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Motivos de participación en un programa de promoción del ejercicio físico en personas mayores. Estudio piloto.

Autor/autores: Silvia Martínez
Fecha Publicación: 01/03/2008
Área temática: Neurocognitivos, Trastornos neurocognitivos .
Tipo de trabajo:  Conferencia

RESUMEN

Introducción. La práctica de ejercicio físico (EF) constituye uno de los pilares fundamentales para el envejecimiento activo y saludable. Sus múltiples beneficios han conducido al desarrollo de Programas destinados a la Promoción del EF con el objetivo de aumentar la práctica en la tercera edad. La motivación es uno de los factores que está directamente relacionado con la participación y adherencia al EF (Rhodes et. al. , 1999; Wallace & Latí, 2005). El objetivo del presente estudio es conocer los motivos para realizar EF en personas mayores de 65 años.

Palabras clave: ejercicio físico


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Motivos de participación en un programa de promoción del ejercicio físico en personas mayores. Estudio piloto.

María Carrasco; Silvia Martínez.

Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación. Universidad de Deusto.
Equipo de Investigación en Gerontología

Resumen

Introducción. La práctica de ejercicio físico (EF) constituye uno de los pilares fundamentales para el envejecimiento activo y saludable. Sus múltiples beneficios han conducido al desarrollo de Programas destinados a la Promoción del EF con el objetivo de aumentar la práctica en la tercera edad. La motivación es uno de los factores que está directamente relacionado con la participación y adherencia al EF (Rhodes et. al. , 1999; Wallace & Latí, 2005). El objetivo del presente estudio es conocer los motivos para realizar EF en personas mayores de 65 años.  

Método. Se entrevistó a 67 personas (MD=72, 61 años; DE=4, 86) que participaban en el Programa de Promoción del Ejercicio Físico del Ayuntamiento de Bilbao. Se recogieron datos sociodemográficos, ejercicio físico actual, motivos de inicio para la práctica y motivos de participación, empleando el Autoinforme de Motivos para la práctica de ejercicio físico (Capdevila, 2004).  

Resultados. Los motivos más citados por las personas mayores para la práctica de ejercicio físico se relacionan con la Salud, en concreto con: Salud Positiva (MD=9, 69; DE=0, 76) y prevención (MD=8, 72; DE=1, 60); con la mejora de la forma física: Agilidad y Flexibilidad (MD=9, 46; DE=0, 95); y motivos psicológicos: Vigor (MD=9, 25; DE=1, 22) y Diversión (MD=9, 20; DE=1, 09). Los motivos menos citados se relacionan con la búsqueda de reconocimiento social (MD=3, 77; DE=3, 23), motivos competitivos (MD=4, 74; DE=3, 46) y mejora de la imagen corporal (MD=5, 42; DE=3, 08).

Conclusión. Las personas que participan en el Programa de EF muestran una motivación intrínseca (diversión) y extrínseca autodeterminada (prevención y mantenimiento de la salud) refiriendo menos motivos extrínsecos (refuerzo social).

La sociedad está experimentando una revolución demográfica caracterizada por el aumento de la población mayor, es decir, de la tercera edad. La ONU1 estima que para el año 2050 el porcentaje de personas mayores de 60 años se duplicará pasando de un 10% a un 21%. En concreto, en España, la población mayor de 65 años será del 30, 8% en el mismo año, siendo el tercer país más viejo del mundo, según datos del IMSERSO2. Este aumento de la población mayor ha suscitado un gran interés por la importancia de envejecer de manera activa y saludable, entendiendo el envejecimiento activo como “el proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen” 3. Desde este punto de partida, la adquisición de hábitos de vida saludables se ha convertido en un objetivo prioritario, como quedó patente en la Segunda Asamblea Mundial sobre Envejecimiento1.  

La práctica de ejercicio físico constituye uno de los principales pilares en el cuidado de la salud, de hecho, el sedentarismo puede resultar muy perjudicial para la salud. Por el contrario, la práctica de ejercicio físico aporta múltiples beneficios en el ámbito fisiológico, psicológico y social de las personas mayores4, 5, 6, 7. Sin embargo, vivimos en una sociedad excesivamente sedentaria y los índices de sedentarismo en el colectivo de la tercera edad son muy altos. En los EEUU el 24, 6% personas mayores de 65 años se declararon inactivas en el año 2005 según los datos del Centro para el control y prevención de enfermedades8. Los datos europeos indican también un marcado sedentarismo entre la población mayor estableciendo que un 61, 5% de personas mayores de 65 años no realizó ninguna actividad física de intensidad moderada en la semana anterior a la encuesta9 . En España, tan sólo un 5, 3% de la población mayor de 65 años en España realiza algún deporte todos los días10, datos que coinciden con los recogidos por García Ferrando11 indicando que tan sólo el 8% de la población entre 65 y 74 años realiza algún deporte. A la escasa realización de ejercicio entre los mayores se une la escasa adherencia hacia la práctica regular y mantenida en el tiempo. De hecho, se calcula que un 50% de las personas que comienzan un programa de ejercicio lo abandonarán entre los 3 y los 6 primeros meses12. Dada la necesidad de una práctica regular y constante para lograr efectos beneficiosos13 es necesario conseguir que la persona adquiera el hábito de realizar ejercicio y que se adhiera a dicha práctica.

La promoción del ejercicio físico entre las personas mayores se ha convertido en el objetivo de múltiples programas realizados a nivel internacional y nacional. Como ejemplo que ha servido de guía para otros múltiples programas destaca el National Blueprint: Increasing Physical Activity Among Adults Age 50 and Older14 cuyo objetivo consiste en establecer una serie de estrategias para promover la práctica de ejercicio físico entre la población mayor. Este tipo de programas establece la importancia de trabajar factores multidimensionales para lograr la participación y adherencia. La posibilidad de que una persona mayor se decida a comenzar a realizar ejercicio y no lo abandone después está influida por múltiples determinantes de tipo demográfico, fisiológico, psicológico, ambiental y social15. Concretamente, el estudio de los factores motivacionales que favorecen o dificultan la práctica y adherencia al ejercicio físico en la tercera edad es de vital importancia para lograr motivar a los mayores16.  

Los motivos iniciales por los que la población joven comienza a ejercitarse se relacionan con la práctica y la adherencia al ejercicio físico. De hecho, algunos autores han concluido que las personas suelen comenzar con motivos extrínsecos aunque la adherencia se relaciona más con motivos intrínsecos17. Teniendo en cuenta que la población mayor manifiesta tener motivos diferentes a la población más joven18 es necesario ampliar el estudio en el sector de la tercera edad.  

Se ha concluido que la motivación intrínseca y la motivación extrínseca autodeterminada se relacionaban con la adherencia19. La teoría de la Autodeterminación20 establece que la motivación se caracteriza por diferentes niveles de autodeterminación. Así, la motivación intrínseca supone la realización de una actividad por el mero placer y disfrute que supone realizarla convirtiéndola en un fin en sí misma. Por el contrario, la motivación extrínseca puede presentar diferentes grados de autodeterminación. Así, en la menos autodeterminada el individuo realiza una actividad para lograr un incentivo externo mientras que en la más autodeterminada la persona se percibe como iniciadora de la conducta, identificando la importancia que tiene la actividad. De esta manera, se concluyó que los motivos intrínsecos como el disfrute, discriminaban mejor a las personas mayores en función de su nivel de adherencia que motivaciones como la mejora de la apariencia física19.

Por otra parte, los mayores citan diferentes motivos por los que realizan ejercicio físico. La gran mayoría de dichos motivos se relacionan con los beneficios que aporta la práctica de ejercicio, es decir, se sienten motivados porque el ejercicio mejora su salud y su calidad de vida, evita la incapacidad funcional y el deterioro cognitivo, mejora su condición física, aumenta el contacto social, disfrutan realizando la actividad y se relajan21, 22, 23. Sin embargo, se han encontrado resultados contradictorios al observar diferencias de género en relación a los motivos para la práctica de ejercicio21, 23 y estas contradicciones en los resultados se han explicado por las diferencias culturales de la muestra. Por lo tanto, es destacable la importancia del factor cultural en el estudio de los factores motivacionales para la realización de ejercicio físico en la población mayor.

El objetivo del presente trabajo consiste en realizar un primer análisis descriptivo de los motivos de inicio y participación de un grupo de personas mayores que realizan ejercicio físico en el Programa de Promoción del Ejercicio Físico patrocinado por el Área de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Bilbao. Este primer estudio piloto forma parte de un proyecto más amplio que tiene como objetivo analizar los factores psicosociales que influyen en la práctica de ejercicio físico en la tercera edad.


Metodología

Participantes

En el estudio participaron 67 personas (14 hombres y 53 mujeres), con edades comprendidas entre los 64 y 87 años (MD=72, 61 años; DE=4, 86), que se encontraban inscritas en el Programa de Promoción del Ejercicio Físico patrocinado por el Área de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Bilbao.  

Instrumentos

Para evaluar la motivación hacia la práctica de ejercicio físico en las personas mayores se administró el Autoinforme de Motivos para la práctica de ejercicio físico24. Se empleó la escala original que consta de 51 ítems con una puntuación en escala Lickert de 10 puntos. Se evalúan 5 factores motivacionales constituidos por motivos psicológicos, interpersonales, de salud, corporales y de forma física. Dentro de cada factor, las dimensiones que se analizan son: Control del estrés, Vigor, Diversión, Desafío, reconocimiento social, Afiliación, Competición, Urgencias de salud, prevención, Salud positiva, Control de peso, Imagen corporal, Fuerza y resistencia, Agilidad y flexibilidad.

Además, se administró una entrevista semiestructurada para la recogida de datos como la edad, el género, la práctica de ejercicio físico y los motivos de inicio. El ejercicio físico se definió como “ejercicio realizado a una intensidad por encima de lo normal, experimentando cierto cansancio, y de una duración mínima de 30 minutos por sesión” 

Procedimiento

Para poder entrevistar a personas mayores que realizasen ejercicio físico, solicitamos la colaboración del Ayuntamiento de Bilbao con el fin de poder contactar con aquellas personas que estaban inscritas en el Programa de Promoción del Ejercicio Físico subvencionado por el Área de Salud y Consumo del Ayuntamiento.  

La recogida de datos se realizó mediante una entrevista personal concertada telefónicamente y realizada en los Centros Cívicos en los que se realizaban las sesiones de gimnasia del programa y en la Universidad de Deusto. Las entrevistas se realizaron entre los meses de Abril a Mayo del 2007 y de Octubre a Diciembre del 2007.  

Análisis estadísticos

Se realizó un análisis descriptivo simple de los motivos para la práctica de ejercicio físico así como los motivos de inicio. El programa estadístico empleado para realizar los análisis ha sido el SPSS 15. 0 para Windows.


Resultados

A continuación se presentan los motivos que manifiestan las personas mayores para la práctica de ejercicio físico y los motivos por los cuales iniciaron dicha práctica.

Motivos de inicio

Al preguntar a los mayores por el motivo por el que comenzaron a realizar ejercicio físico un 35. 9% comenzó animado por personas cercanas a su entorno o por su médico, estableciendo la importancia del apoyo social en la etapa inicial de la adquisición de una conducta saludable. Por otra parte, un 32. 8% de las personas manifestaron la necesidad de mantenerse activo durante la tercera edad siendo la práctica de ejercicio físico un factor importante para mantener dicha actividad. Por otra parte, un 11. 9% destacaba tener un pasado en el que la práctica de ejercicio formaba parte de su rutina diaria y su interés por retomar dicha práctica constituía su motivo principal. Otros motivos citados por las personas mayores en menor proporción fueron los motivos de salud, como recuperarse de una enfermedad o el cuidado de la salud (9%), el conocimiento de los beneficios que reporta la práctica de ejercicio físico (7. 5%) o la simple razón de hacer cualquier actividad o como algunas personas entrevistadas manifestaban “por hacer algo” (3%).

Motivos para la práctica de ejercicio físico

Los motivos más mencionados por las personas mayores para realizar ejercicio físico están relacionados con la dimensión salud positiva (MD=9. 60; DE=. 760), es decir, la posibilidad de contar con un buen estado de salud personal. En segundo lugar, destacan los motivos relacionados con la mejora y el mantenimiento de la agilidad y flexibilidad (MD=9. 46; DE=. 952). También se manifiestan motivos relacionados con el aumento del vigor (MD=9. 25; DE=1. 22) y la diversión (MD=9. 20; DE=1. 09) a la hora de realizar ejercicio físico. Por el contrario, los motivos menos citados para realizar ejercicio físico entre las personas mayores están relacionados con la búsqueda de reconocimiento social (MD=3. 77; DE=3. 23), el carácter competitivo (MD= 4. 74; DE=3. 46) y las urgencias de salud (MD=4. 67; DE=3. 28) como puede ser la recuperación de una enfermedad. En la tabla 1 se observa el orden de importancia que reflejan las personas mayores entrevistadas en relación a las diferentes dimensiones motivacionales del Autoinforme de Motivos para la práctica de ejercicio físico24.

Tabla 1. Dimensiones motivacionales para la práctica de EF


A continuación se presentan los datos relacionados con los motivos concretos de cada factor motivacional.

Motivos psicológicos

Como queda reflejado en la tabla 2, los motivos psicológicos son muy citados entre las personas mayores que se ejercitan físicamente. El bienestar que produce la práctica de ejercicio y la satisfacción personal son motivadores que actúan con fuerza entre los adultos mayores como queda reflejado en los ítems “Porque me hace sentir bien” (MD=9. 72; DE=. 735); “Porque el ejercicio hace que me sienta satisfecho” (MD=9. 49; DE=1. 00); “Porque haciendo ejercicio me siento muy bien” (MD=9. 70; DE=. 798). Otros motivos psicológicos relacionados el aumento del vigor y la diversión como “Porque el ejercicio me da energías” (MD=9. 24; DE=1. 57); “Para cargar baterías” (MD=8. 97; DE=1. 90) o “Porque el ejercicio me produce diversión” (MD=8. 55; DE=2. 60) se citan más entre los mayores que los motivos relacionados con la superación personal como “Para tener unas metas por las que esforzarme” (MD=7. 25; DE=3. 58); “Para probarme a mí mismo” (MD=6. 87; DE=4. 04) o “Para tener retos que superar” (MD=5. 00; DE=4. 20).  

 


Tabla 2. Motivos psicológicos


Motivos interpersonales

Los motivos interpersonales son los menos citados por las personas mayores como queda reflejado en la tabla 3. No buscan ser reconocidos socialmente, de hecho, no consideran que motivos como “Para demostrar a los demás lo que valgo” (MD=2. 27; DE=3. 28) o “Para comparar mis habilidades con las de los demás” (MD=3. 64; DE=3. 92) sean motivos de peso para realizar ejercicio. Tampoco contemplan el carácter competitivo de la práctica de ejercicio como motivo para ejercitarse, por lo que se observan puntuaciones bajas en motivos como “Porque me gusta intentar ganar cuando hago ejercicio” (MD=4. 07; DE=4. 18) o “Porque me divierte hacer ejercicio, sobre todo si hay competición” (MD=4. 40; DE=4. 08). Por otra parte, los mayores entrevistados observan la posibilidad de ampliar su red de apoyo social como motivo importante para realizar ejercicio, especialmente si se incluye el aspecto recreativo y de diversión como “Para disfrutar de los aspectos sociales del ejercicio” (MD=8. 15; DE=3. 04) o “Para divertirme haciendo ejercicio con otras personas” (MD=7. 81; DE=3. 22).  

 


Tabla 3. Motivos interpersonales

Motivos de salud

Como puede observarse en la tabla 4, las personas mayores consideran que la prevención de las enfermedades y el cuidado de la salud son motivos esenciales para la práctica de ejercicio. Así se observa en las altas puntuaciones que otorgan a motivos como “Porque quiero disfrutar de buena salud” (MD=9. 72; DE=. 755) o “Para mantenerme sano” (MD=9. 66; DE=. 978). Sin embargo, las urgencias de salud como puede ser “Para recuperarme de una enfermedad/lesión” (MD=4. 67; DE= 4. 52) no se consideran motivadores para la práctica de ejercicio.

 


Tabla 4. Motivos de Salud


Motivos corporales

El cuidado de la imagen corporal no parece ser un gran motivador para la práctica de ejercicio físico en la tercera edad como se puede observar en las puntuaciones de la tabla 5. Las personas entrevistadas dieron muy poca importancia a motivos como “Para parecer más joven” (MD= 3. 87; DE=4. 07); “Para mantenerme delgado” (MD=4. 37; DE=4. 14) o “Para estar más atractivo/a” (MD=4. 90; DE=3. 82). Otros motivos obtuvieron puntuaciones medias como por ejemplo “Para mejorar mi aspecto” (MD=6. 87; DE=3. 35).

 


Tabla 5. Motivos corporales


Motivos de forma física

Las personas mayores que se ejercitan manifiestan tener motivos relacionados con la mejora de su forma física para realizar ejercicio. De hecho, consideran importantes algunos motivos como “Para estar más ágil” (MD=9. 79; DE=. 749) y “Para mantener la flexibilidad” (MD= 9. 51; DE=. 990). También destacan, a pesar de presentar puntuaciones más bajas, motivos relacionados con el aumento de la fuerza y resistencia como “Para aumentar mi resistencia” (MD= 8. 88; DE=2. 24) o “Para ser más fuerte” (MD= 8. 01; DE=2. 92). Las puntuaciones de los diferentes motivos quedan reflejados en la tabla 6.

 


Tabla 6. Motivos de forma física


Discusión y conclusiones

Los resultados del análisis de los motivos iniciales por los que las personas mayores comienzan a realizar ejercicio físico muestran la importancia de sentirse apoyados para iniciar una conducta saludable. De esta manera, las personas de su entorno e incluso la figura del médico se convierten en canalizadores importantes a la hora de adquirir el hábito de ejercitarse físicamente. De hecho, la percepción de apoyo social ha sido identificado como un motivador esencial para la práctica de ejercicio físico en la tercera edad25. Por otra parte, el deseo de envejecer de manera activa es otro de los motivos más citados por los participantes de este estudio. Es importante destacar que la percepción que presentan las personas mayores entrevistadas con respecto al envejecimiento activo corresponde a la realidad de “llevar a cabo actividades” como es, en este caso, la práctica de ejercicio físico. De hecho, destacan algunas expresiones realizadas por estas personas como “Empecé porque me gusta estar activo” o “Empecé porque no quiero quedarme sin hacer nada mientras me hago mayor”. También queda patente la importancia de tener un pasado en el que se ha realizado ejercicio físico como motivador importante para ejercitarse.

Con respecto a los motivos por los cuales las personas mayores entrevistadas realizan ejercicio físico los resultados indican que estas personas refieren motivos intrínsecos como la diversión a la hora de realizar ejercicio y motivos extrínsecos autodeterminados como la prevención y el cuidado de la salud. Sin embargo, refieren menos motivos extrínsecos como la búsqueda del reconocimiento social. Estos resultados coinciden con los aportados por otros autores19. Las personas mayores manifiestan que sus motivos principales para la práctica de ejercicio están relacionados con el deseo de tener buena salud y prevenir enfermedades, así como aumentar su energía vital, además del hecho de que se divierten, disfrutan y se sienten bien realizando ejercicio. Cabe destacar la importancia que otorgan al cuidado de la forma física, especialmente de la agilidad y flexibilidad. En el caso de la tercera edad, la forma física va unida en gran medida al estado de salud puesto que se relaciona con su capacidad funcional, es decir, con la capacidad de realizar actividades de manera independiente. Nuestros resultados coinciden en gran parte por los obtenidos en otros estudios22, 23.

Los motivos psicológicos son identificados como fuertes motivadores para la práctica de ejercicio físico, en concreto el aumento del vigor o energía personal y el disfrute y la satisfacción personal al ejercitarse constituyen importantes motivos. Sin embargo la búsqueda de retos personales no se identifica como un gran motivador.  

Por otra parte, los motivos interpersonales adquieren representatividad si se trata de aumentar las redes de apoyo social y si interviene la variable de disfrute. Sin embargo, nuestros mayores no consideran que la búsqueda de reconocimiento social influya en la práctica de ejercicio físico. No buscan el reconocimiento de los demás y tampoco les interesa ser mejor que sus compañeros, restando importancia al posible carácter competitivo que puede generarse en un grupo que se ejercita conjuntamente.  

En el caso de los motivos relacionados con la salud nos ha llamado la atención que el cuidado de la salud no sea considerado por nuestros mayores como un motivo importante para iniciarse en la práctica de ejercicio pero adquiera un gran carácter motivador para aquellos que ya realizan ejercicio. Quizás pueda deberse al hecho de que las personas que ya se ejercitan han podido observar el efecto beneficioso del ejercicio sobre su estado de salud. También cabe considerar el hecho de que las personas de nuestro estudio han otorgado mayor importancia al cuidado de la salud y la prevención de enfermedades que a la propia curación de enfermedades ya existentes. Es posible que aquellas personas que realizan ejercicio muestran menos enfermedades que aquellos que se mantienen sedentarios.  

Con respecto a los motivos relacionados con la mejora de la imagen corporal como pueden ser el control del peso, la mejora de la silueta o el aumento del atractivo personal no son identificados como factores que motiven a los mayores a realizar ejercicio. No ocurre esto con los motivos relacionados con la forma física puesto que las personas mayores perciben que la mejora de la agilidad, flexibilidad, fuerza y resistencia constituyen motivos esenciales para ejercitarse. Como hemos comentado anteriormente, el cuidado de la forma física va muy unido a la salud física funcional en la tercera edad o a su capacidad para desempeñar actividades básicas e instrumentales de la vida diaria así como en su rutina diaria.

Estos resultados indican la importancia de trabajar motivadores intrínsecos y extrínsecos autodeterminados en la promoción del ejercicio físico en las personas mayores. Es importante destacar el carácter recreativo y el disfrute que supone la práctica de ejercicio así como sus beneficios relacionados con la prevención y el cuidado de la salud, la mejora de la forma física y la ampliación de redes sociales de apoyo a la hora de motivar a los mayores para que realicen ejercicio físico.

Este estudio supone una primera aproximación al análisis de los motivos por los que las personas mayores realizan ejercicio. A pesar de que los resultados no pueden generalizarse a toda la población mayor puesto que en nuestra muestra existe una actitud e intención de realizar ejercicio físico, los resultados sirven de orientación y de base para continuar el estudio de los factores que intervienen en la adquisición de conductas saludables como el ejercicio físico y de su práctica regular y continuada. Es necesario ampliar el estudio comparando los motivos en función del nivel de adherencia y su relación con otros factores que influyen en la práctica y adherencia al ejercicio físico en la tercera edad.


Referencias

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