial, el riesgo de infección asumido, los equipos insuficientes y limitantes, el estrés constante, la exposición al desconsuelo de las familias o la exposición a la enfermedad y la muerte. Precisan, por tanto, atención psicológica para tratar y proteger su salud psicológica.
Bravo de Medina. Instituto Clínico de Psicología e Innovación.
Estrategias adaptativas y lecciones de la pandemia en un centro de rehabilitación psicosocial y laboral
Ana Luisa Regueira Fuenteseca
Fecha Publicación: 20/05/2024
Aproximación del incremento de los niveles de ansiedad en mujeres en período perinatal y neonatal durante la pandemia de la Covid-19: estudio multicéntrico.
Miriam Molas Tuneu et. al
Fecha Publicación: 20/05/2024
Covid-19 y suicidio
Elena Dominguez Alvarez et. al
Fecha Publicación: 20/05/2024
Influencia de la pandemia en la salud mental de los universitarios: una revisión sistemática
Irene Lozano Melgar et. al
Fecha Publicación: 20/05/2024
El duelo durante la pandemia por COVID-19: una mirada a su impacto emocional y a las variables clínicas/sociodemográficas más relevantes
Joaquín Mateu Mollá et. al
Fecha Publicación: 29/05/2023
Efectos emocionales de la pospandemia
Jeffry Erwin Murillo Pachón
Fecha Publicación: 23/05/2023