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Para el DSM-IV-TR este trastorno se presenta tras un acontecimiento estresante al que se ha respondido con un intenso temor, aunque a veces su inicio puede demorarse hasta seis meses.
Puede ser crónico si dura más de tres meses.
El sujeto puede ser afectado directamente por el acontecimiento traumático, puede ser sólo un testigo o puede conocerlo a través de otras personas.
Los síntomas que aparecen son:
1) Reexperimentación dolorosa del suceso traumático (recuerdos intrusos, sueños recurrentes del suceso, episodios de flashback).
2) Patrón de evitación de estímulos asociados al trauma.
3) Embotamiento emocional.
4) Síntomas de activación (insomnio, irritabilidad, hipervigilancia, sobresaltos).
Las primeras descripciones de éste trastorno fueron llamadas columna vertebral del ferrocarril (railway spine) (1860) y neurosis traumática (H. Oppenheim)( 1880).
Descrita por R.S. Lazarus y cols. Estos autores definen el afrontamiento no sólo como una respuesta a un suceso estresante que ha sucedido, si no que es un proceso activo de modelado de lo que sucedió y sucederá.
La habilidad de enfrentamiento, también conocida como capacidad de afrontamiento o estrategias de afrontamiento, se refiere al conjunto de técnicas, estrategias o mecanismos que las personas utilizan para manejar, tolerar, reducir o minimizar el estrés psicológico o el dolor emocional ante situaciones adversas, desafiantes o estresantes.
Estas habilidades son cruciales para la adaptación psicológica y el bienestar general, ya que permiten a los individuos navegar por las dificultades de la vida de manera más efectiva.
Las estrategias de afrontamiento pueden clasificarse en varios tipos, dependiendo de su naturaleza y el efecto que buscan:
Afrontamiento activo o resolutivo: Involucra tomar acciones directas para abordar la fuente del estrés o resolver el problema, como buscar soluciones prácticas o adquirir conocimientos y habilidades necesarias para superar el obstáculo.
Afrontamiento pasivo o evitativo: Se caracteriza por evitar enfrentar la fuente de estrés, negar la existencia del problema o desvincularse emocionalmente de la situación. Aunque puede ser útil en situaciones inmodificables a corto plazo, a largo plazo puede ser menos efectivo o incluso perjudicial.
Búsqueda de apoyo social: Implica buscar ayuda, comprensión o consejo de otros, como amigos, familiares o profesionales, para manejar el estrés.
Reevaluación cognitiva o reestructuración cognitiva: Consiste en cambiar la forma en que se interpreta o se piensa sobre la situación problemática, buscando aspectos positivos o reinterpretando el evento de una manera que reduzca su impacto emocional.
Manejo de emociones: Se enfoca en regular las respuestas emocionales al estrés mediante técnicas como la meditación, la respiración profunda, el ejercicio físico o las prácticas de mindfulness.
Desahogo emocional: Involucra expresar abiertamente las emociones y sentimientos, ya sea hablando con alguien, escribiendo un diario o participando en actividades creativas, como una forma de liberar la tensión emocional.
La eficacia de las estrategias de afrontamiento varía de una persona a otra y puede depender del contexto y la naturaleza del estrés o el problema enfrentado.
El desarrollo de habilidades de afrontamiento adaptativas y flexibles es un componente esencial de la salud mental y la resiliencia, permitiendo a las personas manejar mejor las adversidades y recuperarse de los reveses de la vida.
Entendemos por estrés cualquier elemento, ya sea real o imaginario, que puede poner en peligro la vida de un individuo y que desencadena una serie de respuestas dirigidas a disminuir el impacto estresante y reestablecer la homeostasis previa.
El concepto de estrés fue definido por primera vez en 1914 por Cannon. Se refirió al estrés como una reacción fisiológica originada en la percepción de las situaciones o bien aversivas o amenazantes, lo que determinaría el desarrollo de conductas de lucha o huida.El estrés, según recientes estudios, toca un 80% de la población.
El estrés es una respuesta física y emocional a una demanda o desafío percibido.
Cuando una persona enfrenta una situación que considera demandante o amenazante, su cuerpo reacciona de manera que lo prepara para actuar, lo cual se conoce como la respuesta de "lucha o huida". Esta respuesta incluye la liberación de hormonas como el cortisol y la adrenalina, lo que resulta en una serie de cambios físicos, como aumento del ritmo cardíaco, mayor presión arterial, y una liberación de energía rápida.
El estrés puede ser agudo o crónico.
El estrés agudo es una respuesta breve y directa a una amenaza inmediata, que puede ser beneficiosa en situaciones que requieren una reacción rápida o un esfuerzo intenso.
Por otro lado, el estrés crónico ocurre cuando una persona enfrenta desafíos o presiones constantes sin suficiente alivio o descanso entre ellos, lo cual puede tener efectos negativos en la salud, incluyendo problemas del corazón, ansiedad, depresión, problemas digestivos, y dificultades en el sistema inmunológico.
En resumen, el estrés es una parte natural de la vida y la respuesta del cuerpo a cualquier tipo de demanda o amenaza. Sin embargo, el manejo efectivo del estrés es crucial para mantener una buena salud física y mental.
La percepción de un evento como estresante, depende de la valoración cognitiva que el individuo hace al respecto. Esta evaluación resulta de la relación establecida entre los recursos y la vulnerabilidad individual para enfrentar ese evento. Asimismo, de esa relación resultan respuestas de afrontamiento con duración, frecuencia e intensidad variadas.
Posiblemente no se puedan evitar las situaciones preocupantes, pero sí se pueden manejar las respuestas y reacciones a ellas aprendiendo a relajarse y desarrollando autocontrol.
Para la mayoría de la gente es normal padecer estrés y es, a veces, un motivo de orgullo, un signo de éxito profesional en una sociedad que nos empuja a ir cada vez más deprisa, a ser cada vez más competitivos.La sociedad moderna vive y se desarrolla de manera acelerada enfrentándose cada día a fuertes demandas impuestas por el medio, provenientes de corrientes como el consumismo y la globalización, las cuales llevan a los individuos a cambiar su ritmo de vida, generando una serie de reacciones y estados emocionales tensos, los cuales impiden la realización de tarea específicas que pueden resumir en una corta palabra: estrés
Nuestros antepasados reaccionaban de inmediato ante un hecho que amenazaba su vida. Para sobrevivir ante el peligro, el hombre de las cavernas debía ya sea luchar o huir. Una vez desaparecido el peligro el hombre de las cavernas volvía a la calma. Desde el punto de vista físico, existen pocas diferencias entre el hombre de las cavernas de entonces y nosotros. Sin embargo en la actualidad nos vemos expuestos con mayor frecuencia a amenazas y presiones psíquicas, tales como las discusiones con el superior, las dificultades del tránsito, las colas, las cuentas pendientes, etc.
El estrés, nos ayudó a enfrentarnos a un medio hostil que requería una respuesta rápida y eficaz, se volvió automática para ser más eficiente aún, y esta respuesta inconsciente, muy rápida e instintiva, desarrollada para facilitar la supervivencia es hoy el problema, porque el medio que nos dio origen ya no existe y nosotros solo estamos adaptados genéticamente a ese específico medio que ha desaparecido y jamás retornará.
La respuesta correcta en nuestro medio original frente a un elevado estrés era: lucha o huye, y en ambos casos las substancias que se vertían a la sangre para prepararnos ante un esfuerzo intenso y explosivo eran consumidas, hoy hay que aguantar situaciones tensas ante personas que se hallan en una posición de autoridad, sin embargo aguantar contracturado me intoxica, resistir en calma es lo correcto, pero todo mi acervo genético se rebela, solo una adaptación cultural como la relajación puede permitir adoptar fórmulas adecuadas de comportamiento que impidan que la tensión me envenene.
La fuente primordial del estrés es hoy de origen social , es permanente y de una intensidad en ocasiones intolerable. El cuerpo resiste con dificultad esta presión y llegado cierto punto se desencadenan patologías cuyo origen es el estrés, combatir el estrés es como ninguna otra cosa cuidar la salud y permitir que suceda un nuevo proceso evolutivo basado en el desarrollo de la conciencia tranquila.
De acuerdo con el DSM-IV-TR el trastorno por estrés agudo aparece tras un suceso traumático importante (violación, accidente, tortura, incendio, etc.) y, aunque la sintomatología es similar al trastorno por estrés postraumático, este se resuelve en menos de cuatro semanas.
Psicoterapia de tipo cognitivo conductual desarrollada por D. Meichenbaum y R. Cameron en 1974. Se trata de enseñar al paciente a reaccionar sin ansiedad ante situaciones estresantes. El procedimiento comprende dos pasos: 1) Aprender a relajarse en
las situaciones de estrés, para lo cual se utiliza la respiración profunda y la relajación progresiva. 2) Creación de nuevos pensamientos para afrontar al estrés que contrarresten los antiguos, habituales, generadores de estrés y automáticos. 3) Utilización de las habilidades de relajación y afrontamiento en situaciones de la vida diaria. Se ha utilizado en el control de determinadas fobias, como, por ejemplo la fobia social, las fobias simples, en el control de la ansiedad generalizada y en el control de la ira.
Modelo de explicación para la aparición de la esquizofrenia. Una persona puede tener una vulnerabilidad especifica (diátesis) que, cuando es sometida a una situación estresante da lugar a la aparición de síntomas. La diátesis o el estrés puede ser biológico (infección viral, traumatismo), o psicológico (situación familiar estresante).