Definición:
El concepto de «personalidad» proviene del término «persona», denominación que se utilizaba en el latín clásico para la máscara que portaban los actores de teatro en la antigüedad
Para el DSM-IV-TR los rasgos de la personalidad son patrones persistentes de forma de pensar, relacionarse y pensar sobre el entorno y sobre uno mismo y que se presenta en distintos entornos sociales.
La personalidad se modela y supone un conjunto de rasgos flexibles (dimensión perdurable o persistente), que caracterizan a un individuo, explican su conducta y lo hacen distinto de los demás. La personalidad es la tendencia estable de una persona a pensar, sentir y actuar de una determinada manera.
Hay un componente en el constructo psicológico, que explica nuestra personalidad y que está en nuestra materia prima biológica. A este componente heredado se le ha denominado el temperamento.
El segundo componente es el carácter. Este, a diferencia del temperamento, hace referencia a lo que no nos viene dado biológicamente, sino que es fruto de los modelos de aprendizaje y experiencias que vivimos desde que nacemos, y nuestros propios mecanismos de aprendizaje.
Los estilos de personalidad marcarían una tendencia en el individuo por actuar o pensar de determinada manera, ya que la formación de un estilo de personalidad es inherente al desarrollo evolutivo de todo ser humano e influye en la interacción de la persona con su entorno. Estas características no son consideradas como patológicas, pues no están acentuadas y son lo suficientemente flexibles como para permitir que la persona modifique y adapte sus respuestas a las demandas específicas de la situación y el contexto. Es decir, son funcionales y no ocasionan ningún deterioro en algún área vital (personal, social, profesional, etc.).
Según Millon la distinción entre estilos y trastornos de la personalidad radica en su nivel (grado) patológico. Los estilos y los trastornos de la personalidad harían parte de un continuo, de manera que los primeros se mantendrían en el intervalo de la normalidad y los trastornos en el intervalo de la patología.
Los trastornos de personalidad son patrones estables, permanentes e inflexibles de conductas mal adaptadas a las expectativas o esquemas establecidos. Los rasgos pueden tornarse anómalos y constituir trastornos de la personalidad cuando son inflexibles, desadaptativos y causan un deterioro funcional y un malestar subjetivo en el sujeto y en los demás.
Existen numerosas teorías que abordan la personalidad, las más conocidas son:
Teoría de enfoques cognitivos-sociales de la personalidad Bandura
Teoría que destaca la influencia de las cogniciones de la persona, pensamientos, sentimientos, expectativa y valores en la determinación de la personalidad.
Hans Eysenck propuso un modelo de la personalidad estructurado en tres dimensiones (extraversión, neuroticismo y psicoticismo). Por las iniciales de estas tres dimensiones se le ha llamado el modelo PEN. Este modelo tiene una fundamentación psicométrica
Según Otto Kernberg
- Personalidad normal: el paciente no presenta características que concuerden con ningún trastorno de personalidad.
- Personalidad de tipo neurótico: engloba los trastornos de personalidad menos graves.
- Personalidad de tipo limítrofe: engloba los trastornos de personalidad más severos.
- Personalidad de tipo psicótico: son características que, en caso de darse, hacen que podamos deducir que la persona no presenta un trastorno de personalidad
Según Goldberg, los cinco grandes rasgos de personalidad, también llamados factores principales, reciben los siguientes nombres: factor O (apertura a las nuevas experiencias), factor C (responsabilidad), factor E (extroversión), factor A (amabilidad) y factor N (neuroticismo o inestabilidad emocional), formando así el acrónimo “OCEAN”.
Otras clasificaciones hablan de:
Abierto- reservado
Abierto: acostumbran a ser personas afectuosas, cariñosas, participativas, comunicativas, están abiertas a nuevas experiencias y aventuras, mientra que las personas con un grado elevado del rasgo de personalidad
Reservado: prudentes, serias, críticas, evitan salir de la rutina y no están tan abiertas a la novedad.
Introversión-Extraversión
Introversión: disfrutan del tiempo que pasan a solas, prefieren estar solos o relacionarse con grupos pequeños de personas.
Extraversión: disfrutan de la socialización, son habladoras, asertivas y alegres en las relaciones sociales.
Seguro- dubitativo
Seguro: suelen ser personas seguras de ellas mismas, activas, no dudan de sí mismas, hablan con seguridad, entre otros.
Dubitativo: suelen ser reservadas, individualistas, dudosas, inseguras, muestran temor a equivocarse, entre otros.
Sumiso-dominante
Sumiso: acostumbran a mostrarse ante otras personas de manera obediente, dócil, cede con facilidad, insegura, conformistas, evitan los conflictos.
Dominante: personas agresivas, autoritarias, líderes, imponentes, testarudas.
Relajado-Excitable
Relajado: calmadas, tranquilas, sosegadas, tolerantes.
Excitable: inquietas, impacientes, movidas.