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Investigación e intervención en psicología del deporte.

Autor/autores: María del Carmen Rodríguez Pérez
Fecha Publicación: 01/03/2005
Área temática: Psiquiatría general .
Tipo de trabajo:  Conferencia

RESUMEN

El rigor de la intervención psicológica en el ámbito deportivo, se fundamenta en criterios básicos de investigación aplicada. Desde nuestra perspectiva, la observación sistemática de la situación, el contexto y los deportistas son los tres pilares fundamentales del proceso de evaluación y diagnóstico psicológico en el deporte. Las estrategias de investigación que se están llevando a cabo en psicología del Deporte son necesarias para el conocimineto de las regularidas psicológicas en la actividad deportiva; desde esta perspectiva orientamos nuestra actividad hacia las variables personales que favorecen el rendimiento deportivo.

Para llevar a cabo dicha "empresa" se hace necesario el diseño de instrumentos fiables y válidos que proporcionen datos objetivos de las variables psicológicas implicadas, tanto en el proceso de entrenamiento como en las competiciones deportivas. Una vez que disponemos de la información oportuna, tenemos la posibilidad de efectuar la evaluación y el diagnóstico psicológico que lleva a la descripción, clasificación y predicción de las estrategias de afrontamiento adecuadas a nivel individual y a nivel de equipos deportivos, para una correcta planificación del proceso de entrenamiento deportivo que lleve a la eficiencia y eficacia para alcanzar la competencia deportiva.

Palabras clave: deporte


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Investigación e intervención en psicología del deporte.

José Manuel Izquierdo Ramírez; Maria del Carmen Rodríguez Pérez.

Departamento de psicología y Sociología
Facultad de Ciencias Aplicadas a la Actividad Física y el Deporte
Universidad de Las Palmas de Gran Canaria

 

Resumen

El rigor de la intervención psicológica en el ámbito deportivo, se fundamenta en criterios básicos de investigación aplicada. Desde nuestra perspectiva, la observación sistemática de la situación, el contexto y los deportistas son los tres pilares fundamentales del proceso de evaluación y diagnóstico psicológico en el deporte. Las estrategias de investigación que se están llevando a cabo en psicología del Deporte son necesarias para el conocimineto de las regularidas psicológicas en la actividad deportiva; desde esta perspectiva orientamos nuestra actividad hacia las variables personales que favorecen el rendimiento deportivo. Para llevar a cabo dicha \"empresa\" se hace necesario el diseño de instrumentos fiables y válidos que proporcionen datos objetivos de las variables psicológicas implicadas, tanto en el proceso de entrenamiento como en las competiciones deportivas. Una vez que disponemos de la información oportuna, tenemos la posibilidad de efectuar la evaluación y el diagnóstico psicológico que lleva a la descripción, clasificación y predicción de las estrategias de afrontamiento adecuadas a nivel individual y a nivel de equipos deportivos, para una correcta planificación del proceso de entrenamiento deportivo que lleve a la eficiencia y eficacia para alcanzar la competencia deportiva.



Investigación en psicología del deporte

La investigación en psicología del Deporte posee una larga tradición en el estudio de la influencia de variables psicológicas en el rendimiento deportivo y sabemos que los distintos elementos que intervienen en la acción de los deportistas están interrelacionados entre sí, por lo que no podemos considerar al sujeto que practica deporte como un ente aislado ni sus acciones como simples asociaciones de gestos deportivos. Se trata pues, de un campo de acción complejo y delimitado por un conjunto de factores interdependientes que constituyen o forman parte de las acciones que los deportistas llevan a cabo.

Hay que conocer las variables que están relacionadas entre sí para explicar por qué, en un momento preciso, los deportistas realizan con mayor o menor eficacia su actividad deportiva. Lo importante será determinar los aspectos psicológicos en interacción con un organismo que practica deporte en un contexto determinado y ambiente específico.

Cada acción deportiva queda definida cuando se identifican los elementos antecedentes y consecuentes. Pero estos elementos no pueden, por sí mismos, explicar la globalidad de dicha acción, por lo que habrá que considerar, además, la historia personal, sus expectativas, las características de las circunstancias físicas y sociales y las variables temporales o permanentes propias del sujeto.
La causa de una determinada acción está en la relación que se produce entre la acción de un organismo y la influencia del contexto donde se lleva a cabo. Los rasgos distintivos de la actividad deportiva hacen referencia a un sujeto agente, la presencia de representaciones y procesos de elaboración, la orientación hacia una meta (intencional o incidental), la necesidad de una organización (estrategias y tácticas), el nivel de habilidad técnica del sujeto (atencional o automático), la conciencia de dichas variables (consciente o sin conciencia) y la toma de decisión adecuada (explícita o implícita).

En la actividad deportiva los expertos se refieren a las diferencias observadas en los deportistas respecto a las tendencias de acción, señalando la existencia de deportistas con predisposición hacia acciones de ataque frente a otros que tienden a adoptar estilos defensivos.
Estas tendencias se aprecian como estilos deportivos característicos de los sujetos y desde esta perspectiva resulta interesante estudiar la existencia de relaciones entre dimensiones personales que permitan predecir las tendencias de los deportistas, posibilitando al entrenador planificar los entrenamientos de forma específica en cada caso. De esta manera podrían potenciarse las tendencias naturales en un jugador con el fin de aprovechar tales disposiciones en beneficio de su rendimiento, aunque para ello se hace necesario seleccionar un constructo de personalidad que pueda explicar y predecir las tendencias características de cada jugador.

El referente en psicología del Deporte, respecto a la investigación, son los modelos de MAHONEY Y AVENER (1977) y MORGAN; O'CONNOR; ELLICKSON Y BRADLEY (1988), que utilizan el enfoque global de HOLLANDER en sus investigaciones. DUDA; ROBERT Y BIDDLE (1993), respecto a la motivación. ZAICHKOWSKY Y TAKENAKA (1993) y ROTELLA; LERNER Y CREWS (1993), con relación a la optimización del nivel de activación en la competición deportiva.

“. . . toda intervención debe estar basada, y posteriormente evaluada, a través de procedimientos de registro significativos de los atributos psicológicos y las situaciones específicas que orientan y dirigen tal intervención”.

Nuestra intención es disponer de los medios adecuados para llevar a cabo mediciones oportunas que proporcionen los datos necesarios para realizar diagnósticos psicológicos objetivos y coherentes especialmente orientados a la utilidad y puesta en práctica de estrategias de intervención, no tanto desde el punto de vista de la “psicopatología deportiva”, cuanto de la orientación a deportistas y entrenadores para que lleven a cabo su actividad, especialmente en las diferentes fases del proceso de aprendizaje deportivo, con eficacia y eficiencia buscando la competencia.

Las investigaciones son necesarias para el conocimiento de las regularidades psicológicas de la actividad deportiva. No podemos abarcar todo el entramado que suponen las variables psicológicas en su conjunto, por ello hemos orientado nuestro trabajo en las variables personales que favorecen el rendimiento de los deportistas. Interesa conocer, además, cómo suceden los acontecimientos y qué elementos son los que producen interferencia en la práctica deportiva que en ocasiones actúan de moduladores. En concreto, nuestra investigación se orienta hacia el estudio de las características personales de deportistas que practican de forma regular deporte de competición, entendido como la situación habitual a la que tienen que enfrentarse.


En este sentido abordamos temas y proyectos de investigación tanto teóricos como empíricos, en estudios de laboratorio o de campo. Algunas de nuestras investigaciones abarcan de forma específica lo que estamos denominando la “condición psicológica en el deporte”:

o Problemas psicológicos de la iniciación deportiva.
o Estudio de la identificación del “genio” deportivo.
o Estudio de las variables de personalidad, motivación y expectativas de éxito en el deporte. . .
o Valoración de la ansiedad situacional y el estrés competitivo y sus repercusiones en el rendimiento.
o Efectos beneficiosos del ejercicio sobre el estilo de vida y la salud psicofisiológica del deportista.
o Evaluación y diagnóstico de habilidades cognitivas específicas
o Factores psicológicos que incrementan las capacidades deportivas.
o Indagación de la respuesta psicológica a las cargas de entrenamiento y competición: fatiga, sobreentrenamiento.
o Rehabilitación del deportista lesionado
o Cuidados del deportista en el periodo de transición antes, durante y después del retiro del deporte.
o Dimensiones psicológicas en las diferentes modalidades deportivas.
o Evaluación de la eficacia y eficiencia en deportistas: competencia deportiva.
o Liderazgo, cohesión de grupo y comunicación en los deportes de equipo.
o Caracterización e intervenciones psicológicas para el control psicológico.
o Intervenciones psicológicas para la participación en los programas de actividad física y deportiva.
o Investigación de las variables psicológicas en los entrenadores deportivos
o psicología del arbitraje deportivo.
o Entrenamiento mental en al preparación deportiva.
o Planificación y diseño del entrenamiento de las técnicas psicológicas en el deporte.
o Programas de planificación de objetivos y metas deportivas.

Para llevar a cabo nuestra actividad estamos adaptando y diseñando instrumentos específicos que nos proporcionen la información necesaria para realizar las investigaciones oportunas y la consiguiente planificación de las estrategias de intervención.


Instrumentos de evaluación en psicología del deporte

Desde sus orígenes, la investigación en psicología ha estado interesada en las variables psicológicas que influyen y condicionan la acción humana. En este sentido han sido numerosos los constructos identificados como determinantes de la ejecución (ansiedad, estrés, motivación, confianza, expectativas, autocontrol, autoeficacia, etc. ).

Los teóricos e investigadores creen que las características o habilidades psicológicas pueden no solo influir en el rendimiento deportivo, sino que pueden ser manipuladas para producir rendimiento de calidad. Hay numerosos estudios que han demostrado la relación existente entre ciertas variables psicológicas y el rendimiento deportivo (WILLIAMS, 1993; DOSIL, 2001), del mismo modo que han identificado habilidades psicológicas vinculadas al éxito deportivo y, lo más importante, tanto deportistas como entrenadores han sido objeto de numerosos intentos de intervención o entrenamiento psicológico con el fin de maximizar la ejecución deportiva, donde el objetivo fundamental ha sido fomentar una serie de destrezas psicológicas relacionadas con el rendimiento en el deporte.

Así pues, las variables psicológicas se han constituido en el argumento central a partir del cual se han forjado los cimientos de la psicología del Deporte actual. Paralelo a este interés, se investiga en la identificación, evaluación e intervención de características, habilidades o factores psicológicos relacionados con el rendimiento deportivo, presentándose la necesidad de construir y desarrollar herramientas de medición y evaluación válidas y fiables que nos permitan trabajar de forma ordenada, clara y sistemática.

Los instrumentos de evaluación que más se han utilizado en psicología del Deporte han sido los correspondientes al indicador cognitivo, fundamentalmente por la facilidad de la aplicación de los tests y cuestionarios, sin el menosprecio de los dos indicadores restantes. Estas pruebas pretenden analizar cómo algunas características individuales (estilos atencionales, ansiedad competitiva o los estados de ánimo) interactúan con los factores situacionales propios de cada situación deportiva.
Los cuestionarios, siempre que estén bien construidos y ofrezcan las suficientes garantías en cuanto a su validez y fiabilidad, constituyen una alternativa útil para la evaluación indirecta de variables psicológicas que no pueden ser observadas directamente (motivación, control, confianza, percepción de habilidad, etc. ) y, además, son un buen método de recogida de información para las respuestas cognitivas de los deportistas.
BALAGUÉ (1997) indica que se deben respetar al menos tres criterios para el uso adecuado de este tipo de instrumentos:

o Utilizar los cuestionarios con relevancia para la situación deportiva,
o Dar los resultados lo más rápidamente posible a los deportistas, y
o Utilizar los resultados como hipótesis de trabajo, no como definiciones reales del deportista.

Para que la interpretación de las puntuaciones sea correcta hay que considerar las normas obtenidas en una muestra o grupo normativo de sus mismas características. Este aspecto se olvida a menudo y se cometen graves errores de interpretación. Es decir, los resultados obtenidos, para que tengan sentido y no lleven a conclusiones erróneas, han de ser comparados con el grupo de referencia apropiado.

Hemos realizado una revisión de los diferentes instrumentos que la psicología del Deporte ha utilizado para efectuar evaluaciones específicas en el ámbito deportivo de competición (ANSHEL, H. H. , 1987; IZQUIERDO, J. M. , 1992; CRUZ J. Y CAPDEVILA, L. ; 1997; OSTROW A. C. , 1996, 2002) donde se sistematizan los instrumentos que pueden ser clasificados según los indicadores cognitivos, afectivo-emotivos, psicofisiológicos, bioquímicos y de acciones deportivas concretas.

Es casi imposible hacer una descripción somera de todos y cada uno de los instrumentos que los investigadores han utilizado y utilizan en psicología del Deporte. El Directory of Psychological Tests in the Sport and Exercises Sciences de ANDREW C. OSTROW, resume la información de 314 escalas psicológicas, cuestionarios e inventarios específicos de evaluación y 141 pruebas no divulgadas en el momento de la 2ª edición (1996) pero que sí se han publicado en la 3ª edición (2002), informando de 455 instrumentos de recogida de información psicológico-deportiva. Dichos instrumentos han sido clasificados en 20 categorías diferentes (ansiedad, atención, actitudes, atribuciones, estrategias cognitivas, cohesión, personalidad, motivación etc. ), por citar algunas de ellas.


La descripción de las pruebas se hace según los siguientes criterios:

o Referencias de la fundamentación teórica del instrumento.
o Objetivos.
o Descripción.
o proceso de construcción.
o análisis de la fiabilidad calculada en la construcción.
o Validez.
o Normas básicas de aplicación, corrección e interpretación de los resultados.
o Disponibilidad y datos del autor.
o Referencias bibliográficas relacionadas con el área temática donde el instrumento se inserta.

Por las razones anteriormente expuestas no podemos, en esta ocasión, presentar la relación de instrumentos de evaluación y diagnóstico existentes en psicología del Deporte.


Evaluación y diagnóstico en psicología del deporte

Los argumentos hasta aquí expuestos justifican el empleo del término evaluación psicológica. Pero, además, cualquier otro concepto queda desfasado por el hecho de que en los últimos años la evaluación psicológica ha ampliado su objeto de estudio, no limitándose única y exclusivamente a las características psicológicas de los deportistas sino que abarca contextos específicos (evaluación del ambiente), tratamientos, programas o intervenciones (evaluación de programas).

En la actualidad la evaluación en psicología del Deporte hace referencia a un concepto que engloba la aplicación de tests y el diagnóstico correspondiente. La aplicación de tests constituye únicamente una pequeña parte del proceso de recogida de información que supone la evaluación psicológica; esta última disciplina va más allá de la simple recogida de información, pues exige la formulación de hipótesis y su contrastación, así como la toma de decisiones con respecto a los instrumentos con el fin de alcanzar unos objetivos preestablecidos (descripción, clasificación, predicción y/o cambio), lo cual exige del evaluador una serie de conocimientos teóricos que no necesitaría en principio el “aplicador de tests”.

Por lo que respecta al diagnóstico psicológico, independientemente de la connotación del término, este deja de tener sentido en el momento en que las demandas de evaluación se amplían de una persona concreta a un grupo, a un ambiente o a un programa o tratamiento. Esta ha sido la tónica general en psicología del Deporte hasta los años 90, pero ya se está trabajando con rigor y utilizando instrumentos adecuados en contextos deportivos específicos y con diseños de grupo.

Desde esta perspectiva, la evaluación psicológica constituye el estudio científico a través de diferentes procedimientos de recogida de información (entre otros muchos los tests psicológicos), de las actividades y características psicológicas de una persona o equipo deportivo, ambientes específicos e intervenciones, con el fin de alcanzar los objetivos propuestos.

FERNÁNDEZ-BALLESTEROS (1992) considera que el proceso de evaluación está determinado por el objetivo de la evaluación. Así, aun cuando todo proceso de evaluación sigue las fases del método hipotético-deductivo, si el objetivo de la evaluación es el diagnóstico, la orientación o la selección, la verificación de las hipótesis formuladas se realizará mediante técnicas correlacionales; mientras que si el objetivo es el tratamiento, la metodología correlacional debe ser complementada con procedimientos experimentales.
Destacamos, a modo de información resumida, que en el Laboratorio de psicología y aprendizaje de las Habilidades Motoras y Deportivas de la FCAFD (ULPGC) se han diseñado las pruebas necesarias para evaluar las diferentes habilidades psicológicas arriba mencionadas. Por otra parte, disponemos de equipos computerizados (DAS, I330, VIENA TEST SYSTEM) para el diagnóstico de todas y cada una de las variables psicológicas implicadas en la acción deportiva.

En resumen, el proceso de evaluación que se acaba de describir termina cuando se alcanzan, a través de la descripción, clasificación y predicción, los objetivos de diagnóstico, orientación, selección o propuesta de intervención, en el ámbito deportivo.

 

Estrategias de afrontamiento psicológico

Respecto a los instrumentos de diagnóstico y evaluación que actualmente se están utilizando (tests, cuestionarios y equipos computerizados), no tendría sentido quedarse en la mera descripción de los resultados obtenidos y la posterior entrega del informe correspondiente a los deportistas o entrenadores. Al contrario, es un paso intermedio que nos lleva a la planificación de estrategias de afrontamiento adecuadas para proporcionar los medios oportunos en la resolución de situaciones deportivas problemáticas y en la evitación de que estas situaciones vuelvan a presentarse.

Al efecto, tenemos los medios necesarios para llevar a cabo las estrategias de intervención y rehabilitación de las variables psicológicas diagnosticadas, mediante un Sistema de Rehabilitación Computerizado (Rehacom), equipo diseñado, en coordinación con los descritos anteriormente, para el diagnóstico en psicología del Deporte. Esta es la razón que justifica nuestra orientación hacia la formación psicológica de los deportistas apoyados en teorías consistentes.
Señalamos, a modo de ejemplo, algunas estrategias para desarrollar habilidades psicológicas en la actividad deportiva:

o Evaluación adecuada para tener la posibilidad de auto-registro deportivo diario y auto-evaluación, es decir, verificar lo que se domina y lo que se debe de aprender, sin tener que esperar al día de la competición.
o Registrar los errores y fracasos para establecer un plan de reducción de los mismos (medias de error)
o comunicación fluida y constante, por parte del entrenador, para corregir errores y alentar los éxitos, esto motiva y potencia el aprendizaje en la medida que la información es objetiva y positiva (feedback positivo).
o Utilizar modelos significativos y competentes que muestren a los deportistas conductas que resulten eficaces.
o Exigir según las habilidades del deportista
o percepción de control de la situación
o Refuerzos adecuados, reconocer los éxitos en las tareas bien realizadas, presentar tareas que estén en el nivel óptimo de realización, con relación al nivel de habilidad del deportista, reconocer el esfuerzo, la superación constante, alabar, mostrar confianza y hacer Profecías Autocumplidas Positivas (Pigmalión Positivo).
o Proponer tareas posibles y alcanzables, haciendo énfasis en potenciar y evaluar capacidades transferibles a situaciones nuevas y analizar los criterios de relevancia antes de proponer los objetivos al equipo.
o Proponer objetivos de realización, ya que están bajo el control del deportista y fomentan el autoconcepto, la auto-estima y la motivación intrínseca.
o Suscitar interés destacando las relaciones de transferencia y utilidad de lo que se está practicando para la mejora personal, profesional y social.

Cuando un deportista no se equivoca nunca significa que se implica muy poco en la actividad. En cambio, el que comete errores conoce la forma de evitarlos, tiene una actitud positiva de superación y está cargado de la energía mental suficiente, sólo le falta la motivación adecuada para alcanzar los objetivos propuestos que le lleven al éxito y satisfacción personal; aunque no conviene olvidar que un programa de intervención sobre la ansiedad va a depender en gran manera de los aprendizajes y experiencias previas durante la vida deportiva (aunque el hecho de encontrarse en situaciones de entrenamiento y competición no debería implicar necesariamente sentirse nervioso, lo cierto es que hemos aprendido a responder así: ansiosamente).

Nosotros proponemos el siguiente programa y estrategias de afrontamiento:


o Autovaloración positiva de uno mismo
o Reorganización de las actitudes sobre ganar o perder, sobre los errores, sobre la actividad precompetitiva, sobre los compañeros y cuerpo técnico.
o Propuestas de objetivos adecuados (autosuperarse, no sólo ganar, . . )
o Programa de entrenamiento psicológico específico.
o Uso y manejo de técnicas de autocontrol (visualización, relajación, . . )
o Técnicas conductuales.

Un sujeto altamente estresado podrá manifestar agotamiento físico y emocional, poca energía, escaso interés por la actividad deportiva, bajo autoconcepto, pérdida de confianza en sí mismo, sentimientos de bajo rendimiento y sensación de estar fallando, merma de motivación deportiva, bloqueos ante los entrenamientos competitivos, fracaso de expectativas deportivas, baja productividad o disminución del nivel de rendimiento, distanciamiento del entorno deportivo, tendencia o propensión al abandono de la práctica deportiva (Síndrome Burnout). Las estrategias de afrontamiento del stress pueden ser:

o Neutralizar el estrés: Controlando los estímulos ambientales, el nivel de arousal y los pensamientos negativos.
o aprendizaje de las técnicas y habilidades psicológicas de control: Inoculación del stress, control de la tensión muscular y psicológica (relajación progresiva).

De acuerdo con todo lo anteriormente expuesto, aún no se pueden establecer con precisión qué habilidades psicológicas están más desarrolladas en los deportistas, ni en qué deportes, ni en hombres o mujeres, ni por categorías deportivas. Nosotros hemos iniciado un proceso que esperamos continuar para profundizar en el estudio de estas variables personales, ya que los mismos deportistas y entrenadores consideran que el éxito deportivo es en un 99% mental.

Lo que se ha constatado es que hay que contextualizar la psicología en el ámbito deportivo, construir teorías significativas y definir las variables de forma adecuada para establecer medios que lleven a la evaluación y diagnóstico de las mismas. Esta es una cuestión que nuestra investigación afronta de cara a contribuir con el progreso de la psicología del Deporte. Consideramos que existen variables personales, que éstas pueden definirse, que se pueden evaluar y que podemos utilizar los datos para intervenir en los procesos de formación y desarrollo de los deportistas.

Tal vez la cuestión más importante se centre en saber si cada deporte requiere de unas determinadas características personales. En caso afirmativo, tendremos que hacer la selección apropiada de deportistas (selección y detección de “genios deportivos”). Por el contrario, ¿Es el tipo de deporte el que configura personalidades específicas a través de la práctica, exigencias y contexto donde se desenvuelve el deportista?. Entonces, tendremos que orientar nuestra tarea a la planificación de la actividad deportiva de forma adecuada y coherente, considerando los principios básicos del aprendizaje de la técnica, formando de forma adecuada las personalidades de los deportistas y respetando las diferencias individuales, en definitiva organizando y planificando la actividad deportiva.


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