Guiados por un marco referencial en el que la concepción acerca del envejecimiento admite la revisión del concepto de reminiscencia; hemos propuesto en grupos de mujeres mayores de sesenta años, la construcción de relatos escritos con la consigna de vincular pasado, presente y futuro en el mismo.
Al analizar esta tarea hemos considerado tres ejes: temporalidad, posición subjetiva y expresión creativa; resultándonos categorías aptas para la evaluación de los recursos psíquicos y las dificultades que pueden aparecer en el proceso de envejecimiento.
El relato en la vejez como instrumento de evaluación psicológica.
Rosana Peirano; Enrique Lombardo.
*Licenciada en psicología. Docente e investigadora: Universidad de Buenos Aires y Universidad Nacional de Mar del Plata.
** Licenciado en psicología. Docente e investigador:Universidad de Buenos Aires y Universidad Nacional de Mar del Plata.
PALABRAS CLAVE: Vejez, reminiscencia, Narratividad.
[9/2/2003]
Guiados por un marco referencial en el que la concepción acerca del envejecimiento admite la revisión del concepto de reminiscencia; hemos propuesto en grupos de mujeres mayores de sesenta años, la construcción de relatos escritos con la consigna de vincular pasado, presente y futuro en el mismo. Al analizar esta tarea hemos considerado tres ejes: temporalidad, posición subjetiva y expresión creativa; resultándonos categorías aptas para la evaluación de los recursos psíquicos y las dificultades que pueden aparecer en el proceso de envejecimiento.
Se ha promovido en nuestra tarea la vía creativa y recreativa como estrategia para facilitar a través de un acto de narración escrita la reflexión sobre sí, del lugar que en cada sujeto ocupa; su historia, su presente y sus proyectos. El análisis de las narraciones y los intercambios posteriores mostraron el gran potencial de este recurso y sus posibilidades salutígenas. Se ha privilegiado la huella escrita ya que ella despliega nuevos procesos que resemantizan lo recordado, una búsqueda de cohesión, coherencia, hilación de los contenidos y las restricciones y posibilidades nuevas que otorga la socialización de lo escrito. Las producciones escritas facilitaron un intento de organización ampliando la posibilidad de desgranar una trama subjetiva en la instancia de relatar y relatarse desde un yo protagónico.
La narración de los hechos de nuestra vida se alimenta con aquellos contenidos de la memoria que advienen con un sentido. Hay en esta costrucción implicado un acto creativo que va más allá de la secuencia evocación - repetición. A partir de este dispositivo hemos revisado el concepto de reminiscencia. Clásicamente, ésta, no ha sido considerada como una actividad de ligazón con el presente sino como un signo de senilidad, haciéndola sinónimo de regresión al pasado. Desde una perspectiva diferente comprendemos a la reminiscencia concebido como un proceso psicológico universal caracterizado por un progresivo retorno a la conciencia de las experiencias pasadas y el resurgimiento de conflictos no resueltos.
La reminiscencia no siempre es evocación del pasado, repetitiva y monotemática; sino que da cuenta de sus múltiples dimensiones, al comprenderla como una autobiografía que incorpora su historia familiar y la narración de los hechos que le ha tocado vivir con el despliegue y enriquecimiento de una subjetividad reflexiva.
Desde esta mirada quien envejece cumple un papel activo en el transferencia de elementos de una generación a otra por la cual el momento de la reminiscencia o revisión de vida no sólo sirve al bienestar del adulto mayor sino también al proceso de preservación cultural y a la evaluación de los elementos del pasado que servirá para construir el futuro. Se entiende a la trasmisión como proceso y trabajo psíquico donde se despliegan ligazones psíquicas e interpsíquicas y las transformaciones devenidas de éstas; “(. . . ) Requiere la diferenciación entre lo que es trasmitido y lo que es recibido y trasformado, principalmente en el proceso de historización del sujeto de la herencia y de la trasmisión por el yo [je] que asume con ello el pensamiento y el lugar”. (Kaës, 1996:74). En un trabajo de 1993 Gastrón L. y Andrés H. la caracterizan como una función natural, intrínseca, universal y evolutiva que se presenta en las personas que se acercan a la vejez. Asimismo interpretan desde un punto de vista psicosocial a la reminiscencia como una forma de “conocimiento del ambiente social y político que rodea un hecho pero también permite construir y completar historias de vidas familiares y personales”.
La creación en general y en particular la creación escrita, implica la transformación en objeto de aquello que era sólo idea, facilitada por una ganancia de placer -placer previo- que deviene de fuentes psíquicas profundas.
La vejez se caracteriza por ser un momento en el ciclo vital donde se dan cambios en el cuerpo, la identidad, la familia. La elaboración de estos cambios se vincula con la posibilidad de integrar creativamente la historia personal, el presente y el futuro. El vínculo entre reminiscencia y creatividad ofrendaría la posibilidad de integrar e integrarse en diferentes modalidades relacionales del hoy, del presente.
Esa posibilidad se funda en el tomar parte activa de este presente, avizorándose como un yo protagónico capaz de articular discursivamente sus reminiscencias y su modo de vida actual, su cotidianeidad, su situación familiar (composición, periodicidad de contactos), su imagen corporal (cuidados, preocupaciones), la temporalización de su historia, sus aspectos vinculares con pares, amigos, vecinos.
Serían diversas las técnicas posibles para analizar este proceso, pero la producción escrita nos pareció la más adecuada en tanto convergen en la misma, la preocupación estética, en función de los otros como lectores, así como también su carácter de huella (indice) que permite un encuentro y reencuentro con la narración.
Paul Ricoeur (1999) introduce un aspecto interesante para pensar el lugar de las instituciones de la cultura con su concepto de “identidad narrativa”, la idea de ficcionalidad, como imposibilidad de acceso a una verdad por la vía de la narración de sí mismo:“La narrativa es uno de los esquemas cognoscitivos más importantes con que cuentan los seres humanos, dado que permite la comprensión del mundo que nos rodea de manera tal que las acciones humanas se entrelazan de acuerdo a sus efectos en la consecución de metas y deseos “(. . . ) si por un lado parece no haber comprensión del tiempo humano fuera de su inserción en un marco narrativo, por otro lado la narrativa sería la única forma cognoscitiva con que contamos para entender la causalidad con relación a las acciones de los agentes sociales”.
Tanto la re-memoración como su contrapartida, la prospección, suponen la posibilidad de una temporalidad continua que habilita para fantasear acerca de su futuro. Si bien la historización como proceso no requiere necesariamente la narración, sí supone la rememoración, la puesta en juego de una memoria histórica personal , familiar y social.
La Tarea
Propusimos a un grupo de mujeres mayores la construcción de un texto que contuviera el tiempo pasado, presente y futuro. Posteriormente cada una leyó lo que había escrito.
Lo producido resultó de una gran riqueza tanto para la comprensión de los procesos psíquicos implicados en el envejecer como también en la creatividad en el relatar(se).
Para el análisis de las narraciones hemos reparado en tres dimensiones del relato indisociables y solidarias, las cuales hemos considerado relevantes a los efectos de contribuir a la evaluación de los recursos psíquicos específicos del envejecimiento:
. Temporalidad: Modalidad en que se inscribe el tiempo en la narración como construcción subjetiva . Un primer análisis del material da cuenta que no hay una diáfana delimitación de los tiempos. Se encuentran superposiciones caracterizadas por mecanismos de condensación y desplazamiento. Aparecen núcleos de significado en los que confluyen diferentes líneas temporales. Por ejemplo: el relato de un episodio actual cobra significación a la luz de otro u otros anteriores. Otros en los que hay un deslizamiento intertemporal, por ejemplo: un suceso pasado se relata en tiempo presente. Se evidencian representaciones significativas que el sujeto guarda del pasado vivido. El relato puede apoyarse en el predominio de cualquiera de estos tres tiempos: presente-pasado-futuro y en todo relato, explícita e implícitamente ellos se encuentran.
. Posición Subjetiva: Entendemos por tal la función del sujeto en la narración, modalidad en la que se situa en el mismo; recorte de sí que aporta la diferenciación con otro/s, materializándose en un lugar de lo narrado. El yo que narra, se constituye en héroe creador, protagonista y/o espectador de la historia. La construcción literaria desgrana la trama subjetiva y le confiere al viejo la instancia de relatar y/o relatarse.
. Expresión Creativa: La modalidad de la transmisión escrita, expresada y creada, se concreta en el tipo textual narrativo cuyos géneros discursivos adquirirían formas y estilos múltiples, dando cuenta de diferentes tipos textuales: dramático, lírico, narrativo. Desde lo etimológico, expresar es presionar hacia fuera. En este caso sería la posibilidad de hallar alternativas o caminos nuevos. Crear/re-crear, propia historia, idea de resignificación , de identidad, de procesos identitarios. La historia se conforma como materia prima de los acontecimientos de la propia vida, encontrándose transformación no en el relato en sí, sino en el cómo se recrea lo construído.
Conclusiones
Apreciamos en nuestra tarea que los dispositivos propuestos de creación urden un camino inédito y novedoso para el sujeto que envejece atento a un trabajo reminiscente.
Cada viejo aporta desde sus narraciones un acto creador (nuevo), recuperándose allí la centralidad del sujeto que se explicita en el sentido de la acción discursiva. El viejo que cuenta, reelabora su pasado y lo proyecta en el presente. Las modalidades evocativas no instalan necesariamente una fijeza cronológica sino que transitan los mojones afectivos desencadenantes de experiencias cristalizadas. El relato describe y explica los significados y la intencionalidad de las actos pretéritos y actuales, las relaciones y las estructuras sociales; en tanto construcciones significativas narradas.
Elena, 73 años, narra: “Se acercan las fiestas de fin de año, ¡cuántos recuerdos! Papá cumplía los años el 24 de Diciembre, toda la familia nos reuníamos ese día para agasajarlo, cuando éramos chicos muchas veces, entre risas poníamos en la mesa las fotografías de los diarios con las propagandas con las propagandas de lo que se estila para el festejo de Navidad, mientras comíamos una ensalada de chauchas que nos sabía a gloria (. . . ) Hoy cuarenta años después, Lucía , mi nieta, cumple nueve años ese mismo día. Seguimos reuniéndonos el 24, pero ya somos más de treinta, otras costumbres, otra música, otras preocupaciones, pero en el fondo los que quedamos de aquellos años estamos tan unidos como siempre formando la generación de los viejos (. . . ) LLueve, me gustaría escuchar a Serrat . . . detrás de los cristales . . . me gustaría estar sola, en este lugar en que el viento hace cantar a las plantas, no pensar en el futuro, sólo sentir”.
El viejo promueve su creación en la actividad misma de jerarquizar aquello de lo cual desea expresar, esa jerarquización instituye su singular modalidad de armado literario.
La narración, como producción literaria predominante, marca un movimiento psíquico que podemos sintetizar en concepto de : evocación reminiscente, producción creativa que permite ligar la temporalidad de la evocación pasada con aspectos idealizados del presente, del pasado. En este sentido, el logro yoico es, entonces, la posibilidad de transitar por nuevos significados de antiguas y actuales realidades.
El yo que narra, héroe creador singular y de proyección colectiva, se erige como agente de cambio desde su propuesta creativa: la elaboración.
Instalar dispositivos que faciliten su creación se liga al devenir más que al presente. Esta facilitación tendrá como meta un trabajo de ligar un pasado muchas veces idealizado con el presente a veces devaluado, que se le impondría como ajeno y con esquivas posibilidades de ser protagonizado. Se hace necesario un trabajo historizante que intente no fragmentar lo pretérito de lo actual.
La sujeción al pasado obstaculizaría la posibilidad de ser partícipes del presente; acosaría la integridad que se construye al estar “dentro del juego”.
Los recursos psíquicos arbitrarían las condiciones salutíferas de continuidad entre su pasado y el presente del cual es parte, así como posibilitarían investir un futuro.
Cuando pensamos en calidad de vida en el anciano desde el ámbito de la salud se tiende rápidamente a vincularlo a condiciones de atención y cuidado. Esto ubica al viejo en una posición poco participativa, más bien pasiva. Desde nuestro punto de vista debemos ampliar el concepto de calidad hacia la promoción de modalidades creativas y formas de expresión que le permitan reconstruir-se permanentemente.
Bibliografía
Fiorini, Héctor Juan: El psiquismo creador. Editorial Paidós. Buenos Aires, 1995.
Foucault, Michel: El orden del discurso. Editorial Tusquets. Madrid, 1971.
Freud, Sigmund: El creador literario y el fantaseo en Obras Completas :Tomo IX. Amorrortu Editores. Buenos Aires, 1992.
Gastrón, Liliana y Andrés, Haydée: Características psicosociales del envejecimiento femenino, El rol de la mujer en la historia a través de la reminiscencia (PIA-CONICET 1985-1988) en Revista Argentina de Clínica Psicológica. Volumen II. Aigle. Centro de Estudios Humanos. 1993.
Kaës, René – Faimberg, Haydée – Enriquez, Michelin – Baranes, Jean-José: Trasmisión de la vida psíquica entre generaciones. Amorrortu Editores. Buenos Aires, 1996.
Lombardo, Enrique-Peirano, Rosana: comunicación Científica: Vejez: reminiscencia y Creación en XVIII Congreso Argentino de psiquiatría y III Congreso Internacional de Salud Mental . Abril; 2002.
Monchietti, Alicia: Para una psicología de la vejez en Revista Argentina de gerontología y geriatría. Buenos Aires. 1997.
Monchietti, Alicia y colaboradores: Algunas ideas para la administración de una Historia Vital. Cátedra:Psicología del Desarrollo. Universidad Nacional de Mar del Plata. Material de Cátedra. C. I. M. E. Ps. , Mar del Plata, 1996.
Ricoeur, Paul: Historia y Narratividad. Editorial Paidós-ICE de la Universidad Autónoma de Barcelona. Barcelona, 1999.
Ricoeur, Paul: Autobiografía Intelectual. Ediciones Nueva Visión. Buenos Aires, 1997.
IMPORTANTE: Algunos textos de esta ficha pueden haber sido generados partir de PDf original, puede sufrir variaciones de maquetación/interlineado, y omitir imágenes/tablas.
La Importancia del Apoyo Social en la Salud Mental de los Adultos Mayores
Rita Carpanchai Colquillo
Fecha Publicación: 28/01/2024
El duelo en la tercera edad
Laura Artigas Laseca et. al
Fecha Publicación: 24/05/2020
El maltrato institucional al mayor: Historia de un tabú
María Valiente
Fecha Publicación: 01/09/2018
Cuidados de enfermería de la detección de la depresión en el adulto mayor.
Javier Maleno Escudero et. al
Fecha Publicación: 11/07/2018
Intervención psicológica de los síntomas del climaterio y prevención del deterioro cognitivo.
Eva Solera Hernández
Fecha Publicación: 01/03/2013
Estudios acerca de la vejez desde un enfoque positivo. Síntesis de hallazgos empíricos.
María Florencia Zariello
Fecha Publicación: 01/03/2013