Algia
Definición: Dolor en una región corporal.
La palabra fibromialgia (FM) significa dolor en los músculos y en el tejido fibroso (ligamentos y tendones). La fibromialgia se caracteriza por dolor musculoesquelético generalizado y sensación dolorosa a la presión en unos puntos específicos (puntos dolorosos). Este dolor se parece al originado en las articulaciones, pero no es una enfermedad articular.
síndrome caracterizado por dolor y rigidez matutina en los músculos y tejidos fibrosos (ligamentos y tendones), cansancio y dolor a la palpación en una serie de puntos dolorosos (11 de los 18 existentes). No hay hallazgos en el laboratorio. Es más frecuente en mujeres. Un porcentaje muy alto de estos pacientes son diagnosticados de depresión. Algunos lo considera una variante del síndrome de fatiga crónica. (IGF). La persona que busca la ayuda del médico suele decir “me duele todo”, pero otras veces es referido como quemazón, molestia o desazón. Con frecuencia el dolor varía en relación con la hora del día, el nivel de actividad, los cambios climáticos, la falta de sueño o el estrés.
Además del dolor, la fibromialgia ocasiona muchos otros síntomas: el 90% de los pacientes tienen cansancio, el 70-80% trastornos del sueño y hasta un 25% ansiedad o depresión.
Etiología
No se conoce la causa de esta alteración, pero se piensa que hay muchos factores implicados. fibromialgia (FM) es un cuadro clínico de origen desconocido definido en 1990 por el American College of Rheumatology como la presencia de dolor crónico de más de 3 meses de duración y generalizado, junto con 11 o más de 18 puntos dolorosos específicos,
Señalar que la etiología difusa y la presencia de síntomas psicológicos, siendo los más frecuentes la depresión y ansiedad, ha llevado a postular características de personalidad como variables relacionadas con la aparición y/o curso de la enfermedad agravando y cronificando el curso de la enfermedad.
En este sentido cabe destacar que las características de la personalidad influyen en la concepción, la experiencia, la aceptación y demás fenómenos asociados al dolor, y el dolor es uno de los síntomas principales y más persistentes en la fibromialgia.
Entre los estudios que se ocupan de este aspecto, Soriano et al. , (2010) señala que el perfil de personalidad con mayor vulnerabilidad al dolor son aquellas personas que presentan un alto nivel de neuroticismo, baja extraversión y estrategias de afrontamiento pasivas,
Ramírez-Maestre (2001) indican que las personas con alto nivel de neuroticismo emplean estrategias pasivas frente al dolor, generando más pensamientos catastrofistas (catastrofismo) y búsqueda del control ajeno de su propio dolor (búsqueda de apoyo social),
Por último mencionar que la variable neuroticismo podría ser responsable del déficit a la hora de percibir con claridad las emociones (Coffey et al. , 2003; Gohm y Clore, 2002).
Es decir, las personas que puntúan alto en neuroticismo serían ineficaces a la hora de expresar e identificar las emociones.
a su vez en 1992 es reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) entrando a formar parte en el ICD-10 en el epígrafe “M79. 0 Reumatismo especificado”.
A lo largo del tiempo el diagnóstico de la enfermedad ha dejado de centrarse en los síntomas del aparato locomotor;
Síntomas
en 2010 el American College of Rheumatology propone unos nuevos criterios que ya no requieren la palpación de puntos dolorosos y que evalúan al paciente en función del número de regiones dolorosas (Widespread Pain Index) y de una escala de gravedad (Symptom Severity Score) de la fatiga, del sueño no reparador y de los síntomas cognitivos.
- Trastornos del sueño: A pesar de dormir las horas suficientes, pueden despertarse y sentirse todavía cansados.
- Anquilosamiento: rigidez del cuerpo.
- Incremento de dolores de cabeza o de la cara.
- Malestar abdominal: trastornos digestivos, dolores abdominales, meteorismo, estreñimiento y/o diarrea.
- Problemas genitourinarios: aumento en la frecuencia o de mayor urgencia para orinar, típicamente, sin una infección de la vejiga.
- Parestesia: entumecimiento u hormigueo (por ejemplo, en las manos o los pies).
- Sensibilidad a la temperatura.
- Problemas de la piel: Síntomas molestos, como prurito, resequedad o manchas.
- Síntomas del tórax: dolores del pecho o las partes superiores del cuerpo.
- Desequilibrio: problemas de vértigo y/o del equilibrio.
- Trastornos cognoscitivos: dificultad para concentrarse, "lentitud mental", pérdida de la memoria.
- Sensaciones en las piernas: "síndrome de las piernas inquietas" (impulso incontrolable de mover las piernas, sobre todo cuando se está descansando o reposando).
- Sensibilidad ambiental: hipersensibilidad a la luz, ruidos, olores y cambios del tiempo.
- Depresión y ansiedad.
La prevalencia en España, según datos del estudio EPISER 2000 de la Sociedad Española de Reumatología, se sitúa en un 2, 4%, con un claro predominio en mujeres (4, 2 frente a 0, 2% en hombres)
y un pico de prevalencia entre los 40 y los 49 años.
Tratamiento
La literatura previa pone de manifiesto que el tratamiento más efectivo para mejorar la calidad de vida de las pacientes con FM incluye la combinación del tratamiento farmacológico, terapia psicológica y la realización de ejercicio aeróbico de bajo impacto.
La enfermedad no tiene curación definitiva. El objetivo del tratamiento es mejorar el dolor y tratar los síntomas acompañantes, para conseguir una mejoría en la calidad de vida de estos pacientes.
Es importante conocer los factores desencadenantes de brotes, realizar tratamiento de las alteraciones psicológicas asociadas si las hay (ansiedad y depresión) y ejercicio físico suave diariamente.
Es importante establecer las mejores condiciones para un sueño reparador. Tener una cama no excesivamente blanda ni excesivamente dura, así como una almohada baja. Evitar la ingesta de sustancias y bebidas estimulantes, las temperaturas extremas y los ruidos y luces.
Los analgésicos disminuyen de manera parcial el dolor y sólo los debe tomar si su médico se lo indica. Otros grupos de medicamentos utilizados son los relajantes musculares que deben tomarse en tandas cortas y algunos fármacos antidepresivos que aumentan los niveles de serotonina y que mejoran los síntomas de la fibromialgia, pero todos ellos deben suministrarse bajo prescripción médica.
Ref. Bibliográfica
PATRONES DE personalidad EN MUJERES AFECTADAS POR fibromialgia Carmen Ramos Rodríguez