El objetivo de este trabajo fue investigar el conocimiento del concepto genérico de locura, desde la perspectiva de personas sin conocimiento alguno del tema. ¿Hasta qué punto se conoce lo que es un Centro hospitalario psiquiátrico, antiguamente manicomio? ¿Qué función piensa la gente que tienen los manicomios para los pacientes ingresados? ¿Qué concepto se tiene de un loco desde el mundo exterior referente a este tema, es tan real como se imagina o sigue existiendo una mitificación del vocablo? Se trata de determinar a través de un cuestionario abierto de tres preguntas claves a 25 personas escogidas al azar si es real y perdura el hecho de que cuando una persona ingresa en un centro psiquiátrico, es un loco y no se asocia a enfermedad mental ni patología por desconocimiento del tema.
Se pretende cotejar estos conceptos entendidos de una manera dentro del ámbito psiquiátrico dado por el propio conocimiento y experiencia en el tema, y de un modo completamente diferente desde fuera. ¿Cómo se percibe? ¿Cómo nos influye? ¿Cómo les influye a los pacientes? Se pretende, paralelamente al análisis de los resultados, incluir una serie de controversias, que se nos van generando al mismo tiempo y que nos permiten hacernos preguntas directas sobre los mismos. Para poder ser empleados estas cuestiones en nuestro trabajo enfermero, y nos permitan poder entender y generen discusión para compartir el conocimiento del desconocimiento.
“HAY MÁS FUERA QUE DENTRO”: REFLEXIONES SOBRE EL DESCONOCIMIENTO DE LA enfermedad MENTAL, DEL LOCO Y EL manicomio.
INTRODUCCIÓN:
¿Hasta que punto se conoce lo que es un Centro hospitalario psiquiátrico, antiguamente manicomio? ¿Qué función piensa la gente que tienen los manicomios para los pacientes ingresados? ¿Qué concepto se tiene de un loco desde el mundo exterior y profano en este tema, es tan real como se imagina o sigue existiendo una mitificación del vocablo? ¿ La descripción del mismo podría resultar incluso más curiosa?
Los profesionales que trabajamos en el ámbito de la psiquiatría, lo vivimos como un día a día cualquiera. Se trata de una enfermedad común, con una gran incidencia en la actualidad, que abarca a un número cada vez más amplio de personas y que engloba edades muy dispersas.
No entendemos la locura como un hecho aislado, ni raro, ni despectivo, ni fuera de lo común. Son personas que padecen afecciones mentales diversas, que en un momento determinado, y debido a determinadas circunstancias les obliga a estar ingresadas en una unidad de hospitalización de corta estancia en salud mental, por un periodo de tiempo.
Se puede entender este tipo de ingreso, que en cualquier otra enfermedad o centro hospitalario se vería como un hecho normal, aquí se ve como una RECLUSIÓN, ya que la LOCURA, no nos engañemos, es un estigma.
Cuando una persona ingresa en un centro psiquiátrico, no es un paciente mental, para la gente que desconoce el tema, o tampoco tiene para ellos una enfermedad, en la mayoría de los casos es simplemente un LOCO.
Estos conceptos, dentro de la autoridad que nos concede el conocimiento y la experiencia en el tema, y de nuestro trabajo lo entendemos de un modo completamente diferente. Pero, i desde fuera ¿cómo se percibe?
OBJETIVO:
La investigación consta de dos objetivos delimitados. En primer lugar descubrir el conocimiento que se tiene de la salud mental desde el punto de vista no profesional, en personas totalmente ajenas del mismo y en segundo término generar controversias para desmitificar el tema de la locura y el estigma que genera.
PLANTEAMIENTO DE ESTUDIO Y METODOLOGIA:
Estudio observacional, transversal, cualitativo-cuantitativo en una muestra de 25 personas a través de una serie de preguntas abiertas. Se utilizará fundamentalmente metodología cuantitativa en base a cuestiones dirigidas a indagar sobre su sistema de conocimiento y opinión personal en el ámbito de la enfermedad mental, a través de: entrevistas individuales centradas en tres preguntas fundamentales y posterior análisis del contenido del discurso.
Se realizó un cuestionario a 25 personas de edades comprendidas entre los 16 y 47 años, de los cuales 9 fueron mujeres y el resto hombres. Se hizo a través de 3 preguntas abiertas, para poder dar forma de expresión y no limitar a los conocimientos previos de que disponemos los especialistas. En la muestra de personas escogidas, no se ha considerado según el tipo de trabajo, ni zona de domicilio, ni situación, ni nivel socio laboral o situación personal. Ha sido completamente aleatorio.
Se han seleccionado del total de personas participantes de la muestra 6 de los que se han considerado más interesantes, más entendedoras y que engloban casi en un total del resto de respuestas. Ha resultado algo complicado, ya que al tratarse de respuestas abiertas resulta difícil hacer la selección para intentar evitar sesgos a la hora de la recogida de los datos, y de este modo su análisis sea lo más objetivo posible
Se ha optado por la realización de una trascripción lo más literal posible para obtener una visión también lo más parcial y neutra posible de los mismos. Se intenta evitar, de este modo cualquier posibilidad de interpretación subjetiva de los mismos. Paralelamente al análisis de los resultados, se ha ido incluyendo una serie de controversias, que se van generando al mismo tiempo, y que nos permiten hacernos preguntas directas sobre los mismos.
Las respuestas han sido muy variadas, pero no ha habido una diferenciación clara entre hombres y mujeres, ni tampoco grupos de edad. Tendrá más que ver con el nivel de conocimientos previos del tema, como el hecho de alguna experiencia personal, familiar, o alguien ingresado en un centro de estas características. El desconocimiento total es difícil, así como también resulta difícil que no existan unas ideas prefijadas del mismo. Hay personas, que al responder, manifiestan lo que se ha mitificado en las películas o bien se ha leído en los libros. Hay mucha mitología a lo que se refiere a estos enfermos desde el desconocimiento que se ve en las respuestas de las diferentes preguntas en la mayoría de los casos
Las tres preguntas del cuestionario fueron: ¿Qué entiendes por manicomio? ¿qué función crees que tiene un manicomio? Y por último ¿ Qué es un loco y cómo lo describirías?
ANÁLISIS DE RESULTADOS: CONTROVERSIAS.
Sobre la primera pregunta: ¿Qué entiendes por manicomio?
En la primera respuesta reflejan que “en general se habla de que es un hospital donde tratan a gente con desequilibrios mentales”. Ante esta respuesta, desde nuestra perspectiva profesional nos podríamos preguntar al mismo tiempo ¿qué se entiende por desequilibrio mental?.
En otra respuesta obtenemos “que se trata de un hospital psiquiátrico en el que residen de forma temporal personas que precisan un control o tratamiento psicológico”. Aquí nuevamente plantearíamos una nueva pregunta, ¿sí la gente diferencia entre tratamiento psiquiátrico y psicológico? Y podríamos cuestionarnos nuevamente ¿la gente piensa que una alteración psicológica nos lleva a un ingreso en un centro psiquiátrico?
Nos dicen en otro caso “un manicomio es un lugar donde se recluye a personas con disfunciones psíquicas, que por su seguridad y la de la gente de su entorno no se los puede dejar en libertad”. Nos planteamos tras la respuesta tres temas curiosos, por un lado el de la disfunción psíquica, y la asociación de la propia seguridad y la del exterior. Esta seguridad, ¿iría directamente relacionada con el hecho de necesitar una falta de libertad? Osea, es el manicomio ¿un centro de reclusión de libertad para el control de la seguridad propia o ajena?.
“Un manicomio es un lugar donde intentar quitar las manías de los que tienen”. Aquí el concepto va dirigido como mitificación del propio concepto en su grado máximo ya que se asocia manicomio a manías, y ¿Quién de nosotros no tiene manías?. “Un manicomio, creo que un manicomio, es un centro donde se tratan problemas de salud mental en un estadio determinado”. Pero, ¿qué estadio es?. Lo que queda claro, es que desde fuera se engloban todo tipo de enfermedades mentales como una sola, y la única diferenciación es el grado en que este se presenta, a entender, según sea grave hará que se produzca su ingreso hospitalario o no.
Por último, es definido como “Un hospital para tratar las enfermedades mentales”. Sería en este caso, la respuesta más concisa, más concreta, menos aventurada y sin duda la que más se acerca a la realidad profesional.
Sobre la pregunta: ¿Qué función crees que tiene un manicomio?.
En una primera respuesta nos confirman que “ la función de un manicomio es intentar centrar a las personas a través de la medicación o tratamientos psiquiátricos”. Resulta curioso el hecho de, intentar centrar, ya que directamente se generaliza y se piensa que el loco, es un persona descentrada. Pero, ¿qué significa estar descentrado? ¿Con la realidad, con el entorno? Aquí si podriamos hacer esta reflexión de que “hay más fuera que dentro”.
La medicación o tratamiento psiquiátrico, con una clara diferenciación es otro tema incluido en la respuesta ¿Es diferente el tratamiento de la medicación? Y, sí así fuera, ¿qué es el tratamiento para la persona con desconocimiento del tema?.
Vamos dejando preguntas abiertas que posteriormente intentaremos centrar en el análisis de resultados. Otra respuesta es “un manicomio es un lugar donde residen de forma temporal o para siempre pacientes que precisan un control y tratamiento psicológico”. De nuevo nos volvemos a encontrar que el ingreso es para controlar y nos podemos preguntar ¿sólo ingresan en estos centros personas descontroladas? Y si fuera así, ¿Qué significa control?. Se asocia nuevamente al tratamiento psicológico, no psiquiátrico, no medicamentoso, no psicoterapéutico, ¿Y la función de la enfermera? O es que, el hospital psiquiátrico ¿se encuentra sólo lleno de psicólogos?.
Una nueva respuesta nos dice que “es un lugar donde tratar a estas personas para permitir su reinserción en la sociedad”. Respuesta nuevamente, concreta y real. Habla de personas, no de locos, ni enfermos mentales de una forma despectiva. Ya es un avance fundamental hacia la normalidad. Cualquier paciente, de cualquier hospital, de cualquier diagnóstico es una persona, y como tal ha de ser tratada.
Y finalmente “la función de un manicomio es la reinserción en la sociedad”. No habla del problema, sino del objetivo, del fin, que en definitiva es este. Y añadiríamos, que dentro de la mayor brevedad posible, durante el mayor tiempo posible y de la forma más duradera posible.
Otra respuesta “un manicomio aparte de la función curativa y/o paliativa. Tiene mayoritariamente una función almacenativa y separativa. Aislar del mundo normal a los que creen que viven en un mundo anormal”. Esta respuesta estará directamente relacionada, con un gran número de pensamientos de este tipo y con la influencia externa que se ha tenido de los medios de comunicación y audiovisuales del antiguo manicomio y la camisa de fuerza. Que, aunque difícil de creer, para algunos es aun real. En tiempos remotos esta era la idea: Función curativa y paliativa. ¿El enfermo mental se puede curar, o ha de aprender a que su remisión y mantenimiento se encuentra directamente relacionado con la medicación y los correctos seguimientos ambulatorios de su enfermedad? ¿Cuándo un paciente mental se considera curado, no es cuando abandona el tratamiento y vuelve a recaer? Paliativos, son los cuidados de pacientes crónicos, pero en psiquiatría es difícil.
“La función almacenativa y separativa”. Resulta una respuesta muy dura, sobretodo cuando estamos hablando de personas. No podemos almacenar seres humanos, y menos separarlos del entorno. Es más, el paciente psiquiátrico que se recupera con una mayor prontitud, es aquel que inicia una más temprana y mejor vinculación de su propio entorno.
“Separación del mundo normal”, y se podría preguntar ¿qué es el mundo normal? ¿No es acaso, para ellos normal su propio mundo en algunos casos? El hecho de que tengan ideas distorsionadas de la realidad no los hace más agresivos que otros. Nos podríamos preguntar, ¿podrían vivir en el mundo, sí no se meten con nadie? Y ¿los agresivos que viven en el mundo no deberían estar almacenados y separados? A veces llegamos un poco tarde.
“La función de un manicomio, en lo posible es mejorar y curar dichos problemas”. Y la respuesta que se ocurre en este caso es que sí, la mejoría, mínima en un principio y franca a posteriori es el principal objetivo. La curación es más difícil, aunque existen remisiones a muy largo plazo. Incluso, pacientes que ingresan en una sola ocasión y no vuelven a ingresar. ¿Se podría decir que ya están curados? Posiblemente sí, pero en definitiva es porque se saben cuidar o los cuidan adecuadamente.
Por último, “la función de un manicomio es intentar, dentro de las posibilidades de cada paciente, que su vida sea lo más normal posible”. Y podríamos decir, que ha dado en el clavo, nos hemos de acercar a la normalidad global, pero sin olvidar la propia normalidad. Cada persona es un ser diferente e independiente, y lo que es normal para uno puede que no sea normal para otros. Pero, ¿no nos podrían ingresar a todos en un momento dado en un manicomio, por este motivo?.
Y por último a la pregunta ¿qué es un loco? ¿cómo lo describirias?.
Juntaremos las dos cuestiones, ya que en la mayoría de los casos no se ha hecho una diferenciación explicita a la hora de separar las respuestas. La descripción ha sido incluida en muchos casos en la primera pregunta.
En primer lugar han contestado “un loco es una persona que no controla sus actos, ni sus palabras”. En una primera aproximación podría parecer correcto ya que locura, sería el equivalente a descontrol, a camisa de fuerza, a habitación acolchada y cerrada con llave, a electroshock, entre otros. Pero, ¿hay individuos fuera que no controlan sus actos?¿hay individuos fuera que no controlan sus palabras? ¿cuántas veces pensamos, he sido demasiado impulsivo es que no he controlado mis actos? ¿Cuántas veces no controlamos nuestras palabras y hemos de pedir disculpas cada vez? ¿cada dia?.
“Un loco es una persona cuya mente sufre una patología que provoca en él, un comportamiento anormal, que en casos extremos, puede resultar peligroso para el resto de la sociedad”. Y seguimos, entendiendo toda la locura como comportamiento anormal y peligroso para el resto de la sociedad, y ¿una persona que ha intentado, o piensa seriamente en el suicidio, es peligrosa para el resto de la sociedad, o para ella? ¿debemos no ingresarla?.
La concepción es muy amplia, el desconocimiento nos hace juntar loco con peligro para la sociedad, y podemos hacer incidencia en que este peligro puede estar a la salida de una discoteca, en el metro, entre la adolescencia, en el patio de un colegio, o en la propia casa. ¿Nos ingresamos todos?
Otra definición sería “una persona que tiene sus funciones psíquicas alteradas” “es inestable y peligroso para él y para su entorno”. Muchos pacientes mentales tienen sus funciones psíquicas alteradas, pero no necesariamente ha de ser peligroso para él, o para su entorno. No nos engañemos, en fases agudas de una crisis psiquiátrica es posible y más que probable. Pero, no se puede generalizar, muchas patologías con funciones psíquicas alteradas no son potencialmente peligrosas y sí lo pueden ser con funciones psíquicas conservadas. Como los trastornos de personalidad o las toxicomanías.
Cada vez, podemos afirmar, que hay más personas con una cierta impulsivita, ya sea debido al ritmo de vida o a los hábitos cotidianos, con grados de estrés muy elevados, grados de ansiedad que imposibilitan grados de descontrol desmesurados. Los maltratadores no denunciados, que acaban en un manicomio por heteroagresivos ¿tienen las funciones cognitivas alteradas? ¿dejan que sus impulsos les guíen? O ¿les importan bien poco los otros? ¿los ingresamos?.
Nos encontramos otra respuesta con otro enfoque, “un ser que razona de forma diferente a como lo hace la mayoría de personas, razona o se comporta, incluso puede ser que no razone. Parecerá que no razone, pero lo hace, desde su punto de vista”. La idea es compleja, cuesta de entender, pero parece muy acertada. La única cuestión, es que estamos definiendo la esquizofrenia y parece que la locura va asociada a la esquizofrenia. Podríamos decir, que ahora mismo son los que menos ingresan y las mejores personas, ya que aunque no actúen correctamente es simplemente porque están enfermas.
Otra definición es la que nos habla “de que un loco es una persona, que por su funcionamiento de su sistema nervioso percibe la realidad de una forma diferente a la mayoría de la gente. A dicha mayoría se la considera normal”. Y que ¿es la normalidad? ¿cada uno tenemos nuestra propia normalidad? Sí que existen personas diferentes, pero para él han de resultar reales. Puede vivir con ello incluso el resto de su vida, sino se mete con nadie.
El sistema nervioso central, lo alteran los tóxicos, las pastillas de diseño, la bebida, entre otros y cada vez hay más y más jóvenes. Estos llegan a meterse posiblemente más y más veces con la gente. Pero y, ¿sí supieran que por este camino sí que llegarían a un estado de irrealidad, tal vez crónico? Pero, la realidad es bien diferente ¿a mí no me va a pasar nada?
Finalmente “un loco es una persona que tiene trastornada su mente en mayor o menor grado. Actúa de una manera incoherente y no se adapta a la sociedad”. Es una buena definición para acabar. ¿Cuál es el motivo? No nos interesan ¿los tóxicos, la enfermedad? La mente se trastorna y no se adaptan a la sociedad. Sólo vive en la sociedad el que se adapta a ella.
CONCLUSIONES/CONTROVERSIAS VERSUS DISCUSION:
No se ha pretendido llegar a unas conclusiones concretas, solamente darnos cuenta que no conocemos al loco ni la locura. No conocemos al paciente psiquiátrico ni a la enfermedad mental. En general se puede ver un cierto temor sí leemos entre líneas, todo lo desconocido causa temor, más si proviene de la mente y más aun sí proviene de las propias personas. Por que tal vez un día, una de esas persona podríamos ser uno de nosotros. Desconocemos el tipo de enfermedades mentales, y curamos al loco aislándolo de nosotros, o tal vez ¿somos nosotros los que nos queramos protegernos de ellos, pero, por que motivo debiéramos protegernos?.
Y sí explicásemos que la depresión es un tipo de enfermedad mental, cuántos de nosotros “no nos hemos sentido depresivos” en alguna ocasión. Y, si dijésemos que el estrés es otro tipo, quien se salva de ello, quien se salva de síntomas como el insomnio, la inquietud, la irritabilidad, las ganas de llorar, la rabia contenida, las palabras fura de tono, que son riesgos de heteroagresividad. Estos síntomas, nos estarían indicando ¿Qué tal vez estemos iniciando algún cuadro de tipo psiquiátrico?.
Después de haber realizado este análisis, se han originado muchas preguntas, algunas de ellas han pretendido abrir nuevos horizontes para entender la enfermedad mental. La patología psiquiátrica no se encuentra necesariamente ligada a la agresividad, y decir que posiblemente, desde esta perspectiva “hay más fuera que dentro”. Pero, podríamos incluso rizar el rizo y preguntarnos ¿y a mí, en algún momento me ha pasado algo de esto? Y podríamos preguntarnos, tal vez ¿Debería haber sido yo, en algún momento de mi vida, el que debería haber estado dentro?.
BIBLIOGRAFIA:
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4. Henderson V. Principios básicos de los cuidados de enfermería. Ginebra: consejo internacional de enfermeras; 1971.
5. NANDA-II: Diagnósticos Enfermeros: definiciones y clasificación, 2009-2011. Ed Elsevier 2009.
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Institucionalización y vida en los manicomios
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Del manicomio a la rehabilitación.
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