Se han relacionado múltiples genes con el riesgo de presentar esquizofrenia pero no se ha podido evidenciar significación clara para ninguno de ellos. Con el objetivo de estudiar la relación de trastorno y genes surgen, a nivel europeo, los estudios llamados Genomewide Association Studies (GWAS). También se han llevado a cabo estudios epidemiológicos que asocian factores ambientales con el riesgo de presentar esquizofrenia. La edad avanzada paterna, la urbanicidad o el consumo de cannabis han sido algunos de ellos. La línea de investigación actual ha buscado interrelacionar genética y epidemiología con el objetivo de poder evidenciar hallazgos más significativos que los encontrados de manera independiente. Se ha evidenciado una marcada variabilidad en las respuestas individuales a los factores de riesgo ambiental. Estos hallazgos han conducido al estudio de ?fenotipos de propensión psicométrica a la psicosis? en la población general. Se apunta a que estos fenotipos podrían corresponder a la representación del riesgo genético para el trastorno psicótico. Así pues, el interés actual se ha dirigido hacia el estudio de la etiología de la esquizofrenia centrado en las interacciones gen-ambiente. La intervención directa sobre la genética no es posible, pero sí sería posible la intervención sobre los factores ambientales implicados en las interacciones gen-ambiente. A nivel estatal, se está siguiendo la misma línea de investigación focalizando en la interacción gen-ambiente. Se está llevando a cabo el proyecto ?Interacción genotipo-fenotipo y ambiente. Aplicación a un modelo predictivo en primeros episodios psicóticos?, que intentará identificar interacciones entre factores genéticos y ambientales (que permitan predecir cambios estructurales cerebrales), determinar la relación entre genes y farmacocinética/farmacodinámica y con respuesta y efectos secundarios del tratamiento.