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Bioética en fertilización asistida.

Autor/autores: Hebe Abrines de Sanvittori
Fecha Publicación: 01/03/2005
Área temática: Psicología general .
Tipo de trabajo:  Conferencia

RESUMEN

Como psicoanalistas no podemos desconocer la importancia de la educación en Bioética y Salud Mental. La educación moral ha sido tradicionalmente considerada opuesta, por sus fines a la educación científico-técnica. Los desarrollos de Freud, cuestionan los supuestos objetivistas de la psiquiatría positivista. Por ello el enfoque de los tratamientos psíquicos va a ser muy diferente según un enfoque anátomo-clínico o según el enfoque psicoanalítico.

Freud introduce al "sujeto con su patología" en la psiquiatría de entonces, oponiéndose al correlato objetivo entre signo y lesión anátomo-clínica. Pero para Freud la intervención del psicoanalista sobre el deseo, sólo se hará desde los lineamientos de la teoría y técnica que la sustentan y no desde una educación moral. Considero de suma importancia el colocar en primer término la cuestión de la ética al tratar acerca de la fertilidad asistida en su relación con el psicoanálisis. Surge en este sentido la necesidad de aclarar en que contexto nos estamos moviendo cuando reflexionamos acerca de la asistencia de última generación ofrecida a las parejas con problemas de fertilidad. Desde este punto de vista psicoanalítico entonces, no podemos dejar de interrogarnos ?que más? se esconde detrás de un síntoma de infertilidad. El apremio procedente de manifestaciones concientes de los pacientes, al cual responden sin titubear instituciones y profesionales a cargo de la oferta de fertilidad asistida, no siempre resulta en un aumento de la felicidad familiar, más allá del logro o no de un embarazo. Es por ello que el apelar a los conceptos bioéticos nos ayudará a reconocer los problemas que existan en nuestra práctica profesional y nos dará ciertas respuestas para su abordaje.

Palabras clave: Bioética, fertilización asistida


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Bioética en fertilización asistida.

Hebe Abrines de Sanvittori.

Médica psiquiatra. Miembro Titular en función didáctica de la APA. Argentina.

 

Resumen

Como psicoanalistas no podemos desconocer la importancia de la educación en Bioética y Salud Mental. La educación moral ha sido tradicionalmente considerada opuesta, por sus fines a la educación científico-técnica. Los desarrollos de Freud, cuestionan los supuestos objetivistas de la psiquiatría positivista. Por ello el enfoque de los tratamientos psíquicos va a ser muy diferente según un enfoque anátomo-clínico o según el enfoque psicoanalítico. Freud introduce al “sujeto con su patología” en la psiquiatría de entonces, oponiéndose al correlato objetivo entre signo y lesión anátomo-clínica. Pero para Freud la intervención del psicoanalista sobre el deseo, sólo se hará desde los lineamientos de la teoría y técnica que la sustentan y no desde una educación moral. Considero de suma importancia el colocar en primer término la cuestión de la ética al tratar acerca de la fertilidad asistida en su relación con el psicoanálisis. Surge en este sentido la necesidad de aclarar en que contexto nos estamos moviendo cuando reflexionamos acerca de la asistencia de última generación ofrecida a las parejas con problemas de fertilidad. Desde este punto de vista psicoanalítico entonces, no podemos dejar de interrogarnos ”que más” se esconde detrás de un síntoma de infertilidad. El apremio procedente de manifestaciones concientes de los pacientes, al cual responden sin titubear instituciones y profesionales a cargo de la oferta de fertilidad asistida, no siempre resulta en un aumento de la felicidad familiar, más allá del logro o no de un embarazo. Es por ello que el apelar a los conceptos bioéticos nos ayudará a reconocer los problemas que existan en nuestra práctica profesional y nos dará ciertas respuestas para su abordaje.



Introducción

Como psicoanalistas no podemos desconocer la importancia de los conceptos bioéticos en salud mental, en este caso en particular en la temática atinente a la fertilización asistida.

Surge en este sentido la necesidad de aclarar en que contexto nos estamos moviendo cuando reflexionamos acerca de la asistencia de última generación ofrecida a las parejas con problemas en la fertilidad.
En primer lugar, cuál es el período de tiempo transcurrido entre el intento de lograr un embarazo y su no realización, para considerar que una pareja es infértil, no habiendo problemas médicos concretos a la vista.
En segundo lugar, cuál es el rol específico que ocupa el dispositivo médico al enfrentar este problema.

Aquí aparecen nuestras principales preguntas: la infertilidad puede considerarse una patología? O una somatización histérica? Cuál sería su nivel de significación simbólica?
Las respuestas las iremos desarrollando en un campo donde se interrelaciona:la medicina, el psicoanálisis y la bioética.


Para ello partamos haciendo historia

Los desarrollos de Freud cuestionan los supuestos objetivistas de la psiquiatría positivista. Por ello el enfoque de los tratamientos psíquicos va a ser muy diferente según un enfoque anátomo-clínico o según el enfoque psicoanalítico. Freud introduce “al sujeto con su patología” en la psiquiatría de entonces, oponiéndose al correlato objetivo entre signo y lesión anátomo-clínica. Así, la intervención del psicoanalista sobre el deseo, sólo se hará desde los lineamientos de la teoría y técnica que la sustentan y no desde una educación moral.
Por otro lado, la temática del tiempo varía según la postura de cada profesional que aborde una práctica determinada. El tiempo médico tiene un ritmo distinto al filosófico, y aún dentro de la medicina no es lo mismo el tiempo de un cirujano al de un clínico, así como en salud mental el tiempo de un psicoanálisis difiere con el de la psiquiatría biologista.


Desarrollo

Cuando nos cuestionamos acerca del tiempo de espera que se toma en cuenta para considerar que una pareja es infértil, se verá cuan importante es no fijar un período generalizable a todas las parejas por igual. La singularidad de cada sujeto con su historia y la atemporalidad que rige en el inconciente fijan tiempos disímiles a la elaboración de sus conflictos.

El apremio procedente de manifestaciones concientes de los pacientes, al cual responden sin titubear instituciones y profesionales a cargo de la oferta de fertilidad asistida, no siempre resulta en un aumento de la felicidad familiar, más allá del logro o no de un embarazo. Tampoco debemos olvidar que la ambivalencia frente al deseo de hijo, así como la alternancia entre deseos de signo contrario, lejos de representar una característica patológica, forman parte de las reacciones comunes y esperables en cualquier pareja a punto de fundar una familia. Interpretarlas como si fueran patológicas, puede causar más daño que aquel que intenta combatir.


Rol del dispositivo médico

Tradicionalmente dábamos por sentado que el quehacer médico tenía como meta curar, aliviar o prevenir una patología determinada, ahora bien, cumplir con los deseos o llevar las fantasías del sujeto a la realidad no era un tema atinente a la medicina.

Hoy en día esta diferenciación ya no es tan clara, y denominamos con el término medicalización a las temáticas que, procedentes de otros territorios, se transforman en cuestiones a tratar por la medicina. Asi ocurre con la oferta de técnicas de fertilización, ante la demanda manifiesta de un hijo, sin tomar en cuenta el deseo inconciente, con los riesgos y consecuencias que conlleva.


Psicosoma: Campo analítico o campo biológico?

El psicosoma no es un cofre vigilado por el psicoanálisis; toda aproximación a los problemas de la somatización en el ser humano se encuentra en el cruce de varias disciplinas.
Consideraremos los usos y abusos que la mente hace del cuerpo, y sus diferentes formas.

Sabemos que Freud ha tomado en cuenta dos tipos de somatizacion: la histérica y la neurosis actual. siendo una, en cierto sentido lo contrario de la otra. En la histeria hay un salto del espiritu en el cuerpo, en la neurosis actual el salto va de lo somático a lo psiquico. Tanto una como otra tienen como trasfondo un conflicto sexual, pero la histeria está sustentada en una significación simbólica mientras que los conflictos actuales inciden en un cuerpo biológico, real. Después de la segunda tópica, el modelo se fue complejizando. Así, Joyce Mc. Dougall nos dice: “Después de la construcción de su modelo tópico, Freud llegó a encara la conversión y la identificación histérica como defensas resultantes de las fuerzas represoras del Yo y del superyo. De este modo a los síntomas de conversión se añadían todos los síntomas que utiliza el cuerpo para traducir las inhibiciones del ello, inhibiciones ligadas al funcionamiento somático, tales como la constipación, el insomnio, la anorexia, la impotencia, la frigidez, la esterilidad psicógena, manifestaciones consideradas actualmente como estrechamente vinculadas a la histeria de conversión. De todas maneras, son más “psicosomáticas” que las somatizaciones por conversión. Pero en relación con los síntomas psicosomáticos auténticos, tales como la rectocolitis hemorrágica, la hipertensión esencial, y la ulcera, se distinguen aún por el hecho de que todas están ligadas a la retención, mientras que estas últimas apuntan hacia el polo opuesto del hiperfuncionamiento de la descarga directa. ” (“El psicosoma y el psicoanálisis” en “Alegato por cierta anormalidad. ”)

Desde este punto de vista psicoanalítico entonces, no podemos dejar de interrogarnos “que más” se esconde detrás de un síntoma de infertilidad ya que la referencia a la “retención” se refiere a lo que se guarda sin permitirle salida. La experiencia clínica apunta también en esa dirección, ya que ni bien el dispositivo analítico se pone en marcha, comienza a operar un espacio de libertad para la expresión del deseo, espacio que permite la ambivalencia, las dudas y las fantasías paranoides referidas a la irrupción de un tercero en la pareja. Suele ocurrir que el alivio producido por la posibilidad de expresión de los temores y de las fantasías adversas al advenimiento del niño, faciliten sin otro tipo de intervención, el embarazo.


Conclusiones

Que el cerebro es el organo de la mente, los cientificos lo saben desde hace siglos, pero sólo hace algunas décadas, la naturaleza de la relación entre ambos(cuestión a la vez filosófica y psico-biológica)se ha convertido en un objeto de estudio científico. Un buen médico sabe que cada paciente le aporta no solo su enfermedad sino también sus frustraciones, sus angustias y sus catástrofes. El psicoanalista sabe que su analizando no es una pura estructura psicológica y que no está moldeado solo por la palabra, por ello tendrá que ver con que oido oye el cuerpo de sus analizandos y los mensajes simbólicos o mudos del cuerpo. Los avances en fertilizacion asistida nos ponen ante nuevos desafios de los que debemos dar cuenta. Por ello apelar a los conceptos bioéticos que dejen de lado actitudes paternalistas y favorezcan la apertura de una actitud de respeto a la autonomia del paciente, nos ayudará a equilibrar la ecuación entre desarrollo tecno-científico, los valores morales, así como los aspectos subjetivos esenciales a nuestra condición humana.


Bibliografía

1- Mainetti S. A. y Mainetti J. L. “Elementos de Bioética en psiquiatría y Salud Mental” Introducción a la psiquiatría. Editado por Manuel Suarez Richards. 2000.

2- Mc. Dougall Joyce, “Alegato por cierta anormalidad: El psicosoma y el psicoanálisis”, Ediciones Petrel, Barcelona, España, 1982.

3- Abrines Hebe y Goldschmidt Judith, , SDG La pareja infértil, Congreso Internacional de psicoanálisis, N. Orleans 2004.

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