Uno de los aspectos a los que más importancia se les da en el ámbito de la Psicología del Desarrollo (la rama de la psicología que estudia el desarrollo psicológico de las personas a medida que crecen) tiene que ver con la adquisición de las habilidades sociales. Esto no debería sorprender a nadie: buena parte de nuestra manera de ser y de comportarnos tiene que ver con cómo nos hemos estado relacionando con el resto de las personas, aprendiendo de nuestras experiencias mientras pasamos por las distintas etapas de la vida.
Por eso, por ejemplo, los padres y madres suelen esforzarse mucho en enseñar a sus pequeños a hablar con los demás, a mostrarse educados, a resolver conflictos sin recurrir a los ataques, etc. Sin embargo, no debemos pasar por alto que las habilidades sociales no vienen garantizadas con el simple hecho de ir acumulando años. Son muchos los adultos que en su día a día sufren problemas a causa de la falta de habilidades sociales, y muchas veces incluso asumen que esto forma parte de su identidad, como si no pudiese cambiar.
Debido a esto es muy importante aprender a reconocer los problemas derivados de la falta de habilidades sociales en adultos, y tomar consciencia de que su causa principal puede ser resuelta.
Problemas derivados de la falta de habilidades sociales en adultos
Pasada la mayoría de edad es perfectamente normal no destacar por tener buenas habilidades sociales o incluso experimentar dificultades en esta área. En sí mismo no es un signo de falta de inteligencia, ni de incapacidad para “conectar” con los demás. Tiene que ver con el hecho de no haber ganado una cierta práctica con las interacciones con los demás, o con haber interiorizado una serie de aprendizajes inadecuados; y como todo lo que depende del aprendizaje, es un ámbito en el que es posible realizar importantes progresos a cualquier edad.
Pero para conseguirlo primero es necesario asumir que debajo de todas esas experiencias frustrantes, de esos malentendidos o incluso de ese estrés al hablar con las personas, hay varios grupos de habilidades psicológicas que es posible identificar y “entrenar”, dejando de lado etiquetas estigmatizantes y que nos mantienen anclados en el sentimiento de culpa, sin proponernos superar esos problemas. Por eso, sigue leyendo para ver una clasificación de los problemas más habituales derivados de la falta de habilidades sociales en adultos. No tienen por qué darse todos a la vez (algunos incluso tienden a ser incompatibles) pero forman parte de los que es más normal ver en consulta.
1. Falta de capacidad de negociación
La falta de asertividad consiste en una tendencia a plegarse a los intereses de los demás de manera sistemática, sin siquiera intentar lograr un punto de acuerdo justo para ambas partes. Muchas personas que sienten que no serán capaces de hacer valer sus intereses y opiniones recurren a esta actitud pasiva para evitar pasar por momentos incómodos, lo cual tiene un impacto muy negativo tanto en su vida privada como en la laboral.
2. Tendencia a generar discusiones sin motivo
La mala gestión de la ira es uno de los problemas asociados a la falta de habilidades sociales más habituales en cualquier edad. En la adultez, además, presentan un mayor riesgo si se recurre a la violencia, y pueden romper relaciones en cuestión de minutos.
3. Problemas para conocer gente
Es una de las consecuencias emocionalmente más dolorosas, ya que va asociada a un sentimiento de soledad experimentada como “irremediable” (aunque en realidad no lo sea). Esto da problemas tanto en adultos jóvenes (les cuesta encontrar gente para sus planes de ocio) como en las personas de mediana y tercera edad, que por su modo de vida se relacionan con menos personas que los jóvenes y notan que tienen menos donde elegir. En casos extremos, aparece el trastorno conocido como fobia social, vinculada al miedo a exponerse a las personas desconocidas o semi-desconocidas.
4. Tendencia a generar malentendidos
Los problemas de comunicación pueden ser muy variados, pero en lo relativo a la falta de habilidades sociales, suelen surgir de las dificultades para adoptar el punto de vista del interlocutor. Esto hace que, por ejemplo, no se tenga en cuenta el modo en el que el contexto en el que se habla modifica el significado de las palabras.
¿Qué hacer ante esta clase de problemas?
La mejor manera de ir desarrollando habilidades sociales e ir ganando soltura y fluidez en la manera de interactuar con los demás es contar con el apoyo de un psicólogo. Y es que aunque mucha gente dé por supuesto que la labor de los psicoterapeutas se limita a intervenir ante casos de trastornos psicológicos, lo cierto es que los profesionales de la psicología trabajamos con todo tipo de problemas relacionados con las emociones y el comportamiento de las personas, independientemente de si hay psicopatologías involucradas o no.
Además, en terapia ofrecemos programas de entrenamiento en habilidades sociales adaptadas a cada persona y teniendo en cuenta sus intereses y particularidades: si el malestar surge sobre todo en la relación de pareja, se trabaja desde la terapia de pareja; si el problema está sobre todo en el trabajo, se potencian capacidades como la asertividad y la gestión del estrés laboral y de la negociación, etc.
En definitiva, en terapia se va más allá del concepto abstracto de “falta de habilidades sociales” y se trabaja con las características concretas de la persona y con los contextos específicos a los que se expone en el día a día, sin limitarnos a aplicar consejos genéricos.
¿Quieres contar con apoyo psicológico para desarrollar habilidades sociales?
Si te interesa potenciar tu manejo de las habilidades sociales a través de un proceso de asistencia psicoterapéutica, ponte en contacto con nuestro equipo de profesionales. En Avance Psicólogos trabajamos con personas de todas las edades, ayudándoles a superar problemas de tipo emocional, comportamental y relacional, y en la actualidad atendemos tanto de manera presencial (en nuestro centro de psicología situado en Madrid) como mediante el formato online por videollamada. Trabajamos en áreas de la psicoterapia centrada en el individuo, la terapia familiar y de pareja, el coaching, la logopedia, la psiquiatría y la neuropsicología. Si tienes cualquier duda acerca de nuestros servicios, visita nuestra web o contacta con nosotros; estaremos encantados de atenderte.
Referencias bibliográficas:
Castanyer, O. (2003). La asertividad: expresión de una sana autoestima. Bilbao: Descleé de Brouwer.
Kenrick, D. T. , Groth, G. E. , Trost, M. R. , & Sadalla, E. K. (1993). Integrating evolutionary and social exchange perspectives on relationships: Effects of gender, self-appraisal, and involvement level on mate selection criteria. Journal of Personality and Social Psychology. 64, (6): pp. 951 – 969.
Rojas, D. (1994). Técnicas de comunicación ejecutiva. Basauri: McGraw-Hill.
Schultz, D. P. ; & Sydney E. (2010). Psychology and work today: an introduction to industrial and organizational psychology. Upper Saddle River: Prentice Hall.
Schloss, P. J. ; Schloss, C. N. ; Wood, C. E. ; Wendy S. (1986). A Critical Review of Social Skills Research with Behaviorally Disordered Students. Behavioral Disorders. 12(1): pp. 1 – 14.
Avance Psicólogos Madrid S.L.