¿Es posible la intervención de Terapia Ocupacional en los dispositivos de Unidad de Hospitalización Breve de Psiquiatría?. La respuesta es sí. Son cada vez mas los Terapeutas Ocupacionales, los que pasamos a formar parte de la red de Salud Mental en este tipo de dispositivos, así como cada vez más los programas, protocolos y niveles de intervención que desde estas unidades podemos desarrollar. La Ocupación, entendida como ese equilibrio entre Actividades de Autocuidado, Productividad y Ocio, se vincula al usuario en estas unidades desde el primer momento, ya que el periodo de ingreso es la reproducción de una microsociedad, en la que el usuario vivirá durante un periodo de tiempo hasta que se le ofrezca el alta terapéutica.
Necesidades, capacidades, posibilidades y sobre todo niveles Ocupacionales, se encuentran disminuidos en una persona, que por su momento agudo presenta desequilibrio en algunos de los contextos de ejecución Ocupacional. Podríamos concretar que la intervención del Terapeuta Ocupacional en la Unidad de Hospitalización Psiquiátrica, va a encaminada promover la salud y el bienestar ocupacional, minimizar la perdida de capacidades, recuperando la máxima funcionalidad del paciente y compensando las disfunciones instauradas; utilizando métodos y modalidades específicas para desarrollar, mantener, mejorar y/o recuperar el desempeño de funciones necesarias. En esta ponencia intentaremos ofrecer la visión sobre el desempeño de la ocupación en estas unidades*. *Las unidades de hospitalización psiquiátrica (UHP)(También denominadas de Expulsión Rápida ? Sastre, J. F. 2003. Salamanca -) son los dispositivos asistenciales destinados al ingreso temporal de aquellos pacientes que se puedan beneficiar de esta modalidad terapéutica. Se destinarán a resolver la situación de crisis del paciente, sin que factores estrictamente sociales o variables de cronicidad del cuadro sean los determinantes básicos para el internamiento o pertenencia a ellas. La indicación de hospitalización se hará por decisión de los equipos de las unidades de salud mental, hospitales de día o unidades hospitalarias de rehabilitación psiquiátrica, según proceda, en colaboración con los equipos propios de la unidad de hospitalización, siguiendo los criterios establecidos de derivación de la continuidad terapéutica. Se ubican en hospitales generales como un servicio de estos, adaptándose a su estructura orgánica y funcional a las características de su especialización (24).
Terapia ocupacional en las unidades de hospitalización breve. El encuentro de las ocupaciones.
Miguel Ángel Talavera Valverde.
Terapeuta Ocupacional de la Unidad de Hospitalización
Psiquiátrica en el complejo Hospitalario Arquitecto Marcide-Profesor Novoa Santos de Ferrol. Director Técnico en psicodrama. Tutor Clínico colaborador con la Universidad de la Coruña. Facultad de Ciencias de la Salud. escuela de terapia Ocupacional.
PALABRAS CLAVE: terapia Ocupacional, Encuentro, Unidad de Hospitalización Breve, Ocupación, Ser, Hacer.
(KEYWORDS: Occupational Therapy, meeting, acute patients hospitalisation unit, occupations, being, doing)
Resumen
¿Es posible la intervención de terapia Ocupacional en los dispositivos de Unidad de Hospitalización Breve de Psiquiatría?. La respuesta es sí.
Son cada vez mas los Terapeutas Ocupacionales, los que pasamos a formar parte de la red de Salud Mental en este tipo de dispositivos, así como cada vez más los programas, protocolos y niveles de intervención que desde estas unidades podemos desarrollar.
La Ocupación, entendida como ese equilibrio entre Actividades de Autocuidado, Productividad y Ocio, se vincula al usuario en estas unidades desde el primer momento, ya que el periodo de ingreso es la reproducción de una microsociedad, en la que el usuario vivirá durante un periodo de tiempo hasta que se le ofrezca el alta terapéutica.
Necesidades, capacidades, posibilidades y sobre todo niveles Ocupacionales, se encuentran disminuidos en una persona, que por su momento agudo presenta desequilibrio en algunos de los contextos de ejecución Ocupacional. Podríamos concretar que la intervención del Terapeuta Ocupacional en la Unidad de Hospitalización Psiquiátrica, va a encaminada promover la salud y el bienestar ocupacional, minimizar la perdida de capacidades, recuperando la máxima funcionalidad del paciente y compensando las disfunciones instauradas; utilizando métodos y modalidades específicas para desarrollar, mantener, mejorar y/o recuperar el desempeño de funciones necesarias.
En esta ponencia intentaremos ofrecer la visión sobre el desempeño de la ocupación en estas unidades*.
*Las unidades de hospitalización psiquiátrica (UHP)(También denominadas de Expulsión Rápida – Sastre, J. F. 2003. Salamanca -) son los dispositivos asistenciales destinados al ingreso temporal de aquellos pacientes que se puedan beneficiar de esta modalidad terapéutica. Se destinarán a resolver la situación de crisis del paciente, sin que factores estrictamente sociales o variables de cronicidad del cuadro sean los determinantes básicos para el internamiento o pertenencia a ellas. La indicación de hospitalización se hará por decisión de los equipos de las unidades de salud mental, hospitales de día o unidades hospitalarias de rehabilitación psiquiátrica, según proceda, en colaboración con los equipos propios de la unidad de hospitalización, siguiendo los criterios establecidos de derivación de la continuidad terapéutica. Se ubican en hospitales generales como un servicio de estos, adaptándose a su estructura orgánica y funcional a las características de su especialización (24).
Abstract
Is it possible the role of Occupational therapy in the acute patients hospitalisation unit? The answer is yes.
The number of occupational therapists in the Mental Health Network (MHN) is increasing, improving too programmes, protocols and levels of intervention.
The Occupation is understood as a balance among self-care skills, productivity and leisure activities. Under this point of view the occupation is related to the user since the first moment, because of the inpatient is included in a micro-society composed by all participant people during his/her staying in the acute patients hospitalisation unit till the moment of his/her discharge.
Needs, capabilities and opportunities and basically occupational levels are diminished in an individual, who shows a no balanced occupation during his/her acute period in any fields of occupational implementation.
We could conclude the aim of occupational therapist in the acute patients hospitalisation unit is the promotion of occupational health and well-being, decreasing the loss of capabilities , improving the patient’s maximum functioning level and compensating the stable dysfunctions, applying occupational tools and methods. Those ones are applied to develop to keep, to improve and to recover the implementation of needed measures.
In this presentation we would try to show our view about the role of occupation in these Units.
Introducción
La intervención de terapia Ocupacional, responde al equilibrio entre varios factores que participan en la misma. A saber: el profesional (con sus estructuras teóricas), el equipo (con su modelo de intervención y su coordinación), el ambiente (estructuras hospitalarias o extrahospitalarias y sus condiciones) y sobre todo el usuario (entre otras: sus expectativas, miedos, temores, capacidades) (3) y (4).
El desarrollo y objetivo de esta ponencia, es ofrecer esa visión sobre lo que el usuario estima oportuno, sobre lo que muestra, sobre lo que quiere, cuales son sus miedos y temores, sus necesidades y expectativas, cuales son sus condicionantes ambientales y sobre todo por que elige una opción ocupacional.
Soy consciente que desarrollar este trabajo en uno de los ejes propuestos con antelación (el usuario), supone pasar por alto niveles que no se pueden olvidar (ambiente, profesional, equipo). Pero es importante recordar, que también es este (el usuario) el centro de nuestras intervenciones; independientemente de pertenecer a una u otra orientación, estableciendo o no un determinado tipo de ambiente.
Es necesario por tanto hacer el recorrido con el usuario, no solo práctico, sino también teórico. En definitiva saber lo que quiere, poder vincularse desde la relación terapéutica. Para concretar: “entender lo que nos demanda”
El planteamiento de estar ocupados o mantener una ocupación, se circunscribe al valor cultural y social del individuo, al vinculo con su ambiente, a la tarea, al desarrollo de sus valores, y sobre todo, al nivel de compromiso establecido con la consecución de sus logros.
Es decir, una persona se “sentirá” ocupada si su nivel de compromiso con la tarea se ajusta a su rendimiento personal. Aunque puede suceder, que sienta ese hacer como una ocupación, si sus capacidades se mantienen para conseguir el equilibrio entre las áreas del desempeño ocupacional.
El sentirse ocupado o mantener una ocupación en ambientes normalizados (no hospitalarios), pasa por la selección y elección voluntaria de la persona, que decide por si misma en función de ciertas variables que forman un constructo y que no pueden verse por separado, entre ellos están: la cultura, el ambiente, las capacidades, las habilidades, las motivaciones, los valores, y las necesidades (4).
¿Pero cual es la necesidad de ocupación de una persona ingresada en una Unidad de Hospitalización Psiquiátrica (UHP)?. ¿Qué valor le ofrece su necesidad de sentirse vinculado al nivel ocupacional o hacer una ocupación?, ¿Necesita sentirse ocupado?, y sobre todo ¿En estos ambientes (niveles hospitalarios) se puede mantener el nivel ocupacional del usuario?.
Quizás, la solución de estas preguntas, pasa por contemplar las necesidades que cada persona, plantea en ese “momento” (si es que las plantea) y como se establece el nexo con el nivel de estancia en este dispositivo. Es decir, no solo es necesario valorar la esfera del usuario ingresado, sino también el dispositivo de internamiento, las características del equipo de trabajo y el marco o modelo de referencia teórico del Terapeuta Ocupacional (21).
Y hablamos del “momento” (considerado como “agudo”) en esta unidad, ya que es uno de los mas críticos: aparición de síntomas positivos o negativos, dificultad en la toma de decisiones, bloqueo de pensamiento, falta de iniciativa, escasa tolerancia a ritmos de tarea, desequilibrios en áreas de compromiso ocupacional, rendimiento y capacidad de desarrollo productivo.
En este periodo, el encuentro entre las diferentes ocupaciones, lleva al planteamiento de estas preguntas, resumidas con antelación en las siguientes hipótesis de trabajo:
¿Qué valor le ofrece su necesidad de sentirse vinculado al nivel ocupacional o hacer una ocupación?, ¿Necesita sentirse ocupado?, ¿Cuál es la necesidad de un usuario ante la ocupación, en una Unidad de Hospitalización Psiquiátrica (UHP)? y ¿Puede mantener su equilibrio ocupacional el usuario en estos ambientes (niveles hospitalarios)?
El valor que ofrece la necesidad de sentirse vinculado al nivel ocupacional o hacer una ocupación (21)
En esta primera hipótesis de trabajo, aparecen en clara conexión dos aspectos:
Cuadro Nº 1. Talavera Valverde, Miguel Ángel. 2004
Dos premisas que no pueden ir por separado, que forman un todo y que interaccionan entre si. Como resultado de esta interacción, se obtiene el compromiso, la decisión, la unión con la realidad, que en definitiva es la que sustenta los niveles ocupacionales; es la que ofrece la perspectiva de que una persona contemple la ocupación desde una dimensión u otra.
Quien se pregunta “cuánto cuesta” una rosa, descubre en ella el valor económico; quien la contempla en su belleza, sorprende en ella su valor estético; quien la utiliza para una fiesta, hace de ella un valor social; etc. La rosa existe y es rosa (y no es una cosa anónima) solo en relación con quien la siente como signo de un valor; fuera de esta relación no es signo de nada, se anula y se convierte en algo inexistente.
La rosa existe y significa algo en función del valor del que hace significante quien la siente, la conoce, la quiere; y si quien la siente no sabe hacerla signo de un valor, la rosa está marchita aunque se haya cortado en su mejor momento.
Cuando una rosa no nos dice nada, las palabras se hacen piedras y los valores sufren su peso. La conciencia del mundo, de la existencia de cada uno, es siempre la conciencia que cada uno tiene de si mismo. (Sciacca, M. F. )(16)
La realidad que cada uno vive es por que “es”. Es vital y se siente; y se puede intelectualizar: es conocimiento. Esta fuente de enriquecimiento de los valores y los actos, ofrece la unión suficiente para la toma de posesión del propio ser. Es decir somos y hacemos por medio de nuestros ojos, que ven nuestra propia realidad: Vemos a través del ser, pero con los ojos inmersos en el ser (16). Este ser se encontrará además influenciado por el ambiente (por el mundo que nos rodea).
Así, hacer una ocupación, incluye la participación de la persona sobre las tareas y los elementos sociales. Tareas grupales o individuales que desarrollan capacidades y tienen a orientar al usuario al proceso final de la misma. Acciones enfocadas a las Tareas y al contexto social, con el propósito de desarrollo de destrezas funcionales (Finlay, L. 1993) (2).
Mientras que sentirse vinculado al equilibrio ocupacional, ofrece un enfoque personal hacia la comunicación, elaborando un trabajo de acciones encaminadas a la introspección personal. Con el propósito de intercambiar experiencias y formas de hacer así como la expresión y exploración de sensaciones, enfatizándose más en el proceso que en el resultado final. (Finlay, L. 1993) (2).
El sentido de la ocupación, es entonces el resultado de un conjunto de sentimientos, pensamientos, necesidades y compromisos personales que dan valor a una realidad. Realidad que el usuario materializa en hacer una ocupación o en sentirse vinculado en el ámbito ocupacional.
Opciones que como veremos más tarde no son opuestas, si no que se complementan ya que no hay acto sin ser, ser sin acto y acto sin idea (16).
¿Necesita sentirse ocupado? (21)
El ser humano, mantiene niveles de compromiso, ejecución y desarrollo de ocupaciones, que le vinculan al mundo que le rodea (20). “Nada podriamos experimentar ni hacer separados del mundo, ninguna existencia tendría el mundo sin nuestro experimentar y nuestro hacer”(16).
Ambos conceptos (mundo y experimentar) en este caso se encuentran unidos; uno como condición inherente a la persona, otro como lugar de desarrollo personal. Este usuario vive en el mundo (ambiente) que diseña, que hace, que “es”.
El sentimiento de necesidad, que tiene la persona por realizar una ocupación (equilibrio de áreas de ejecución ocupacional ó hacer ocupacional), genera una serie de consecuencias para la persona. Lo real, lo cotidiano, existe para la persona en el momento que este le da valor: lo estético (poesía, arte), lo intelectual (filosofía, ciencia), lo mas cercano a su moral, lo sexual, etc. ; aspectos que se relacionan con los valores, que generan que esta persona sienta y exprese.
Estos valores, que la persona hace suyos, se encuentran implicados uno con otro, por similitud o incluso concreción, generando de esta forma uno solo que ofrece la plenitud a la persona:
El sentirse en conexión con lo que le rodea, con lo más significativo:
A Ocupaçao dos tempos disponíbeis permite a plea ecloçáo do ser humano. Se pretende satisfacer a curiosidad, adquirir, alargar au partilhar conhecimientos, se pretende actualizar o seu potencial, conviver, náo deise de practicar uma actividade. (Universidad do Tempo Livre de Coimbra, 2003. )
En resumen, podemos hablar de Ocupación y salud desde estas, tres proposiciones (Adolf Meyer) (22):
- El sentido que tiene que tener la Ocupación puede estar abordado o acompañado por el cumplimiento del usuario en realizar la actividad.
- Cada actividad humana está estructurada por una duración de tiempo, realizando una singular contribución a mejorar la calidad de vida.
- La Ocupación, es justo el comienzo, el intento de adaptar ayudas humanas dentro sus circunstancias a través de actividades que promuevan el goce de la vida.
¿Cuál es la necesidad de un usuario ante la ocupación, en una Unidad de Hospitalización Psiquiátrica (UHP)? (21)
La necesidad responde a una expresión de la sensación del usuario, un querer sentir (sentimiento) mantener un ritmo de ejecución y desarrollo.
Sentir la necesidad de mantener un nivel de ocupación, es existir. Solo aquellos usuarios conscientes de esta situación, obtendrán como resultado el tener conciencia de sí, de mantener su estatus ocupacional. Es decir, sentir, implica ser consecuente con los valores personales y su relación con el ambiente.
La necesidad de un usuario ante una ocupación, puede ofrecer la siguiente concepción:
El usuario desarrolla su ocupación favoreciendo en él lo mas interno de la persona, sus estructuras de valores, su ser. A la vez este ser enriquece la práctica de hacer. (21).
Estas dos estructuras, siempre juntas, nunca separadas, hacen coexistir al Ser y al Hacer por medio de las ideas, en el desarrollo de una ocupación.
Pero, ¿es una Unidad de Hospitalización Psiquiátrica el lugar para que los valores del usuario, necesiten desarrollarse?.
De la pura necesidad, de los vínculos y de las inquietudes (ideas), surge la relación con la Ocupación. De la relación que marquen estas opciones y las necesidades ocupacionales, se obtendrá una demanda ocupacional u otra. Demandas de carácter significativo o propositivo, con peticiones, en ocasiones veladas de actividades como medio o como fin.
¿Puede mantener su equilibrio ocupacional el usuario en estos ambientes (niveles hospitalarios)?. (21)
Los niveles de compromiso social básico de la persona, desaparecen en este tipo de dispositivos, ya que las limitaciones en la concepción de estas unidades (el régimen de estancia, limitaciones de espacio y ambiente, etc. ), suponen una ruptura con el ordenamiento individual. En la sociedad moderna el individuo tiende a dormir, jugar y trabajar, en distintos lugares, con diferentes compañeros, bajo diferentes normas y responsabilidades, sin un plan racional lógico.
Estas premisas, desaparecen en este tipo de dispositivos, ya que una de las características principales de algunas de estas unidades, es la ruptura total de las barreras que separan estos tres ámbitos de la vida.
Es decir, las tareas, se desarrollan bajo un mismo lugar y bajo una misma rutina, se realizan junto a otras personas, que curiosamente reciben el mismo trato y de quienes se requieren que hagan las mismas cosas juntos. Añadir a esta premisa, que la mayoría de las actividades que el usuario realiza, se encuentran tras una programación prefijada y secuenciada. (9)
En el ambiente ordinario de vida de cada persona, tiene sus secuencias lógicas de realización, sus estructuras formales y sobre todo su significado. Que una persona realice una actividad u otra, dependerá de ciertas variables (necesidad, valores, gustos, tiempo de duración, grupo de acción, etc. ). El final de esta implicación personal comenzará y finalizará, cuando el propio usuario diga y necesite.
En este tipo de dispositivo y por las características de internamiento, puede suceder que la programación de estas personas sea tal, que los momentos dedicados al trabajo, al ocio, o al autocuidado, no sean significativos o propositivos para el usuario. De esta manera la realización de una tarea u otra, no tendrá un comienzo y un final propuesto por una necesidad interna o externa, sino que dependerá más de un establecimiento de normas. Esta situación puede acarrear, una perdida de interés por parte del usuario en la realización de la ocupación o tareas propuestas, o seleccionadas; además aunque se intente reproducir un espacio de compromiso, decisión, motivación, etc. , este será diferente, pues significará un cambio en las distintas actitudes y compromisos en su realización: “¿para qué?, ¿con que motivo?, ¿me es necesario?”
Es decir, nos encontraremos con el siguiente caso:
El ambiente del cual llega, es un ambiente donde desarrolla su labor, en base a sus intereses, peculiaridades, capacidades, etc. El ambiente al cual llegan (estas unidades) forman parte de lo que puede denominarse “híbrido social” (9). En parte comunidad residencial (estancia total, con una serie de características), en parte organización formal.
El símil, sería comparar estas unidades con un invernadero, que trasforma a las personas, cada una es un experimento natural sobre lo que puede hacérsele al yo. (Goffman, E. 1963). (9)
El sentimiento del usuario, de que todo el tiempo pasado en estos dispositivos, es tiempo perdido, malogrado o robado de la propia vida, es el punto y seguido para preguntarse: ¿es tan pobre o vacía la vida en este tipo de recursos?.
Aunque la respuesta puede ser afirmativa, también hay que atribuir parte de esta sensación a las desconexiones sociales causadas por el ingreso, que alejan al usuario de los beneficios y relaciones de su vida diaria.
El agobio por parte del usuario de arrastrar interminablemente un tiempo muerto, explica, quizás, por que muchos buscan actividades u ocupaciones deliberadamente desprovistas de un carácter serio, pero capaces de inspirar interés y un dinamismo capaz de sacar del tedio al usuario.
Puede suceder la siguiente premisa:
“Si las actividades ordinarias torturan el tiempo, estas lo matan misericordiosamente”. (9)
En otros casos, lo que emerge de todo esto es un conjunto de pequeñas acciones, que el usuario valora, demanda, busca, más relacionadas con su propia necesidad de entender que le está sucediendo.
Por ese motivo muchos son los usuarios que se benefician de aquellos momentos de soporte (acciones encaminadas a la introspección personal), o de aquellos momentos de actividad (propósito de desarrollo de destrezas funcionales) (2). Y es que, el momento posterior a una crisis, puede ser muy enriquecedor para la persona, si consigue mantener ciertos niveles de compromiso con su recuperación (20).
Conclusiones
Podríamos concretar que la intervención del Terapeuta Ocupacional en la Unidad de Hospitalización Psiquiátrica, va encaminada a promover la salud y el bienestar ocupacional, minimizar la perdida de capacidades, recuperando la máxima funcionalidad del usuario y compensando las disfunciones instauradas; utilizando métodos y modalidades específicas para desarrollar, mantener, mejorar y/o recuperar el desempeño de funciones necesarias.
En resumen lo que el Terapeuta Ocupacional plantea es la forma de facilitar, recuperar, instaurar, “formas de hacer” más funcionales, más gratificantes para el usuario, desarrollando la independencia de la persona como resultado de un trabajo que el propio paciente realiza ante la perdida de capacidades; o en su defecto facilitar, promover, “formas del ser”. Ambas perspectivas vinculadas con el objetivo de desarrollo del equilibrio Ocupacional. (19)-(22)
Si partimos de la base de que cada persona contempla la ocupación desde una dimensión, es necesario que establezcamos un nexo, este nexo ha de ser lo suficientemente fuerte para que cada persona sienta representado su nivel en el compromiso diario con esta ocupación.
Este nexo vamos a tomarlo prestado de la orientación Psicodramática. Por su contenido y por su simbología, por su representatividad, por lo que significa, por lo que ofrece y sobre todo por su flexibilidad y su concepción dinámica. Este nexo se denomina: “encuentro” (15). (Acto de coincidir en un punto dos o más cosas. Diccionario de la Lengua Española. 24 Edición)
El símbolo del encuentro, deja paso al encuentro mismo y concentra sobre el todas las expectativas. De esta manera un usuario con sus características ocupacionales, comparte espacio con otra persona que puede presentar diferentes ritmos de tarea y/o actividad.
Como se produce y como se desarrolla la evolución este encuentro, facilita que dos o más personas se vinculen a niveles de compromiso hasta entonces inesperados. Es en este momento, cuando las relaciones que se establecen entre personas, facilitan y perfilan las diferentes manifestaciones ocupacionales.
Es el instante en el que las necesidades, los valores y capacidades de cada persona interactúan con las del resto de las personas, no solo con sus compañeros, también con los terapeutas.
Lo más llamativo de este encuentro, es, que el momento en el que se produce, se establece lo que podríamos denominar un “ritual” (15). Esto enfatiza el acceso a un espacio diferente del cotidiano, en el que rigen otras normas y se producen experiencias particulares, en el que se establecen otros compromisos, en el que se comparte uno o varios niveles ocupacionales.
Sentirse Ocupacionalmente o hacer una ocupación, pasa por dar valor al momento en el que se toma esa decisión, solo en el momento que el usuario sienta, podremos decir que contempla la ocupación en toda su magnitud.
Cada persona responde de maneras bien diferentes en función del momento en el que se encuentre (1). Además, como terapeutas ocupacionales, tenemos que ser conscientes y hasta en ocasiones modestos con nuestros objetivos realizables. Las expectativas que el usuario muestra, puede que no guarden relación con las esperadas por el terapeuta. El saber reconocer cuales son las verdaderas limitaciones y capacidades del usuario, hace que obtener resultados de “necesidad” y “sentir”, sean incluso mejor que seguir adecuadamente un horario impuesto, en el que este usuario no tomo parte activa en su elaboración.
Para concluir, toda unidad de carácter restrictivo, puede ser considerada por el usuario como un mar muerto, la capacidad para que esta persona pueda encontrar pequeñas islas donde pueda “sentirse” o incluso desarrollar una tarea, puede dotarle de momentos de encuentro no solo con otras personas, sino consigo mismo.
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