Déficit pragmático (E. Minkowsky)
Definición: Véase demencia esquizofrénica.
Trastorno que aparece en la primera infancia y en el 15-20 % de los casos persiste en la edad adulta.
El TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad) es un trastorno neuropsiquiátrico que se caracteriza principalmente por dificultades para mantener la atención, hiperactividad y comportamientos impulsivos. Estos síntomas deben ser lo suficientemente graves como para interferir significativamente con el desempeño social, académico o laboral del individuo.
Algunos de estos niños desarrollan en la edad adulta un trastorno de la personalidad disocial.
Para el DSM-IV-TR los síntomas principales de este trastorno son:
1) La falta de atención (distracción, incapacidad de terminar las tareas, baja concentración). Inatención: Dificultades para mantener el foco en tareas o actividades lúdicas, parecer que no escucha cuando se le habla directamente, no seguir instrucciones y fracasar en la finalización de tareas escolares, encargos o deberes laborales, y problemas para organizar tareas y actividades.
2) Hiperactividad (habla en exceso, abandonos de su asiento en clase, corre o salta excesivamente). Moverse constantemente, a menudo corriendo o trepando en situaciones inapropiadas, no poder jugar o participar en actividades tranquilas, hablar excesivamente.
3) Impulsividad (actúa antes de pensar, dificultad para guardar su turno, interrupciones de las actividades de los otros). Interrumpir o tomar el turno de otros, tener dificultades para esperar su turno, responder de manera precipitada antes de que las preguntas hayan sido completadas.
Arnold Lucius Gesell (1880-1961) ya describió este trastorno en 1941 y lo llamó daño cerebral mínimo (minimal cerebral injury).
En el año 1962 Ronald Mackeith (1908-1977) y Malton Bay (1933--) se comienza a utilizar el término disfunción cerebral mínima (minimal brain dysfunction).
El tratamiento para el TDAH puede incluir terapias conductuales, medicamentos y apoyo educativo. La intervención temprana y un enfoque personalizado suelen ser clave para mejorar los resultados a largo plazo en las personas con TDAH.