En los últimos tiempos se viene observando un aumento en la incidencia de los TGD, aunque los estudios epidemiológicos publicados al respecto son escasos. El objetivo del presente estudio fue conocer la prevalencia de los TGD, en el Campo de Gibraltar (Cádiz).
Se utilizó una muestra compuesta por todos aquellos niños que demandaron asistencia a la USMIJ-HD de Algeciras entre los años 2001 y 2005. Los resultados indicaron que, efectivamente, ha aumentado la incidencia de los TGD, aunque se mantienen las cifras de prevalencia de los estudios iniciales para el trastorno autista (4-5 por 10. 000 habitantes).
Estudio de la prevalencia de los TGD a través de una Unidad de Salud Mental Infantil: un estudio preliminar.
Trujillo Borrego, Mª Alejandra; Sánchez Muñoz, María; Gutiérrez López, Mª Isabel.
Hospital punta Europa de Algeciras (Cádiz)
PALABRAS CLAVE: TGD, TEA, prevalencia, Campo de Gibraltar.
(KEYWORDS: PDD, ASD, Prevalence, Campo de Gibraltar. )
Resumen
En los últimos tiempos se viene observando un aumento en la incidencia de los TGD, aunque los estudios epidemiológicos publicados al respecto son escasos. El objetivo del presente estudio fue conocer la prevalencia de los TGD, en el Campo de Gibraltar (Cádiz). Se utilizó una muestra compuesta por todos aquellos niños que demandaron asistencia a la USMIJ-HD de Algeciras entre los años 2001 y 2005. Los resultados indicaron que, efectivamente, ha aumentado la incidencia de los TGD, aunque se mantienen las cifras de prevalencia de los estudios iniciales para el trastorno autista (4-5 por 10. 000 habitantes).
Abstract
In the last times it comes observing an increase in the effect of the PDD, though the epidemiological studies published in the matter are scanty. The aim of the present study was to know the prevalence of the PDD, in Campo de Gibraltar (Cadiz). There was in use a sample composed by all those children who demanded assistance to the USMIJ-HD of Algeciras between the year 2001 and 2005. The results indicated that, really, it has increased the effect of the PDD, though the numbers are kept of prevalencia of the initial studies for the autistic disorder (4-5 for 10. 000 inhabitants).
Introducción
Los Trastornos Generalizados de Desarrollo (TGD) tradicionalmente se han venido definiendo como una alteración global del comportamiento que va unida a dificultades en la comunicación y en el lenguaje, así como en las capacidades de relación interpersonal y que supone un alejamiento de las pautas normales de desarrollo.
Actualmente, el término TGD resulta controvertido y, aunque muchos autores continúan utilizándolo, cada vez son más los que lo han sustituido por el concepto de Trastornos del espectro Autista (TEA)(1, 2, 3), considerando a este último más preciso, ya que permite explicar y describir la hetereogeneidad del síndrome. Así, mientras que el primer término hace referencia a una afectación generalizada y global del desarrollo de las personas que lo padecen, el segundo resalta una gran variabilidad en la expresión de estos trastornos, de manera que personas que se encuentran bajo una misma categoría diagnóstica pueden ser muy diferentes entre sí. Los TEA descartan la definición del trastorno como algo uniforme, reflejando la diversidad de un espectro que oscila en cuanto a su afectación, que puede variar con el tiempo y verse influido por distintos factores, como por ejemplo, la estimulación precoz. De esta forma, mientras que uno aboga por una distinción categorial entre trastornos, el concepto TEA se refiere a un continuo de diferentes dimensiones en el que se altera cualitativamente un conjunto de capacidades en la interacción social, la comunicación y el comportamiento. Aún así, en la literatura científica es frecuente que estos términos se utilicen indistintamente.
Las principales herramientas para el diagnóstico de estas entidades nosológicas se basan primordialmente en la observación clínica mediante los sistemas de clasificación estándar actuales (CIE-10 y DSM-IV-TR) (4, 5), a pesar de la existencia de otros instrumentos diagnósticos que no están exentos de las limitaciones propias de los métodos de autoinforme en la determinación concluyente de la presencia de estos síndromes. La clasificación Psiquiátrica Americana (DSM-IV) y la clasificación de las Enfermedades propuesta por la OMS (CIE-10), ambas en su última versión, proponen criterios similares para definir los TGD, aunque cada una incluye dentro de estos un grupo distinto de trastornos (ver tabla 1). Ambas clasificaciones coinciden en resaltar tres alteraciones nucleares del síndrome, la conocida tríada de Wing(6, 7), que se manifiesta en una alteración de la interacción social, una alteración del lenguaje y la comunicación y una alteración del pensamiento y la conducta(8, 9).
La alteración cualitativa en la interacción social incluye déficits en la comunicación no verbal, ausencia de una tendencia espontánea a compartir con otras personas, incapacidad para establecer relaciones sociales tanto con personas significativas como no significativas, y falta de reciprocidad social y emocional.
La alteración cualitativa de la comunicación se caracteriza por una ausencia o retraso en la adquisición del lenguaje, sin base orgánica que lo justifique. En caso de que llegue a desarrollarse, presenta una serie de alteraciones como estereotipias, repeticiones, y diversas alteraciones en el tono, ritmo intensidad y articulación. También tienen problemas para iniciar y mantener una conversación además de una ausencia de juego social, imitativo o simulado.
La tercera alteración cualitativa se da en los comportamientos e intereses, que son a su vez repetitivos y estereotipados.
En cuanto a la prevalencia de estos trastornos, los primeros estudios epidemiológicos(10) sobre el autismo situaban la cifra en torno a 4-5 niños de cada 10. 000. En la última década se ha observado un notable aumento en la incidencia de dichos trastornos, llegando a situarse entre un 30-60 de 10000(11, 12). Todos estos datos proceden de estudios extranjeros. El primer estudio epidemiológico llevado a cabo en España fue el realizado en Navarra por Alberdi(13) en 1990, que encontró una cifra similar a la obtenida en los estudios iniciales. Hasta la fecha, no se ha realizado en nuestro país ningún otro estudio epidemiológico sobre el autismo tan riguroso como el citado.
Con el objetivo de tener una aproximación a las cifras actuales de TEA en España, realizamos una evaluación preliminar de la prevalencia de los TEA en el Campo de Gibraltar (Cádiz).
La Comarca del Campo de Gibraltar(14) está ubicada en la zona más meridional de la Comunidad Autónoma de Andalucía, al sudeste de la provincia de Cádiz. La constituyen los siete municipios que componen esta Comarca: Algeciras, La Línea, San Roque, Los Barrios, Tarifa, Jimena y Castellar, entre los cuales existen grandes diferencias en cuanto a situación geográfica, demografía y superficie, alcanzando en total una población de aproximadamente 240. 000 habitantes(15). De la totalidad poblacional, 38. 333 personas constituyen la población infantil (hasta 14 años).
En los últimos años, se viene observando cada vez una mayor presencia de TEA en el Servicio de Salud Mental Infantil del Campo de Gibraltar. Con el presente estudio trataremos de determinar si las cifras se aproximan más a las obtenidas por los estudios pioneros o a las obtenidas por los más recientes.
Tabla 1. - Clasificaciones Internacionales
Método
La muestra estuvo compuesta por todos los niños que acudieron a la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil (USMIJ-HD) de Algeciras. Dado que la USMIJ-HD es el único dispositivo público de Salud Mental Infantil de la comarca del Campo de Gibraltar, es de prever que aquellos niños que presenten una determinada alteración psicopatológica detectada en su ambiente familiar, sanitario o escolar, en su mayoría acudan allí.
El periodo de estudio comprendió entre Enero del 2001 y Septiembre del 2005, conformando un total de 1865 casos. Se excluyeron aquellos casos cuyo diagnóstico no había concluido, bien por hallarse en estudio o por abandono previo a éste.
El procedimiento consistió en un estudio epidemiológico retrospectivo en el que se realizó una revisión de todas las historias clínicas de la citada muestra, extrayendo para cada uno de los pacientes los siguientes parámetros:
1. edad
2. sexo
3. diagnóstico
4. trastornos comórbidos si los hubiese
5. fecha de admisión,
6. procedencia,
7. derivación,
8. características sociodemográficas de los padres,
9. antecedentes personales
10. antecedentes familiares,
11. factores pre, peri y post natales,
12. número de orden de los hermanos, si hubiese
13. patología de los hermanos.
Los datos se recabaron a partir de las anamnesis, de los distintos informes psicológicos y psiquiátricos realizados (tanto en la USMIJ-HD como en otros servicios ya sean públicos o privados), así como de las diferentes pruebas médicas aportadas por los pacientes o solicitadas en nuestro dispositivo con el fin de clarificar el diagnóstico.
Todos los pacientes fueron diagnosticados en base a los criterios de la clasificación Internacional de Enfermedades de la OMS en su décima edición (CIE-10).
Resultados
De los 1865 niños evaluados, un total de 58 presentaron un TGD determinado, y otros 9 estaban en proceso de estudio. De estos 58, 47 fueron varones y 11 mujeres, obteniéndose una proporción de 4, 2 varones por cada mujer, lo que supone una cifra similar a la encontrada en otros estudios.
En cuanto al diagnóstico de TGD específico, se encontró que 13 personas (22, 4%) fueron diagnosticadas de autismo (F84. 0), 5 (8, 6%) de autismo atípico (F84. 1), 24 (41, 3%) de síndrome de Asperger (F84. 5) y 16 (27, 5%) de TGD no especificado (F84. 9). Ver gráfica 1.
En lo que concierne a los casos detectados en cada uno de los años estudiados, se observa un incremento progresivo del número de niños diagnosticados de TGD. Así, en el 2001 se detectaron seis casos, once en el 2002, en el 2003 aumentó a quince, en el 2004 se encontraron 13 y, por último, otros trece en el 2005, si bien cabe señalar que en este último año sólo se recogieron datos hasta el mes de Septiembre.
En el análisis por localidades, la mayor parte de los TGD están localizados en las dos localidades más grandes del Campo de Gibraltar, Algeciras y La Línea de la Concepción, con 28 (48, 2%) y 25 (43, 1%) diagnósticos respectivamente. Los 5 casos restantes se reparten entre las otras localidades, encontrándose 2 (3, 4%) en San Roque, y 1 en Los Barrios, Castellar y Tarifa respectivamente (1, 7%). No se detectó ningún TGD en la localidad de Jimena de la Frontera.
Por otro lado, el rango de edad de los niños osciló entre los 2 y los 14 años (Ver tabla 2).
Tabla 2. - Distribución de TGD en función de la variable edad
El rango de edad de las madres de la muestra iba desde los 18 a los 42 años, con un valor medio de 29 años, situándose la mediana en dicha cifra. El rango de edad de los padres comprendió desde los 19 a los 46 años, con una media de 32 años y una mediana del mismo valor.
De la totalidad de la muestra se apreció que 9 sujetos (15, 5%) presentaban antecedentes familiares de alteraciones o retraso en la adquisición del lenguaje.
El 41, 4% de los casos eran hijos únicos, el 27, 6% eran primogénitos, el 25, 9% ocupaban el segundo lugar en el orden de hermanos, el 3, 4% el tercer lugar, y el 1, 7% el quinto.
En cuanto comorbilidad con otros diagnósticos en el Eje I, encontramos que 11 pacientes (18, 9%) cumplían además los criterios de TDAH. Cabe señalar, que la totalidad de ellos correspondieron a un diagnóstico de síndrome de Asperger o de TGD no especificado. Otros trastornos comórbidos encontrados fueron dos trastornos depresivos (3, 4%) y un trastorno encoprético (1, 7%). Los datos referentes a la comorbilidad con trastornos del Eje II no fueron recogidos debido a la carencia de información detallada sobre los mismos.
Grafica 1. - Distribución de los TGD en la muestra
Discusión
Antes que nada, es preciso destacar que la muestra empleada en nuestro estudio constituye una muestra clínica y, por lo tanto, sesgada. La utilización de dicha muestra, aún a sabiendas de que no es el recurso más deseable para garantizar un estudio epidemiológico riguroso, entendemos que puede aproximarse a las cifras reales de prevalencia. Es de suponer que la mayoría de las familias con algún miembro afectado de TGD soliciten asistencia al Servicio Público de Salud Mental, en este caso, la USMIJ-HD, independientemente de cual sea el contexto en que se realice la detección de las alteraciones, por parte del pediatra, los profesores, o los propios familiares.
En cuanto a los resultados obtenidos en nuestro estudio reflejan una proporción mínima de TGD de 15 por cada 10. 000 habitantes. Dado que la población con que nosotros trabajamos estaba compuesta únicamente por una población clínica, es probable que existan otros casos de TGD dentro de la Comarca del Campo de Gibraltar cuya existencia desconozcamos. Sin embargo, el hecho de que hayamos encontrado 58 de entre las 38333 personas que constituyen la población infantil de la zona, indica que este es el valor mínimo existente.
En lo que refiere al trastorno autista en concreto, encontramos valores en torno a 4-5 casos por 10. 000 habitantes, siendo similares a los valores encontrados por los estudios epidemiológicos iniciales y las encontradas por Alberdi en España en el año 1990; y estando muy alejados de la encontrada por otros autores que sitúan la prevalencia del mismo en torno a 30-60 casos por cada 10000 habitantes.
La similitud de nuestras cifras con las primeramente encontradas puede deberse a que los parámetros diagnósticos del autismo han sufrido pocas variaciones desde que fueron propuestos por Kanner(16) en el año 1943, y aún hoy en día se siguen basando en la tríada de Wing. Por otro lado, si tenemos en cuenta la totalidad de los trastornos que constituyen el llamado espectro Autista, esta cifra aumenta considerablemente, hasta el punto de triplicarse.
Un hecho destacable es que un 27, 5% de los diagnósticos de nuestra muestra corresponden con un TGD no especificado. Esto parece indicar la existencia de un alto número de casos que difícilmente pueden encuadrarse dentro de la actual clasificación categorial de los TGD. Esto estaría en consonacia con la nueva vertiente que propone el término TEA como alternativo al TGD, y que señala la gran variabilidad fenotípica que puede existir entre personas con un mismo trastorno. Así, esta postura aboga por un enfoque dimensional de los trastornos, y tiene en cuenta las oscilaciones que pueden producirse en la afectación de las distintas alteraciones del síndrome.
Otro dato a resaltar es la alta incidencia encontrada en la localidad de La Línea de la Concepción (25 personas), muy similar a la encontrada en la localidad de Algeciras (28 personas), teniendo en cuenta que ésta última dobla a la primera en cuanto a población infantil se refiere (8562 y 15366 niños respectivamente). Sería interesante realizar un estudio exhaustivo que ponga de manifiesto los factores que contribuyen a esta distribución.
Como ya hemos mencionado, una de las limitaciones más importantes de este estudio se refiere al tipo de muestra utilizada. Puede ser posible que el valor obtenido en nuestros resultados esté algo infraestimado, ya que perdemos ciertos datos provenientes de personas con TGD que no hayan acudido a la USMIJ-HD, bien porque no hayan sido detectados, o bien porque hayan empleado otros recursos distintos al Servicio Público de Salud.
No obstante, este estudio no pretende ser una valoración exacta y rigurosa de la epidemiología de los TGD, sino más bien una aproximación inicial hacia una psicopatología que está recibiendo cada vez un interés más creciente. Creemos, por tanto, conveniente, se realicen otros estudios más exhaustivos que investiguen no sólo la prevalencia, sino también todos aquellos factores que rodean los TEA.
Referencias
1. Fortea S, Luzardo M. (2003). Autismo: cada día más cerca de un diagnóstico preciso. BSCP Can Ped; 27 (3)
2. Instituto de Salud Carlos III. Trastornos del espectro autista. URL: iier. isciii. es/autismo
3. Riviere A. Y Martos J. El tratamiento del autismo: nuevas perspectivas. APN Madrid/ Ministerio de trabajo y asuntos sociales.
4. Organización Mundial de la Salud. 10ª Revisión de la clasificación Internacional de Enfermedades, Trastornos Mentales y del Comportamiento (CIE-10). Geneva: OMS; 1992.
5. Asociación Americana de psiquiatría. Manual diagnóstico y estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV-TR). Barcelona: Masson; 1994.
6. Wing L, Gould J (1979). Severe impariments of social interaction and asociated abnormalities in children. Epidemiology and classification. Journal of autism and developmental disorders, 9: 11-29.
7. Wing L y Everard MP. y cols. (1982). Autismo infantil: aspectos médicos y educativos. Ed. Santillana. Madrid.
8. Wing L. (1999). The autistic spectrum. The lancet, 350: 1761-1766.
9. Rodríguez-Sacristán J, Lozano-Oyola J F, Caballero R. (2000). psicopatología Infantil Básica. teoría y casos clínicos. Ed. Pirámide. Madrid.
10. Lotter, V. (1996). Epidemiology of autistic conditions in young children: I Prevalence Social Psychiatry; 1:124-127.
11. Posada-De la Paz M, Ferrari-Arroyo M J, Touriño E y Boada L. (2005). Investigación epidemiológica en el autismo: una visión integradora. Revista de Neurologia; 40 (suplemento 1): S191-198.
12. Bertrand, J, Mars, A, Boyle C, Bove F, Yeargin-Allsopp M, y Decoufle P. (2001). Prevalence of autism in a United States population: The Brick Town-ship, New Jersey investigation. Pediatrics, 108: 1155-61.
13. Alberdi J F (1990). Investigación epidemiológica de niños autistas en el territorio foral de Navarra. San Sebastián: Universidad del País Vasco. Tesis Doctoral.
14. La Web del Turismo en el campo de Gibraltar. URL: www. turismocg. com.
15. IEA. Sistema de Información multiterritorial de Andalucía. URL: http//www. juntadeandalucia. es/institutodeestadistica/sima_web/sima_tabla. jsp.
16. Kanner L. (1943). Trastornos autistas del contacto afectivo. Siglo Cero.
IMPORTANTE: Algunos textos de esta ficha pueden haber sido generados partir de PDf original, puede sufrir variaciones de maquetación/interlineado, y omitir imágenes/tablas.
Transición de el quijote a la biblia: psicosis en paciente con TEA
Carmen García Cerdán et. al
Fecha Publicación: 20/05/2024
Revisión de la relación entre síntomas depresivos y respuesta inflamatoria del sistema inmune.
David Alonso Vidal et. al
Fecha Publicación: 18/05/2023
Trastorno del espectro autista y trastorno límite: déficit en la cognición social como punto de encuentro
Mar Jiménez Cabañas et. al
Fecha Publicación: 18/05/2023
Revisión sistemática: Análisis de la metodología TEACCH en TEA
LUZ MARIA GONZALEZ GUALDA et. al
Fecha Publicación: 18/05/2023
¿Tenemos muchos pacientes en tratamiento para el TDAH? Prevalencia en una región sanitaria y medicación asociada
laura Gascó Serna et. al
Fecha Publicación: 18/05/2023
El Modelo Transteórico del Cambio
María Del Rosario Torrealba Garrido
Fecha Publicación: 18/05/2023