INTRODUCCIÓN: Los trastornos de la conducta sexual pueden ser uno de los síntomas más molestos para los cuidadores de pacientes con demencia. Estos problemas suelen presentarse en varones. Por otro lado los fármacos antiandrogénicos utilizados en la neoplasia de próstata suelen presentar como efecto secundario una disminución de la libido. Aprovechando este aspecto, presentamos el caso de un paciente que se benefició de estos fármacos.
CASO: paciente de 68 años con demencia tipo Alzheimer en tratamiento con donepezilo y tioridacina que es ingresado en la unidad de larga estancia de psicogeriatría por heteroagresividad y, sobre todo, desinhibición sexual, física y verbal. Durante el ingreso persisten estos trastornos de conducta, con quejas por parte del personal femenino de la planta, que ve dificultada la atención al paciente (higiene, etc. ). Por este motivo, además del tratamiento neuroléptico, se instaura tratamiento durante 3 meses con ciproterona, un antiandrogénico periférico que no consiguió erradicar los trastornos de conducta sexual. Se añade goserelina, un análogo de la LH-RH y a los 2 meses del inicio de la misma se obtiene una clara remisión de los síntomas, tanto físicos como verbales.
CONCLUSIÓN: La administración combinada de fármacos antiandrogénicos centrales y periféricos puede ser una alternativa eficaz para tratar los trastornos de conducta sexual en varones con deterioro cognitivo.
Mejora de los trastornos de conducta sexual en demencia, con antiandrógenos. A propósito de un caso.
Marqués A; Sánchez M; Amores F.
Hospital Sagrat Cor
GHSCJ-SSM. Martorell
(Barcelona)
PALABRAS CLAVE: demencia, conducta sexual, Antiandrógenos.
[9/2/2003]
Resumen
INTRODUCCIÓN: Los trastornos de la conducta sexual pueden ser uno de los síntomas más molestos para los cuidadores de pacientes con demencia. Estos problemas suelen presentarse en varones. Por otro lado los fármacos antiandrogénicos utilizados en la neoplasia de próstata suelen presentar como efecto secundario una disminución de la libido. Aprovechando este aspecto, presentamos el caso de un paciente que se benefició de estos fármacos.
CASO: paciente de 68 años con demencia tipo Alzheimer en tratamiento con donepezilo y tioridacina que es ingresado en la unidad de larga estancia de psicogeriatría por heteroagresividad y, sobre todo, desinhibición sexual, física y verbal. Durante el ingreso persisten estos trastornos de conducta, con quejas por parte del personal femenino de la planta, que ve dificultada la atención al paciente (higiene, etc. ). Por este motivo, además del tratamiento neuroléptico, se instaura tratamiento durante 3 meses con ciproterona, un antiandrogénico periférico que no consiguió erradicar los trastornos de conducta sexual. Se añade goserelina, un análogo de la LH-RH y a los 2 meses del inicio de la misma se obtiene una clara remisión de los síntomas, tanto físicos como verbales.
CONCLUSIÓN: La administración combinada de fármacos antiandrogénicos centrales y periféricos puede ser una alternativa eficaz para tratar los trastornos de conducta sexual en varones con deterioro cognitivo.
Introducción
Los trastornos de la conducta sexual pueden ser uno de los síntomas más molestos para los cuidadores de pacientes con demencia.
Estos problemas se dan en dos vertientes: cambios experimentados respecto a su conducta sexual previa y, por otro lado, alteraciones del comportamiento que incluirían conductas sexuales socialmente inaceptables.
Respecto al primero, son varios los estudios que muestran una disminución de la actividad sexual en las parejas en la que uno de los miembros padece enfermedad de Alzheimer. Habitualmente estas dificultades son escasamente referidas por las parejas de los enfermos con demencia y supone una cuestión no fácil de tratar.
Los trastornos consistentes en una conducta sexual inapropiada, se definen como comentarios sexuales explícitos, tocamientos a otras personas distintas de la pareja o exposición de los genitales en público. Es un trastorno altamente diruptivo y supone un estrés importante para los cuidadores, sobretodo si el paciente convive con menores en el mismo domicilio.
Sin embargo los trastornos de conducta sexual no son frecuentes en las personas con demencia. Su incidencia está demostrada entre el 5 y el 16% según los autores. Las alteraciones que incluyen desinhibición sexual se presentan con mayor frecuencia en los afectos de demencia frontotemporal y se asocian especialmente al sexo masculino. De una pequeña serie de 10 casos consecutivos registrados en los años 200-2002 por nuestro equipo, 9 eran varones.
Con frecuencia dicha conducta se asocia con agresividad, especialmente en las demencias frontotemporales. En la citada serie de nuestro centro, 3 pacientes tenían este diagnóstico.
Algunos autores sugieren una relación con niveles patológicamente altos de testosterona, (que normalmente disminuye de forma progresiva con la edad).
Por otro lado, los fármacos antiandrogénicos, utilizados generalmente en la neoplasia de próstata, suelen presentar como efecto secundario una disminución de la libido. Aprovechando este aspecto, el paciente que presentamos mejoró, en lo que se refiere al tema que nos ocupa, con estos fármacos.
Caso
Paciente de 68 años con demencia frontotemporal en tratamiento con tioridacina que es ingresado en la unidad de larga estancia de psicogeriatría por heteroagresividad y, sobre todo, desinhibición sexual, física y verbal, que hacía imposible la convivencia en su domicilio.
Durante el ingreso persisten estos trastornos de conducta, generando un conflicto con el personal femenino de la planta, que ve dificultada la atención al paciente (especialmente durante su higiene. ).
Por este motivo, además del tratamiento neuroléptico, se instaura tratamiento con ciproterona, un antiandrogénico periférico que a pesar de estar indicado en los trastornos de conducta sexual, en este paciente no consigue ser efectivo en 12 semanas de tratamiento. Por ello se añade goserelina, un análogo de la LH-RH y a las 8 semanas del inicio del mismo se inicia una clara remisión de los síntomas, tanto físicos como verbales, que llegan a desaparecer.
A pesar de que los fármacos antiandrogénicos periféricos son los únicos indicados en trastornos de conducta sexual, pueden ser insuficientes para pacientes con demencia.
La administración combinada de centrales y periféricos puede ser una alternativa eficaz para tratar estos casos.
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