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Evaluación de un programa preventivo en alimentación en población universitaria.

Autor/autores: A. R. Sepúlveda
Fecha Publicación: 01/01/2004
Área temática: Personalidad, Trastornos de la Personalidad .
Tipo de trabajo:  Conferencia

RESUMEN

Antecedentes y objetivos: Este estudio piloto analiza el efecto de un programa de prevención de trastornos del comportamiento alimentario en estudiantes universitarios de Medicina de la UAM. Está diseñado de forma curricular, para mejorar las actitudes y conductas alimentarias, junto a otras habilidades de competencia personal. Está basado en un enfoque participativo de promoción de la salud.

Metodología: Se ha realizado un estudio longitudinal con intervención de 65 estudiantes de 1º de Medicina, con una edad entre los 18-19 años, 29, 2% varones y 66% mujeres. Los participantes se dividieron en un grupo con intervención (52%) (talleres de prevención) y otro grupo sin intervención (48%), y a su vez por género. Un año después se compararon en distintas medidas como, en la imagen corporal (BSQ), actitudes y conductas alimentarias (EDI), niveles de psicopatología (SCL-90-R) y autoestima (Escala de Rosenberg). La tasa de respuesta es de 93%. El contenido del programa de prevención se ha impartido como una asignatura curricular a lo largo del curso académico 2001-02. Se presentan los resultados estadísticos basados en medias y desviaciones típicas. Se analizan las diferencias pre-post con la prueba t de Student (mujeres) y con la prueba de Wilconxon (varones).

Resultados: Este programa mejora la satisfacción con la imagen corporal (Chicos, media BSQ1=12 y BSQ2=13, 7(NS); Chicas BSQ1=44, 3 y BSQ2=34, 8 (p<0, 05), las actitudes y conductas alimentarias (Chicos, media EDI1=20 y EDI2=20(NS); Chicas EDI1=31, 1 y EDI2=26, 1 (p>0, 05)) y el nivel de psicopatología general (Chicos media GSI1=0, 48 y GSI2=0, 48(NS); Chicas GSI1=1, 1 y GSI2=0, 75 (p<0, 05)) en las mujeres participantes. La autoestima se mantiene igual en los dos grupos intervenidos, aunque aumenta ligeramente en las chicas, sin ser significativo. Los estudiantes del grupo sin intervención mantienen puntuaciones similares tras un año, y no son estadísticamente significativas (p > 0, 05), salvo la sensibilidad interpersonal en los chicos, que aumenta significativamente.

Conclusión: Este programa piloto de prevención de TCA se puede considerar moderadamente efectivo, principalmente en el género femenino. En cuanto al género masculino se ha producido un aumento moderado de puntuaciones debido posiblemente a una mayor sensibilidad de la imagen corporal y aspectos alimentarios. Estos resultados son similares a los obtenidos por otros estudios (Paxton, 1993; Martz y Bazzini, 1999; O´Dea, y Abraham, 2000). Queda pendiente el ofrecer unos talleres de refuerzo durante el siguiente año académico para un seguimiento posterior. Los propios estudiantes evaluaron de forma muy positiva los contenidos y la dinámica seguida en el programa.

Palabras clave: alimentación


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Evaluación de un programa preventivo en alimentación en población universitaria.

A. R. Sepúlveda* (1 y 2; , J. A. Carrobles (1; A. Gandarillas (2); J. Poveda (3); V. Pastor (3).

(1)Dpto. psicología Biológica y de la Salud. Facultad de psicología. Universidad Autónoma de Madrid.

(2) Servicio de epidemiología. Instituto de Salud Pública. Comunidad de Madrid.

(3)Dpto. de Medicina Preventiva y psiquiatría. Facultad de Medicina. UAM.

[3/2/2004]


Resumen

Antecedentes y objetivos: Este estudio piloto analiza el efecto de un programa de prevención de trastornos del comportamiento alimentario en estudiantes universitarios de Medicina de la UAM. Está diseñado de forma curricular, para mejorar las actitudes y conductas alimentarias, junto a otras habilidades de competencia personal. Está basado en un enfoque participativo de promoción de la salud.

Metodología: Se ha realizado un estudio longitudinal con intervención de 65 estudiantes de 1º de Medicina, con una edad entre los 18-19 años, 29, 2% varones y 66% mujeres. Los participantes se dividieron en un grupo con intervención (52%) (talleres de prevención) y otro grupo sin intervención (48%), y a su vez por género. Un año después se compararon en distintas medidas como, en la imagen corporal (BSQ), actitudes y conductas alimentarias (EDI), niveles de psicopatología (SCL-90-R) y autoestima (Escala de Rosenberg). La tasa de respuesta es de 93%. El contenido del programa de prevención se ha impartido como una asignatura curricular a lo largo del curso académico 2001-02. Se presentan los resultados estadísticos basados en medias y desviaciones típicas. Se analizan las diferencias pre-post con la prueba t de Student (mujeres) y con la prueba de Wilconxon (varones).

Resultados: Este programa mejora la satisfacción con la imagen corporal (Chicos, media BSQ1=12 y BSQ2=13, 7(NS); Chicas BSQ1=44, 3 y BSQ2=34, 8 (p<0, 05), las actitudes y conductas alimentarias (Chicos, media EDI1=20 y EDI2=20(NS); Chicas EDI1=31, 1 y EDI2=26, 1 (p>0, 05)) y el nivel de psicopatología general (Chicos media GSI1=0, 48 y GSI2=0, 48(NS); Chicas GSI1=1, 1 y GSI2=0, 75 (p<0, 05)) en las mujeres participantes. La autoestima se mantiene igual en los dos grupos intervenidos, aunque aumenta ligeramente en las chicas, sin ser significativo. Los estudiantes del grupo sin intervención mantienen puntuaciones similares tras un año, y no son estadísticamente significativas (p > 0, 05), salvo la sensibilidad interpersonal en los chicos, que aumenta significativamente.

Conclusión: Este programa piloto de prevención de TCA se puede considerar moderadamente efectivo, principalmente en el género femenino. En cuanto al género masculino se ha producido un aumento moderado de puntuaciones debido posiblemente a una mayor sensibilidad de la imagen corporal y aspectos alimentarios. Estos resultados son similares a los obtenidos por otros estudios (Paxton, 1993; Martz y Bazzini, 1999; O´Dea, y Abraham, 2000). Queda pendiente el ofrecer unos talleres de refuerzo durante el siguiente año académico para un seguimiento posterior. Los propios estudiantes evaluaron de forma muy positiva los contenidos y la dinámica seguida en el programa.

 



Introducción

Los estudios epidemiológicos sobre los trastornos del comportamiento alimentario (TCA) en nuestro país informan que son enfermedades relevantes en la adolescencia y juventud en el género femenino y sobre todo, destacan por su importancia y frecuencia, los cuadros no especificados (EDNOS) (Ruiz-Lázaro, 2002; Gandarillas et al. , 2002).

Los universitarios, y más específicamente, las mujeres universitarias se consideran un grupo de alto riesgo para desarrollar un trastorno del comportamiento alimentario, el cuál es difícil de tratar y tiene consecuencias psicológicas y físicas graves (Agras, 1993; Mann et al. , 1997).

Hasta la fecha el número de estudios publicados en Europa sobre programas de prevención escolar es todavía limitado. No cabe duda, que el acceso a los datos es difícil porque algunos estudios todavía no están publicados o si lo están, son publicaciones autonómicas o sin gran divulgación. Aunque la mayoría de los estudios son intervenciones preventivas que no están evaluadas empíricamente y tienen una repercusión limitada (Götesman y Agras, 1995).

En concreto en nuestro país, existen tres Programas dirigidos a estudiantes de Secundaria que han obtenido resultados positivos a través de experiencias comunitarias, donde mantienen un enfoque global y centrado en los aspectos positivos de promoción de la salud. El grupo multidisciplinar ZARIMA-Prevención (Ruiz-Lázaro y Comet, 2002), el grupo de Getafe, que destaca por su modélica coordinación institucional (Petit, de la Corte y Astray, 2002) y el Centro de Salud de Alcala de Henares (Ruiz-Lázaro, 2002) han mostrado resultados favorables en la disminución de la incidencia de los TCA.

En cuanto a la población universitaria, el que hayamos encontrado escasos programas de prevención evaluados, a nivel nacional como internacional, se produce de forma paralela a los escasos estudios epidemiológicos rigurosos realizados en esta población, que no ofrecen datos fiables de la prevalencia de estos trastornos.

El objetivo de este estudio es presentar los resultados de llevar a la práctica un programa de prevención de los trastornos alimentarios específicamente diseñado para la población universitaria, con un enfoque participativo y global de promoción de la salud, tratando de reducir las actitudes y conductas alimentarias no saludables como los niveles de psicopatología personal, y así mismo mejorar la satisfacción con el propio cuerpo.

 

 

Método

Participantes

Un total de 70 estudiantes de 2º de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid han participado en este estudio longitudinal, desde Octubre de 2001 a Junio de 2002. Los participantes se dividieron en un grupo experimental (52%) (talleres de prevención) y un grupo control (48%), y a su vez por género. Se llevó a cabo el programa durante los nueve meses siguientes y se evaluó a los estudiantes con y sin intervención de nuevo al finalizar el programa. También se realizó una evaluación del propio programa para analizar la satisfacción de los estudiantes con el mismo.

Estructura y Contenidos de los Talleres de Prevención

Los Talleres Preventivos Alimentarios (Sepúlveda y Carrobles, 2004) constan de 16 talleres de 90 minutos que se dividen en dos mitades, la primera parte se da en el primer cuatrimestre y la segunda mitad se imparte en el segundo cuatrimestre. Cada mitad se imparte consecutivamente y se complementan con actividades para casa.

Al final del segundo cuatrimestre se entrega un Libro de Actividades Personal con todas las actividades realizadas en el aula.

Sus objetivos específicos eran los siguientes: a) Modificar actitudes alimentarias erróneas, b) Dar a la imagen corporal el sitio que se merece y desarrollar una visión crítica de su influencia, c) Modificar las conductas perjudiciales dirigidas al control del peso y a la dieta, d) Lograr unas habilidades sociales que nos permitan mejorar nuestra relación con los demás, e) Mejorar la autoestima y analizar cómo nuestras atribuciones personales pueden reducir o incrementarla y por último, f) Analizar cómo contribuyen las anteriores características en el desarrollo de nuestra identidad y cómo podemos mejorarla.

Una de las características principales de estos Talleres Preventivos Alimentarios es que no se ofrecía información detallada de los trastornos del comportamiento alimentario. Los contenidos del programa de prevención en forma de talleres-clase estaba basados en teorías educativas de participación, cooperación y aprendizaje centrado en el alumno. La dinámica de la clase se basaba en el trabajo de grupo, juegos, rol-play, videos, ejercicios de danza, relajación, dramatización, invitados expertos en un tema como diseñador de publicidad, especialista en biodanza o teatro.

Instrumentos de medida

Para evaluar el impacto de la intervención, todos los participantes completan los mismos cuestionarios al iniciar y al finalizar los talleres. Los cuestionarios son los siguientes:

. Alimentación

Se evalúa a través del inventario de Trastornos de la conducta Alimentaria (versión española del EDI; Garner, 1998); Hay otro cuestionario que consta de 12 preguntas basadas en los criterios diagnósticos para TCA del DSM-IV.

. Imagen Corporal

Se evalúa con el cuestionario de Satisfacción Corporal (BSQ; Cooper et al. , 1987); ) que consta de una escala de 34 ítems relativos todos ellos a las actitudes, pensamientos y creencias que se tienen sobre el propio cuerpo.

. Autoestima

Se evalúa con un cuestionario de autoestima elaborado por Rosenberg (Rosenberg Self-Esteem Scale, 1963).

. patología mental

Se evalúa la salud mental de los universitarios mediante el Listado de Síntomas 90-R (SCL-90-R; Derogatis, 1973) (somatización, obsesionalidad, hipersensibilidad, depresión, ansiedad, hostilidad, fobia, paranoidismo y psicotismo, y siete items que no se encuadran en los anteriores). Se obtiene un Indice de Severidad Global (GSI) con la suma de las 9 escalas.

. cuestionario Demográfico

El cuestionario recoge variables demográficas (peso y altura autoreferidos, situación familiar y laboral, consulta psiquiátrica y motivo) y de hábitos de salud (ejercicio, horas, deporte, horas, consumo de alcohol y tabaco, dieta y motivo).

 

 

. Evaluación de los talleres por parte del estudiante

Los estudiantes completan un cuestionario anónimo para evaluar los Talleres y a los profesores que lo han impartido. Tienen que evaluar lo positivo y negativo de la dinámica en el aula y de los contenidos.

. Procedimiento

La evaluación se realizó a los universitarios del 1º curso de Medicina en marzo de 2001. Se obtuvo el permiso del decano de la Facultad para llevar a cabo el estudio epidemiológico sobre los trastornos alimentarios. A principios de Octubre de ese mismo año, en su 2º curso de Medicina se les ofrece la posibilidad de participar en los Talleres Preventivos Alimentarios, como asignatura Optativa. Estos talleres tienen tres características:

a) la asistencia es obligatoria y sólo se puede faltar máximo tres veces de forma justificada durante todo el curso

b) se obtienen tres créditos si cumplen la condición anterior y

c) tienen que cumplimentar un manual de actividades durante todo el curso que se entrega al final del segundo cuatrimestre y que sirve como material de evaluación de la asignatura. La batería de cuestionarios se les pasa a todos los grupos de forma anónima (se pide que mantengan las mismas siglas del anterior) a los 14 meses, es decir, al terminar con los Talleres.

. análisis estadísticos

El análisis de datos se llevo a cabo utilizando el SPSS 10 para Windows (SPSS, 2003). Se presentan los resultados estadísticos basados en medias y desviaciones típicas. Se analizan las diferencias pre-post con la prueba de Wilconxon según género.

 

 

Resultados

De los 70 alumnos que participaron en el programa de los “Talleres Preventivos Alimentarios”, el 93% de los estudiantes completó el programa y contestó al cuestionario de evaluación final. La edad media fue de 19 años (SD), el 29, 2% eran varones y 66% eran mujeres. No había diferencias significativas entre los dos grupos en las variables sociodemográficas estudiadas.

Al terminar el programa de “Talleres Preventivos Alimentarios”, se les evaluó de nuevo pasando 14 meses desde la evaluación inicial. Las puntuaciones varían según género y según grupos.

El grupo experimental de varones tras la intervención obtiene puntuaciones mayores en las tres escalas del EDI-2, es decir, en obsesión por la delgadez, en bulimia y en Insatisfacción corporal, pero no existen diferencias significativas. Si hallamos una puntuación para el cuestionario EDI total, con la suma de las 8 escalas originales, observamos que no hay diferencias en el grupo tras la intervención. A su vez obtiene una puntuación ligeramente mayor en el cuestionario de Satisfacción Corporal (BSQ), pero que no es significativa.

El grupo control o sin intervención de varones aumenta tras 14 meses sus puntuaciones en la escala de bulimia y en la escala de Insatisfacción corporal del EDI-2, esta última de forma significativa (p = , 045).

Los resultados respecto a la escala que evalúa la satisfacción con la imagen corporal (Chicos, media BSQ1=12 y BSQ2=13, 7(NS); Chicas BSQ1=44, 3 y BSQ2=34, 8 (p<0, 05), las actitudes y conductas alimentarias (Chicos, media EDI1=20 y EDI2=20(NS); Chicas EDI1=31, 1 y EDI2=26, 1 (p>0, 05)) y el nivel de psicopatología general (Chicos media GSI1=0, 48 y GSI2=0, 48(NS); Chicas GSI1=1, 1 y GSI2=0, 75 (p<0, 05)) en el grupo experimental. La autoestima se mantiene igual según género, aunque aumenta ligeramente en las chicas, sin ser significativo. Los estudiantes del grupo control mantienen puntuaciones similares tras un año, y no son estadísticamente significativas (p > 0, 05).

 

 

Discusión

El objetivo de este estudio era evaluar la efectividad de estos 16 Talleres de hora y media repartidos a lo largo de los dos cuatrimestres, diseñados para la población universitaria de forma curricular para mejorar las conductas y actitudes relacionadas con la alimentación. Estos talleres combinan estrategias educativas con ejercicios adaptados del tratamiento cognitivo-conductual para ofrecer habilidades de competencia personal y profesional, en un intento de cambiar actitudes y comportamientos que promocionen principalmente, la propia salud.

Los resultados en general indican que existe una mejoría a corto plazo de las actitudes y comportamientos del grupo femenino con intervención respecto al grupo de control. Las chicas universitarias mejoran sus actitudes y comportamientos relacionados con la alimentación, mejoran la satisfacción con la imagen corporal, su perfil en salud mental y su autoestima personal.

Los chicos universitarios y el grupo de control no tienen cambios significativos en sus actitudes y comportamientos relacionados con la problemática alimentaria. Sensibilizar a los chicos en esta temática ha resultado ser más difícil, su participación ha sido activa, pero si es verdad que ellos experimentan de forma interna los estereotipos sociales y culturales y no dirigen su vida sistemáticamente con estos patrones.

Aunque en su forma de actuar si tienen presentes estos valores y normas sociales no lo verbalizan de igual manera que las chicas.

La satisfacción de los alumnos del grupo con intervención respecto al programa ha sido excelente. La mayoría de los comentarios de los chicos y chicas universitarias en la evaluación del programa han sido muy positivos y en todos ellos indicaban lo útil que han sido las estrategias y herramientas utilizadas en los talleres para mejorar directamente su competencia personal y resolver de forma satisfactoria sus conflictos personales.

A través de este programa se muestra que la cuestión principal no es la “prevención” de una enfermedad sino la promoción de la salud, es decir, motivar a los adolescentes a asumir el control de su propia salud.

Respecto a la organización de la prevención, el sistema político debería jugar un papel activo y defender su eficacia si está planificada a largo plazo para obtener así, su decremento en costes sanitarios y por supuesto, las consecuencias nefastas para los adolescentes y adultos.

El modelo preventivo escolar noruego muestra que la situación puede cambiarse influyendo en el sistema político y convirtiendo en hechos la prioridad teórica que la sociedad otorga a la necesidad de prevención de los trastornos de comportamiento alimentario en la actualidad (Gresko y Rosenvinge, 2000).

 

 

Referencias bibliográficas

Agras, W. (1993). short-term psychological treatments for binge eating. En C. Fairburn y C. Wilson (Eds. ) Binge eating: Nature, assessment and treatment (pp. 270-286). New York: Guilford Press.

Borresen, R. Y Karlsen, A. The Norwegian Program for the primary, secondary and tertiary prevention of eating disorders. Eating Disorders, 1994; 2, 1, 57-63.

Götesman, K. G. , and Agras, W. S. General Population-Based Epidemiological Study of Eating Disorders in Norway. Int. J. Eat. Disord. , 1995; 18:2:119-126.

Killen, J. D. (1996). Development and evaluation of a school-based eating disorder symptoms prevention Program. En Smolak, L. , Levine, M. & Striegel-Moore, R. The developmental psychopathology of eating disorders. NJ: Lawrence Erlbaum.

Neumark-Sztainer, D. School-Based Programs for Preventing Eating Disturbances. J. Sch Health, 1996; 66, 2, 64-71.

Mann, T. , Nolen-Hoeksema, S. , Huang, K. , Burgard, D. , Wright, A. y Hanson, K. Are two interventions worse than none? Joint primary and secondary prevention of eating disorders in college females. Health Psychology, 1997; 16, 215-225.

Martz, D. M. y Bazzini, D. G. Eating disorders prevention programming may be failing: evaluation of 2 one-shot programs. J. of College Student Development, 1999; 40, 32-42.

O´Dea, J. Y Abraham, S. Improving the body image, eating attitudes, and behaviors of young male and female adolescents: a new educational approach that focuses on self-esteem. Int. J. Eat. Disorders, 2000; 28, 43-57.

Paxton, S. J. (1993). A prevention program for disturbed eating and body dissatisfaction adolescent girls: a 1 year follow-up. Health Education Research, 8, 43-51.

Rosenvinge, J. H. y Borresen, R. Preventing eating disorders-Time to change programmes or paradigms? Current update and futher recomendations. European Eating Disorders Review, 1999; 7, 5-16.

Sepúlveda, A. R. y Carrobles, J. A. (2004). Programa preventivo de los trastornos del comportamiento alimentario para adolescentes. Ed. Pirámide (en prensa).

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