Introducción. Aspectos dermatológicos. Psicofármacos y alopecia
Múltiples fármacos pueden inducir alopecia como efecto indeseable. Los grupos terapeúticos y principios activos que la provocan con mayor frecuencia son, entre otros, los antihipertensivos, anticoagulantes, antitiroideos, contraceptivos orales, cimetidina, retinoides, l-dopa, bromocriptina, citostáticos, interferon, hipolipemiantes y diversos psicofármacos (Tosti y cols, 1991) (Llau y cols, 1995). Salvo los agentes antineoplásicos, que inducen alopecias graves con mucha frecuencia, el resto de los fármacos suelen producir alopecia de forma más ocasional, siendo ésta de entidad leve o moderada, patrón difuso, y tipo no cicatricial. Frecuentemente, la alopecia es reversible, repoblándose en pocas semanas tras suspender el tratamiento (Warnock, 1991) (Tosti y cols, 1991) (Llau y cols, 1995) (Gautam, 1999) (Mercke, 2000).
Un amplio número de fármacos puede interferir en el ciclo normal del pelo y provocar alopecia. El mecanismo de acción sigue, esencialmente, dos vías:
a. - inducción de un cese súbito de la actividad mitótica en las células matriciales del folículo pilosebáceo. En este caso, la caída del pelo sobreviene, aproximadamente, entre algunos días y 1-2 semanas tras la administración del fármaco. El máximo grado de alopecia puede alcanzarse entre el 1º y 2º mes (Tosti y cols, 1991). Los tallos pilosos adelgazarían bruscamente en el momento de máximo efecto del medicamento, y posteriormente se romperían todos a la vez (Arnold y cols, 1993). Es lo que se conoce en dermatología como efluvio anagénico, y suele verse tras la administración de antineoplásicos.
b. - aceleración del ciclo normal del pelo y precipitación de la fase de anagen -> catagen -> telogen en poco tiempo (Arnolds y cols, 1993). En este proceso, el folículo pilosebáceo en sí no se afecta y no existe inflamación ni alteración de la actividad mitótica. Esta alopecia ocurre por la acción traumática sobre el pelo de diversos estímulos (cirugía, parto, fiebre, fármacos), y se produce entre 2 y 4 meses tras la acción de la noxa en cuestión. La caída es difusa, de intensidad leve o moderada, cayéndose pelos en fase de telogen. En raras ocasiones afecta a más del 50% del cuero cabelludo, por lo que puede no ser perceptible para un observador externo, aunque el enfermo sí nota una gran cantidad de cabellos que se pierden (Arnold y cols, 1993). El pelo en telogen cae porque otro nuevo pelo en anagen lo desplaza. Este tipo de alopecia se conoce como efluvio telogénico, y engloba a las alopecias inducidas por la mayoría de los fármacos, entre ellos los psicoactivos.
En relación a los psicofármacos, la caída del pelo del cuero cabelludo, cejas y vello pubiano es posible, aunque no frecuente. La alopecia como efecto indeseable es clínicamente relevante para los reguladores del humor (litio, ácido valproico, carbamacepina) y bloqueantes betaadrenérgicos, anecdótica para algunos antidepresivos del grupo de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (isrs), y extremadamente infrecuente para tricíclicos, benzodiacepinas y antipsicóticos típicos y atípicos.
Sales de litio. -
La alopecia inducida por litio, junto a la dermatitis seborreica y la precipitación de brotes de psoriasis, son los efectos indeseables dermatológicos de presentación más frecuente con las sales de litio (Castillo, 1990) (Gupta y cols, 1995), y prácticamente todos los psiquiatras han tenido ocasión de observarlos. La alopecia es difusa, telogénica y de tipo no cicatricial (Uehlinger y cols, 1992), habitualmente benigna, y reversible en la mayor parte de los casos tras la discontinuación del tratamiento o el ajuste de dosis (Uehlinger y cols, 1992) (McKinney y cols, 1996). El porcentaje de pacientes que presenta alopecia alcanza el 6%-10% de los tratados (Castillo, 1990) (McKinney y cols, 1996), y las comunicaciones en la literatura de este efecto secundario son numerosas (Shader, 1983) (Orwin, 1983) (Mortimer & Dawber, 1984) (McCreadie & Farmer, 1985) (Albrecht, 1985) (Yassa, 1986) (Dorevich y cols, 1994) (Gupta y cols, 1995).
El mecanismo de acción permanece poco claro, pudiendo deberse a:
- un efecto tóxico directo del litio, o
- una alopecia en el contexto de un hipotiroidismo inducido por litio (McCreadie & Farmer, 1985) (Castillo, 1990), lo que obliga a monitorizar la función tiroidea (Yassa & Ananth, 1983).
Se desconoce si la acumulación de litio en el folículo pilosebáceo es el mecanismo patogénico primordial en la caída del pelo, aunque se ha descrito que aquellos cabellos con mayor concentración de litio son los que presentan más alteraciones en su textura, adelgazamiento y pérdida de la ondulación (McCreadie & Farmer, 1985). El vello corporal también puede afectarse aunque esto es muy poco frecuente. Generalmente, el pelo vuelve a crecer a pesar de mantener el tratamiento, obligando sólo en algunos casos a la retirada (Castillo, 1990).