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Valoración de estresores, estrategias de afrontamiento y salud en una muestra de inmigrantes extracomunitarios.

Autor/autores: Sònia Lahoz
Fecha Publicación: 01/03/2005
Área temática: Ansiedad, Trastornos de ansiedad y relacionados con traumas y factores de estrés .
Tipo de trabajo:  Conferencia

RESUMEN

Objetivo: analizar la valoración de las características de los estresores y su relación con la elección de las estrategias de afrontamiento empleadas para hacer frente a los estresores valorados así como con los índices de sintomatología presentados por una muestra de inmigrantes extracomunitarios residentes en Barcelona.

Método:

Muestra: La muestra está formada por 38 adultos inmigrantes extracomunitarios residentes en Barcelona de los cuales 21 son mujeres y 17 hombres.

Instrumentos: Los instrumentos utilizados fueron el inventario de Respuestas de Afrontamiento (CRI: Moos, RH, 1993) y el cuestionario de Salud General (GHQ-28 , Goldberg and Hillier 1979).

Resultados: Las características de los estresores que demuestran una relación con la salud son la experiencia previa, la predictibilidad (grado en que el acontecimiento puede ser esperado), la percepción de amenaza, la sensación de no extraer nada positivo del hecho de hacer frente al estresor, y la actualidad del mismo. En cuanto a la elección de las estrategias de afrontamiento depende de la experiencia previa, la predictibilidad, la percepción de amenaza, de desafío, el valoración de externalidad del estresor, la falta de beneficio y la no resolución actual.

Conclusiones: existen determinadas características objetivas y subjetivas de los estresores que influyen en la salud de la muestra investigada, así como en la elegibilidad de las estrategias de afrontamientos puestas en marcha para afrontar dichos estresores.

Palabras clave: Estrategias de afrontamiento, Estresores, Inmigración, Salud, Valoración


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Valoración de estresores, estrategias de afrontamiento y salud en una muestra de inmigrantes extracomunitarios.

(Appraisal of the stressing situation, coping strategies and health in a sample of extra communitarian immigrants. )

Sònia Lahoz; Ubach Maria Forns Santacana.

Universitat de Barcelona.

PALABRAS CLAVE: Inmigración, Valoración, Estrategias de afrontamiento, Estresores, Salud.

(KEYWORDS: Immigration, Appraisal, Coping strategies, Stressors, Health. )

Resumen

Objetivo: analizar la valoración de las características de los estresores y su relación con la elección de las estrategias de afrontamiento empleadas para hacer frente a los estresores valorados así como con los índices de sintomatología presentados por una muestra de inmigrantes extracomunitarios residentes en Barcelona.

Método: Muestra: La muestra está formada por 38 adultos inmigrantes extracomunitarios residentes en Barcelona de los cuales 21 son mujeres y 17 hombres.

Instrumentos: Los instrumentos utilizados fueron el inventario de Respuestas de Afrontamiento (CRI: Moos, RH, 1993) y el cuestionario de Salud General (GHQ-28 , Goldberg and Hillier 1979).

Resultados: Las características de los estresores que demuestran una relación con la salud son la experiencia previa, la predictibilidad (grado en que el acontecimiento puede ser esperado), la percepción de amenaza, la sensación de no extraer nada positivo del hecho de hacer frente al estresor, y la actualidad del mismo. En cuanto a la elección de las estrategias de afrontamiento depende de la experiencia previa, la predictibilidad, la percepción de amenaza, de desafío, el valoración de externalidad del estresor, la falta de beneficio y la no resolución actual.

Conclusiones: existen determinadas características objetivas y subjetivas de los estresores que influyen en la salud de la muestra investigada, así como en la elegibilidad de las estrategias de afrontamientos puestas en marcha para afrontar dichos estresores.

Abstract

Objective: to analyze the appraisal of the stressing situations and their relationship with the election of the coping strategies used to face these stressors, and the symptoms displayed by a sample of extra communitarian immigrants that reside in Barcelona. Method:

Sample: Participants in the study were 38 adult immigrants, 21 women and 17 men.

Instruments: The instruments used to gather the data were the Coping Responses Inventory (CRI: Moos, 1993) and the General Health Questionnaire (GHQ-28, Goldberg and Hillier, 1979).

Results: The previous experience, the extent to which the stressor is expected, the perception of threat or challenge, the sensation that nothing positive can be obtained by facing the estresor, and the lack of resolution were the stressors characteristics that show a relationship with the health. Previous experience, the predictability of stressor (extent to which the stressor is expected), the perception of threat or challenge, the assessment of externality of the estresor, the lack of benefit and the not current resolution were the variables that show a relationship with the election of the coping strategies. Conclusions: There are certain objective and subjective characteristics of life conditions that influence the health of the sample investigated, as well as the eligibility of the coping strategies used to face the stressing situations.



Introducción

En los últimos años se ha producido un importante movimiento migratorio que está suponiendo nuevos retos a la hora de diseñar estrategias de intervención, especialmente en el campo sanitario. La creciente presencia en nuestro país de población inmigrante ha supuesto un incremento en el número de consultas médicas de atención Primaria, Urgencias y atención Especializada.

Las dificultades específicas que comporta el proceso migratorio requieren una adaptación de la intervención del sistema de salud a las demandas de esta población.
Todo proceso migratorio comporta una serie de cambios (físicos, sociales y culturales) que actúan sobre el individuo a modo de demandas que deben ser afrontadas por éste a fin de conseguir una óptima adaptación [1]. Estas demandas pueden, objetiva y subjetivamente, exceder la capacidad del individuo para afrontarlas, produciéndose en consecuencia un estado de estrés con posibles repercusiones negativas para el sujeto [2]. Es amplia la literatura que relaciona migración con estrés [3, 4, 5, 6, 7] y que sugiere una mayor prevalencia de sintomatología en la población inmigrante [8, 9, 10]. No debemos olvidar que las migraciones actuales se están desarrollando en un contexto de fuerte tensión social, el cual está favoreciendo que las personas inmigrantes, especialmente los extracomunitarios, vivan situaciones personales límites que dan lugar, con mayor frecuencia, a trastornos mentales. Las difíciles condiciones sociales en las que se está llevando a cabo esta inmigración dan lugar a situaciones estresantes (problemas legales, laborales, de vivienda, etc. ) que acaban favoreciendo el incremento de patología psiquiátrica.

Pero tan o más importante que los estresores que deben ser afrontados, es la valoración que de ellos hace la persona. Es significativa la tendencia cada vez mayor a considerar el estrés y su medida en términos más cognoscitivos [11, 12, 13]. Lazarus y Folkman (1986) [13], definen el estrés como una transacción, una relación entre la persona y el medio en la que la persona evalúa las demandas del medio como amenazantes, dañinas o desafiantes, que gravan o exceden sus recursos y que ponen en peligro su bienestar. La valoración representa un proceso cognoscitivo dirigido a determinar la sensibilidad y vulnerabilidad de las personas, su interpretación y reacción a las demandas ambientales o a los estresores que pueden encontrar. Según Lazarus y Folkman (1986) [13], la persona reacciona ante las demandas del medio a través de la valoración que hace de ellas. La valoración cognoscitiva puede ser entendida como el proceso de categorizar un encuentro, y sus varias facetas, con respecto a su significación para el bienestar. Es, por tanto, en gran parte evaluativa, centrada en el significado, o la significación. Así, la valoración o interpretación de un encuentro significativo, más que el encuentro en sí mismo, es de suma importancia de cara a observar las diferencias individuales en las respuestas y los resultados del estrés.

En este sentido, si entendemos la migración como una situación de estrés que somete a la persona a una serie de demandas a las que debe hacer frente, creemos importante abordar la valoración que la persona realiza de estas demandas o estresores y la relación de esta valoración tanto con la salud como con la elección de las estrategias de afrontamiento a las que la persona recurre para arrostrar esta situación.

En este estudio nos centraremos, pues, en la influencia de valoración de los estresores sobre las estrategias de afrontamiento a las que recurren las personas inmigrantes al enfrentarse a las demandas psicosociales en nuestro país y en la influencia de dicha valoración sobre la salud de la muestra.


Método

Muestra

La muestra fue seleccionada entre los usuarios del SAPPIR (Servicio de atención Psicopatológica y Psicosocial a Inmigrantes y Refugiados) y del SATMI (CAP Salud Mental Ciutat Vella "Sant Joan de Deu") de donde se obtuvo la muestra clínica, y de las asociaciones culturales Kasumai y Ecuador-Yactacaru, de las que se extrajo la muestra no clínica. Finalmente, la muestra quedó integrada por 38 sujetos de diferentes nacionalidades de las cuales 21 eran mujeres y 17 hombres. Las edades fluctuaban entre los 19 y los 75 años, siendo la media de 36, 21 y la desviación típica de 12, 71.

Instrumentos

La muestra fue evaluada mediante los siguientes instrumentos:

- cuestionario de Salud General (General Health Questionnaire, GHQ-28) de Goldberg y Hillier, (1979) [14], adaptado por Lobo, Pérez Echevarria y Artal (1986) [15] en la forma abreviada de 28 ítems. Analiza el bienestar psicológico a través de 4 escalas: síntomas somáticos, ansiedad-insomnio, disfunción social y depresión grave. Del sumatorio de las cuatro escalas se obtiene el índice de salud general. La puntuación de las diferentes escalas se logra a través de puntuación Likert (de 4 puntos) siendo 21 el valor máximo para cada escala. Para el índice de salud general, la puntuación máxima es de 84. La prueba goza de una elevada fiabilidad test-retest del GHQ-28 (r = 0. 90).

- el cuestionario de Respuestas de Afrontamiento (Moos, 1993) [16]: El cuestionario se compone de tres apartados. En el primero, se le solicita a la persona que exponga un problema o una situación difícil, que haya tenido que afrontar durante los pasados 12 meses. En el segundo apartado, se presentan 10 ítems, cada uno con 4 opciones de la respuesta tipo Likert (de 0 a 3: no/casi no/casi sí/sí)), que proporcionan la información sobre cómo el individuo valora el problema descrito. Las 10 preguntas de la valoración del problema se refieren a:
1. Experiencia: experiencias previas de resolución de un problema similar al presentado; 2. predictibilidad: conocimiento sobre la probabilidad de ocurrencia del problema; 3. inminencia: existencia de tiempo de preparación para afrontar el problema; 4. amenaza: pensar en el daño que puede causar el problema; 5. desafío: percepción del problema como un desafío; 6. responsabilidad personal de causar el problema; 7. causa ajena del problema; 8. beneficio: extraer algo positivo de hacer frente al problema; 9. actualidad: si el problema se ha solucionado o no; y 10. estado general: en caso de haberse solucionado el problema, evaluación general de la situación;

El último apartado del cuestionario contiene 48 ítems cada uno con 4 opciones de respuesta (Likert- 0-3) que constituyen ocho tipos de respuestas de afrontamiento. Las primeras cuatro escalas miden el afrontamiento por aproximación y las cuatro últimas, el afrontamiento por evitación. A su vez, las escalas de Aproximación y las de evitación se organizan según el método en cognitivas y conductuales, tal como queda reflejado en la tabla 1.

Las 8 escalas de estrategias son denominadas “estrategias específicas”, y las escalas derivadas del sumatorio de parte de ellas, “escalas de afrontamiento combinadas”. En la tabla 1 se aprecia que la escala combinada de Aproximación Cognitiva se obtiene de la adición de las escalas básicas de análisis Lógico y Reevaluación Positiva. La escala combinada de Aproximación Conductual se obtiene de la adición de las escalas básicas de Búsqueda de Guía y de las de Resolución de Problemas. La adición de las escalas de evitación Cognitiva y las de Aceptación-Resignación conforma la escala combinada de evitación Cognitiva, y, finalmente, la escala básica de Búsqueda de Recompensas Alternativas junto a la escala de Descarga Emocional, componen la escala combinada de evitación Conductual.

 


Tabla 1. Estrategias de afrontamiento según la propuesta teórica de Moos (1993)


Adaptado y reproducido con el permiso especial de Publisher, Psychological Assessment Resources, Inc. , 16204 North Florida Avenue, Lutz, Florida 33549, del Coping Responses Inventory por Rudolf Moos, Ph. D. , Copyright 1993 por PAR, Inc. Nuevas reproducciones están prohibidas sin el permiso de PAR, Inc.

Procedimiento

La recogida de datos para la realización de este estudio tuvo lugar en los servicios de asistencia y las asociaciones previamente indicadas. La aplicación de los cuestionarios, aun siendo autoinformes, se realizó mediante la lectura de los mismos por la psicóloga, dado que parte de la muestra tenía dificultades para leer en castellano.

Análisis de los datos

El análisis correlacional entre las variables “valoración del problema” e “índices de salud” y entre “valoración del problema” y “estrategias de afrontamiento” (específicas y combinadas) se efectuó mediante el coeficiente de correlación Rho de Spearman unilateral dado que las variables de valoración no cumplían el supuesto de normalidad.

Los cálculos se realizaron mediante soporte informático SPSS 9. 0 v. o.

En estos casos, dada la pequeñez de la muestra analizada, se ha fijado el valor de significación en p<. 03, a fin de evitar errores de tipo I.

El ítem diez del apartado de valoración no ha sido analizado dado que en la mayoría de los casos el problema presentado no se había solucionado.


Resultados

 

Los resultados han sido agrupados en cuatro apartados. En el primero se presenta una descripción general de las respuestas a los ítems de valoración. El segundo apartado se refiere a la relación entre valoración del problema y elección de estrategias de afrontamiento específicas, en el tercero, se muestran los resultados de las correlaciones entre la valoración del problema y las estrategias de afrontamiento combinadas y, por último el cuarto apartado aborda la relación entre la valoración del problema y los índices de salud.

1. Descripción general de los resultados de la valoración.

En este apartado se presenta el porcentaje de personas inmigrantes que respondieron “No” (seguro que no/casi no) y “Si” (seguro que si/casi si) a los ítems relacionados con la valoración del problema. Los resultados más importantes fueron: el 63’2% manifiestan no haber tenido que enfrentarse anteriormente a un problema similar al que estaban manifestando (ítem 1). El 65, 8% expresan que no sabía que el problema les iba a ocurrir a ellos (ítem 2).

En cuanto al tiempo de anticipación (ítem 3), el 86’8% de la muestra respondió no haber tenido suficiente tiempo. El 70% de la muestra ven el problema como una amenaza (ítem 4). EL 36, 9% ven el problema como causado por ellos mismos (ítem 6) y el 60, 5% como causado por otra persona (ítem 7). Finalmente, el 58, 3 % de las personas manifiestan no haber sacado nada positivo de enfrentarse al problema (ítem 8), y 76, 3% manifiestan que el problema todavía no se ha resuelto (ítem 9).

 

2. correlación de los ítems de valoración del problema y las escalas de afrontamiento específicas.

Se pretende determinar si existe relación entre la valoración del problema descrito por los y las inmigrantes y el uso de estrategias de afrontamiento específicas. La tabla 1 muestra las correlaciones entre los ítems de valoración y las escalas específicas de afrontamiento. Como se puede apreciar, cuando la persona tiene menos experiencia previa de hacer frente una situación similar utilizará más estrategias de análisis lógico, cuanta menos predicción de la ocurrencia del problema, menor será el uso de estrategias de reevaluación positiva, resolución de problemas y búsqueda de gratificaciones. La sensación de amenaza correlaciona negativamente con la elección de estrategias de resolución de problemas, mientras que la percepción de desafío comporta un mayor uso de estrategias reevaluación positiva y resolución de problemas. Cuando la causa del problema se percibe como externa a la persona, esta recurre menos a estrategias reevaluación positiva.

Finalmente, a menor beneficio percibido, menos uso de estrategias de reevaluación positiva, búsqueda de guía, resolución de problemas y búsqueda de gratificaciones alternativas, y cuando el problema al que se enfrenta todavía no se ha resuelto, la persona utiliza menos estrategias de reevaluación positiva, evitación cognitiva y búsqueda de gratificaciones.

 

 


Tabla 1. correlaciones entre los ítems de valoración y las escalas específicas de afrontamiento


3. correlación de los ítems de valoración del problema y las escalas de afrontamiento combinadas.

Las escalas específicas de afrontamiento se agrupan en cuatro escalas combinadas que reflejan los dominios de foco y métodos de afrontamiento. En la tabla 2 se aprecian las correlaciones entre los diferentes ítems de valoración del problema y las escalas de afrontamiento combinadas. Se observa una correlación positiva entre la predictibilidad de ocurrencia del problema y el uso de estrategias de Afrontamiento Conductuales.

 

También observamos una mayor recurrencia a estas estrategias cuando la persona percibe el problema que está arrostrando como un reto. Sin embargo, cuando la persona percibe su problema como causado externamente, utilizará en menor medida estrategias de Afrontamiento Cognitivo.

Estas estrategias serán utilizadas cuando la persona perciba algún beneficio de arrostrar la situación, en combinación con las estrategias de Afrontamiento Conductual. Así mismo, cuando el problema todavía no ha sido resulto, la persona llevará a cabo menos estrategias de Afrontamiento Cognitivo

 

 


Tabla 2. Correlaciones entre los ítems de valoración y las escalas combinadas de afrontamiento

4. correlación de los ítems de valoración del problema y los índices de salud.

La tabla 3 muestra las correlaciones entre los ítems de valoración y las escalas específicas de afrontamiento. Como se puede apreciar, se detecta una correlación negativa entre la experiencia previa con un problema similar y los síntomas somáticos. De igual modo, cuanto menos predecible es la ocurrencia del problema, mayor presencia de síntomas somáticos, ansiedad e insomnio, de disfunción social y malestar general. La percepción de amenaza correlaciona positivamente con una mayor presencia de síntomas de ansiedad e insomnio. Cuando la persona no percibe ningún beneficio del hecho de afrontar el problema, presenta más síntomas somáticos, disfunción social depresión grave y malestar general. Por último, cuando el problema todavía no ha sido resuelto, encontramos mayor número de síntomas somáticos y malestar general.

 

 


Tabla 3. correlaciones entre los ítems de valoración y los índices de salud


Conclusiones

El modelo transaccional del estrés postula que la valoración de los estresores determina cómo las personas van a responder en términos de estrategias de afrontamiento, así como su respuesta emocional a ellos. La valoración de los estresores incluye evaluaciones de la familiaridad del acontecimiento, de su predictibilidad, si es esperado o no, del grado de amenaza o desafío, de la causa del mismo y del resultado previsto del acontecimiento.

En este estudio se ha analizado cómo estas diferentes variables de la valoración influyen en la salud y en la elección de las estrategias utilizadas para hacer frente a los estresores.

Lo primero que se observa, y que nos sirve para acotar la tipología de problemas a los que está haciendo frente la muestra, es que éstos se caracterizan por ser situaciones nuevas, carentes de experiencia previa, inciertas, no predecibles, para las que no se ha tenido tiempo de prepararse, y percibidas muchas veces como una amenaza más que como una oportunidad.

Estas características valoradas del problema van ha tener su incidencia en las estrategias de afrontamiento escogidas para hacer frente al problema presentado.
Los resultados obtenidos muestran menores respuestas de afrontamiento por aproximación (reevaluación positiva y resolución de problemas), cuando la persona valora el estresor como impredecible, amenazante, causado por otra persona, y de cuyo afrontamiento no está obteniendo ningún beneficio. Las valoraciones de desafío implican la visión del estresor como una oportunidad de crecimiento o de ganancia. En nuestro estudio, cuando la persona percibe el problema como un desafío, pone en marcha más estrategias de reevaluación positiva y resolución de problemas, y más estrategias de Afrontamiento Conductual en general. Estos datos coinciden con los obtenidos por Bjorck y Cohen (1993) [17] que encontraron que las valoraciones de desafíos, en comparación con las de amenaza, se relacionaban con un mayor uso de las estrategias de resolución de problemas. Mohino, Kirchner y Forns (2004) [18] también encuentran relación entre la percepción del problema como desafío y el mayor uso de estrategias de aproximación conductual. Así mismo, McCrae (1984) [19] muestra que cuando el enfrentarse a una situación supone una oportunidad para la persona, ésta utiliza estrategias de afrontamiento racionales y pensamientos positivos.

La creencia de que algo positivo se está extrayendo de afrontar la situación comporta una aumento de las estrategias de reevaluación positiva, búsqueda de guía, resolución de problema y de recompensas alternativas. Nuevamente, nuestros datos coinciden con los obtenidos por Mohino et al (2004) [18] en los que la mayor percepción de beneficio supondría un mayor uso de reevaluación positiva y resolución de problemas.

Si embargo, cuando la persona se enfrenta a un estresor novedoso, parece utilizar más estrategias de análisis Lógico. En este sentido, podemos argumentar que, cuando la persona no tiene experiencias directas o vicarias con el estresor, el enfrentamiento a él puede acontecerse se vuelve rumiativo, y la persona puede realmente intentar pensar en diferentes maneras de resolver el problema, darle vueltas a la cabeza sobre cómo podría resolverlo, intentar anticiparse a las nuevas demandas, etc.

Encontramos que la percepción del estresor está también fuertemente relacionada con la sintomatología manifestada: en especial, características como la falta de experiencias previas en solucionar problemas similares, la impredictibilidad de ocurrencia del problema, la percepción de amenaza, el no percibir beneficio alguno de los intentos de afrontar el problema o la no resolución, se relacionan con un incremento de la síntomas somáticos, ansiedad e insomnio, disfunción social, depresión y malestar general.


Los numerosos cambios y las duras condiciones vitales que deben resolver las personas inmigrantes pueden afectar a sus mecanismos de afrontamiento de diferentes maneras. El inmigrante puede encontrar que los mecanismos de afrontamiento existentes son inadecuados para tratar con los nuevos estresores, o bien, el proceso de cambio puede someter al inmigrante a nuevos estresores para los que no tiene un conjunto de mecanismos de afrontamiento a priori [1].

Según Lazarus y Folkman (1986) [13] cuanto mayor es la inferencia requerida ante una situación, mayor será el error en su interpretación, y si la persona es conciente de esta mayor probabilidad de error, experimentará un mayor grado de incertidumbre y amenaza. En este sentido, nuestros datos apuntan a que a mayor novedad, es decir, a mayor inferencia y menor experiencia previa, mayor presencia de síntomas somáticos. En general se cree que la preparación para situaciones futuras, esto es, tener experiencias previas similares, lleva a un mejor afrontamiento y adaptación [20], dado que la experiencia supone un aprendizaje que posteriormente será aplicado a futuras situaciones similares. Sin una experiencia directa o vicaria previa a las demandas de la situación, puede no existir la oportunidad de desarrollar los recursos de afrontamiento específicamente necesarios para tratar estas demandas. Del mismo, a mayor experiencia previa, menor presencia de síntomas somáticos, por lo que se puede afirmar que la experiencia de afrontar estresores similares puede provocar expectativas de autoeficacia que van a influir en el afrontamiento y el ajuste individual a las nuevas situaciones [20, 21].

El término de incertidumbre del acontecimiento se refiere a la probabilidad de que ocurra dicho acontecimiento. Lazarus y Folkman (1986) [13] postulan que las circunstancias naturales de incertidumbre máxima son muy estresantes. Moos y Tsu (1977) y Cohen y Lazarus (1979) citados en Lazarus y Folkman (1986) [13] señalan la incertidumbre como un obstáculo adaptativo mayor cuando las personas deben hacer frente a la enfermedad. En esta línea, Fontana, Hughes, Marcus y Dowds (1979) [22] encuentran que los acontecimientos deseables son aquellos que la persona ha podido anticipar y sobre los que tiene un cierto control. La adaptación psicosocial también está fuertemente relacionada con la posibilidad de anticipación del acontecimiento. Así, a mayor incertidumbre, menor adaptación. Nuestros datos señalan una fuerte relación entre la incertidumbre y los síntomas somáticos, ansiedad e insomnio, disfunción social y malestar general. Una de las razones argumentadas sobre el peso de la incertidumbre en la sintomatología es que el desconocimiento de la probabilidad de ocurrencia de un acontecimiento, tiene un efecto inmovilizador sobre los procesos anticipatorios de afrontamiento a la vez que genera confusión resultante de no poder decidir sobre la pauta de acción a seguir, pudiendo producirse miedo, preocupación y pensamiento obsesivos y ansiedad [13]. El hecho de no saber con certeza si un acontecimiento va a ocurrir puede dar lugar a un dilatado proceso de evaluación y reevaluación que genere pensamientos, sentimientos y conductas conflictivas que, a su vez, crean sentimientos de desesperanza y confusión.

Cuando la persona percibe que va a poder extraer algo positivo del problema, presenta menos síntomas somáticos, disfunción social, depresión grave y malestar general. Podríamos hablar de un aspecto beneficioso del hecho de poder encontrar algo de positivo en el afrontamiento al estresor: la persona puede ver incrementada su sensación de dominio, estrechar lazos con personas que le ayudan a encarar el problema, aumentar su actividad, aprender nuevas habilidades y recursos, etc. Sin embargo, no es esta la situación que presenta la muestra analizada para la que el enfrentarse al estresor no comporta beneficio alguno, y en consecuencia, presenta una mayor sintomatología. Contrariamente, las personas de la muestra perciben el problema como una amenaza, acentuando el aspecto nocivo del mismo, y su posible daño, por lo que presentan una mayor sintomatología ansiosa e insomnio.


La importancia de la valoración en la respuesta ante el estresor es avalada por numeras investigaciones. Hemos de tener en cuenta, sin embargo, que dicha valoración depende tanto de variables subjetivas, de la persona, como objetivas, de la situación. La intervención dirigida tanto a las condiciones objetivas de los estresores como a la percepción subjetiva de los mismos es importante de cara a mejorar el bienestar de las personas inmigrantes y a potenciar estrategias de afrontamiento más saludables para tratar las difíciles condiciones vitales por las que están pasando.


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