La literatura teórica en el área de los trastornos alimentarios ha sugerido una relación entre TCA y emociones. Las iniciales teorías Psicodinámicas de la anorexia (Bruch, 1973) han atribuido el trastorno a un déficit en la percepción y expresión de las sensaciones corporales internas asociadas a la actividad emocional. Más tarde, los modelos cognitivos (Herman y Polivy, 1980) describieron el efecto disruptivo que las emociones fuertes ejercían en los individuos sometidos a una restricción alimentaria, así como también se ha destacado el papel de las creencias o pensamientos negativos relacionados con el peso y la forma corporal como responsables directos del trastorno anoréxico (Vitousek, 1993). Estos postulados teóricos han conducido a clínicos e investigadores al estudio de la experiencia emocional en los sujetos con patología alimentaria.
Diferentes investigadores en el área de los trastornos de la alimentación han propuesto formulaciones que explicarían los trastornos alimentarios y su sintomatología asociada como una forma de establecer autocontrol sobre estados emocionales desagradables. Swift y Letven (1984) por ejemplo, observaron dificultades entre los pacientes bulímicos para relajarse en estados de tensión. Incapaces de alejarse de la sobreestimulación e incapaces de calmarse, los bulímicos son sensibles a padecer una tensión interna intolerable y una sensación de vacío interior. La secuencia bulímica típica ? dieta restrictiva, atracón, vómito, relajación y repudiación ? aliviaría la tensión interna que sufren estos pacientes. Como se mencionó previamente, la reformulación de los trastornos de la conducta alimentaria como déficit de regulación afectiva fue anticipada por Bruch en su énfasis de que los comportamientos alimentarios anómalos asociados a la anorexia y bulimia nerviosas eran secundarios a déficits en el desarrollo de la personalidad caracterizado principalmente por una deficiente capacidad para identificar y reconocer cognitivamente las sensaciones corporales y los estados emocionales.
Procesamiento emocional en trastornos de la conducta alimentaria.
María Guadalupe Pombo Carril.
[3/2/2003]
Procesamiento emocional en TCA
La literatura teórica en el área de los trastornos alimentarios ha sugerido una relación entre TCA y emociones. Las iniciales teorías Psicodinámicas de la anorexia (Bruch, 1973) han atribuido el trastorno a un déficit en la percepción y expresión de las sensaciones corporales internas asociadas a la actividad emocional. Más tarde, los modelos cognitivos (Herman y Polivy, 1980) describieron el efecto disruptivo que las emociones fuertes ejercían en los individuos sometidos a una restricción alimentaria, así como también se ha destacado el papel de las creencias o pensamientos negativos relacionados con el peso y la forma corporal como responsables directos del trastorno anoréxico (Vitousek, 1993). Estos postulados teóricos han conducido a clínicos e investigadores al estudio de la experiencia emocional en los sujetos con patología alimentaria.
Diferentes investigadores en el área de los trastornos de la alimentación han propuesto formulaciones que explicarían los trastornos alimentarios y su sintomatología asociada como una forma de establecer autocontrol sobre estados emocionales desagradables. Swift y Letven (1984) por ejemplo, observaron dificultades entre los pacientes bulímicos para relajarse en estados de tensión. Incapaces de alejarse de la sobreestimulación e incapaces de calmarse, los bulímicos son sensibles a padecer una tensión interna intolerable y una sensación de vacío interior. La secuencia bulímica típica – dieta restrictiva, atracón, vómito, relajación y repudiación – aliviaría la tensión interna que sufren estos pacientes.
Como se mencionó previamente, la reformulación de los trastornos de la conducta alimentaria como déficit de regulación afectiva fue anticipada por Bruch en su énfasis de que los comportamientos alimentarios anómalos asociados a la anorexia y bulimia nerviosas eran secundarios a déficits en el desarrollo de la personalidad caracterizado principalmente por una deficiente capacidad para identificar y reconocer cognitivamente las sensaciones corporales y los estados emocionales.
Déficit en el procesamiento Cognitivo de las emociones en TCA
A pesar de las múltiples investigaciones centradas en el estudio de las características biológicas, conductuales y sociodemográficas, el estudio de la experiencia emocional en los sujetos con TCA es todavía limitado. Como un intento de profundizar en el estudio de esta correspondencia establecida entre TCA y emociones se ha comenzado a investigar la relación entre anorexia nerviosa y alexitimia (Bourke y colbs, 1985; Bourke y colbs, 1992; Cochrane y colbs, 1993; Schmidt y colbs, 1993; Taylor y colbs, 1996; Laquatra y colb, 1994). Aunque de momento son pocos los trabajos llevados a cabo con el propósito de examinar directamente esta relación, los resultados de este grupo de investigaciones coinciden a la hora de señalar que los sujetos que presentan o padecen algún tipo de trastorno alimentario acusan más esta característica, son más alexitímicos que aquellos que pertenecen al grupo control, concretamente presentan una mayor dificultad para identificar y describir lo que sienten.
Estos déficits de conciencia de las emociones sugiere un déficit en la identificación, comprensión y experiencia subjetiva de los estados emocionales, pero todavía es necesario validar si la alexitimia dentro de los trastornos de alimentación está asociada con una incapacidad para reconocer emociones y este es un fenómeno puramente verbal. La TAS como instrumento por excelencia para el estudio de la alexitimia es un cuestionario de autoinforme que evalúa directamente la capacidad de un individuo para identificar y describir emociones, habilidades, en un principio, carentes en este tipo de sujetos. Si la alexitimia sólo engloba déficit en el lenguaje emocional a nivel verbal, el reconocimiento de emociones no-verbales estaría intacto en este tipo de sujetos.
Reconocimiento Emocional no-verbal en TCA
Centrándonos más en un nivel perceptivo del reconocimiento emocional, encontramos el trabajo de Zomevylle – Blender y colbs. (2001) quienes en una muestra de 30 sujetos con trastornos alimentarios (16 con anorexia, 8 bulimia y 6 trastorno no especificado) y 31 sujetos control, además de observar una puntuación alexitímica superior en el grupo clínico observaron que los sujetos con problemas alimentarios tenían mayor dificultad a la hora de reconocer expresiones emocionales faciales y emparejarlas con emociones escritas.
Kucharska-Pietura y colbs. (2002) en un estudio similar observaron diferencias significativas entre un grupo de 30 anoréxicos (23 restrictivas y 7 purgativas) y un grupo control a la hora de reconocer expresiones faciales negativas en una modalidad visual y auditiva. Concretamente los sujetos anoréxicos tenían más dificultad para identificar emociones de tristeza y miedo.
Como consecuencia, el objetivo de este trabajo consiste en evaluar la dificultad de individuos que padecen AN o BN para reconocer emociones utilizando diferentes modalidades de reconocimiento emocional, combinando estímulos y respuestas verbales y no-verbales.
Método
Muestra
La muestra estaba formada por 21 mujeres con AN, 24 con BN y un grupo control de 27 mujeres sin historia previa o actual de patología alimentaria. Como puede observarse en la tabla, la edad media del grupo AN fue 31. 16 , para el grupo BN 28. 58 y 34. 17 para el grupo control. El I. M. C. fue 16. 07, 22. 09 y 23. 33 respectivamente para AN, BN y GC.
Tabla 1
Instrumentos de Medida
Perception Affective Task (PAT).
El PAT es un instrumento que evalúa la capacidad de un individuo para identificar 7 emociones diferentes en 4 subescalas o tareas. Las Respuestas consisten en escoger de entre 7 emociones diferentes la adecuada para cada ítem. En la primera tarea, el sujeto tiene 49 frases (estimulo) con un contenido emocional implícito. El individuo tiene que leer cada una de las 49 frases y seleccionar de una lista de 7 palabras que denotan emoción (Happinness , sadness, fear, disgust, anger , surprise y neutral) aquella que mejor se adecue a cada situación (respuesta). En la tarea II, el sujeto tiene las mismas frases que en la tarea I, pero en este caso ha de emparejar el contenido de la frase con una de las 7 expresiones emocionales que se le presentan y que denotan la misma emoción que las palabras presentadas en la tarea I. En la tarea III, al individuo se le presentan 60 fotografías de caras representativas de 6 emociones que el sujeto ha de emparejar con la palabra emocional característica de cada uno de los 6 estados emocionales. En la última tarea, tarea IV, el sujetos volvería a examinar las 60 fotografías anteriores y tendría que emparejarlas con una situación (imagen) representativa de los estados emocionales característicos.
Las variables dependientes que se utilizaron para valorar el procesamiento cognitivo de las emociones fue: reconocimiento emocional. El rendimiento se valoró teniendo en cuenta el número de aciertos:
1. Frase – palabra, el sujeto leía una frase y tenía que asociarla a una palabra con contenido emocional. [PAT1]
2. Frase – cara, el sujeto leía la misma frase pero tenía que asociarla a una expresión facial. [PAT2]
3. Cara – palabra, el individuo veía una cara y tenía que emparejarla con una palabra con contenido emocional. [EKM1]
4. Cara – situación, visualizando las mismas caras el sujeto tenía que escoger entre 6 situaciones diferentes y emparejarlas con la cara. [EKM2]
Resultados
Reconocimiento Emocional Global
Como puede observarse en el gráfico, no se observaron diferencias significativas en el reconocimiento emocional entre los 3 grupos. Esto parece indicar que los sujetos con patología alimentaria no tendrían mayor dificultad que el grupo control para identificar estados emocionales en general.
Gráfico 1
Reconocimiento Emocional Positivo y Negativo
De acuerdo con los trabajos previamente publicados dividimos los estimulos emocionales en negativos, neutros y positivos. De este modo observamos diferencias significativas entre el grupo con TCA y el GC en algunas de las tareas.
Como podemos observar a partir del gráfico, los sujetos no presentan diferencias en la percepción de estímulos neutros o negativos, pero el grupo BN identificó con mayor exactitud emociones positivas en la tarea no-verbal / verbal (EKMI) . Mientras que en tareas puramente verbales (PATI), el grupo BN tiene mayor dificultad para identificar estímulos positivos frente al grupo AN o al GC.
Gráfico 2
Conclusiones
A nivel general, los sujetos con TCA no difieren de los sujetos control en su capacidad para reconocer emociones verbales o no verbales.
De modo más específico, los sujetos con patología alimentaria no difieren del grupo control en su capacidad para identificar emociones neutras o negativas. Sin embargo, se observaran diferencias significativas entre el grupo BN y el grupo AN y Control. Los sujetos Bulímicos rinden mejor en el reconocimiento de emociones positivas en las tareas puramente verbales y en la tarea no-verbal / verbal.
A diferencia de lo hasta ahora hipotetizado en los trabajos sobre alexitimia, los sujetos que presentan o padecen alguno de los TCA parecen tener una representación cognitiva adecuada de la información afectiva y responden / reconocen de forma apropiada las convecciones lingüísticas concernientes a las emociones.
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