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Vivencia
Definición: Traducción del vocablo alemán erleben.Una vivencia es una experiencia psíquica que se vive con una gran intensidad emocional y que, como consecuencia de ello, deja una huella en la vida del sujeto.
Términos relacionados:
Sinónimo: catársis. Término psicodinámico creado por Joseph Breuer por el cual se designa a la descarga de una experiencia desagradable vivenciándola con los sentimientos originales y en presencia del analista.
Véase agnosia de la vivencia del propio cuerpo.
Véase agnosia de la vivencia del propio cuerpo.
Véase agnosia de la vivencia del propio cuerpo.
Véase agnosia de la vivencia del propio cuerpo.
Sinónimo: alucinaciones viscerales, alucinaciones somáticas. Son alucinaciones de la sensibilidad general o interna. En este tipo de alucinaciones los enfermos pueden sentir que le destrozan sus órganos internos, pueden sufrir dolores terribles, pueden sentir que tiran de sus órganos, etc. Muy raramente son placenteras. Como en el caso de las alucinaciones táctiles, son interpretadas como producto de la influencia externa. En el hombre melancólico puede darse este tipo de alucinaciones formando parte del síndrome de Cotard o delirio de negación de órganos.
Una forma especial es la que aparece en los delirios zoopáticos en los que el paciente está convencido de la existencia de un animal dentro de su cuerpo, animal que se mueve, se arrastra, come sus órganos, etc.
Veamos un ejemplo donde aparecen alucinaciones cenestésicas, táctiles, auditivas elementales, seudoalucinaciones auditivas, robo del pensamiento y otras vivencias de influencia o enajenadas:
Hace seis años, cuando salí de un bar, pasó por mi lado un hombre y me dijo: ¿Qué hay? A los cuatro días de esto comencé a oír ruidos, eran ruidos que el hombre hacía para que yo no durmiera, ruidos como los que se escucha cuando un árbol está cargado de pájaros. Luego los ruidos se transformaron en las voces de ese hombre, voces que yo oigo dentro de mi cabeza. Me dice que me tiene que matar a mí y a cuatro más de mi barrio, me insulta y me dice de tó. Quiere asfixiarme, me coge la respiración y no me deja respirar. Me ha quitado el andar. Me toca por dentro, en la cabeza, en los hombros, me hace que no ande, me toca el pene y me lo pone potente y no lo puedo soportar. Me nombra cosas de mujeres para que el pene se me ponga potente. Me dice que soy mariquita. Me toca por dentro y por fuera. Me dice todas las barbaridades del mundo. Me toca el estómago para que no haga la digestión, me lo mueve hacía arriba. En el oído me produce zumbidos que pasan de un oído a otro. Me hincha la cara. Yo nosé dónde está. No pienso en nada, no sueño nada, hace que no piense y que no sueñe.
Sinónimos: seudoalucinaciones (K. Jaspers) (V.K. Kandinsky) (F.W. Hagen), psiquicas (J.G.F. Baillarger), delirantes (Henry Ey), aperceptivas (K.L. Kahlbaum). Son las voces interiores, que se oyen dentro de la cabeza.
Las seudoalucinaciones se diferencian de las alucinaciones auditivas propiamente dichas y de las alucinosis a través de una serie de conceptos. Uno de ellos es si son vividas con carácter de real. De este modo se ha distinguido entre el juicio de presencia (Karl Jaspers) o impresión de existencia corpórea (F. Alonso Fernández), es decir si el sujeto vive la sensopercepción con certeza inmediata de realidad, y el juicio de realidad (F. Alonso Fernández), que se produce tras reflexionar sobre lo percibido. De esta manera en la alucinosis existe un juicio de presencia positivo, el sujeto escucha voces que se localizan en el espacio objetivo y son indistinguibles de las reales, pero luego reflexiona y se da cuenta de que esas voces no tienen existencia real, su juicio de realidad es negativo.
En base a la localización en el espacio exterior, la corporeidad y el juicio de realidad, en la tabla siguiente, tomada de F. Alonso Fernández, se establece la distinción entre los tres tipos de alucinaciones:
Las seudoalucinaciones estarían más próximas a las representaciones que a la percepción (F. Alonso Fernández), lo contrario ocurre con las alucinaciones.
Kurt Schneider distingue tres tipos de seudoalucinaciones con la condición de síntomas de primer orden: el pensamiento sonoro, la audición de voces en forma de dialogo y la audición de voces comentadoras de la actividad. Estas tres seudoalucinaciones son todas vivencias impuestas.
La palabra angustia está emparentada con el latín angustus que significa estrecho. El sentimiento de angustia patológico o neurótico puede manifestarse por síntomas somáticos, conductuales y subjetivos. Los síntomas somáticos pueden ser cardiovasculares (taquicardia, palpitaciones, dolor precordial, palidez, accesos de calor), respiratorios (disnea, hiperventilación, suspiros, sensación de ahogo, opresión torácica), digestivos (bolo esofágico, náuseas, vómitos, diarreas, aerofagia, dispepsia), genitourinarios (polaquiuria, eyaculación precoz, frigidez, incontinencia), neuromusculares (tensiones musculares, temblor, cefalea tensional). La angustia se puede exteriorizar a nivel conductual en forma de inhibición o inquietud psicomotriz, incapacidad para estar sentado, restregamiento de
las manos, movimientos continuos, etc. A nivel subjetivo la ansiedad se manifiesta por el temor a volverse loco o morir, la sensación de espera de lo peor, de que algo malo le pueda sobrevivir a él o a un familiar, la dificultad de concentración, los sobresaltos a los ruidos, etc. La angustia patológica no sólo se manifiesta en las enfermedades neuróticas. Toda enfermedad psiquiátrica puede presentar angustia y en algunas de ellas, como en los trastornos depresivos, puede ser un síntoma dominante. La ansiedad que aparece en la psicosis ha recibido el nombre de psicótica, aunque en nada se diferencia de la que aparece en los trastornos no psicóticos.
Angustia y ansiedad son aspectos del mismo fenómeno. Mientras que la angustia es más precordial, más epigástrica, más profunda, la ansiedad es más respiratoria. Esta distinción entre angustia y ansiedad fue realizada por primera vez por E. Brissaud (1853-1909). J.J.López Ibor consideró que en la angustia hay sobrecogimiento, inmovilización y en la ansiedad movilización, sobresalto. A veces, como en el ejemplo que sigue, se mezclan las vivencias de angustia y ansiedad.
Tengo una sensación muy grande aquí (señala el esternón), es una sensación de ahogo
y también noto dolor, es ahogo y dolor, como sí esto (señala el esternón) se me fuera a cerrar.
Angustia (trastorno de)
Véase agnosia de la vivencia del propio cuerpo.
Término acuñado por Honorio Delgado. Alteración de la vivencia del tiempo propia del enfermo maníaco. Normalmente vivimos en un presente que se haya ligado con el pasado y con el futuro. En el maníaco puede no ocurrir esto y entonces vivir el tiempo en forma de una serie de presentes puntuales o atómicos, a esto le llama Honorio Delgado la atomización del tiempo vivido.
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