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La frenología: Captura topográfica de la conducta humana. (Un ejercicio para una Historia de la Mente.)

Autor/autores: Juan Carlos Luengo Peila
Fecha Publicación: 01/03/2009
Área temática: Tratamientos .
Tipo de trabajo:  Conferencia

RESUMEN

El tema de este trabajo es la frenología, se enfatiza el desarrollo alcanzado por esta ciencia en el siglo XIX como un hito importante de la Historia de la psiquiatría, más específicamente, de lo que podríamos denominar una "Historia de la Mente".Se propone a la frenología tanto como una teoría y como una praxis que pueden formar parte esa disciplina que llamamos Historia de la mente.

El objetivo general es mostrar uno de los procesos que forma parte de la Historia de la psiquiatría del siglo XIX, como objetivo específico, se describe, a partir de la frenología, un enfoque de la dualidad cerebro- mente, este intenta reducir el concepto de lo "mental" al espacio físico del cerebro. La primera parte del escrito, define el concepto frenología y la segunda parte muestra un ejemplo en la práctica, a través del trabajo comparativo realizado por Mariano Cubí, frenólogo hispano, en los cráneos de dos grupos étnicos latinoamericanos: Mapuches y Caribes.

Palabras clave: Frenología, Historia, Mente, Psiquiatría


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La frenología: captura topográfica de la conducta humana. (Un ejercicio para una
Historia de la mente. )

Juan Carlos Luengo
Master en Historia de la Ciencia
Universidad Autónoma de Barcelona
Programa de Doctorado en Historia de la Ciencia
Universidad Autónoma de Barcelona

Resumen
Este trabajo expone un hito importante de lo que me propongo denominar una
"Historia de la Mente" ­ subsidiaria de la Historia de la psiquiatría, en el sentido de
la percepción teórica y práctica de tal denominación- enfatizando el desarrollo
alcanzado en el siglo XIX, por la frenología. El objetivo general es mostrar uno de
los procesos conformadores de la Historia de la psiquiatría del siglo XIX y exponer,
como objetivo específico, una forma de enfoque -la frenología- de la dualidad
cerebro- mente, que intenta reducir el concepto de lo mental al espacio físico del
cerebro. La primera parte define el concepto frenología y la segunda parte muestra
un ejemplo en la práctica, a través del trabajo comparativo realizado por Mariano
Cubí, frenólogo hispano, en los cráneos de dos grupos étnicos latinoamericanos.
Palabras clave: frenología, psiquiatría, Historia, mente.
Key Words : Frenology, Psychiatry, History, Mind

El concepto de Frenología
El principal problema de la psiquiatría ha sido la causa y posible localización de las
enfermedades mentales. La frenología fue un intento global de mapear no sólo las
conductas anómalas sino también de establecer las características psíquicas del
individuo por medio de la forma craneal, que delataba, en última instancia, la
configuración del cerebro, en su forma puramente física. En tal sentido, fue una manera
de construir la arquitectura de la mente a partir de la forma del edificio craneano.
Se ha establecido que este tipo de estudio nace a partir de las investigaciones de Franz
Joseph Gall, (1758-1828) médico austríaco, quien impulsó e hizo conocida esta
doctrina. En 1798, remite una carta al barón de Ratzer explicitando que sus deseos eran
determinar las funciones cerebrales generales y específicas y demostrar, por el examen
de las prominencias y depresiones de la

cabeza, que era posible reconocer las

inclinaciones y disposiciones de cada individuo. Sin embargo, -y sin dejar de ser cierto
lo anterior- las bases de esta clase de conocimiento son mucho más antiguas.

"Los escritos más antiguos acerca del particular parecen ser los de Platón y Aristóteles. En el
siglo IX de nuestra era, Avicena intentó la localización de las facultades cerebrales, y en el siglo
XIII Alberto el Grande, obispo de Ratisbona, dibujó una cabeza en la cual procuró determinar el
sitio en que radican las diferentes facultades humanas; colocó el sentido común en la frente o en
el primer ventrículo; el juicio en el segundo; la memoria y la fuerza motriz en el tercer
ventrículo del cerebro. Análogas tentativas se hicieron en Italia a fines del siglo XV. Pedro de
Montagna publicó en 1491 su obra, adornada con una lámina que representaba la cabeza, en la
cual había trazado el sitio del sentido común, de la imaginación, &c. En 1562 Luis Dolei
inventó un sistema de frenología que tenía muchos puntos de contacto con el de Gall.
Posteriormente Descartes, Gardon, Willis, Boerhaave, Kant, Bonnet, Vicq-d'Azyr, &c. ,
publicaron trabajos que contribuyeron poderosamente a consolidar el método frenológico.
Cuando Gall, en 1781, llegó a Viena y comenzó a vulgarizar su doctrina, ésta no pasaba de ser
un conjunto de las ideas y sistemas de sus predecesores. Pero, como hombre inteligente y no
menos convencido, comprendió que en su sistema había muchos puntos vulnerables expuestos a
controversia; quiso perfeccionarle; hizo observaciones repetidas, y obtuvo importantes
resultados, hasta conseguir el objeto que se proponía. En 1804 fue cuando Gall se asoció a
Spurzheim, y desde entonces ambos sabios continuaron sus investigaciones comunes acerca de
la anatomía y fisiología del sistema nervioso, y en particular del cerebro, consignándolas en su
monumental obra. "i

Etimológicamente, el concepto "frenología" significa "tratado de la inteligencia", sin
embargo es importante notar que otro posible origen se derive del antiguo término
"frenopatología" con el que se denominó- primeramente- al estudio de las enfermedades
mentalesii
En términos simples, la frenología define las características psíquicas de un sujeto,
mediante la detección de protuberancias craneales que eran fiel reflejo de la
configuración cerebral, así cualquier persona entrenada, podía ­teóricamente- ser capaz
de palpar y ubicar estas protuberancias. Todo el cráneo era subdividido o mapeado en
zonas, correspondiendo cada zona a una categoría del comportamiento: afectividad,
racionalidad, sensibilidad, instinto de reproducción, etc. Gall estableció alrededor de 27
categorías, con su correspondiente locacióniii. Mariano Cubí llegó a caracterizar cerca de
50 zonas. iv. El proceso histórico de esta disciplina abarca desde fines del siglo XVIII,
alcanza su apogeo en la primera mitad del XIX y decae hacia fines de la centuria. v. De
establecieron cuatro principios que sirvieron como guía a todo frenólogo:
1. - El cerebro es una víscera, en la que se diferencian zonas, cada zona corresponde a
una función determinada.
2. - El estado de cada una de las funciones descritas se encuentra en relación directa con
el estado del órgano en que se asienta. Si el órgano específico tenía un gran tamaño y
alta temperatura, era un mal signo siendo bueno la baja temperatura y una dimensión
pequeña.

3. - La forma de cada una de las regiones del cerebro influye de modo directo en la
forma que adopta la cubierta ósea, traduciendo ésta la diferencia de tamaño de cada
zona u órgano.
4. - Era posible conocer el estado de cada órgano mediante el estado exterior del cráneo,
lo que se denominaba cranioscopía. De modo práctico se realizaba mediante la
exploración manual de la cabeza por palpación del cráneovi
Estos preceptos fueron ampliados a posteriori por Johann Gaspar Spurzheim (17761832) discípulo y colega de Gall. vii

Sectorización de las funciones cerebrales según Fossati, citado por Mariano Cubí:

Mariano Cubí o de cómo se demuestra científicamente la superioridad de los
mapuches sobre los caribes.

Mariano Cubí y Soler es autor de una de las obras más extensas sobre frenología en el
ámbito de la lengua hispana. Dividida en varios volúmenes, abarcó hasta aspectos
relacionados con el magnetismo animalviii. Proveniente del área lingüística, se interesó
en forma tardía por las doctrinas frenológicas, factor que a pesar de su entusiasmo, pesó
al momento de la valoración histórica de sus trabajos, pues en el contexto cronológico
del momento, la frenología ya estaba sufriendo una manifiesta decadencia. No obstante
lo anterior, es una de las principales fuentes para analizar el impacto de esta doctrina en
el marco de una historia médica, y sobre todo psiquiátrica.

Uno de los ejemplos más radicales de aplicación

de esta "disciplina" se halla

precisamente en sus "Lecciones. . . . "ix. He trascripto varios pasajes esclarecedores, sobre
todo en lo que respecta al lenguaje utilizado Tratan de la comparación anatomofrenológica de dos cráneos indígenas sudamericanos, uno correspondiente a la tribu de
los caribes de Venezuela y el otro a la etnia de los mapuches araucanos de Chilex.
Presentación
"Este cráneo que ahora les presento es de un Caribe de Venezuela. Tiradas las líneas que
marcan las tres regiones: anterior, superior e inferior. Uds. hallarán la parte intelectual más
reducida. . . por lo que respecta a la parte moral o superior, se halla miserablemente deprimida en
todas las cabezas caribes. . . "xi

Especificación
"Uds. notarán que la región especial marcada con el número 16, se halla completamente
aplastada. Esta región es el asiento de la Benevolentividad o deseo de hacer bien, la cual en este
caribe apenas tiene fuerza alguna de manifestación. Esta poca o ninguna fuerza deja sin
antagonismo directo al número 7 o Destructividad, la cual por esta razón obra casi sin ninguna
restricción natural; es decir sin que la razón tenga freno con que mantener a raya los bríos de la
facultad que nos induce a derribar o inferir daño. "xii
"Una cabeza que sea de todo punto aplastada en la región de los números 16 y 17 y elevada en
la del 18, tendrá algo peor que tendencias perversas, tendrá tendencias a continuar en el
ejercicio de estas tendencias perversas, tendrá impulsos naturales a continuar en la maldad. Así
que, cuando se dice que una cabeza aplastada, indica tendencias a la incontinencia o maldad,
debe entenderse siempre un aplastamiento completo de toda la región superior, o que el
aplastamiento o depresión ha de hallarse en la parte antero-superior. . . Cuanto más aplastamiento
haya en toda la parte superior, tanto menos será la manifestación moral. . . el hombre. . . será
siempre naturalmente tanto más brutal cuanto más aplastada se halle su cabeza. " xiii
juicio y generalización
"Corrobora y robustece estos principios frenológicos el hecho de que los Caribes de todas las
Antillas, tenían una misma configuración general de cabeza, todos ellos tenían un región
intelectual extremadamente pequeña, y una parte moral insignificante. El lenguaje natural de
semejante configuración expresado en la fisonomía y gesto de esta gente, era según Pedro
Mártir, compañero de Colón, TERRORIFICO. " xiv
"Si por estas cabezas hemos de regirnos, consideradas bajo el punto de vista frenológico, no
tenemos embarazo en asegurar, que esos individuos eran hombres fieras (sic). . . hombres con
tendencias feroces. De lo privativo humano, no tenían en manifestación, mas que el habla y un
sentimiento vago, indefinido y débil de moralidad. La razón es cierto, no podía faltar en ellos;
pero era muy sofocada, contribuyendo a ello sus mismos continuos actos de crueldad y refinada
maldad. Semejante raza sería muy difícil de dominar y por consiguiente de civilizar. " xv

Los hechos como supuesta prueba

Pero la demostración anatómica resulta insuficiente. Para Cubí era necesaria la prueba
histórica que refrendaría los asertos motivados por las formas craneales, para lo cual
enseguida relata ­cargado de tintes moralistas- la conducta y costumbres de este grupo
étnico, causantes de tantas inquietudes en el vecindario:
"De todas las tribus indias americanas, los caribes eran los que más se distinguían por su brutal
ferocidad. No tenían leyes y apenas conocían ninguna observancia religiosa. Vengativos y
sospechosos en grado increíble, conducían todas sus empresas con singular astucia y
estrategiaxvi. Eran de genio repulsivo y melancólico, considerando a los demás naturales o
indígenas como meros brutos a quienes debían matar y devorar. A tales excesos llegó este
inmundo canibalismo, que nuestras autoridades en aquel país se vieron forzadas a decretar una
ley, en 1504, por la cual los españoles tenían derecho de hacer esclavos a cuantos individuos de
la raza caribe cayesen en sus manos. Ni con la persuasión ni el castigo podían reducirse al
vasallaje. Sus ojos, espejos del alma xvii, dicen cuantos los vieron, tienen una estúpida expresión.
Descollaba en estos horrendos antropófagos una propiedad singular. Amaban tiernamente a sus
hijos; único modo de explicarnos, en medio de su inmundo apetito de carne humana, el
fenómeno de la continuación de su especie. Como en medio de tamaña abominación,
conservaban el instinto de conservación respecto de sus propios hijos, lo explica y aclara el
hecho de su natural cariño hacia lo tierno y delicado. . . Este apego a lo tierno y delicado o sea
Ternuratividad, marcada en el cráneo último, con el número 2, xviii se hallaba en la raza caribe,
generalmente bien desarrollada"xix

Cráneo Caribe, proveniente de la colección Morton.
La numeración de la zona superior no aparece legible.

Cráneo Araucano, proveniente de la colección Morton.

El salto a la superioridad o sobre de que hay indígenas menos indígenas que otros

Consciente de que el método comparativo resulta efectivo en la argumentación, Cubí
analiza el cráneo de un jefe indígena mapuche, de la etnia araucana, xx manifestando,
como introducción, que los araucanos son la "raza más celebre de todas las tribus
chilenas. . . "xxi
"Verdad es que no todos los cráneos araucanos se hallarán tan bien formados como éste, pero
tres hay en la colección de Morton y todos manifiestan un desarrollo análogo, y alguno aún
superior. Este cráneo se presenta como tipo general de la raza, y como tipo general se estudia en
armonía con lo que de sí arroja la historia respecto a los araucanos. . . Se ve un cráneo de
dimensiones considerables. Su tamaño es de cabeza europea regular, que demuestra energía
general. Ese buen desarrollo de la región oral, expresa un valor superior, que reprime las
pasiones animales, pero que jamás cede a las injusticias; un amor entrañable a la libertad, pero
que jamás cede al desorden; un sentimiento profundo a favor de la independencia, pero que
jamás cede a la anarquía; un frenesí por el bien general, pero que jamás cede a la humillación. . .
La región animal que da bríos, impulso, animación, valor ofensivo, se halla bien nutrida. " xxii

El auxilio de la Historia
Cubí repite la estrategia seguida para los caribes, sólo que ahora el discurso se vuelve
apologético. Basándose en los dichos del misionero abate Juan Molina xxiii, los retrata
como una raza de valientes, sufridos en las fatigas, sobrios y duros; capaces de
adaptarse a nuevas condiciones de guerra adoptando las tácticas y armas del enemigo,
su historia está llena de hazañas caballerescas, etc. xxiv Lo grotesco de este discurso es su
giro exagerado "de la noche al día", adjudicándoles a los araucanos virtudes que, si bien
alguna vez manifestaron, no eran, ni con mucho, una constante. Peor aún, el supuesto
adelanto material de que nos habla Cubí es irreal: por ejemplo que poseían un sistema

de contabilidad de cuerdas con nudos atados ("quipu" o "quipo") Tal sistema era Inca y,
por lo que se sabe, no era utilizado por los araucanos. xxv. Estas tribus jamás pasaron de
una agricultura muy incipiente, que se complementaba con la caza y recolección de
frutos y estaban divididos en múltiples grupos, difíciles de reunir y -por lo mismoduros de combatir, pues, al ser vencido un grupo siempre había otro dispuesto a
continuar la lucha, súmese a esto su excelente conocimiento del terreno. La lógica es
más contundente que la mitología, pero el problema es que la mala historia transformó a
la lógica en mitología. Esto es válido tanto para los caribes -que no se comían a sus
niños- como para los araucanos ­increíblemente "europeos"-.
Las razones de la decadencia de los estudios frenológicos pueden resumirse en algunas
preguntas, de carácter epistémico:
-¿Cuáles eran las bases científicas para establecer, con total seguridad, las zonas
correspondientes a las características del comportamiento?
-¿Hasta qué punto la frenología era más bien una doctrina de masas, que una disciplina
académica? Los mismos frenólogos insistían en el hecho de que no había necesidad de
ser un experto para dominar su conocimiento y aplicación. Esto pudo haber incidido
tanto en su influencia, como en su acelerado descrédito.
¿Posibilidades para una "Historia de la Mente"?
Esta breve excursión por los campos otrora verdes de la frenología, no debe desanimar
nuestras pretensiones de crear un estudio específico e historiográfico en torno a lo que
se ha creído que es o sería aquella cosa elusiva denominada mente. Compartiendo
aquello de que los fracasos enseñan más que las victorias, es precisamente en este tipo
de teorías donde se puede hallar un material rico no sólo para entender el
pensamientoxxvi de una época, sino que también las ideas más específicas que tocan a la
medicina de la psique. Más que la búsqueda de lo que es, o podría ser, lo que nos
interesa es la conceptualización histórica de lo que se ha entendido por mente y cómo
tal concepto ha sido definido en relación a los contextos histórico-sociales de cada
época. Como tantos otros factores en la historia de la psiquiatría, la arquitectura de lo
definido está en íntima relación no sólo con la historia de la ciencia sino también con la
historia de la cultura.
En el caso de la frenología, como en el de otras teorías, el fracaso, pese a su carga
negativa, es beneficioso para estudiar el pasado, al menos en historia de la ciencia. xxvii.

Bibliografía

Fuente primaria
Cubí y Soler, Mariano. Lecciones de frenología. Barcelona, Imprenta Hispana de
Vicente Castaños, 1852. Las imágenes fueron reproducidas de esta misma fuente.
Fuente secundaria
Domenech, Edelmira. análisis histórico de una doctrina psicológico organicista.
Facultad de Medicina, Universidad de Barcelona, Barcelona, 1977. Texto pleno de
erudición, intenta una defensa epistemológica de la frenología.
Para una puesta al día respecto al tema, debe consultarse la tesis doctoral de David
Nofre Mateo "Una ciencia del hombre, una ciencia de la sociedad. frenología y
magnetismo animal en Cataluña 1842-1854" Centro de Estudios de Historia de las
Ciencias. Universidad Autónoma de Barcelona, 2005.
Finalmente, debo agradecer a Gabriela Gómez, mi compañera, el trabajo de
digitalización de imágenes.
Notas

i

i Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano Montaner y Simón Editores, Barcelona 1891 tomo 8
páginas 735-736 URL: http://filosofia. org/enc/eha/e080735. htm
ii
ii Domenech, Edelmira. La frenología. análisis histórico de una doctrina psicológico organicista. Facultad de
Medicina, Barcelona, 1977. Pág. 9
iii
iii Esto se conoció como "Doctrina de las localizaciones cerebrales"
iv
iv Idem. Pág. 10
v
v Idem. Pág. 9
vi
vi Doménech Opus Cit. Pág 10
vii
vii Es importante recordar que la frenología es una rama de un conjunto más amplio de estudios dirigidos al
conocimiento de la psique, mediante la evidencia de los rasgos, entre ellos la fisiognómica.
viii
viii Sus trabajos principales son: Lecciones de frenología, Barcelona Imprenta Hispana de Vicente Castaños,
Monserrate, 16 (nuevo). 1852. . Elementos de frenología, Fisonomía y Magnetismo Humano en completa Armonía con
la Espiritualidad Libertad e Inmortalidad del Alma, Barcelona Imprenta de Agustín Gaspar, plaza de palacio, frente la
Lonja, 1849. Sistema Completo de frenología, Barcelona, Imprenta de J. Tauló, calle de la Tapicería, 1844
ix
ix Lecciones de frenología, Barcelona Imprenta Hispana de Vicente Castaños, Monserrate, 16 (nuevo). 1852. . Págs.
181-188
x
x Los cráneos estudiados corresponden a una publicación de Samuel George Morton, profesor de Anatomía en el
Pennsylvania Collage, denominada Crania Americana, Fildadelfia, 1839. En todo caso, Cubí especifica la fuente y
entrega detalles minuciosos respecto a los cráneos mismos. Aún así, no hay forma de saber si esos restos estaban
correctamente clasificados.
xi
xi Opus cit. Pág. 181
xii
xii Idem. Pág. 182
xiii
xiii Idem. Pág. 182
xiv
xiv Idem. Pág. 183. Las mayúsculas corresponden al texto original. El autor busca claramente un efectismo
discursivo, muy propio de las formas de habla del siglo XIX.
xv
xv Opus Cit. Pág. 183
xvi
xvi Resulta curioso que estos sujetos hayan demostrado tal inteligencia. Para Cubí, por supuesto. . .
xvii
xvii Apelación a la fisiognómica
xviii
xviii El segundo cráneo caribe fue imposible reproducirlo debido a la muy deficiente resolución de la imagen
original.
xix
xix "Lecciones. . . Pág. 184
xx
xx En una definición tosca, los indígenas de la zona central y sur de Chile se denominan mapuches y los araucanos
son un subgrupo de ellos, ubicados al sur.
xxi
xxi Quien los hizo famosos fue Alonso de Ercilla con su poema épico La Araucana -citado por el mismo Cubí en la
pág 187- y, por otra parte, su tozudez, pues rechazaron a los Incas, los españoles no pudieron someterlos y recién
después de 1883 fueron vencidos por los propios chilenos, o sea sus descendientes.
xxii
xxii Opus Cit. Pág. 185
xxiii
xxiii Sacerdote jesuita y naturalista, nacido en Chile durante el siglo XVIII. Posteriormente, desarrolló sus estudios e
investigaciones en Italia. Escribió una Historia de Chile, en la cual describe las características de los araucanos.
xxiv
xxiv Opus Cit. Págs. 185-186
xxv
xxv Idem Pág. 186
xxvi
xxvi Debe leerse más bien en el sentido de "mentalidades", propuesto por la escuela de los Anales, con todo lo
criticable que pueda ser esta postura.
xxvii
xxvii Una investigación de las teorías fracasadas no dejaría de tener interés para los historiadores de la ciencia, sobre
todo hoy que emerge una revalorización de factores y conocimientos, antes despreciados por los investigadores.

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