La incapacitación laboral, es un dictamen que considera que el paciente es incapaz de trabajar por enfermedad física o psíquica. Puede ser temporal o transitoria o definitiva. En esta comunicación, se valoran los factores psíquicos en juego en la incapacitación laboral. No es su intención abordar en toda su complejidad las situaciones que se juegan en torno a que un trabajador sea declarado incapacitado. Pretendemos señalar, que más allá de las causas que hayan llevado al paciente a la incapacidad laboral, hay factores psíquicos que podrían ser comunes. Quizá destacar uno de ellos sobre los otros: si partimos de que nada sucede en el sujeto sin la participación de su psiquismo, tampoco las enfermedades orgánicas, podemos preguntarnos qué posición psíquica puede llevar a un sujeto a desarrollar una enfermedad incapacitante, que no le permita valerse por sí mismo.
Los humanos somos seres dependientes, necesitamos de otros (hasta para tomarnos un café en una cafetería son precisos más de treinta servicios). Primero dependemos estrechamente de nuestros padres, o de cualquiera que cumpla esta función, sin el cual no sobreviviríamos. Y después dependemos del amor de los otros, del trabajo de los otros. En realidad la libertad humana no pasaría por la no dependencia, sino por la elección de la dependencia, se puede elegir de qué depender, pero no se puede no depender. La no aceptación de esta situación de dependencia, puede llevar a veces, paradojalmente, a situaciones de extrema dependencia, como son las enfermedades incapacitantes.
Factores psíquicos en la incapacidad laboral.
(Laboral incapacitation. )
Alejandra Manassa de Lucía; Pilar Rojas Martínez.
* Médico psicoanalista y Especialista en Medicina Interna. Codirectora del Departamento de Clínica de La escuela de psicoanálisis grupo Cero.
** Médico psicoanalista y Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y en Reumatología. Codirectora del Departamento de Clínica de La escuela de psicoanálisis grupo Cero.
PALABRAS CLAVE: Factores psíquicos, Incapacidad laboral.
(KEYWORDS: Psychic aspects; Labour disability. )
Resumen
La incapacitación laboral, es un dictamen que considera que el paciente es incapaz de trabajar por enfermedad física o psíquica. Puede ser temporal o transitoria o definitiva. En esta comunicación, se valoran los factores psíquicos en juego en la incapacitación laboral.
No es su intención abordar en toda su complejidad las situaciones que se juegan en torno a que un trabajador sea declarado incapacitado. Pretendemos señalar, que más allá de las causas que hayan llevado al paciente a la incapacidad laboral, hay factores psíquicos que podrían ser comunes. Quizá destacar uno de ellos sobre los otros: si partimos de que nada sucede en el sujeto sin la participación de su psiquismo, tampoco las enfermedades orgánicas, podemos preguntarnos qué posición psíquica puede llevar a un sujeto a desarrollar una enfermedad incapacitante, que no le permita valerse por sí mismo.
Los humanos somos seres dependientes, necesitamos de otros (hasta para tomarnos un café en una cafetería son precisos más de treinta servicios). Primero dependemos estrechamente de nuestros padres, o de cualquiera que cumpla esta función, sin el cual no sobreviviríamos. Y después dependemos del amor de los otros, del trabajo de los otros. En realidad la libertad humana no pasaría por la no dependencia, sino por la elección de la dependencia, se puede elegir de qué depender, pero no se puede no depender. La no aceptación de esta situación de dependencia, puede llevar a veces, paradojalmente, a situaciones de extrema dependencia, como son las enfermedades incapacitantes.
Abstract
The labor incapacitation, is an opinion that considers that the patient is incapable to work by physical or psychic disease. It can be temporary or transitory or definitive. In this communication, the psychic factors in game in the labor incapacitación are valued.
It is not his intention to approach in all his complexity the situations that gamble around which a worker is declared incapacitated. We try to indicate, that beyond the causes that have taken to the patient to the labor incapacity, are psychic factors that could be common. Perhaps to emphasize that one of them on the others: if we started off of which nothing happens in the subject without the participation of its psychic character, either the organic diseases, we cannot be asked what psychic position can take to a subject to develop a incapacitante disease, that does not allow him to be worth by itself.
The humans we are dependent beings, we needed others (until taking a coffee in a cafeteria they are necessary more than thirty services). First we depend closely on our parents, or of whatever it acts this as, without who we would not survive. And later we depend on the love of the others, of the work of the others. In fact the human freedom would not happen through the nondependency, but by the election of the dependency, it is possible to be chosen of what to depend, but it is not possible not to be depended. The nonacceptance of this situation of dependency, can take sometimes to situations of extreme dependency, as they are the incapacitating diseases.
Introducción
La incapacidad se considera como la pérdida de funciones físicas o mentales. Pudiendo ser funcional o laboral (en relación directa a la actividad laboral), temporal o permanente, también llamada Invalidez.
Según el estudio EPISER 2000, realizado por la Sociedad Española de Reumatología, la mitad de las personas que se encuentran en situación de incapacidad laboral lo están a causa de una enfermedad musculoesquelética. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de la necesidad urgente de afrontar el impacto de las enfermedades musculoesqueléticas. Estas patologías son las causas más frecuentes de incapacidad en el mundo ya que afectan gravemente a la capacidad de las personas para desarrollar sus actividades habituales.
Estas enfermedades figuran además entre las dolencias cuyo tratamiento es más costoso debido a la atención a largo plazo que requieren, y consumen una media del 3% del Producto Interior Bruto (PIB) total de los países desarrollados.
En este trabajo se trata de valorar los factores psíquicos implicados en las enfermedades que causan una incapacidad laboral y por tanto, en ocasiones una dependencia. El reconocimiento de estos factores tiene una clara incidencia en el tratamiento de estas enfermedades, en las que el factor psíquico debe ser tenido en cuenta.
Puesto que, como hemos comentado, las enfermedades musculoesqueléticas son la primera causa de incapacidad y dado que entre ellas, la artritis reumatoide es la que con mayor frecuencia resulta incapacitante, tomaremos esta patología como modelo para el estudio de los factores psíquicos implicados. Como nos referiremos principalmente a la incapacidad laboral, veremos antes algunos apuntes sobre la importancia del trabajo en la vida.
El lugar del trabajo en la vida
Cuidar mi trabajo como sea, hacer de mi trabajo, por un tiempo, mi vida y, después, tendré alguna vida. Miguel Oscar Menassa.
a) La importancia del trabajo como elemento socializador
“El hombre primitivo, después de haber descubierto que estaba literalmente en sus manos mejorar su destino en la Tierra por medio del trabajo, ya no pudo considerar con indiferencia el hecho de que el prójimo trabajara con él o contra él. Sus semejantes adquirieron entonces, a sus ojos, la significación de colaboradores con quienes resultaba útil vivir en comunidad.
La vida de los hombres en común adquirió, pues, doble fundamento: por un lado, la obligación del trabajo impuesta por las necesidades exteriores; por el otro, el poderío del amor, que impedía al hombre prescindir de su objeto sexual, la mujer, y a ésta, de esa parte separada de su seno que es el hijo. De tal manera, eros y Ananké (amor y necesidad) se convirtieron en los padres de la cultura humana, cuyo primer resultado fue el de facilitar la vida en común a mayor número de seres. ”
Este es un fragmento del Malestar en la Cultura de Sigmund Freud, donde se nos muestra que el trabajo es fundacional, piedra angular de la cultura y la civilización humanas. Engels postulaba en sus textos que el lenguaje se genera en la necesidad del hombre de trabajar. Los hombres tuvieron la necesidad de comunicarse para poder llevar a cabo mediante el trabajo en grupo, modificaciones de la realidad que era imposible llevar a cabo individualmente. Inicialmente, fueron trabajos sencillos e inmediatos, como por ejemplo, mover un tronco para cruzar un río.
b) La importancia del trabajo en la economía libidinal de cada sujeto (importancia psíquica del trabajo).
Es incalculable la importancia del trabajo en la economía libidinal. Ninguna otra “técnica de orientación vital”, liga al individuo tan fuertemente a la realidad como la acentuación del trabajo, que por lo menos lo incorpora sólidamente a una parte de la realidad, a la comunidad humana. La posibilidad de desplazar al trabajo y a las relaciones humanas con él vinculadas una parte muy considerable de los componentes narcisistas, agresivos, y aún eróticos de la libido, confiere a aquellas actividades un valor que nada cede en importancia al que tienen como condiciones imprescindibles para mantener y justificar la existencia social. La actividad profesional ofrece particular satisfacción cuando ha sido libremente elegida, es decir, cuando permite utilizar, mediante la sublimación, inclinaciones preexistentes y tendencias instintuales evolucionadas o constitucionalmente reforzadas. No obstante, el trabajo es menospreciado por el hombre como camino a la felicidad, no se precipita a él como a otras fuentes de goce. La inmensa mayoría de los seres sólo trabajan bajo el imperio de la necesidad y de esta natural aversión humana al trabajo se derivan los más dificultosos problemas sociales.
Aspectos psíquicos de la incapacitación
Si bien no pretendemos abordar en toda su complejidad las situaciones que se juegan en torno a que un trabajador sea declarado incapacitado, total o parcialmente, para realizar su trabajo, si queremos destacar algunos aspectos psíquicos interesantes en la incapacitación. Si partimos de que nada sucede en el sujeto sin la participación de su psiquismo, tampoco las enfermedades orgánicas, podemos preguntarnos qué posiciones psíquicas pueden llevar a un sujeto a desarrollar una enfermedad incapacitante, que no le permita valerse por sí mismo. Estos son algunos de los aspectos psíquicos en juego:
a) El sentimiento de utilidad, la deuda simbólica.
¿Por qué los humanos necesitamos sentirnos útiles? Quizás necesitamos sentirnos útiles porque tenemos una deuda simbólica con el mundo, porque nos sentimos deudores. Había mundo antes de que nosotros naciéramos, debemos a nuestros padres el don de la vida, pero eso no es todo; las aceras por donde caminamos, el agua potable que obtenemos cómodamente en nuestros domicilios, girando un simple grifo, el gas con el que nos calentamos, la Universidad, que ahí nos estaba esperando cuando quisimos comenzar nuestra formación, los cines, las cafeterías (hacen falta unos 30 servicios diferentes para que el usuario se siente plácidamente en una cafetería a tomar un café: La recogida del café en los cafetales, las fábricas de café, los Canales de agua, el sistema de tuberías, la fábrica de tazas y platos, la fábrica servilletas de papel, la fábrica de azúcar, la de leche, el camarero. . . . . . así podríamos seguir hasta los 30). El mundo ha puesto a nuestra disposición todo eso y desde que nacemos, somos deudores.
Esta deuda, no se paga nunca en el mismo lugar que fue adquirida, pero podríamos pensar que sí se paga con la misma moneda: Uno recibe el resultado del trabajo de otros y paga con su trabajo. Recibe una vida, y ayuda a producir otras vidas, es decir, forma parte con su trabajo, de la vida de tantos otros.
Por lo tanto, podríamos pensar que alguien que llega a la situación de no poder trabajar, de no poder dar su trabajo a los otros, tiene un problema con la elaboración de su deuda simbólica. No va a reconocer jamás que recibió de los otros y tampoco está dispuesto a dar, a ser útil a los otros. Esta posición psíquica de no aceptación de la deuda simbólica, que lleva al paciente al pensamiento de que el mundo le debe, se denomina carácter de excepción: el paciente siente que ha caído sobre él una desgracia, que el mundo ha hecho algo contra él, y por tanto le debe una reparación de ese daño. Siente que el mundo está en deuda con él, en lugar de sentir que él le debe algo al mundo. Bajo esta concepción del mundo es capaz de “cortarse los brazos”, a modo de metáfora, es decir, en este caso de llegar a la enfermedad incapacitante, con tal de no dar nada a nadie, con tal de no beneficiar a nadie con el producto de su trabajo.
b) La ilusión de no dependencia
Los humanos somos seres dependientes, necesitamos de otros (como antes hemos visto, hasta para tomarnos un café). Primero dependemos estrechamente de nuestros padres, o de cualquiera que cumpla esta función, sin el cual no sobreviviríamos. Y después dependemos del amor de los otros, del trabajo de los otros, de nuestras relaciones con las personas y con las Instituciones. La libertad humana no pasaría por la no dependencia, sino por la elección de la dependencia, puedo elegir de qué dependo, pero no puedo no depender. La no aceptación de esta situación de dependencia, puede llevar a veces, paradojalmente, a situaciones de extrema dependencia, como son las enfermedades incapacitantes. De la misma manera que Galeno ya apuntaba que la enfermedad es una manera de no aceptación de la mortalidad, nos enfermamos porque no soportamos ser mortales, la no aceptación de la dependencia, de la necesidad de otros, puede conducir también al sujeto a la enfermedad, y con ella, a la extrema dependencia.
Hay un momento donde es inevitable y necesaria esa dependencia extrema inicial del ser humano, el bebé se muere sin la asistencia de otro, esta primera dependencia, es trocada después en dependencia amorosa: necesito amar y ser amado. Si no acepto que no hay un humano solo, que no hay acto humano - a no ser el hecho de la propia muerte, donde nadie puede acompañarnos- que pueda ser realizado en soledad, puedo llegar al extremo de necesitar al otro hasta para las actividades que generalmente realizamos aparentemente solos, como el aseo personal o la alimentación (en el que generalmente no se necesita asistencia directa de otra persona). Por no querer depender lo necesario, se termina dependiendo en extremo, por no querer necesitar de los otros, por querer hacerlo todo solo, se termina necesitándolos para todo.
c) La culpa inconsciente y la enfermedad como castigo
Por otra parte, también podríamos considerar que en el desarrollo de una enfermedad que lleva al sujeto a una situación de incapacitación laboral está en juego un sentimiento de culpabilidad inconsciente. La culpa inconsciente, no es sentida por el sujeto. No dice sentirse culpable, o si lo dice, no sabe a qué delito se refiere esa culpa. Sabemos de ella por sus efectos. La culpa busca un castigo para su expiación y qué mayor castigo que una enfermedad que le impide realizar una actividad habitual tan importante desde el punto de vista psíquico como el trabajo, que le priva de una fuente importante de autoestima, de realización de los ideales, de puesta en juego de los afectos y de consecución de los deseos, como es el trabajo.
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Algunas reflexiones en torno al permiso por maternidad.
Mónica di Nubila
Fecha Publicación: 01/03/2007