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Prevalencia del consumo de alcohol en la población adulta.

Autor/autores: Piedad Medina Álvarez
Fecha Publicación: 01/03/2007
Área temática: Adictivos, Trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos .
Tipo de trabajo:  Conferencia

RESUMEN

Se realizó un estudio en trabajo multidisciplinario con el Médico de la Familia del Consultorio No. 6, Policlínico 26 de Julio, Playa. Mediante un muestreo estratificado se estudiaron 86 vecinos del territorio seleccionado, a los que se le aplicó una encuesta anónima, confeccionada para buscar índices de alcoholismo oculto, a la que le añadimos el Test SMAST. Predominantemente es una población con niveles culturales altos (medio superior y superior), entradas económicas elevadas, mayormente casada, sin hijos, con vínculo laboral y como edades predominantes se encuentra el rango comprendido entre 26-35 años.

De la muestra estudiada se obtuvieron los siguientes resultados: el 73% ingiere bebidas alcohólicas, de ellos el 22% clasifica como alcohólicos, el 12. 7% posibles alcohólicos, 41. 8% bebedores sociales y el 23. 2% se declaran abstemios. La edad más frecuente del comienzo a beber fue 16-25 años, predominando los encuestados que acumulan bebiendo entre 11-20 años. Las enfermedades asociadas más frecuentes fueron la gastritis y las alteraciones psiquiátricas; y fundamentalmente en los alcohólicos encontramos la presencia de familiares alcohólicos y psiquiátricos. Entre las causas que fundamentalmente les llevaron a ingerir bebidas alcohólicas en las tres categorías se refieren: para sentirse más seguro de sí mismo y porque le era propicio en su trabajo; y de una abrumadora mayoría, la bebida les ha causado problemas con su pareja.

Palabras clave: alcohol


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Prevalencia del consumo de alcohol en la población adulta.

Piedad Medina Alvarez.

Especialista de 1er grado en psiquiatría.

Policlínico 28 de Enero. Ciudad de la Habana. Cuba

Resumen

Se realizó un estudio en trabajo multidisciplinario con el Médico de la Familia del Consultorio No. 6, Policlínico 26 de Julio, Playa. Mediante un muestreo estratificado se estudiaron 86 vecinos del territorio seleccionado, a los que se le aplicó una encuesta anónima, confeccionada para buscar índices de alcoholismo oculto, a la que le añadimos el Test SMAST. Predominantemente es una población con niveles culturales altos (medio superior y superior), entradas económicas elevadas, mayormente casada, sin hijos, con vínculo laboral y como edades predominantes se encuentra el rango comprendido entre 26-35 años. De la muestra estudiada se obtuvieron los siguientes resultados: el 73% ingiere bebidas alcohólicas, de ellos el 22% clasifica como alcohólicos, el 12. 7% posibles alcohólicos, 41. 8% bebedores sociales y el 23. 2% se declaran abstemios. La edad más frecuente del comienzo a beber fue 16-25 años, predominando los encuestados que acumulan bebiendo entre 11-20 años. Las enfermedades asociadas más frecuentes fueron la gastritis y las alteraciones psiquiátricas; y fundamentalmente en los alcohólicos encontramos la presencia de familiares alcohólicos y psiquiátricos. Entre las causas que fundamentalmente les llevaron a ingerir bebidas alcohólicas en las tres categorías se refieren: para sentirse más seguro de sí mismo y porque le era propicio en su trabajo; y de una abrumadora mayoría, la bebida les ha causado problemas con su pareja.



El consumo del alcohol se pierde en los orígenes de la humanidad misma, probablemente en el período mesolítico, ya a finales de este y comienzos del neolítico, coincidiendo con el desarrollo de la alfarería; donde una mezcla de frutas maceradas hayan entrado en contacto en un ambiente cálido con levaduras aerotransportadas (1). Bebiéndose a partir de esa fecha y durante muchos años una especie de bebida fermentada, hasta que en el siglo XVI los alquimistas árabes descubrieron el proceso de destilación, lo que ha permitido lograr altas concentraciones de alcohol que hasta entonces eran inexistentes (2). De ahí que la palabra alcohol tuviera su etimología en el vocablo árabe “Alkuhl” que significa esencia (3).

Desde los primeros registros históricos, se plantea el abuso del alcohol como una manera útil y placentera de alterar el estado de ánimo, su estado consciente, reacciones y sentimientos al medio ambiente (4). La primera referencia documental de la preocupación médica por el alcoholismo aparece en un texto mesopotámico, donde se inscribe una receta de once hierbas medicinales destinadas al tratamiento de este (5).

Ya en el siglo XVIII, el alcohol se había convertido en una droga de uso y abuso en gran escala (6), en este siglo y en el XIX aparecieron los primeros esfuerzos de los científicos por conceptualizar el alcoholismo; este término fue introducido en la literatura por el sueco Magnus Huss (1807-1890) hacia 1849, cuando Suecia ocupaba la tasa más alta del mundo en el consumo de bebidas alcohólicas (7).  

Actualmente existen, numerosas definiciones de alcoholismo, dadas por reconocidos galenos y por la Organización Mundial de la Salud. Nosotros queremos citar la definición del DSM-IV (8), el cual identifica dos trastornos: la dependencia y el abuso del alcohol, el primero caracterizado por un patrón desadaptativo de consumo que conlleva a un deterioro o malestar significativo, de algún momento de un período continuado de doce meses, el cual está dado por la necesidad de cantidades crecientes para alcanzar el efecto deseado o la disminución del efecto por el consumo continuo, además, la presencia de manifestaciones de abstinencia, así como la reducción de las actividades sociales, laborales o recreativas y persistencia del consumo de dichas sustancias a pesar de tener conciencia de los problemas psicológicos o físicos que son causados o exacerbados por ello.

El alcoholismo constituye actualmente la más relevante toxicomanía a nivel mundial, e integra el grupo de los más importantes problemas médicos sociales. Se ha comprobado además que, entre los grandes bebedores el índice de mortalidad es mayor que entre la población en general (9), sin atender a las afecciones orgánicas que pueden provocar el uso continuado del alcohol, y los accidentes de tráfico mortales que por lo general ocurren en los conductores que han ingerido alcohol (10).

Para este estudio, hemos conformado encuestas anónimas buscando confiabilidad en los datos, a la que hemos asociado el SMAST (11), para la detección de los niveles de alcoholismo, con el objetivo de detectar aquellos que conforman este grupo peligrosamente creciente y potencialmente salvable.


Objetivos

General

Contribuir al conocimiento del programa de alcoholismo a partir de la caracterización del problema en esta área, según los niveles de alcoholismo en una población tomada al azar en un área de salud del municipio Playa, en las edades comprendidas entre 17-55 años.  

 

Específicos:

1. Identificar las características socio-demográficas de los encuestados a través del estudio de las siguientes variables: sexo, edad, raza, escolaridad, estado civil, ocupación, Nº de hijos, Nº de personas con que convive, situación económica de acuerdo al per cápita y condiciones de la vivienda .

2. Antecedentes familiares del encuestado e historia personal en relación al alcohol, hábitos tóxicos asociados al consumo.

3. Conocer los factores que influyeron en el comienzo de la ingestión de alcohol, además de clasificar la muestra estudiada en abstemios, bebedores sociales, posibles alcohólicos y alcohólicos.


Material y método

La población para encuestar debía comprender las edades de 17-55 años, esta estaba dada por 177 hombres y 152 mujeres para un total de 329 personas. De dicha muestra se obtuvo un total de 86 encuestados y es bueno señalar que no pudo encuestarse a más habitantes debido a la gran reticencia que hay con la palabra “Alcoholismo”. También encontramos varias personas que no estaban en la provincia o en el país.

Se estructuró una encuesta anónima consistente en una guía de entrevista. A esto hemos sumado el cuestionario SMAST (Short Michigan Alcoholism Screening Test) ya que es uno de los más utilizados internacionalmente para pesquisaje en población adulta y muestras de alto riesgo (11), (12).

Método:

Para el diagnóstico tomamos la clasificación del SMAST de 13 preguntas el cual califica con 1 punto cada respuesta, dándose como patológico un SI en las preguntas 2, 3, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13 y un NO en las preguntas 1, 4 y 5. Al final se enumeran los puntos obtenidos en cada ítem y obtenemos la siguiente calificación:

0 a 1 punto No alcohólico
2 puntos Posible alcohólico
3 o más puntos Alcohólico

Nosotros hemos diferenciado la población No alcohólica según clasificación en abstemios y bebedores sociales ya que aunque el SMAST no lo toma así, pensamos que una parte importante de la población mundial es aquella que bebe socialmente y debe distinguirse de la que realmente no ingiere absolutamente bebidas quedando conformada la clasificación de la siguiente manera (12) :

. Abstinente total: Sujeto que nunca bebe.

. Bebedor social o normal: Incluye aquellos que cumplen las normas sociales en lo relativo al tipo de bebidas, frecuencia, cantidad y ocasión. No cumplen por tanto los criterios del abuso del alcohol sin dependencia ni de la dependencia alcohólica.

. Bebedor problema o anormal: Integra el grupo que se caracteriza por violar los criterios anteriores. Se considera bebedor problema un sinónimo de alcoholismo. Aquellos sujetos en el que fuesen positivos al menos dos de los instrumentos aplicados.

. Alcohólico: Patrón patológico de consumo de alcohol como: uso diario, imposibilidad para abstenerse, esfuerzos infructuosos por reducir la ingestión, afectación social o laboral debido al alcohol y duración del trastorno más de un mes. Presencia de tolerancia o manifestaciones de abstinencia.


Resultados

1. Sexo: Del total de la muestra constituida por 86 personas 56 (65%) eran del sexo masculino y 30 (35%) del femenino (Tabla Nº. 1. 1). Aquí observamos un desbalance importante, pues aunque la población encuestada tiene más hombres que mujeres no se corresponde con la cifra a encuestar; esto se debe a que muchas mujeres se negaron a realizar la encuesta ya que ellas “no ingerían bebidas alcohólicas”. No obstante, existe predominio del sexo masculino de esta afección, aunque es cada vez mayor su adición por el sexo femenino y en jóvenes en general (13).

 


Tabla Nº 1. 1


2. Edad: La edad predominante es la correspondiente a 26-35 años (38%), le siguen por orden los grupos 36-45 años (25%), 46-55 años (20%) y la menos encuestada fue la de 17-25 años (17%). No obstante, los promedios de edades se mostraron bastante cercanos. (Tabla Nº. 2. 1)

 


Tabla Nº 2. 1


3. Raza: Tenemos que la raza predominante fue la blanca con 64 (74%), le sigue con 12 (14%) la negra y muy cerca la mestiza con 12%.  

4. Escolaridad: Con respecto a la escolaridad observamos franca prevalencia de los niveles escolares alto, destacándose en primer lugar el Pre-universitario con 32 (38%), muy cercano a él se encuentra el nivel Universitario con 20 (23%). A partir de aquí le siguen en orden descendente Técnico Medio y secundario ambos con 14 (16%) y por último el primario con 6 personas para apenas un 7%.

Es importante destacar el franco predominio de los niveles escolares altos, pues aquellos encuestados con nivel preuniversitario y universitario suman el 61% de la población estudiada 

5. Estado civil: Más de la mitad de la población encuestada es casada, 48 (56%), continúa el soltero 27 (31%), divorciado 9 (11%) y unión consensual 2 (2%). En la muestra no encontramos personas viudas.  
Los alcohólicos tienen, como grupo social, uno de los porcentajes más altos de separación matrimonial y de divorcio. Sin embargo, en estudios realizados se ha encontrado que alrededor de la mitad de las personas que ingieren bebidas alcohólicas logran mantener vínculo marital por mucho tiempo (14), (15).

6. Vínculo Laboral-Ingresos: Con respecto a este acápite se encontró que es mayoritariamente una población trabajadora con un (66%), que contrasta con el 34% que no se encontraba vinculada en el momento del estudio.


7. Hábitos tóxicos asociados: Con respecto a hábitos tóxicos de la población encuestada el 43% fuman y toman café, el 22% sólo beben café, el 13% únicamente fuma y el 22% no poseen hábitos tóxicos. (Tabla Nº. 7. 1)

 


Tabla Nº 7. 1

En la muestra predominan los encuestados con familiares no alcohólicos (66%) y no psiquiátricos (64%) al igual que sobresalen los que no tienen familiares suicidas (83%).  
9. En nuestra investigación quedamos alarmados con las edades de comienzo de la ingestión de bebidas alcohólicas, primeramente 16-25 años (62%), continuando con aquellos que comienzan entre 12-15 años (21%), 26-35 años (14%) y mayores de 35 años (2%). Es importante señalar que el 83% de la población encuestada comienza a ingerir bebidas entre los 10-25 años. (Tabla Nº. 9. 1)

 


Tabla Nº 9. 1


10. Años que llevan bebiendo: Este muestreo arrojó que el 38% de las personas encuestadas llevan bebiendo un promedio de 11-20 años, le sigue el 29% que bebe entre 15-20 años y el 27% que ingiere bebidas entre 21-30 años, quedando por último aquellos que lo han hecho durante 30 años (6%). (Tabla Nº. 10. 1)

 


Tabla Nº 10. 1


11. tipo de Bebidas: También observamos que el 49% ingiere ron solamente como bebida, que contraste con el 27% que ingiere ron y cerveza y el 24% que solamente toma cerveza. (Tabla Nº. 11. 1)

12. Relación sexo-alcoholismo: Aquí se puso en evidencia una alta correlación entre el sexo y el factor alcoholismo, notándose mayor ocurrencia de abstemios en las mujeres y una ventaja muy superior de los hombres como alcohólicos, posibles alcohólicos y bebedores sociales). Es bueno señalar que una de las razones por las que decidimos realizar encuestas anónimas es por el rechazo social que inhibe a las mujeres a declarar que han ingerido e ingieren bebidas alcohólicas aunque fuere socialmente. No obstante se reportan tendencias al ascenso en la población femenina, incluido nuestro país donde se han realizado estudios muy serios respecto al alcoholismo femenino (16).

 




13. - Edad alcoholismo: Aquí observamos que la ingestión de bebidas está repartida en todas las edades, afortunadamente no encontramos alcohólicos entre los 17-25 años, sin embargo los posibles alcohólicos se encuentran mayoritariamente en edades tempranas al igual que los bebedores sociales. Esto nos demuestra que desde las primeras etapas de la juventud podemos encontrar personas completamente afectadas por la enfermedad.

 




14. - Escolaridad Alcoholismo: Aquí no se detectó dependencia estadística entre ambos factores (X2=3. 49 muestra estudiada exhibe un alto nivel de escolaridad, ya que el 77% presenta el nivel medio superior y superior. Esto se corresponde con en el estudio realizado por la doctora Martha del Pozo se recogen datos similares a los nuestros (17).

15. -. Familiares alcohólicos-alcoholismo: Aquí se probó que hay una fuerte correlación entre ambos factores (X2=14. 61 > X2 , 0. 99 =11. 3). Nótese que el 68% de los alcohólicos tienen familiares alcohólicos, mientras que el 85% de los abstemios no tienen familiares en esta categoría

 




16. - Edad de comienzo-alcoholismo: Aquí podemos observar que los alcohólicos son aquellos que más temprano comienzan a beber (26%), le siguen los bebedores sociales (23%) y por último los posibles alcohólicos (1%). Aquí no pudo establecerse correlación estadística entre la edad de comienzo y la edad de beber (X2 = 0, 44 < X2 , 0. 90 =2. 71) no obstante, se observa que la mayor cantidad comienza antes de los 25 años (83%), esto se corresponde con la literatura revisada (16). Además de que encontramos cifras elevadas (76%) en la población comprendida entre 16-35 años, que corresponde a las etapas más productivas de la vida, dato que también concuerda con la literatura revisada (18).  

17. - Hábitos tóxicos-alcoholismo: Aquí no se detectó correlación entre ambos factores (X2 =3. 85 <X2, 0. 75 =4. 11). Pues la cantidad de fumadores y tomadores de café es casi la misma en los alcohólicos que los abstemios. Algo similar ocurre en las categorías de aquellos que ni fuman ni toman café. No obstante, los alcohólicos son aquellos que más fuman y toman café; y los abstemios son los que menos hábitos tóxicos asociados tienen. Esto también se corresponde con la literatura revisada (19) donde está ampliamente demostrada la asociación del alcohol con otros hábitos tóxicos. Nosotros exploramos café y cigarrillos, pero también hay trabajos que hablan sobre alcohol y drogas ilícitas como la marihuana (16). (Gráfico)

 




18. - Factores que influyeron en el comienzo de la ingestión de bebidas alcohólicas: De manera particular por categorías, los alcohólicos alegan que porque le era propicio en su trabajo, además que para sentirse más seguro de sí mismo. En cuanto a los posibles alcohólicos dicen que ingieren bebidas para ser aceptados en el grupo de amigos, porque le era propicio en su trabajo, y para sentirse más seguro de sí mismo. Por su parte los bebedores sociales plantean que lo aprendieron de la familia. Se repite la respuesta de que también lo hacen para sentirse más seguro de sí mismo.

Si miramos la respuesta desde el punto de vista general, concluiremos que la causa más frecuente en las tres categorías es para sentirse más seguro de sí mismo, lo que nos da un auto estima muy baja en aquellos que utilizan el alcohol como un medio para sentirse “personas”.

 

 




Conclusiones

Hemos evidenciado la etiología multifactorial del alcoholismo. En nuestro caso, observamos causas genéticas, aprendizaje familiar y el medio como facilitador de tal adicción.

Un grupo numeroso se inició a edades tempranas, manteniéndose en contacto con el alcohol por más de dos décadas.

Se determinó que los encuestados eligen como factor de mayor incidencia que les llevó a ingerir bebidas alcohólicas, el hecho de “ para sentirse más seguros de sí mismos”; lo que enfatiza una vez más que el alcoholismo, brindándonos excelentes opciones psicoterapéuticas para ayudar a estas personas que lamentablemente son portadoras de esta enfermedad.  

 


Bibliografía

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2. Goldman, H. Trastornos por el uso de sustancias psico-activas : alcohol.

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4. González, R. prevención del alcoholismo. Revista hospital psiquiátrico. Vol. 26 Nº. 1 1985 págs. 31-39

5. Rodríguez López, T. Disciplina y Productividad laboral en pacientes alcohólicos, Revista H. P. H. Volumen XXXIII Nº. 2 Julio - Diciembre 1992.

6. Woodrof, R. El diagnóstico en psiquiatría Edit Mod. S. A. Capítulo VII, Méjico 1978.

7. Pico Costero, J. y Cols. alcoholismo y su tipología. Revista HPH volumen XXIX Nº 4 Octubre-Diciembre 1988.  

8. Diagnostic and Statical Manual of Mental desorders (Fourth Edition). American Psichiatric Association, 1994

9. Organización Mundial de la Salud (OMS). Informe de un Comité de Expertos. Problemas relacionados con el alcohol. Serie de informes técnicos 650. Ginebra, Suiza, 1980.

10. González, J. Accidentes de tránsito y alcoholismo. Trabajo para optar por el título de Candidato a Doctor en Medicina Legal, La Habana 1986
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11. Favazza, A, J, Pires. The Michigan Alcoholism Screening Test. Aplication in general hospital. Quater J. Of study on alcohol. Vol. 35. 1974.  

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13. González Menéndez, R. Como librarse de hábitos tóxicos. Guía para conocer y vencer los hábitos provocados por el café, tabaco y alcohol. Rev Cubana Med gen Integr 1995; 11(3):269-70

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15. - Herrera Santí PM, Avilés Betancourt K. Factores familiares de riesgo en el intento suicida. Rev Cubana Med gen Integr 2000; 16(2):134-7.

16. -Martínez Hurtado, A. alcoholismo en mujeres. Tesis para optar por el Título de Máster en psiquiatría Social. C. Habana, 1997.

17. -Pozo Santiesteban, M. Estudio de consumo de alcohol y determinación del bebedor problema en el área del Consultorio Nº. 6 Pol. “Héroes del Corinthia”. Tesis para optar por el Título de Especialista 1er Grado M. G. I. 1993.

18. -Rodríguez Cárdenas, A. Morbilidad alcohólica oculta en cuatro consultorios del Médico de la Familia en el Municipio Güines. Trabajo para optar por el Título de Especialista de 1er. Grado en psiquiatría. La Habana, 2002.

19. - Céspedes Lantigua, E. depresión y alcoholismo. Tesis para optar por el Título de Especialista de 1er Grado en psiquiatría, C. Habana, 1996.











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