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Caso Dora
Definición: Uno de los casos tratados por S. Freud y más conocidos. Apareció en el libro Fragmento de un análisis de un caso de histeria.En este caso se produciría lo que Otto Fenichell denominó identificación histérica con el rival afortunado, es decir el paciente se identifica con una persona a la que envidia.
Términos relacionados:
Los fármacos se pueden absorber por vía parenteral (intravenosa, subcutánea, intramuscular) o por vía enteral indirecta (oral, sublingual o rectal). En todo caso el fármaco termina en el plasma.
Sinónimo: tedio vital. Término acuñado por J.J. López Ibor. Es un síntoma parecido a la anhedonia. No se trata de un aburrimiento reactivo consecuencia de la falta de novedad. En este caso las cosas pasan fuera del sujeto, son nuevas, pero carecen del carácter de novedad para el paciente.
Puede ser físico o psíquico. En el 90 % de los casos el abusador es el hombre. Es muy frecuente que el que abusa sea una persona con dependencia a sustancias y que ambos, abusador y abusado, estén intentando separarse.
Trastorno que aparece en la CIE-10.En este caso el paciente consume de forma continuada, en dosis altas, y sin justificación sustancias como laxantes, analgésicos, vitaminas, antidepresivos, etc., que no producen dependencia y, por tanto, síntomas de abstinencia.
Luis Barraquer Bordas define a las afasias como trastornos del lenguaje que pueden interesar tanto a la expresión como a la comprensión verbal, así como también a la representación gráfica y que son debidos a una lesión cerebral.(IGF)
A lo largo de la historia el término “afasia” se ha referido a la pérdida del lenguaje causada por una lesión orgánica del cerebro. Este término fue introducido por Trousseau en 1864 reemplazando al término “afemia” que originariamente acuñó Broca en 1961.
Actualmente, se define la afasia como la pérdida total o parcial de los procesos complejos que regulan la interpretación y formulación de los símbolos del lenguaje debido a lesiones cerebrales adquiridas que afectan a las redes neuronales distribuidas en regiones corticales y subcorticales del hemisferio izquierdo, usualmente el hemisferio dominante para el lenguaje.
Las definiciones modernas consideran a la afasia como un trastorno multimodal que afecta no solamente a la comprensión auditiva, la lectura, la expresión oral y la escritura; sino también otros procesos cognitivos que dependen del hemisferio cerebral izquierdo (Berthier, 2007).
Además, la afasia compromete otras áreas de la vida, incluyendo la capacidad para tener relaciones con otras personas, el trabajo y la participación en diversas actividades sociales (González Lázaro, 2012).
En individuos diestros, la afasia es en alrededor del 90% de los casos secundaria a lesiones del hemisferio izquierdo, y de forma excepcional en un 10% de los casos ocurre tras lesiones en el hemisferio derecho, lo que se conoce como afasia cruzada.
Las lesiones del HI que causan afasia afectan a la corteza perisilviana y estructuras subyacentes, como los ganglios basales, la cápsula interna, la sustancia blanca periventricular y otras estructuras irrigadas por la arteria cerebral media (Hilis, 2007).
Algunas de las principales etiologías de la afasia son enfermedades cardiovasculares, traumatismos craneoencefálicos, procedimientos quirúrgicos, epilepsia, tumores intracraneales, y parasitosis e infecciones entre otros (González Lázaro, 2012).
Existen numerosas clasificaciones de las afasias. En general, se han clasificado tomando en consideración tres dominios lingüísticos clásicos de forma dicotómica: fluencia, comprensión y repetición.
Se ha criticado la aplicación de estos criterios para clasificar las alteraciones complejas de procesamiento lingüístico, ya que no reflejan adecuadamente el grado y la naturaleza de la afectación.
Aún así, estos criterios siguen siendo útiles en la práctica clínica.
Se ha encontrado además cierta correlación de signos síntomas con una distribución neuroanatómica relativamente constante, lo que permite delimitar los síndromes afásicos.
De esta forma, se ha encontrado que las afasias “no fluentes” correlacionan con lesiones más anteriores (lóbulo frontal), mientras que las fluentes se asocian a lesiones más posteriores de los lóbulos temporal y parietal.
comité editorial
Ref Bibliográfica
AFASIA SENSORIAL TRANSCORTICAL: A PROPÓSITO DE UN CASO Quijada Ruiz y cols
Está considerada como la fobia más incapacitante. Consiste en el miedo a estar solo o bien en lugares en los que sería difícil pedir ayuda en caso de verse incapacitados de una manera brusca. El sujeto presenta miedo a los transportes públicos, a las multitudes, a los ascensores, a los túneles, a estar lejos de casa. La agorafobia se presenta en el trastorno de angustia o trastorno de pánico. En él la ansiedad anticipatoria, es decir el miedo a tener una nueva crisis, origina la conducta de evitación fóbica o agorafobia. Del mismo modo que la fobia social, es más frecuente en las mujeres. La agorafobia acompaña normalmente (más del 95 %) a un trastorno de angustia, sin embargo la prevalencia de la agorafobia sola sin trastorno por angustia es superior a la del trastorno por angustia con agorafobia.
La agorafobia fue descrita por primera vez en 1870 por Moritz Benedikt (1835-1920), que consideró que este síntoma era consecuencia de la masturbación.
Es la causa principal de retraso mental en EE.UU. Se debe a la exposición intrauterina al alcohol que inhibe el crecimiento intrauterino. Cursa con microcefalia, microftalmía, retraso madurativo, déficit intelectual, malformaciones craneofaciales, anomalías de los miembros y cardíacas.
El origen del término “Síndrome Alcohólico Fetal” (SAF) surge en 1973 por Jones y Smith10 , quienes en las investigaciones realizadas sobre defectos del nacimiento, identificaron un patrón específico de malformaciones, retraso del desarrollo y disfunciones del Sistema Nervioso Central (SNC) en hijos de madres alcohólicas.
Sin embargo, ya en 1968 Lemoine y cols. realizaron estudios en madres alcohólicas, reflejando en ellos, conclusiones similares .
Posteriormente, se acuñaron los términos “Efectos Alcohólicos Fetales” (FAE) por Clarren y Smith en 1978, y
“Desórdenes del Neurodesarrollo Relacionados con el Alcohol” (ARND), éste último recomendado para sustituir a FAE, y
“Defectos de Nacimiento Relacionados con el Alcohol” (ARBD) que se refieren a la presencia de algunas de las características del SAF en personas que probablemente habían sido afectadas por la exposición prenatal de alcohol.
El SAF afecta a 1 de cada 3 hijos de madre alcohólica. En Francia, Suecia y Norteamérica se calcula una prevalencia de 1 por 750 nacidos vivos por año y en el caso particular de Estados Unidos, se ha objetivado que se presenta en 1,9 por 1000 nacidos vivos.
En Estados Unidos y Europa constituye la tercera causa más común de retraso mental, por detrás del Síndrome de Down y ciertos defectos del tubo neural, siendo del mismo modo, la única causa prevenible.
Mas información en este artículo.
Ref. Bibliográfica:
PSICOSIS EN ENFERMEDAD DE PARKINSON ¿CAUSA O CONSECUENCIA? MªJosé Naharro Gascón y cols.
Uno de los tipos de alcoholismo de la clasificación de T.F. Babor y cols. (1992). Se caracteriza por su comienzo tardío, escasos factores de riesgo en la infancia, pocos problemas psiquiátricos asociados, pocos problemas relacionados con el alcohol y dependencia psicológica más que física y un mejor pronóstico que el alcoholismo tipo B.
Sinónimo: ilusión de recuerdo (Sully), percepción delirante mnéstica (Kurt Schneider). Hablamos de alomnesia cuando se rememora un recuerdo alterando el contenido de este. Es el caso del enfermo que recuerda que su madre, un día que lo despidió para ir al colegio,
le insistió repetidamente que no hablara con extraños en la calle, aquello le daba a entender que él tenía una misión especial que realizar y que había gente dispuesta a hacerlo desaparecer por este motivo. En este caso el recuerdo existió, la madre le advirtió que no hablara con extraños porque por aquella época se cometió el asesinato de un niño por un desconocido, lo patológico
es la interpretación que le daba el paciente a este recuerdo. Para Kurt Schneider se trata de percepciones delirantes mnésticas.
Al padecer alucinaciones auditivas la mayoría de las veces el paciente escuchas voces.
También pueden tener un carácter elemental oyendo entonces el enfermo ruidos, pisadas, tiros, campanas, murmullos, etc., rara vez los pacientes escuchan música, son las alucinaciones musicales.
A las auditivas elementales también se les llama acoasmas.
Con Eugen Bleuler distinguimos dos características de las alucinaciones auditivas:
1) Intensidad. Las alucinaciones pueden tener una intensidad pequeña y llegar a ser casi inaudibles, o bien una gran intensidad hasta el punto de que el paciente no puede dormir o escuchar a otras personas cuando estas se presentan.
2) Claridad. Los pacientes pueden escuchar las voces y no estar seguros de lo que estas dicen, o bien las oye claramente.
En general, al mejorar el paciente con el tratamiento las voces disminuyen progresivamente de intensidad y pierden claridad. El paciente puede oír una sola persona o varias, siempre las mismas o cambiantes.
Raramente son unilaterales, afectando a un solo oído. En el caso de las seudoalucinaciones o alucinaciones verdaderas son voces interiores, que se oyen dentro de la cabeza.
En el caso de las alucinaciones propiamente dichas la localización de las voces puede ser imprecisa o bien proceden de los objetos (muebles, enchufes, televisores), de las personas que pasan por la calle, de las que viajan en coche, etc. Las voces frecuentemente insultan, critican o amenazan al paciente: Unas veces me llaman puta, otras me llaman solitaria, pero siempre me están insultando. Pueden también comentar las acciones del paciente: Me dicen lo que hago, si bebo me dicen que estoy bebiendo, si me peino, que me estoy peinando, si como me dicen que estoy comiendo, así siempre. Pueden dar ordenes al paciente o prohibirle lo que estaba pensando hacer, son las alucinaciones imperativas: Oí a las voces que me decían que me levantara de la cama y que me fuera a la calle. Ya era de noche, mi madre no me dejó salir, pero yo la empuje y salí a la calle.
A veces dan información sobre quienes son los dueños de esas voces y cuáles sus intenciones: Me dice que me tienen que matar a mí y a cuatro más de mi barrio [...] En ocasiones nos encontramos con lo que se llama pensamiento sonoro (K. Schneider) o doble pensamiento ( E. Bleuler), es decir que el paciente escucha sus propios pensamientos, con el eco de los pensamientos (E. Bleuler), o eco de las palabras(J.G.F Baillarger), es decir que cuando dejan de hablar escuchan en sus alucinaciones lo que acaba de decir, o el eco de la lectura( J.G. F. Baillarger), es decir que cuando dejan de leer oyen lo leído. Con Cabaleiro Goas, pensamos que, sin llegar al extremo de considerar a las voces como generadoras del delirio, si se pueden considerar como consolidadoras o cristalizadoras del sistema delirante, en el sentido de que por ellas el delirio adquiere más certeza para el paciente.
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