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La imagen corporal en estudiantes mexicanos.

Fecha Publicación: 01/03/2006
Autor/autores: Ma. Guadalupe Santana Valdez

RESUMEN

El objetivo de la investigación fue detectar la preocupación por la imagen corporal que presentan los adolescentes estudiantes de preparatoria. La muestra no probabilística de tipo intencional fue de 199 sujetos, 99 hombres y 100 mujeres con edades de 15 a 19 años, estudiantes de bachillerato en instituciones públicas de la ciudad de Toluca, Estado de México, México. El instrumento empleado fue el cuestionario BSQ, que permite obtener una medida objetiva de la preocupación por el peso y la imagen corporal. El instrumento consta de 34 reactivos, con un alpha de Cronbach de 0. 97. Los resultados obtenidos permiten observar que las mujeres presenta mayor porcentaje grave 1. 5%-0. 5% con respecto a los hombres.

Mientras que un mayor número de hombres presenta preocupación moderada 3% con respecto a las mujeres quienes representan el 2%, pero nuevamente son más las mujeres que presentan preocupación leve 11% en relación a los hombres que representan el 5%, mientras que al 36% de mujeres y 41% de los hombres no tiene preocupación por su imagen corporal. Lo que permite concluir que efectivamente las mujeres se encuentran más preocupadas por su figura pero, sin embargo, los hombres mexicanos no se encuentran exentos de ello. Lo que hace pensar que tanto hombres como mujeres controlan su peso y alimentación con el fin de mostrar una imagen aceptable a la sociedad, que vaya acorde con los cánones de delgadez que se exigen.


Palabras clave: imagen corporal, estudiantes
Tipo de trabajo: Conferencia
Área temática: Personalidad, Trastornos de la Personalidad .

La imagen corporal en estudiantes mexicanos.

Rosalinda Guadarrama Guadarrama; Claudia López Barrón; Ma. Guadalupe Santana Valdez.

Universidad Autonóma del Estado de México, Facultad de ciencias de la conducta.

Resumen

El objetivo de la investigación fue detectar la preocupación por la imagen corporal que presentan los adolescentes estudiantes de preparatoria. La muestra no probabilística de tipo intencional fue de 199 sujetos, 99 hombres y 100 mujeres con edades de 15 a 19 años, estudiantes de bachillerato en instituciones públicas de la ciudad de Toluca, Estado de México, México. El instrumento empleado fue el cuestionario BSQ, que permite obtener una medida objetiva de la preocupación por el peso y la imagen corporal. El instrumento consta de 34 reactivos, con un alpha de Cronbach de 0. 97. Los resultados obtenidos permiten observar que las mujeres presenta mayor porcentaje grave 1. 5%-0. 5% con respecto a los hombres. Mientras que un mayor número de hombres presenta preocupación moderada 3% con respecto a las mujeres quienes representan el 2%, pero nuevamente son más las mujeres que presentan preocupación leve 11% en relación a los hombres que representan el 5%, mientras que al 36% de mujeres y 41% de los hombres no tiene preocupación por su imagen corporal. Lo que permite concluir que efectivamente las mujeres se encuentran más preocupadas por su figura pero, sin embargo, los hombres mexicanos no se encuentran exentos de ello. Lo que hace pensar que tanto hombres como mujeres controlan su peso y alimentación con el fin de mostrar una imagen aceptable a la sociedad, que vaya acorde con los cánones de delgadez que se exigen.



La imagen corporal es la representación que el sujeto tiene de sí mismo. Normalmente lleva asociado un juicio positivo o negativo y está íntimamente relacionada con la autoimagen y el autoconcepto, La imagen corporal incluye varios aspectos, como por ejemplo, la manera en la cual nos percibimos nosotros mismos, como nos sentimos en nuestros cuerpos. Así la imagen corporal es algo que aprendemos y que cambia constantemente (Martínez-Fornés, 2001). Thompson (1999), también, ha señalado que el constructo de imagen corporal no es estático ni rígido, sino maleable y sujeto a modificación con relación a la influencia del concepto.  

Cuando el ser humano nace no es capaz de distinguir su propio cuerpo de lo que es el mundo exterior, sin embargo conforme va pasando el tiempo éste va adquiriendo conciencia de los componentes de su cuerpo generándose así una propia imagen de si mismo. Sin embargo, en la adolescencia, periodo de grandes cambios corporales, se da la reevaluación de la autoimagen corporal, del sí mismo y por a búsqueda de la individuación (Papalia, 2000).  

En este sentido autores como Pruzinsky y Cash, (1990, cit, en Toro 1996), han señalado que los adolescentes son quienes están dirigiendo su atención hacia los modelos que se les presentan como un prototipo a seguir, aun pese a la aprobación y desaprobación de los adultos, que les permita autoevaluarse.

Además no es sólo el adolescente el único preocupado en autoevaluarse, pues nuestra cultura ha conferido una gran importancia al aspecto externo y sobre todo a la delgadez, lo que no hace aparecer como extraño que una mujer conceda un máximo a la valoración de su figura (Raich, 1994). Además ha señalado que los sentimientos de desconfianza e inseguridad acerca del cuerpo están frecuentemente alimentados por percepciones, tanto reales como ficticias, de los amigos, la familia, de ellos mismos y de los medios de comunicación acerca de cómo debería verse. Aunado a esto existen los factores socioculturales que sería causantes de una verdadera insatisfacción corporal como puede ser la presión social a la esbeltez y la estigmatización de la obesidad.

Sin embargo la mujer no es la única que se ha visto influida en su imagen por los modelos que se le presentan ya que como lo ha señalado Thompson (1999), las imágenes de las supermodelos han sido vinculadas a los sentimientos de deficiencia que tienen algunas mujeres sobre su cuerpo; los hombres experimentan la misma inseguridad cuando ven fotos de varones desnudos y musculosos en revistas, anuncios y otros medios de comunicación.

Por su parte Costín (2002) ha señalado que la publicidad, lenta pero progresiva se dirige cada vez más hacia el género masculino; las revistas para mayores presentan en la actualidad un mayor número de artículos que se relacionan con la perdida de peso disimulado tras el estar en forma, ya que a los varones se les vislumbra cada vez más como compradores compulsivos. Como resultado de ello cada vez más hombres se someten a dietas y hacen ejercicio, aparentemente un gran número de ellos emplean esto como una forma de sobrellevar su vida emocional, volviéndose compulsivos en relación a la actividad física, sintiéndose culpables por alterar su dieta y con la necesidad de compensarlo mediante el ayuno o el ejerció excesivo (Sherman y Thompson, 1999).

Comúnmente se ha ligado la idea de malestar con la imagen corporal con la de trastorno alimentario, al respecto Rosen (1992; cit. En Kirszman y Salgueiro, 2002) ha señalado que es más apropiado hablar en primer término de trastornos de la imagen corporal y posteriormente de trastornos alimentarios, ya que el primero es el predictor más conciente de la aparición de los trastornos alimentarios.

Por lo anterior, resulta importante investigar y conocer como los adolescentes estudiantes de preparatoria están percibiendo su imagen corporal, ya que este tiene gran influencia en su comportamiento y personalidad y más directamente con su estado de salud mental, además de que en los últimos años se ha registrado un incremento continuo de los trastornos alimentarios a causa de la apariencia física, y que en México a pesar de todo son poco estudiados.


Método

Participantes:
La muestra fue no probabilística de tipo intencional constituida por 199 sujetos, 99 hombres y 100 mujeres con edades de 15 a 19 años, estudiantes de bachillerato en instituciones públicas de la ciudad de Toluca, Estado de México, México.

Instrumentos:
El instrumento empleado fue el cuestionario de la Imagen Corporal (BSQ), elaborado por Cooper, Taylor y Fairburn (1987), y traducido y adaptado por la universidad de Barcelona. El BSQ permite obtener una medida objetiva de la preocupación por el peso y la imagen corporal. El instrumento consta de 34 reactivos, con seis opciones de respuesta. La confiabilidad del instrumento con un alpha de Cronbach de 0. 97.

Procedimiento:
Las aplicaciones se realizaron de manera grupal dentro de los salones de clases, dando las indicaciones de manera verbal y pidiendo que las respuestas fueran sinceras. Además de aclarar que el objetivo era de investigación por lo que se conservaría el anonimato y la confidencialidad de los resultados.


Resultados

Los resultados obtenidos permiten observar que de la muestra total sólo 3 sujetos manifiestan una preocupación y malestar con la imagen corporal grave, mientras que 10 manifiestan moderado malestar, 32 leve y 154 no manifestaron ninguna preocupación por el peso ni malestar con su imagen corporal (ver grafico 1)

 


Gráfico 1: Porcentaje del nivel de malestar de la imagen corporal para la muestra en general.


Con respecto al sexo se obtuvo que las mujeres presenta mayor porcentaje grave 1. 5%-0. 5% con respecto a los hombres. Mientras que un mayor número de hombres presenta preocupación moderada 3% con respecto a las mujeres quienes representan el 2%, pero nuevamente son más las mujeres que presentan preocupación leve 11% en relación a los hombres que representan el 5%, mientras que al 36% de mujeres y 41% de los hombres no tiene preocupación por su imagen corporal. (ver grafico 2).

 


Gráfico 2: Porcentaje del nivel de malestar con la imagen corporal por sexos.


Discusión

Los modelos de cuerpo que actualmente imperan en la sociedad occidental, no son cosa extraña para los estudiantes mexicanos, pues como se ha observado un 23 por ciento de ellos se encuentran preocupados por su peso y en cierta medida que puede ir de leve a grave presentan malestar con su imagen corporal, lo que permite pensar que el estereotipo de delgadez que impone la sociedad de consumo no es ajeno a estos adolescentes.

El adolescente es cierto que está en la búsqueda de su propia identidad, pero también de su autoaceptación y la aceptación social, influido de manera determinante no solo por la familia sino por el grupo de amigos y por los medios de comunicación que diariamente le generan nuevas necesidades para sentirse aceptado y querido, manifestando así su entereza emocional.

Como bien se ha pronunciado un sin fin de ocasiones las mujeres son el grupo más vulnerable a los medios masivos de comunicación y a la sociedad de consumo, ya que son estas quienes precisamente en mayor porcentaje manifiestan mayor malestar o insatisfacción con su imagen corporal, preocupándoles su apariencia física y el sentirse con unos kilos de más, buscando así por medio de conductas compensatorias la baja de peso, que le permite llegar al tan anhelado y envidiado cuerpo tubular.

Sin embargo, el hombre ya no se encuentra exento al respecto pues habrá que tomar en cuenta que si bien las mujeres obtienen un mayor porcentaje en malestar leve y grave, los hombres manifiestan mayor malestar moderado, lo que permite corroborar lo expuesto por Costin (2002) y Sherman y Thompson (1999), cuando señalan que el hombre se ha vuelto vulnerable en la competencia por lograr el cuerpo que se le presenta como modelo recurriendo a dietas y ejercicio excesivo, convirtiéndose así en compradores compulsivos.

Lo que permite concluir que efectivamente las mujeres se encuentran más preocupadas por su figura pero, sin embargo, los hombres mexicanos no se encuentran exentos de ello. Lo que hace pensar que tanto hombres como mujeres controlan su peso y alimentación con el fin de mostrar una imagen aceptable a la sociedad, que vaya acorde con los cánones de delgadez que se exigen.  

De esta manera se propone continuar realizando este tipo de estudios en poblaciones no solo de riesgo sino en grupos que se consideran fuera de ello, para constatar como este tipo de fenómenos cada día están impregnando con mayor fuerza nuestra sociedad, y que la atención que se está dando a estos problemas es mínima, pues habrá que recordar que la insatisfacción de la imagen corporal es uno de los principales factores predictores que permitiría prevenir posibles trastornos alimentarios, ya que estas alteraciones son la antesala de la anorexia y la bulimia.

 


Referencias bibliográficas

Costin, C. (2002). anorexia, bulimia y otros trastornos de la alimentación. México: Diana.

Kirszman, D. y Salgueiro, M. (2002). El enemigo en el espejo: de la insatisfacción corporal al trastorno alimetario. Madrid: TEA.

Martínez-Fornés, S. (2001). La obsesión por adelgazar. Madrid: Espasa-Calpe

Papalia, D. Y Olds, S. (1991). psicología del Desarrollo de la infancia a la adolescencia. Bogota: Mc Graw Hill

Raich. R. M. (2000). Imagen corporal: Conocer y valorar el propio cuerpo. Madrid: Pirámide.

Sherman, R. T. Y Thompson, R. A. (1999). Bulimia: Una guía para familiares y amigos. México: Trillas.

Thompson, J. (1999). Disturbios de la imagen del cuerpo: Gravamen y tratamiento. New York: Pergamon.

Toro, J. (1996) E cuerpo como delito: anorexia, bulimia, cultura y sociedad. España: Ariel.


IMPORTANTE: Algunos textos de esta ficha pueden haber sido generados partir de PDf original, puede sufrir variaciones de maquetación/interlineado, y omitir imágenes/tablas.



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