Cogniciones depresivas de Beck
Definición: . Para Aaron T. Beck la depresión se explica por tres conceptos específicos: 1) Triada cognitiva formada por la visión negativa de sí mismo, la tendencia a interpretar sus experiencias de forma negativa y la visión negativa acerca del futuro.
2) Los esquemas cognitivos. Estos esquemas, relativamente estables, constituyen la base de la regularidad de las interpretaciones. Pueden haber estado inactivos durante periodos prolongados de tiempo y haber sido activados en situaciones generadoras de ansiedad. 3) Los errores en el procesamiento de la información. Errores que se presentan en el enfermo depresivo y que mantienen la creencia en los esquemas cognitivos a pesar de que la existencia de una evidencia contraria. Estos errores son: el catastrofismo; la inferencia arbitraria; la abstracción selectiva; la generalización excesiva y el pensamiento dicotómico o absolutista.
El pensamiento es la capacidad que tienen las personas de formar ideas y representaciones de la realidad en su mente, relacionando unas con otras.
También se define como las ideas formada por la mente. El pensamiento es la actividad y creación de la mente; se dice de todo aquello que es traído a la existencia mediante la actividad del intelecto. El término es comúnmente utilizado como forma genérica que define todos los productos que la mente puede generar incluyendo las actividades racionales y reflexivas del intelecto o las abstracciones de la imaginación; todo aquello que sea de naturaleza mental es considerado pensamiento, bien sean estos abstractos, racionales, creativos, artísticos, etc.
El concepto de pensamiento hace referencia a procesos mentales, voluntarios o involuntarios, mediante los cuales el individuo desarrolla sus ideas acerca del entorno, los demás o él mismo. Es decir, los pensamientos son ideas, recuerdos y creencias en movimiento, relacionándose entre sí.
Esto último significa que los pensamientos siempre están “teñidos” por la emocionalidad, no son ajenos a los sentimientos y las emociones, viéndose influidos por ellos.
Es una actividad mental que requiere esfuerzo. Y suelen aparecer cuando la persona se enfrenta a un problema. Podríamos también definirlo como la capacidad de anticipar las consecuencias de la conducta sin realizarla. El pensamiento implica una actividad global del sistema cognitivo con intervención de los mecanismos de memoria, atención, procesos de comprensión, aprendizaje, procesamiento de la información, etc. Es una experiencia interna e intrasubjetiva.
El pensamiento, al que consideramos la función más propia del hombre, trabaja con tres tipos de vivencias teoréticas o cogniciones:
- los productos intuitivos o representaciones;
- los conceptos o categorías abstractas y
los juicios (F.L. Ruch y P.G. Zimbardo).
El concepto supone asociar una sola respuesta (palabra o acción) con diversos estímulos (objetos o acontecimientos). Por ejemplo, el concepto perro, debe aplicarse a muchos animales que varían en tamaño, color o forma del pelaje.
La representación supone formarse una imagen interna de los objetos y sus relaciones. A través de las representaciones se logra construir símbolos y signos como el lenguaje.
Los juicios suponen el establecimiento de una relación entre dos o más conceptos, de este juicio se pueden deducir nuevos conceptos o nuevos juicios.
La asociación de representaciones y conceptos en el curso del pensamiento está regulada por la tendencia determinante, idea directiva o tema fundamental.
El pensamiento puede ser de varios tipos, veamos algunos de ellos:
El pensamiento deductivo parte de categorías generales para hacer afirmaciones sobre casos particulares. Va de lo general a lo particular. Es una forma de razonamiento donde se infiere una conclusión a partir de una o varias premisas.
El pensamiento inductivo, es aquel proceso en el que se razona partiendo de lo particular para llegar a lo general, justo lo contrario que con la deducción.Interrogativo: aparece cuando tenemos una inquietud, es la forma en la que será formulada la pregunta para posteriormente obtener la respuesta deseada.
Creativo: con él podemos crear novedosas ideas o soluciones a partir de conceptos y premisas que hemos adquirido.En el pensamiento creativo se juega a crear soluciones originales y únicas ante problemas, mediante el cuestionamiento de las normas que en un principio parecen ser evidentes.
Crítico: se desarrolla a medida que la persona se instruye y se especializa en una temática, lo que nos permite tener mayor posibilidad de relacionar y asociar premisas. Éste se requiere para el desarrollo científico, tecnológico o de investigación.
Analítico: es el que nos permite crear piezas de información a través de conceptos o premisas lógicas adquiridas, con el objetivo de obtener conclusiones. Analiza cada detalle de algo o de un suceso para poder comprenderlo de forma adecuada y obtener una respuesta única o solución lógica. Se relaciona con el lenguaje, los cálculos matemáticos o la representación de la realidad.
El concepto de «personalidad» proviene del término «persona», denominación que se utilizaba en el latín clásico para la máscara que portaban los actores de teatro en la antigüedad
Para el DSM-IV-TR los rasgos de la personalidad son patrones persistentes de forma de pensar, relacionarse y pensar sobre el entorno y sobre uno mismo y que se presenta en distintos entornos sociales.
La personalidad se modela y supone un conjunto de rasgos flexibles (dimensión perdurable o persistente), que caracterizan a un individuo, explican su conducta y lo hacen distinto de los demás. La personalidad es la tendencia estable de una persona a pensar, sentir y actuar de una determinada manera.
Hay un componente en el constructo psicológico, que explica nuestra personalidad y que está en nuestra materia prima biológica. A este componente heredado se le ha denominado el temperamento.
El segundo componente es el carácter. Este, a diferencia del temperamento, hace referencia a lo que no nos viene dado biológicamente, sino que es fruto de los modelos de aprendizaje y experiencias que vivimos desde que nacemos, y nuestros propios mecanismos de aprendizaje.
Los estilos de personalidad marcarían una tendencia en el individuo por actuar o pensar de determinada manera, ya que la formación de un estilo de personalidad es inherente al desarrollo evolutivo de todo ser humano e influye en la interacción de la persona con su entorno. Estas características no son consideradas como patológicas, pues no están acentuadas y son lo suficientemente flexibles como para permitir que la persona modifique y adapte sus respuestas a las demandas específicas de la situación y el contexto. Es decir, son funcionales y no ocasionan ningún deterioro en algún área vital (personal, social, profesional, etc.).
Según Millon la distinción entre estilos y trastornos de la personalidad radica en su nivel (grado) patológico. Los estilos y los trastornos de la personalidad harían parte de un continuo, de manera que los primeros se mantendrían en el intervalo de la normalidad y los trastornos en el intervalo de la patología.
Los trastornos de personalidad son patrones estables, permanentes e inflexibles de conductas mal adaptadas a las expectativas o esquemas establecidos. Los rasgos pueden tornarse anómalos y constituir trastornos de la personalidad cuando son inflexibles, desadaptativos y causan un deterioro funcional y un malestar subjetivo en el sujeto y en los demás.
Existen numerosas teorías que abordan la personalidad, las más conocidas son:
Teoría de enfoques cognitivos-sociales de la personalidad Bandura
Teoría que destaca la influencia de las cogniciones de la persona, pensamientos, sentimientos, expectativa y valores en la determinación de la personalidad.
Hans Eysenck propuso un modelo de la personalidad estructurado en tres dimensiones (extraversión, neuroticismo y psicoticismo). Por las iniciales de estas tres dimensiones se le ha llamado el modelo PEN. Este modelo tiene una fundamentación psicométrica
Según Otto Kernberg
- Personalidad normal: el paciente no presenta características que concuerden con ningún trastorno de personalidad.
- Personalidad de tipo neurótico: engloba los trastornos de personalidad menos graves.
- Personalidad de tipo limítrofe: engloba los trastornos de personalidad más severos.
- Personalidad de tipo psicótico: son características que, en caso de darse, hacen que podamos deducir que la persona no presenta un trastorno de personalidad
Según Goldberg, los cinco grandes rasgos de personalidad, también llamados factores principales, reciben los siguientes nombres: factor O (apertura a las nuevas experiencias), factor C (responsabilidad), factor E (extroversión), factor A (amabilidad) y factor N (neuroticismo o inestabilidad emocional), formando así el acrónimo “OCEAN”.
Otras clasificaciones hablan de:
Abierto- reservado
Abierto: acostumbran a ser personas afectuosas, cariñosas, participativas, comunicativas, están abiertas a nuevas experiencias y aventuras, mientra que las personas con un grado elevado del rasgo de personalidad
Reservado: prudentes, serias, críticas, evitan salir de la rutina y no están tan abiertas a la novedad.
Introversión-Extraversión
Introversión: disfrutan del tiempo que pasan a solas, prefieren estar solos o relacionarse con grupos pequeños de personas.
Extraversión: disfrutan de la socialización, son habladoras, asertivas y alegres en las relaciones sociales.
Seguro- dubitativo
Seguro: suelen ser personas seguras de ellas mismas, activas, no dudan de sí mismas, hablan con seguridad, entre otros.
Dubitativo: suelen ser reservadas, individualistas, dudosas, inseguras, muestran temor a equivocarse, entre otros.
Sumiso-dominante
Sumiso: acostumbran a mostrarse ante otras personas de manera obediente, dócil, cede con facilidad, insegura, conformistas, evitan los conflictos.
Dominante: personas agresivas, autoritarias, líderes, imponentes, testarudas.
Relajado-Excitable
Relajado: calmadas, tranquilas, sosegadas, tolerantes.
Excitable: inquietas, impacientes, movidas.