Definición: Desarrollada por A.T. Baker y cols en 1.985. Se basa en el principio de que el cráneo es muy permeable a la energía magnética y ésta es capaz de estimular o inhibir a las neuronas hasta una profundidad de dos centímetros por debajo de la corteza cerebral. Puede aplicarse ambulatoriamente, sin anestesia, no provoca convulsiones. En neurología se ha utilizado para tratar algunos síntomas de la enfermedad de parkinson y en psiquiatría en las depresiones y trastornos obsesivos. El efecto secundario más frecuente de esta técnica es la cefalea y el más temido la inducción de crisis epilépticas.