Desde que Folstein y cols. (1975) presentaran el Mini-Mental State (MMSE) y su posterior adaptación a muestra española por Lobo y cols. (1979)(Mini-Examen Cognoscitivo-MEC), han aparecido un buen número de pruebas cognitivas de detección de demencia con mayor o menor éxito. Una de estas pruebas es la propuesta por Grover y Buschke (1988), consistente en una prueba de memoria en la que se intenta facilitar tanto el almacenamiento como recuperación de la información a través de la presentación de claves semánticas asociadas a los estímulos presentados. Estos estímulos consisten en 16 dibujos presentados en 4 tarjetas, asociándose cada dibujo con una categoría semántica diferente.
Esta prueba obtuvo unos resultados bastante buenos en el trabajo de Grover y Buschke (1988) detectando demencia, a pesar de lo cuál no ha tenido excesivo calado hasta que Solomon y cols (1998) la rescataron como una prueba fundamental integrada en el Test de los 7 Minutos, que nuevamemente ha mostrado buenos resultados. La prueba de recuerdo Potenciado sin embargo no había sido adaptada hasta ahora a muestra española. El objetivo de este trabajo por tanto es adaptar la prueba de recuerdo Potenciado a muestra española. Los resultados se presentan y discuten en la comunicación.
Adaptación preliminar de una prueba del Test de los 7 minutos recuerdo potenciado.
(Preliminary adaptation of the enhanced remenber task of the 7 minutes screen test. )
Torres Colmenero, Carlos J. *; Pérez García, M. **; Muela Martínez J. A. *
*Departamento de personalidad, Evaluación y tratamiento Psicológico.
Facultad de psicología de Granada. Universidad de Granada.
**Departamento de psicología. Facultad de Humanidades y
C. C. E. E. Universidad de Jaén.
PALABRAS CLAVE: recuerdo potenciado, demencia, Test de los 7 minutos.
(KEYWORDS: Enhanced remembering, Dementia, 7 minutes screen test. )
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[otros artículos] [10/2/2002]
Resumen
Desde que Folstein y cols. (1975) presentaran el Mini-Mental State (MMSE) y su posterior adaptación a muestra española por Lobo y cols. (1979)(Mini-Examen Cognoscitivo-MEC), han aparecido un buen número de pruebas cognitivas de detección de demencia con mayor o menor éxito. Una de estas pruebas es la propuesta por Grover y Buschke (1988), consistente en una prueba de memoria en la que se intenta facilitar tanto el almacenamiento como recuperación de la información a través de la presentación de claves semánticas asociadas a los estímulos presentados.
Estos estímulos consisten en 16 dibujos presentados en 4 tarjetas, asociándose cada dibujo con una categoría semántica diferente. Esta prueba obtuvo unos resultados bastante buenos en el trabajo de Grover y Buschke (1988) detectando demencia, a pesar de lo cuál no ha tenido excesivo calado hasta que Solomon y cols (1998) la rescataron como una prueba fundamental integrada en el Test de los 7 Minutos, que nuevamemente ha mostrado buenos resultados. La prueba de recuerdo Potenciado sin embargo no había sido adaptada hasta ahora a muestra española.
El objetivo de este trabajo por tanto es adaptar la prueba de recuerdo Potenciado a muestra española. Los resultados se presentan y discuten en la comunicación.
Abstract
Since Foldstein et al. (1975) published the MMSE other tests has been designed. Between them, Grover and Buschke (1988) showed the Enhanced Remenber Task (ERT) in which the storage and remenbering is enhanced using semantic cues. The ERT is composed by 16 draws each of them of a different semantic categories and showed good results detecting patients with dementia. Recently, Solomon et al. (1998) added that task to the 7 minutes screen test getting also very good results. Until now, the ERT has not been adapted to spanish population. The main objetive of this study was to adapt the ERT to spanish population.
Introducción
Desde que Folstein, Folstein y McHugh (1975) presentaran el Mini-Mental State (MMSE) y su posterior adaptación a muestra española por Lobo, Ezquerra, Gómez, Sala y Seva(1979)(Mini-Examen Cognoscitivo-MEC), han aparecido un buen número de pruebas cognitivas de detección de demencia con mayor o menor éxito. Una de éstas ha sido la prueba de recuerdo Potenciado (Grover, Buschke, Cristal, Bang y Dresner, 1988), que se proponía facilitar la recuperación de la información como medio para distinguir enfermos con demencia de ancianos con fallos de memoria normales para su edad. Los autores utilizaron esta prueba específicamente con enfermos de Alzheimer. Su hipótesis de partida era que la enfermedad de Alzheimer (EA) afecta desde un principio al funcionamiento de la memoria a Corto Plazo (MCP), por lo que se producen serias dificultades para el almacenamiento y por tanto posterior recuperación de la información. Sin embargo en el caso de los ancianos normales, el problema estaría únicamente en la recuperación de la información, que empieza a ser deficiente. De este modo los autores proponen que si se establecen categorías semánticas asociadas a los ítem a recordar en el aprendizaje de la información, y posteriormente estas categorías son utilizadas como facilitadores del recuerdo, los ancianos normales se beneficiarán en mucha mayor medida de esta ayuda que los enfermos de Alzheimer, ya que la información está almacenada y se está proporcionando una ayuda para su recuperación, mientras que en estos últimos, el almacenamiento de la información es deficiente, y por muchas ayudas que se proporcionen en la recuperación de la información, su rendimiento no mejorará sustancialmente.
Para comprobar esto los autores seleccionaron 16 ítem correspondientes a otras tantas categorías semánticas.
Los dibujos correspondientes a las 16 categorías se agruparon de cuatro en cuatro en otras tantas cartulinas de 21 x 297 mms. En ningún caso los ítem de las categorías seleccionadas debían ser los principales representantes de esa categoría, con el fin de evitar los aciertos por adivinación. La lista de 16 ítem era administrada en 3 momentos distintos, habiendo por tanto un total de 48 aciertos máximo. El criterio obtenido para demencia fue puntuar por debajo de 44.
Los resultados obtenidos mostraron un muy buen funcionamiento de la prueba, con una sensibilidad del 100% y una especificidad del 98%, clasificando por tanto de un modo correcto a casi la totalidad de la población evaluada.
Esta prueba no ha tenido un gran calado en la literatura, no extendiéndose su uso a pesar de sus buenos resultados, hasta que ha sido incluida en el recientemente aparecido Test de los 7 Minutos (Solomon, Hirschoff, Kelly, Relin, Brush y DeVeaux, 1998). Además del Test de orientación temporal de Benton, una prueba de fluidez verbal, y el Test del Reloj, se incluye una versión modificada de la prueba de recuerdo Potenciado, en la que se reduce las tres administraciones sucesivas a una sola, obteniéndose resultado similares a los obtenidos en el original (en este caso el criterio es 14/15), pero con una considerable ganancia de tiempo esencial en toda prueba de detección de demencia.
Objetivo
El objetivo por tanto de este trabajo, en función de los buenos resultados proporcionados por esta prueba, fue realizar una adaptación a muestra española de la prueba de recuerdo Potenciado. Este objetivo se desglosa en otros dos:
- Calcular la fiabilidad de la prueba de recuerdo Potenciado en muestra española.
- Hallar el criterio ideal para detección de demencia en muestra española.
Metodología
Sujetos
En este trabajo participaron 91 ancianos pertenecientes a las Residencias de ancianos de Marmolejo y Arjonilla en Jaén. De éstos 48 eran hombres y 43 mujeres, con una media de edad de 79’26 años, y desviación típica de 8’27 años. Se excluyeron de los análisis 15 participantes que no pudieron completar las pruebas adecuadamente por limitaciones físicas o sensoriales.
Para calcular el análisis de fiabilidad a través del procedimiento test-retest se seleccionaron 42 participantes, también pertenecientes a las dos residencias arriba mencionadas, de los cuáles 22 pudieron ser evaluados en las dos ocasiones necesarias. De éstos 15 fueron hombres y 7 mujeres con una edad media de 79’05 años y una desviación típica de 7’72 años.
En los análisis correspondientes a la utilidad clínica de la prueba, participaron los 63 ancianos que cumplían con todos los requisitos necesarios. La edad media fue de 77’69 años, con una desviación típica de 7’05 años. De todos los participantes 33 fueron hombres y 30 mujeres.
Instrumentos
1- Prueba de recuerdo Potenciado (Grober et al. , 1988). Esta prueba consiste en 16 dibujos diferentes correspondientes a otras tantas categorías distribuidos en 4 tarjetas.
Cada tarjeta tenía un tamaño de 210 x 297 mm, equivalente con un DIN A4 estándar. Las tarjetas estaban compuestas por tanto por 4 dibujos cada una. Cada uno de los dibujos se correspondía con una categoría diferente, de tal modo que un dibujo sólo podía corresponderse con una categoría, y cada categoría con un único dibujo.
2- CAMCOG- prueba incluida en la entrevista diagnóstica de demencias CAMDEX (Roth, Huppert, Tym y Mountioy, 1988) validada en español (Vilalta, Llinás, López-Pousa, Amiel y Vidal, 1991). Se utiliza para evaluar el funcionamiento cognitivo de ancianos que pueden padecer demencia, especialmente criterios A y B de DSM-IV (American Psychiatric Association, 1995) y abarca las siguientes áreas:
- Orientación
- Lenguaje
- Memoria
- Atención/ Concentración
- Praxis
- Cálculo
- pensamiento abstracto
- percepción visual
La administración de esta prueba da como resultado una puntuación total obtenida a través de la suma directa de las puntuaciones que proporcionan los aciertos en la prueba, con un mínimo de 0 y un máximo de 130. El punto de corte para diagnosticar demencia en población española se ha establecido en 69/70.
Este instrumento es uno de los más utilizados en la práctica clínica y es el que se usó para clasificar a los sujetos en el grupo de demencia y No demencia.
Procedimiento
1- De adaptación de la prueba de recuerdo Potenciado
Señalar que los dibujos que aparecen en la adaptación de la prueba que se realiza en este trabajo no es una mera translación del original, sino que se aplicaron los criterios de selección propuestos por los autores en el original (Grover et al, 1988). Esto se hizo con el objetivo de preservar el espíritu de la prueba por encima de los dibujos, ya que existen diferencias en los índices de familiaridad y de acuerdo en el nombre, que serán los criterios utilizados, con idénticos dibujos entre población norteamericana y española(Cuetos, Ellis y Álvarez, 1999; Snoodgrass y Vanderwart, 1980).
Esta prueba está compuesta por 16 dibujos correspondientes con otras tantas categorías semánticas, distribuidos en cuatro tarjetas con cuatro dibujos cada uno. En primer lugar se seleccionaron las 16 categorías semánticas del conjunto de categorías de dibujos propuestos por Snoodgrass y Vanderwart (1980). Estas categoría fueron: instrumento cortante, prenda de vestir, animal de cuatro patas, parte de un edificio, ave, mueble, utensilio de comida, parte del cuerpo, herramienta del carpintero, juguete, fruta, medio de transporte, joya, instrumento musical, insecto y verdura.
A continuación se seleccionaron los dibujos pertenecientes a cada categoría. Para evitar la posibilidad de que se produjeran aciertos por adivinación al presentar la categoría semántica, se eliminaron los principales representantes de cada categoría. Para ellos se utilizaron los índices de familiaridad- lo conocido que resulta el objeto- y acuerdo en el nombre –el grado de acuerdo que existe en que un determinado objeto se denomina con ese nombre específicamente-de la adaptación a muestra española (Cuetos et al. , 1999)de los originales (Snoodgrass y Vanderwart, 1980).
Los ítem debían cumplir un doble criterio para ser seleccionados:
a) No tener el índice de familiaridad más alto de su categoría, ya que esto los convertía en el ejemplar que con más probabilidad diría el participante, con independencia de que hubiera aprendido la asociación. Sin embargo si era importante que resultara familiar, fácilmente reconocible, y un claro ejemplo de esa categoría. Así pues se seleccionaba a partir del segundo ítem más familiar. El rango del índice de familiaridad se situaba entre 1 y 5.
b) Que el objeto tuviera un índice de acuerdo en el nombre por encima de 90. Este factor es especialmente importante ya que además de ser familiar, si es llamado habitualmente de diferentes formas, o bien obligará al evaluador a corregir al participante, lo que dificultará el emparejamiento, o bien se podría permitir, dado que es correcto, pero esto añadiría un posible sesgo en el procedimiento de administración de la prueba. El mejor modo de evitar estos problemas era seleccionar ítem en los que el acuerdo sobre su nombre fuese muy alto. El rango del índice de acuerdo en el nombre se sitúa entre 0 y 100.
Una vez seleccionados los 16 dibujos con sus correspondientes categorías semánticas, se distribuyeron en cuatro tarjetas de 210 x 297 mms (equivalente a DINA-4), apareciendo en cada una de ellas cuatro dibujos distintos, uno en cada una de las esquinas, todos con el mismo tamaño y suficientemente grande como para poder ser vistos sin dificultades por personas con deficiencias visuales moderadas a 60 cms. , presentes con frecuencia en personas de edad avanzada. (ver tabla 1).
TABLA 1- Índices de Familiaridad y de acuerdo en el nombre de los dibujos incluidos en la prueba de recuerdo Potenciado
Se procuró que las categorías presentes en cada tarjeta fuesen bien diferentes entre sí con el fin de evitar confusiones a los participantes. Así por ejemplo categorías como “parte de un edificio” y “mueble”, que podían solaparse, iban en tarjetas diferentes.
2- De evaluación
Todos los participantes fueron evaluados en sus respectivas Residencias de las localidades de Marmolejo y Arjonilla en la provincia de Jaén. En cada una de ellas se habilitó una sala que reuniera unas buenas condiciones de luminosidad y temperatura, y que estuviera aislada de posibles ruidos. Durante el tiempo que duró la evaluación (entre treinta minutos y una hora) se encontraban a solas el evaluador y el participante.
En aquellos casos en los que los participantes mostraban cansancio ante las pruebas debido a su edad, se realizaba un pequeño descanso de entre 5 y 10 minutos, siempre y cuando este descanso no afectara a la prueba de memoria administrada
Para calcular la fiabilidad de la prueba se seleccionó un intervalo de tiempo entre administraciones de 7 meses. Esto se hizo fundamentalmente para controlar el posible efecto aprendizaje que la primera administración podría tener en la prueba de recuerdo Potenciado si el intervalo fuera muy corto, dado que esta es una prueba de memoria donde se intenta facilitar al máximo tanto el almacenamiento como la recuperación del material propuesto.
La evaluación fue realizada por tres psicólogos con experiencia en la administración de pruebas y entrenados especialmente en el uso y administración de las pruebas utilizadas en este trabajo.
Resultados
Para estudiar la fiabilidad de la prueba de recuerdo Potenciado, se llevó a cabo un análisis test-retest. Para ello se realizó una correlación de Pearson entre los dos momentos de su administración a los mismos sujetos, con un intervalo de separación de 7 meses (r= 0’817; p 0’001). Los descriptivos principales se muestran en la tabla 2.
TABLA 2- Descriptivos en las dos administraciones de la prueba de recuerdo Potenciado
Para establecer el punto de corte que proporcione la máxima sensibilidad y especificidad de la prueba de recuerdo Potenciado, y dado que se parte de la hipótesis de que se obtendrán valores similares al criterio obtenido en la muestra original de población, se realizaron tres análisis de contingencia que incluían los niveles demencia/No demencia de la variable CAMCOG, y los niveles Demencia/No demencia de la variable recuerdo Potenciado. En el primer análisis se asumió como criterio para clasificar en el grupo de demencia en esta variable la obtención de una puntuación igual o inferior a 14, como se indica en el trabajo original. Para los dos análisis restantes se asumieron puntuaciones de 13 y 15 como máximas incluidas para el grupo de Demencias. Los resultados mostraron una asociación estadísticamente significativa entre diagnóstico de demencia (CAMCOG) y detección de demencia (Recuerdo Potenciado) [2 (1)= 20’764 p 0’001]. Como se puede apreciar en la tabla, utilizando este criterio la prueba muestra una sensibilidad del 92%, y una especificidad del 66’7%. En total la prueba clasifica correctamente un 77% de los participantes evaluados (ver tabla 3). Otros datos que se obtienen del análisis de contingencia son: RV+= 2’76; RV-=0’12; VP+= 65’71%; VP-= 92’31%; Prevalencia= 57’38%.
TABLA 3- análisis de contingencia para un punto de corte de 14
Por otra parte, cuando se sitúa el criterio en la puntuación 13, también hay una asociación estadísticamente significativa entre las dos variables mencionadas [2 (1)= 15’454 p 0’001]. Como se puede apreciar en la tabla 4, utilizando este criterio la sensibilidad de la prueba es del 76%, y su especificidad del 75%. En total la prueba realiza un 75’4% de clasificaciones correctas. Otros datos extraídos del análisis de contingencia son: RV+= 3’04; RV-=0’32; VP+= 67’85%; VP-= 81’8%; Prevalencia= 45’9%.
TABLA 4- análisis de contingencia para un punto de corte de 13
Finalmente, situando el criterio en la puntuación 15 también se obtiene una relación estadísticamente significativa entre las dos variables objeto de estudio [2 (1)= 12’618 p 0’001]. Con este criterio la sensibilidad es máxima, clasificándose correctamente el 100% de las personas con demencia, sin embargo la especificidad es tan sólo del 38’9%. En total con este criterio se obtienen un 63. 9% de clasificaciones correctas (Ver tabla 5).
TABLA 5 - análisis de contingencia para un punto de corte de 15
El criterio que parece ofrecer unos mejores resultados es el que se sitúa en 14/15. Por su parte la potencia obtenida de la prueba es de 1’41.
Resultados
Los resultados obtenidos muestran que la prueba de recuerdo Potenciado presenta una buena fiabilidad test-retest y una adecuada capacidad para detectar demencia.
Respecto al cálculo de la fiabilidad a través del procedimiento test-retest, y tal y como señalan Gifford y Cummings (1999), el intervalo de tiempo seleccionado puede producir un sesgo, aumentando artificialmente la fiabilidad si el intervalo es corto como consecuencia de un efecto de aprendizaje, o reduciéndola si el intervalo es largo debido a cambios en el grado de deterioro de la muestra evaluada.
En este caso, si bien la correlación obtenida es suficientemente alta, la selección de un intervalo de tiempo de 7 meses entre las dos administraciones de la prueba ha podido perjudicar esta medida. Probablemente la selección de un intervalo temporal más corto habría propiciado una correlación mayor. Sin embargo se ha considerado necesario establecer este intervalo por las siguientes razones:
. Dado que la prueba de recuerdo Potenciado evalúa memoria, es necesario establecer un intervalo entre administraciones que minimice el efecto de aprendizaje, efecto que si bien puede producirse en todas las pruebas, es especialmente importante controlar en las pruebas de memoria.
. Un aspecto interesante es comprobar si se producen en los participantes cambios clínicamente detectables. Para ello es necesario establecer un periodo de tiempo suficientemente amplio que posibilite estos cambios. De hecho, el intervalo entre evaluaciones cognitivas de seguimiento en estudios longitudinales rara vez es inferior a los 6 meses. Las citas del neurólogo para revisión de los pacientes también suelen producirse cada 6 meses. Así pues, este periodo parece ser el mínimo aconsejable para poder detectar cambios en la evolución de los participantes.
La mayor parte de los trabajos similares que aparecen en la literatura, o bien utilizan un procedimiento para hallar la fiabilidad diferente al test-retest, o bien establecen un intervalo entre administraciones mas corto (Buschke et al, 1999; Folstein et al. 1975). Solomon y colaboradores (Solomon et al. , 1998) señalan que si bien el MMSE muestra una buena fiabilidad test-retest (entre 0’8 y 0’95) en intervalos cortos de tiempo, de horas o días, esta fiabilidad desciende significativamente cuando se alargan los intervalos a 1 ó 2 meses (aproximadamente 0’5). Así pues, la obtención de una adecuada fiabilidad de la prueba a través de un test-restest de 7 meses, implica una muy buena estabilidad de dicha prueba.
Otro aspecto que puede estar afectando la fiabilidad de la prueba se relaciona con las características de la población evaluada. La naturaleza degenerativa de la demencia supone que, en aquellos participantes pertenecientes a este grupo, pueda existir una ejecución algo peor tras la segunda administración como consecuencia de la enfermedad y no de la prueba. Debido a la variabilidad en la evolución de la enfermedad es difícil establecer una relación empeoramiento-ejecución que pudiera, en su caso, ser considerado para corregir esta influencia.
En relación al establecimiento del punto de corte de la prueba de recuerdo Potenciado, los resultados obtenidos han mostrado que una puntuación igual o inferior a 14 proporciona el mayor porcentaje de clasificaciones correctas (77%). Asimismo la prueba muestra una mejor sensibilidad (92%) con relación a la especificidad (66’7%), es decir, clasifica correctamente en mayor medida los participantes con demencia. Este criterio coincide con el obtenido por Solomon y colaboradores (Solomon et al. , 1998) en muestra angloparlante.
Igualmente aunque la sensibilidad (98’3%) y sobre todo especificidad (90%) de la prueba en el original son algo superiores, en ambos casos se mantiene la tendencia hacia una mayor sensibilidad de la prueba.
Situar el criterio en la obtención de una puntuación igual o inferior a 13 proporcionaba una mejor especificidad (75%), pero suponía un gran coste para la sensibilidad de la prueba, al descender de un 92 % a un 76%. Dado que la evaluación del recuerdo Potenciado se realiza con el fin de detectar demencia, se hace necesario priorizar un criterio que maximice la sensibilidad de la prueba.
Los resultados obtenidos apoyan por tanto la prueba de evaluación de recuerdo Potenciado como un buen instrumento para detectar demencia en población española. Sin embargo, esta prueba aumenta su valor de detección si se le añaden al resto de pruebas que se incluyen en el Test de los 7 Minutos en cuya adaptación están trabajando actualmente los autores.
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