Al principio en la anorexia mental no hay tal anorexia, los pacientes siguen teniendo deseos de comer pero rechazan los alimentos, principalmente aquellos que contienen carbohidratos y grasas, por el temor a engordar.
Junto a este rechazo de alimentos, las anoréxicas, y hablamos en femenino porque su frecuencia es mayor en este sexo, presentan trastornos de la percepción de su imagen corporal, se ven así mismas con un peso mayor, con una mayor dimensión de la que en realidad tienen.
Cuando el rechazo de alimentos no es suficiente para perder peso recurren al empleo de laxantes, a la provocación de vómitos y a la hiperactividad física.
Con el tiempo la paciente se torna amenorreica, aunque más raramente la amenorrea es previa a la falta de peso.
A la larga la caquexia producida, si no se remedia, puede terminar en la muerte.
Existen dos tipos de anorexia nerviosa, el tipo restrictivo que no recurre a atracones o purgas y el tipo compulsivo /purgativo que si recurre.
Fue Ernest-Charles Laségue el primero que describió esta enfermedad a la que llamó anorexia histérica (l´anorexie hystérique) (1873). El término anorexia nerviosa fue acuñado en 1874 por William Gull.
Véase también trastorno orgásmico.
La anorgasmia es una condición en la cual una persona tiene dificultades persistentes para alcanzar el orgasmo, a pesar de una estimulación sexual adecuada y deseo. Puede afectar tanto a hombres como a mujeres y puede manifestarse en diferentes maneras, desde la incapacidad total para alcanzar el orgasmo hasta la experiencia de retrasos significativos en la llegada del mismo.
Existen varias causas potenciales de la anorgasmia, que pueden ser tanto físicas como psicológicas:
Causas físicas: Incluyen enfermedades crónicas (como diabetes), lesiones o cirugías que afectan las áreas genitales o pelvianas, efectos secundarios de medicamentos (especialmente aquellos que afectan la serotonina, como ciertos antidepresivos), y cambios hormonales, especialmente aquellos relacionados con la menopausia.
Causas psicológicas: Incluyen ansiedad, depresión, estrés, problemas de relación, experiencias sexuales traumáticas previas, y creencias o educación que hacen que la persona tenga actitudes negativas hacia el sexo o su propio cuerpo.
El tratamiento de la anorgasmia depende de su causa subyacente y puede incluir terapia sexual, donde se educa y se asesora a los individuos o parejas sobre técnicas de estimulación y métodos para aumentar la intimidad y la relajación.
La terapia psicológica también puede ayudar a tratar factores como la ansiedad y el estrés.
En casos donde los medicamentos contribuyen al problema, un médico puede ajustar la dosis o cambiar a un fármaco diferente.
Además, la terapia hormonal puede ser útil para las mujeres que experimentan cambios hormonales significativos que afectan su función sexual.
Desde el punto de vista popular un anormal es una persona que no está sana psíquicamente.
Las acepciones que más nos interesa son: 1) Deseo intenso de algo ya sea material o espiritual (ansia de vivir, ansia de libertad).2) Ansiedad en forma de sensación de ahogo: Tengo una ansia en el pecho que no me deja respirar.
Véase también angustia.
La ansiedad es una respuesta emocional normal que se experimenta ante situaciones de incertidumbre, estrés o peligro. Sin embargo, cuando los sentimientos de ansiedad son extremadamente fuertes o persistentes, pueden convertirse en un trastorno de ansiedad, que es un grupo de condiciones mentales que pueden afectar seriamente la calidad de vida de una persona.
Los trastornos de ansiedad incluyen varios tipos, como:
Trastorno de ansiedad generalizada (TAG): Caracterizado por una preocupación excesiva y constante que es difícil de controlar y afecta la vida diaria.
Trastorno de pánico: Involucra episodios repentinos e intensos de miedo que pueden desencadenar síntomas físicos severos, como palpitaciones, sudoración, temblores y sensaciones de asfixia.
Trastorno de ansiedad social (fobia social): Implica un miedo intenso a ser juzgado o humillado en situaciones sociales, lo que puede llevar a evitar dichas situaciones.
Fobias específicas: Miedo intenso y desproporcionado a objetos o situaciones específicas, como alturas o volar.
Trastorno de ansiedad por separación: Miedo excesivo a ser separado de las personas a las que una persona está apegada.
Los síntomas de la ansiedad pueden ser tanto emocionales como físicos, e incluyen:
Sentimientos de nerviosismo o inquietud
Sensación de peligro o pánico
Aumento del ritmo cardíaco
Respiración rápida (hiperventilación)
Sudoración
Temblores
Fatiga o cansancio
Dificultad para concentrarse
Problemas para dormir
Problemas gastrointestinales
El tratamiento de la ansiedad puede incluir terapia psicológica, como la terapia cognitivo-conductual (TCC), que es efectiva para ayudar a las personas a manejar y reducir sus síntomas de ansiedad mediante la modificación de pensamientos y comportamientos negativos. Además, en algunos casos, pueden utilizarse medicamentos como los antidepresivos, ansiolíticos o betabloqueantes.
La combinación de terapia y medicación a menudo resulta ser el enfoque más efectivo para tratar trastornos de ansiedad severos o complejos. Además, técnicas de relajación y manejo del estrés, como la meditación, el yoga y el ejercicio regular, pueden ayudar a aliviar los síntomas de la ansiedad.
La distinción entre síntomas somáticos (tensiones musculares, inquietud, temblor, etc.) y síntomas psíquicos de la ansiedad, fue realizada en el año 2003 por el psiquiatra Conrad M. Swartz (1946--). Este autor consideró que la ansiedad somática respondía a los betabloqueantes y la psíquica a los inhibidores selectivos de la serotonina.
Fenómeno normal en el desarrollo de los niños. La ansiedad ante extraños comienza a las 26 semanas de vida y desaparece a las 32 semanas. En esta época cuando al niño se le acerca un extraño éste llora y se aferra a la madre.
Para el DSM-IV constituye un trastorno de ansiedad, ya sea de ansiedad generalizada, crisis de angustia u obsesiones- compulsiones, que es producido por enfermedades médicas. Sobresalen las enfermedades endocrinas (hipertiroidismo, hipotiroidismo, hiperparatiroidismo, hipoglucemia, feocromocitoma), enfermedades cardiacas (arritmia cardiaca, embolia pulmonar), enfermedades pulmonares (asma bronquial, neumonía), estados deficitarios (deficiencia de B12) y enfermedades neurológicas (neoplasia cerebral, encefalitis).
El DSM-IV-TR lo define como una ansiedad y preocupación excesiva que se prolonga más de seis meses y que provoca un malestar clínicamente significativo o un deterioro social.
Los síntomas más frecuentes son la inquietud, fatigabilidad, irritabilidad, tensiones musculares, dificultad para concentrarse, alteraciones del sueño, etc. Es decir se trataría de una angustia flotante no crítica o endógena. Se trata de una de las patologías más comunes.
El Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) es una condición mental caracterizada por preocupación y ansiedad crónicas y excesivas sobre eventos o actividades cotidianas. Estos sentimientos de ansiedad y preocupación son difíciles de controlar, persisten por seis meses o más, y afectan significativamente el funcionamiento diario de la persona.
Síntomas
Los síntomas del TAG pueden variar de una persona a otra pero generalmente incluyen:
- Preocupación excesiva que es difícil de controlar.
- Inquietud o sensación de estar "con los nervios de punta".
- Fatiga fácil.
- Dificultad para concentrarse o sensaciones de que la mente se queda en blanco.
- Irritabilidad.
- Tensión muscular.
- Problemas para dormir (dificultad para quedarse o permanecer dormido, o sueño insatisfactorio y no reparador).
La ansiedad puede centrarse en una variedad de temas, como la salud personal, el trabajo, las finanzas, o el bienestar de los seres queridos, y a menudo, las personas con TAG anticipan desastres y pueden estar excesivamente preocupadas por cuestiones de la vida diaria
Causas
Aunque la causa exacta del TAG no se entiende completamente, se cree que es una combinación de factores biológicos, familiares y ambientales. Algunas investigaciones sugieren que puede estar relacionado con diferencias en la química cerebral y la función de ciertas áreas del cerebro que regulan el miedo y las emociones. Los factores de riesgo incluyen antecedentes familiares de ansiedad, experiencias traumáticas, y enfermedades crónicas o estrés prolongado.
Diagnóstico
El diagnóstico del TAG se basa en la descripción de los síntomas del paciente, un examen físico para descartar otras causas de los síntomas, y, a veces, pruebas psicológicas. Un profesional de la salud mental utilizará los criterios del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) para determinar si los síntomas cumplen con los requisitos para el diagnóstico de TAG.
Tratamiento
El tratamiento del TAG suele incluir una combinación de terapia psicológica y medicamentos.-
Terapia psicológica:
La terapia cognitivo-conductual (TCC) es uno de los tratamientos más efectivos. Ayuda a las personas a identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamientos que contribuyen a la ansiedad.
Medicamentos:
Los medicamentos comúnmente utilizados incluyen los antidepresivos y, en algunos casos, los ansiolíticos. La elección del medicamento dependerá de las necesidades específicas del paciente y de los posibles efectos secundarios.
Autocuidado y Estrategias de Manejo
Además del tratamiento profesional, hay estrategias de autocuidado que pueden ayudar a manejar los síntomas:
- Practicar técnicas de relajación, como la meditación o la respiración profunda.
- Mantenerse físicamente activo y seguir una rutina regular de ejercicio.
- Establecer una rutina de sueño saludable.
- Evitar la cafeína y el alcohol, ya que pueden aumentar la ansiedad en algunas personas.
- Buscar el apoyo de familiares y amigos.
El TAG es una condición manejable, pero sin tratamiento, puede interferir significativamente en la vida de una persona. Con la intervención adecuada, las personas con TAG pueden aprender a controlar su ansiedad y llevar vidas plenas y productivas.
Término que acuñó Carl Wernicke. Consideró a la ansiedad psicótica como distinta a la de la melancolía afectiva y distinta de la perplejidad de determinadas psicosis. La ansiedad psicótica se acompañaba de alucinaciones, delirios y de agitación psicomotriz.
Ansiedad que aparece cuando el sujeto se expone a una situación en la que se había desarrollado ansiedad en el pasado. Es el mecanismo productor de la agarofobia en el trastorno por angustia.
Término del psicoanálisis. En este caso se considera que la ansiedad ha sido desplazada hacía un objeto que simbólicamente representa a la persona origen de la ansiedad. Ejemplo: en el caso Juanito de Sigmund Freud, la ansiedad, el temor hacia el padre, fue reemplazado por el temor al caballo, en este caso el objeto simbólico.
Es un fenómeno normal en los niños entre los 10 y 18 meses. La separación de la persona con la que el niño está apegado, normalmente la madre, suele provocar ansiedad en el niño. Sin embargo, y según el DSM-IV-TR, cuando la ansiedad es excesiva e inapropiada para el nivel de desarrollo, y lo es con respecto a la separación de las personas con las que está vinculado o con respecto a la separación del hogar, nos encontramos ante un trastorno de ansiedad que se presenta antes de los 18 años, presentándose normalmente entre los 7 y 8 años. Los niños o adolescentes con este trastorno presentan una negativa a ir al colegio, presentan una preocupación excesiva por la posible pérdida de las figuras parenterales, negativa a dormir si no permanecen con ellos los padres, pesadillas con temática de separación, etc.
Para el DSM-IV constituye un trastorno de ansiedad, ya sea de ansiedad generalizada, crisis de angustia, obsesiones-compulsiones o síntomas fóbicos, que es producido por drogas de abuso o por fármacos. Puede presentarse durante la intoxicación o durante el periodo de abstinencia. Las sustancias simpáticomiméticas (anfetamina, cocaína, cafeína) y los serotoninérgicas (LSD, MDMA) son las que con más frecuencia producen estos trastornos.
Sinónimo: tranquilizantes, tranquilizantes menores, sedantes. Se llaman así a los medicamentos utilizados para tratar la ansiedad. El grupo más importante de los ansiolíticos está formado por las benzodiacepinas.
Incluyen las benzodiacepinas, sustancias afines a las benzodiacepinas (zolpiden y zoplicona), los carbamatos, los barbitúricos, los hipnóticos afines a los barbitúricos (glutetimida, metacualona).
Son sustancias depresoras del Sistema Nervioso Central (SNC).
Para el DSM-IV-TR pueden producir estos trastornos: intoxicación; abstinencia; delirium; demencia; trastorno amnésico; trastorno psicótico; trastorno del estado de ánimo; trastorno de ansiedad; trastorno sexual; trastorno del sueño y trastorno no especificado.
Categoría diagnostica que aparece en la CIE-10 dentro del apartado otros trastornos de ansiedad y en la DSM-IV-TR dentro del apartado de los trastornos de ansiedad sin especificación. Se utiliza por los pacientes que presentan tanto síntomas de ansiedad como de depresión y que no cumplen los criterios para un trastorno de ansiedad ni para un trastorno del estado de ánimo.
Fármaco que bloquea las acciones de un neurotransmisor natural sobre su receptor.
Véase también neurolépticos.
Los antagonistas dopaminérgicos son medicamentos que funcionan bloqueando los receptores de dopamina en el cerebro. La dopamina es un neurotransmisor importante que juega un papel crucial en muchas funciones del cuerpo, incluyendo el movimiento, la motivación, el placer y la regulación emocional.
Al bloquear estos receptores, estos medicamentos pueden influir en varios sistemas biológicos y tratar diferentes condiciones médicas.
Usos principales de los antagonistas dopaminérgicos:
Tratamiento de trastornos psiquiátricos: Son comúnmente usados como antipsicóticos en el tratamiento de trastornos como la esquizofrenia y el trastorno bipolar. Ayudan a controlar los síntomas como alucinaciones, delirios y agitación.
Tratamiento de enfermedades neurológicas: Pueden ser utilizados para tratar el síndrome de piernas inquietas y ciertos tipos de dolor de cabeza.
Tratamiento de náuseas y vómitos: Estos medicamentos son efectivos en el control de náuseas y vómitos, especialmente aquellos asociados con la quimioterapia y la anestesia postoperatoria.
Ejemplos de antagonistas dopaminérgicos:
Haloperidol: Un antipsicótico típico usado para tratar esquizofrenia y episodios agudos de manía.
Risperidona: Un antipsicótico atípico que se utiliza para tratar la esquizofrenia, el trastorno bipolar y la irritabilidad asociada con el autismo.
Metoclopramida: Usado principalmente para tratar náuseas y problemas de motilidad gástrica.
Efectos secundarios:Los antagonistas dopaminérgicos pueden tener varios efectos secundarios, algunos de los cuales pueden ser graves. Los efectos secundarios comunes incluyen sedación, ganancia de peso, sequedad de boca, y problemas gastrointestinales. También pueden causar efectos extrapiramidales, como rigidez muscular, temblores y movimientos incontrolados.
A largo plazo, pueden provocar discinesia tardía, una condición que causa movimientos involuntarios repetitivos y puede ser irreversible.
El uso de estos medicamentos debe ser cuidadosamente monitoreado por un profesional médico para asegurar que los beneficios superen los riesgos asociados y para ajustar la dosificación de acuerdo a las necesidades individuales del paciente.
Sinónimo: antimuscarínicos. Fármacos que se utilizan para tratar los efectos del aumento y liberación de acetilcolina debido al bloqueo de los receptores dopaminérgicos por los neurolépticos. Los principales son el biperideno, la benzotropina y el trihexifenidilo. Pueden producir dependencia, sobre todo el biperideno en administración intramuscular.