Los médicos de Salud Mental avisan de que cuando pase la etapa más crítica del coronavirus llegará «otra epidemia»: la de las enfermedades psiquiátricas. «Las depresiones y otras patologías se multiplicarán por dos tras estas semanas», avanza José Manuel Montes, jefe de sección de psiquiatría en un hospital madrileño.
«Estos días se consume más alcohol y hay alteraciones en la alimentación. Se consumen más grasas, más azúcares rápidos… Las personas tienen ansiedad y se sufre el aislamiento social y físico que influye también en la salud mental», expone por su parte el doctor José Ángel Arbesú, miembro del comité de la Estrategia Nacional en Salud Mental del Ministerio de Sanidad.
Estos expertos señalan que el riesgo de enfermar es transversal: afectan tanto los contagiados que superen la enfermedad, como las familias de personas fallecidas por coronavirus, como los sanitarios y como la población en general que padecen serios problemas como la pérdida del trabajo. En un encuentro virtual de la Sociedad Española de Médicos de atención Primaria (SEMERGEN) indican además que un problema importante es el abuso de ansiolíticos y psicofármacos.
En este punto, José Manuel Montes subraya que es «la incertidumbre» lo que provocará esta «epidemia». «Aunque tenemos pocos datos, sí que
sabemos que después de estas situaciones de epidemias, de sufrimiento
a nivel social, se multiplican por dos prácticamente los problemas de ansiedad y depresión», expone este experto.
El duelo no superado es uno de los causantes de las enfermedades mentales.
Agrega que ya en la atención Primaria estos casos eran «tremendamente numerosos» y ahora, como mínimo, «se duplicarán estos trastornos mentales leves y graves». «Esta situación estresante a cada uno le afecta de una manera distinta, pero a las personas vulnerables especialmente», manifiesta. Una clave son los duelos. «No hay que tener miedo a llorar», recomiendan sobre esta cuestión.
Entre la población de riesgo el doctor Vicente Gasull menciona a los sanitarios. Alude a un estudio realizado en China con más de 1. 000 profesionales de la salud, donde el 54% presentaba síntomas de depresión; el 45%, ansiedad y el 35%, tensión.
Miedo a contagiarse
Además de la falta de dinero y el desabastecimiento de medicamentos y comida, estos médicos apuntan al grave problema del aislamiento y el autocuidado. «El paciente también tiene miedo incluso a que el propio sanitario se enferme, se puede perder este contacto para evitar ser contagiado», explica este experto apuntando a la estigmatización de algunos colectivos.
Profesionales sanitarios trabajando contra el coronavirus.
«Otro de los riesgos es que en muchas ocasiones nos creemos que tenemos que solucionar todos los problemas. Esto nos lleva a una autoexigencia que puede llevar a una ansiedad y a una mayor vulnerabilidad. Y ahí está el riesgo de caer en un trastorno mental», afirma el doctor Gasull.
Se puede igualmente llegar a caer en «la paranoia». «Nos invade el temor extremo de llevar el virus a casa. Hay que afrontar ese miedo con las mismas herramientas con las que antes combatíamos ese sentimiento. Lo único que va a hacer esto es provocarnos mayor angustia, mayor malestar, e incluso distorsionar totalmente la percepción de la realidad. Hay que tratar de evitar obsesionarse con el tema», remarca este médico valenciano.
También están los niños y los adolescentes, más aún si sufren trastornos previos. «Me sorprende lo bien que en general lo están llevando», apunta José Manuel Montes.
«Lo olvidaremos pronto»
A preguntas sobre si después de esta crisis la sociedad saldrá más fuerte, este doctor es «pesimista». «A medio y corto plazo vamos a tener más problemas de salud mental a nivel global. Por desgracia, siempre que han ocurrido este tipo de situaciones, el recuerdo dura poco quizá por un mecanismo evolutivo positivo. Nos olvidamos enseguida y volvemos rápidamente a nuestros hábitos», sostiene para remarcar lo «fundamental» que es «aprender de esta experiencia en todos los sentidos».
Sobre este tema, el doctor Sergio Minue señala que la atención Primaria es clave en este tema. «Creo que los profesionales de atención Primaria tienen una asignatura pendiente con la Salud Mental porque, entre otras razones, nos hemos acostumbrado, por tener consultas de cinco minutos, a que la alternativa natural es el psicofármaco. Pero esto no se va a resolver sólo con psicofármacos y evidentemente la cuestión del acceso a un psicólogo, a la psicoterapia, o algo similar es caro», expone.