Varón, 50 años, diagnosticado de T. esquizotípico de la personalidad; sospechamos esquizofrenia simple por déficits cognitivos objetivados. Acude refiriendo ideación autolítica, malestar, síntomas depresivos como apatía, abulia y clinofilia; tienen como desencadenante el inicio de un temblor en MSD, paroxístico (neurología descarta patología orgánica), y la sensación de que los ruidos cotidianos le molestan cada vez más, impidiéndole dormir. El componente afectivo que presenta asociado a los síntomas “físicos”, que describía de manera vaga como fluctuantes y cambiantes (en paroxismos), llegando a usar neologismos para expresarlos nos hizo plantearnos la entidad nosológica conocida como esquizofrenia cenestésica. Este subtipo de esquizofrenia fue descrita por primera vez por Gerd Huber, 1957: sensaciones corporales íntimamente asociados con alteraciones afectivas, vegetativas, síntomas motores o sensoriales. Actualmente, DSM-IV y CIE-10 integran esta entidad en la esquizofrenia paranoide.
Criterios generales y psicopatológicos de las sensaciones corporales: a) Gran variedad de cenestesias en el paciente; b) Naturaleza rápidamente cambiante; c) En paroxismos y fases; d) Dependencia de ritmos y períodos fisiológicos; e) Novedad y calidad subjetivamente diferente; f) carácter extraño, peculiar, bizarro; dificultad para describirlas; usan comparaciones, imágenes y neologismos. Esto hace que los informes sobre las quejas sean “vagos, difusos, imprecisos e indeterminables”. Estas sensaciones se combinan con malestar vital, fatiga y agotamiento creciente.
Se ha descrito un inicio crónico-insidioso y una prevalencia alrededor del 10%. Edad de inicio entre los 24-30 años, con diagnóstico sobre los 34-38 años. Los pródromos prepsicóticos suelen ser de larga data, siendo característicos los desórdenes de personalidad, neurosis y desórdenes somatomorfos.
Hospital General Universitario Reina Sofía