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Internet y Psicopatología: El uso del CHAT y su relación con diferentes índices de psicopatología.

Autor/autores: F. Viñas
Fecha Publicación: 01/01/2002
Área temática: Psiquiatría general .
Tipo de trabajo:  Conferencia

RESUMEN

Con el paso del tiempo Internet se ha ido implantando poco a poco no sólo en el ámbito académico y laboral, sino también, en nuestros hogares. El correo electrónico, la posibilidad de consultar los movimientos bancarios o realizar transacciones comerciales, junto con otras muchas aplicaciones, la convierten en una herramienta imprescindible y cada vez más popular. No obstante, la red parece haberse convertido en una fuente de posibles alteraciones conductuales. En este sentido algunos autores utilizan términos como adicción, uso compulsivo o uso patológico de la red, para referirse a dichas alteraciones. De entre las diversas aplicaciones consideradas adictivas, destacan aquellas, como el CHAT, que permiten la interacción del usuario con otras personas.

OBJETIVOS: Mediante este trabajo se pretende conocer, en primer lugar, cual es el grado de utilización de Internet en la población de estudiantes universitarios, en segundo lugar, si un uso excesivo de la red está asociado a una mayor psicopatología y, finalmente, cual es el perfil de aquellos estudiantes que cuando se conectan a la red utilizan preferentemente el IRC (Internet Relay Chat).

METODOLOGIA: Los datos que presentamos forman parte de un amplio estudio sobre el proceso de adaptación de los estudiantes a la universidad. En este estudio han participado 1277 estudiantes seleccionados al azar de entre las diferentes facultades que conforman el campus de la Universidad de Girona. Además de autoinformar sobre el uso de la red (frecuencia de conexión, duración y tipo de páginas consultadas) han cumplimentado los ítems correspondientes a los siguientes cuestionarios: escala de desesperanza de Beck, inventario de depresión de Beck (BDI) y la SCL-90.

RESULTADOS: Los resultados señalan una asociación estadística entre un mayor uso de Internet y diferentes índices psicopatológicos (depresión, ansiedad, alteraciones del sueño etc. ), pero, básicamente, en aquellos que en sus! conexiones utilizan con mayor frecuencia el Chat.

Palabras clave: Psicopatología


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Internet y Psicopatología: El uso del CHAT y su relación con diferentes índices de psicopatología.

Viñas, F. *; Villar, E. *; Caparrós, B. *; Juan, J. *; Perez, I. *; Cornellá, M. **.

Departamento de Psicologia*. Departamento de Pedagogia**.
Universidad de Girona.
Pl. Sant Domènec nº 9, C. P. : 17071. Girona
España

 

Resumen

Con el paso del tiempo Internet se ha ido implantando poco a poco no sólo en el ámbito académico y laboral, sino también, en nuestros hogares. El correo electrónico, la posibilidad de consultar los movimientos bancarios o realizar transacciones comerciales, junto con otras muchas aplicaciones, la convierten en una herramienta imprescindible y cada vez más popular. No obstante, la red parece haberse convertido en una fuente de posibles alteraciones conductuales.

En este sentido algunos autores utilizan términos como adicción, uso compulsivo o uso patológico de la red, para referirse a dichas alteraciones. De entre las diversas aplicaciones consideradas adictivas, destacan aquellas, como el CHAT, que permiten la interacción del usuario con otras personas.

OBJETIVOS: Mediante este trabajo se pretende conocer, en primer lugar, cual es el grado de utilización de Internet en la población de estudiantes universitarios, en segundo lugar, si un uso excesivo de la red está asociado a una mayor psicopatología y, finalmente, cual es el perfil de aquellos estudiantes que cuando se conectan a la red utilizan preferentemente el IRC (Internet Relay Chat).

METODOLOGIA: Los datos que presentamos forman parte de un amplio estudio sobre el proceso de adaptación de los estudiantes a la universidad. En este estudio han participado 1277 estudiantes seleccionados al azar de entre las diferentes facultades que conforman el campus de la Universidad de Girona. Además de autoinformar sobre el uso de la red (frecuencia de conexión, duración y tipo de páginas consultadas) han cumplimentado los ítems correspondientes a los siguientes cuestionarios: escala de desesperanza de Beck, inventario de depresión de Beck (BDI) y la SCL-90.

RESULTADOS: Los resultados señalan una asociación estadística entre un mayor uso de Internet y diferentes índices psicopatológicos (depresión, ansiedad, alteraciones del sueño etc. ), pero, básicamente, en aquellos que en sus! conexiones utilizan con mayor frecuencia el Chat.



INTRODUCCIÓN.

Con el paso del tiempo Internet se ha ido implantando paulatinamente en el ámbito académico, laboral y, finalmente, en nuestros hogares. El correo electrónico, la posibilidad de consultar los movimientos bancarios o realizar transacciones comerciales, junto con otras muchas aplicaciones, la convierten en una herramienta imprescindible y cada vez más popular.

No obstante, diversas investigaciones vienen apuntando la posibilidad de que el uso de la red puede ocasionar alteraciones conductuales. En este sentido se proponen y utilizan términos como adicción (IAD, Internet Addiction Disorder), uso compulsivo o uso patológico de la red (PIU, Pathological Internet Use), para referirse a dichas disfunciones. Esta variedad terminológica refleja, asimismo, las diversas conceptualizaciones o puntos de vista que coexisten con relación a la adicción a Internet.

De entre las diversas aplicaciones consideradas adictivas, destacan aquellas que permiten la interacción del usuario con otras personas. Una de estas aplicaciones es el IRC (Internet Relay Chat), conocido popularmente como el Chat. El Chat permite al usuario, a través de lo que se denomina arquitectura Cliente/Servidor, comunicarse al instante con todos aquellos usuarios que en ese momento están conectados al IRC, lo que facilita la comunicación en grupo. Esto es, el usuario desde un programa cliente llamado 'irc' se conecta a través de la red con un servidor que tiene la función de pasar los mensajes que le llegan de usuario a usuario.

La mayoría de portales en Internet disponen de diversas salas de Chat estructuradas por temas de interés (viajes, naturaleza, sexo, etc. ). Cuando el usuario entra en una de estas salas se identifica mediante un apodo o nick lo cual, además de preservar el anonimato, facilita la desinhibición. En este sentido, se ha constatado que aquellas personas con identidades estigmatizadas por razones de sexo o ideología, que interactúan con otros en la red, ven incrementada su autoaceptación (1). La sensación de pertenencia a una comunidad o sociedad virtual transmite al sujeto una seguridad que no obtiene en el mundo real pero a la vez una dependencia de la red que conlleva la aparición de nuevos hábitos como la necesidad de conectarse cada día. Este hecho puede generar un aislamiento de su entorno social y familiar real y la consecuente aparición de alteraciones emocionales y conductuales asociadas a estas circunstancias. Como señalan Kraut et al. (2), no deja de ser paradójico que una tecnología social como Internet pueda afectar negativamente a las relaciones sociales. En su investigación sobre el uso de Internet, llegaron a la conclusión de que, a pesar que se utiliza mayoritariamente para la comunicación, un mayor uso está asociado a la reducción de la comunicación del usuario con su familia, a la disminución del entorno social y al incremento de la soledad y la depresión.

Tres son los objetivos de este estudio. En primer lugar, se pretende conocer cuál es el nivel de utilización de Internet en la población de estudiantes universitarios para posteriormente, y en segundo lugar, averiguar si un uso excesivo de la red está asociado a una mayor psicopatología. Finalmente, el tercer objetivo de este estudio es conocer el perfil de aquellos estudiantes que cuando se conectan a la red utilizan preferentemente el IRC (Internet Relay Chat).

 

MÉTODO.

Sujetos.

Un total de 1277 estudiantes universitarios (459 hombres y 818 mujeres) han participado voluntariamente en este estudio. En la tabla nº 1 se muestran las características sociodemográficas de la muestra.

 


Tabla nº 1. Características sociodemográficas de la muestra.


Observaciones: Hubo 2 sujetos que no proporcionaron la edad y 6 que no indicaron a que facultad pertenecían.

 


Instrumentos.

inventario de depresión (B. D. I. ) (3). Se trata de un cuestionario tipo autoinforme que permite evaluar la severidad de la depresión en adultos y adolescentes mayores de 13 años. Consta de 21 ítems, cada uno de los cuales tiene cuatro posibles respuestas. Las puntuaciones de cada ítem oscilan entre 0 y 3 puntos, dependiendo de la severidad del síntoma, y la puntuación total del cuestionario varia entre 0 y 63 puntos. Las propiedades psicométricas son buenas, con una consistencia interna de 0, 81 (4), correlaciones test-retest entre 0, 60 y 0, 80, según el tipo de muestra y el tiempo transcurrido entre aplicación y aplicación, y una validez probada por las altas correlaciones halladas con otros instrumentos que también evalúan la depresión (5).

escala de desesperanza. Construida por Beck (6), esta escala constituye una medida del nivel de pesimismo del individuo. Consta de 20 ítems que hacen referencia a las expectativas negativas que tiene el sujeto sobre sí mismo y sobre el futuro. La valoración de cada ítem es del tipo V-F de los cuales prácticamente la mitad tienen la clave falso. Las propiedades psicométricas de la escala son aceptables, con una consistencia interna de 0, 93 y correlaciones con otras medidas de desesperanza que oscilan entre 0, 60 y 0, 63 (6).

SCL-90-R, Symptom Checklist (7). El SCL-90-R es un inventario autoadministrado que consta de 90 ítems. Permite evaluar 9 dimensiones sintomatológicas primarias (somatización, obsesividad-compulsividad, sensibilidad interpersonal, depresión, ansiedad, hostilidad, ansiedad fóbica, ideación paranoide y psicoticismo) y proporciona 3 índices globales (índice de sintomatologia general -GSI-, índice de alteración de los síntomas positivos -PSDI- y el total de síntomas positivos -PST). Las propiedades psicométricas de este instrumento son satisfactorias con coeficientes de consistencia interna que oscilan entre 0, 77 (psicoticismo) y 0, 90 (depresión) (8, 9), habiendo sido probada repetidamente tanto la validez convergente como de constructo (8, 10, 11).

cuestionario de datos generales. Mediante este cuestionario, elaborado exclusivamente para esta investigación, se pudo obtener diversa información, proporcionada por el propio alumno, relacionada con la vida universitaria y otros datos que se consideraron de interés. Entre las diferentes cuestiones, se interrogó a los alumnos por la frecuencia con que se conectaban a Internet (Cada día o prácticamente cada día, 2 o 3 veces por semana, una vez a la semana y eventualmente o nunca), la duración de dichas conexiones (menos de 30 minutos, entre 30 y 60 minutos, más de una hora pero menos de dos y más de dos horas), el tipo de páginas consultadas con más frecuencia (de carácter académico o formativo, de carácter lúdico, de carácter informativo y Chat) y, en el caso de comunicarse con otras personas a través del correo electrónico o el Chat, que tipo de información compartían (esencialmente informativa, formativa, experiencias personales y un poco de todo). También se les preguntó si consideraban que estaban satisfechos o insatisfechos con relación a diversas áreas de su vida entre las que se incluían las relaciones familiares, de pareja, amistades, su capacidad o habilidad para iniciar y mantener relaciones sociales, su imagen corporal, el apoyo afectivo que recibe de los demás, su carácter o manera de ser, etc.


Procedimiento.

Los datos que se presentan forman parte de un amplio estudio sobre el proceso de adaptación de los estudiantes a la universidad. Tras gestionar los correspondientes permisos y partiendo de la población de alumnos de la Universidad de Girona, se procedió a seleccionar aleatoriamente una muestra representativa de cada centro. Mediante la técnica de muestreo aleatorio por conglomerados, en el que los alumnos de primer y segundo curso de cada estudio constituían el conglomerado, se seleccionó proporcionalmente al número de alumnos matriculados en cada facultad, un total de 2665 estudiantes, de los cuales solo cumplimentaron los cuestionarios 1277, es decir, el 48%. El resto de alumnos no se hallaba en las aulas en el momento en que se procedió a la administración del material. La encuesta se realizó durante la última quincena de marzo y la primera de abril de 2000, después de los exámenes de febrero y antes de la convocatoria de junio.

Toda la información fue sometida a lectura óptica y analizada mediante el paquete estadístico SPSS versión 7. 5.

 

RESULTADOS.

El uso de la red.

En la gráfica nº 1 se muestra la distribución de la muestra en función de la frecuencia con que se conecta a la red y la duración de dichas conexiones. Del total de la muestra estudiada, un 15 % de los encuestados se conecta a la red cada día o prácticamente cada día. En el polo opuesto se sitúa el 40. 8% de la muestra que dice navegar por Internet eventualmente o nunca. Si consideramos el genero, observamos que los que más se conectan a Internet son varones (c2(4)=54. 5, p < . 001).

 




La duración de las conexiones varía en función de la frecuencia con que se producen. Entre los que se conectan con más asiduidad (cada día o prácticamente cada día), un 30. 7% está conectado menos de 30 minutos, un 36. 5% entre 30 minutos y una hora, un 22. 2% entre 1 y 2 horas, y el 10. 6% más de dos horas. Cuando se conectan a la red 2 o 3 veces por semana, el 29. 5% permanece conectado menos de 30 minutos, el 44. 7% entre 30 minutos y una hora, el 22. 9% entre una y dos horas y, finalmente, un 2. 9% más de dos horas. Cuando las conexiones no son tan frecuentes (una vez por semana), el 32. 5% permanece conectado menos de media hora, el 39. 5% entre media hora y una hora, el 21. 3% entre una y dos horas y, finalmente, el 7. 1% más de dos horas.

Según la frecuencia con se conectan a la red y la duración de las conexiones, observamos las siguientes preferencias:
a) Entre los que lo hacen cada día o prácticamente cada día, con una duración superior a la hora, el 3. 2% afirma consultar preferentemente páginas de contenido académico o formativo, un 27. 4% de carácter lúdico, un 14. 5% de carácter informativo (prensa, cine, etc. ) y un 48. 4% utiliza el Chat.
b) Entre los que realizan sus conexiones con la misma frecuencia, pero con menor duración (menos de 1 hora), el 12. 6% consulta páginas de carácter académico, el 33. 9% de carácter lúdico, el 25. 2% de carácter informativo y el 21. 3% utiliza el Chat.


Uso excesivo de la red y psicopatología.

Un 5 % de los estudiantes encuestados informa que cada día o prácticamente cada día se conecta a la red con una duración superior a una hora. Las puntuaciones obtenidas por este grupo de estudiantes, en comparación con el resto, son más altas en depresión (BDI: t = 2. 25, p < . 05; SCL90: t = 2. 29, p < . 05), sensibilidad interpersonal (t = 3. 2, p < . 001), ideación paranoide (t = 3. 01, p < . 01), psicoticismo (t = 3. 58, p < . 001), pensamientos de muerte (t = 2. 7, p < . 01), sentimientos de culpa (t = 2. 47, p < . 01), sintomatologia general (t = 2. 61, p < . 01), índice de alteración de los síntomas positivos (t = 2. 26, p <. 05) y total de síntomas positivos (t = 2. 25, p < . 05). Con relación al tipo de páginas consultadas, el Chat es la aplicación por la que muestran una mayor predilección, con un 46. 2% de las respuestas, seguido de las páginas de carácter lúdico con un 26. 2%. Solo un 4. 6% dice consultar con mayor preferencia páginas con contenidos académicos o formativos.


Relaciones entre psicopatología y preferencia por el uso del Chat.

Se han distribuido los alumnos que se conectan cada día o prácticamente cada día a Internet en cuatro grupos en función de la duración de las mismas (menos o más de 1 hora) y si preferentemente utilizan el IRC, o no (véase tabla nº 2). El análisis de la varianza (ANOVA 2 x 2), revela un efecto del uso del Chat, pero no de la duración y frecuencia de las conexiones, en prácticamente todas las dimensiones evaluadas. A excepción de las escalas de sensibilidad interpersonal, ansiedad fóbica e ideación paranoide, los que se decantan por el IRC puntúan más alto en desesperanza (F=5. 32, p < . 05), depresión (BDI: F=6. 93, p < . 01; SCL-90: F=5. 42, p < . 05), somatización (F=8. 93, p < . 01), obsesividad-compulsividad (F=4. 19, p < . 05), ansiedad (F=13. 13, p < . 001), hostilidad (F=5. 37, p < . 05), psicoticismo (F=5. 15, p < . 05), apetito negativo (F=14. 52, p < . 001), insomnio de conciliación (F=6. 09, p < . 05), despertar prematuro (F=3. 96, p < . 05), mantenimiento del sueño (F=9. 16, p < . 01), pensamiento de muerte (F=10. 94, p < . 001) y sentimientos de culpa (F=9. 18, p < . 01). Asimismo, las variaciones en las puntuaciones correspondientes a la dimensión apetito positivo, más que al efecto de la variable Chat, se deben a la interacción de ésta con la variable duración y frecuencia de las conexiones (F=6. 29, p < . 05). Concretamente los que se conectan menos de 1h son los que alcanzan mayores puntuaciones en apetito positivo. Finalmente, el índice de sintomatologia general así como el total de síntomas positivos es mayor cuando la conexión conlleva el uso del Chat (F= 8. 87, p < . 01 y F=13. 44, p < . 001, respectivamente).

 


Tabla nº2. Medias y desviaciones típicas en función de la duración de las conexiones y de la preferencia por el uso del IRC.


Por otra parte, la mitad de los varones, con independencia del tiempo de conexión, afirma compartir experiencias personales (apoyo emocional, hablar de cuestiones personales) y la otra mitad dice hablar de todo un poco. En el caso de las mujeres, el 52. 9% de las que se conectan menos de una hora hablan de experiencias personales y el resto (47. 1%) de cuestiones diversas. Cuando la conexión es más amplia (más de una hora), el 44. 4% prefiere hablar de experiencias personales y el 55. 6% de todo en general. Ningún alumno ha seleccionado alguna de las otras dos posibles respuestas: intercambiar información de carácter general e intercambiar información esencialmente formativa. Asimismo, el 59. 8% de los alumnos que se conectan a diario a Internet, pero que afirman que no utilizan preferentemente el Chat son hombres, mientras que el 61. 4% de los alumnos que informan la misma periodicidad en sus conexiones pero una mayor preferencia por el uso del Chat, son mujeres (c2(1) =7. 23, p < . 01). En otras palabras, mientras que la proporción de varones y mujeres que muestran preferencia por el Chat es muy similar a la de la población estudiada, los que se decantan por otros contenidos son mayoritariamente varones.

Finalmente, los que preferentemente utilizan el Chat se muestran más insatisfechos en sus relaciones de pareja (c2(1) =4. 74, p < . 05), sus relaciones familiares (c2(1) =6. 09, p < . 05), y en especial por su capacidad o habilidad para iniciar i mantener relaciones sociales (c2(1) =10. 55, p < . 001). Concretamente, solo el 42. 1% de los que se decantan por el Chat se muestran satisfechos, mientras que los que prefieren otro tipo de aplicaciones el porcentaje asciende al 67. 4%. En el caso de las relaciones de pareja, los porcentajes de satisfacción todavía son más bajos. El 27. 8 % de los que prefieren el Chat se muestran satisfechos vs el 45. 2% de los que prefieren otras aplicaciones. Por lo que respecta a las relaciones familiares, los porcentajes de satisfacción para los que usan el Chat asciende al 57. 9% vs el 75. 8% de los que consultan otras páginas. Los porcentajes de satisfacción de la muestra estudiada son muy similares a los hallados en los alumnos que se conectan a diario a Internet pero que no usan preferentemente el Chat.

 

DISCUSIÓN.

Los resultados de este estudio ponen de manifiesto que todavía hay una proporción importante de alumnos (40. 8%) que apenas utiliza la red. A pesar del abaratamiento del coste de las conexiones (bonos, tarifa plana etc. ), de que todos los alumnos disponen de una dirección de correo electrónico proporcionada por la propia universidad, de beneficiarse de las instalaciones de la facultad entre las que se incluyen aulas de informática con ordenadores conectados a Internet, del acceso gratuito desde sus hogares, etc. , hay un porcentaje elevado de estudiantes que no utiliza la red.

En el polo opuesto, observamos que un 1. 6% de la muestra estudiada (10. 6% de los que dicen conectarse a diario) realiza conexiones con una periodicidad y duración que en algunos estudios (12) aparece asociado a un uso adictivo de Internet. No obstante, no podemos hablar de adicción a Internet dado que carecemos de información adicional imprescindible para poder considerar si existe o no dicha alteración. Además, un mayor uso de la red puede estar justificado, y más en el ámbito universitario, cuando se utiliza con fines docentes, de investigación o formación, además de otra posibilidades como es el caso del teletrabajo. No obstante, este tipo de aplicaciones no son las más habituales entre aquellos alumnos que realizan un mayor uso de la red. Más bien, nuestros datos indican lo contrario. Por otro lado, comparados con aquellos alumnos que no utilizan con tanta asiduidad Internet, este grupo presenta un perfil que se caracteriza por una mayor presencia de sintomatologia depresiva, sensibilidad interpersonal, ideación paranoide, psicoticismo, pensamientos de muerte y sentimientos de culpa. Debe precisarse, no obstante, que estas mayores puntuaciones simplemente reflejan que entre aquellos que usan con mayor asiduidad Internet y con más tiempo de conexión, hay una mayor proporción de sujetos con malestar psicológico, pero que en ningún caso es de aplicación general.

Con relación a una mayor preferencia por el uso del Chat, los resultados ponen de manifiesto que su uso, con independencia de la duración de la conexión, esta asociado a un mayor malestar psicológico. La mayor presencia de sintomatologia depresiva en este grupo es coherente con los resultados obtenidos en otros estudios (13). A excepción de la sensibilidad interpersonal, ansiedad fóbica e ideación paranoide, todas las demás escalas alcanzan puntuaciones mayores en los usuarios del Chat. Además, de las alteraciones del sueño (insomnio de conciliación, mantenimiento del sueño y despertar prematuro), se constata una pérdida del apetito a excepción de que aquellos alumnos que realizan conexiones inferiores a la hora, en cuyo caso se ve incrementado. A destacar una mayor insatisfacción en las relaciones familiares (tipo de relación y frecuencia de los contactos con los familiares), en las relaciones de pareja y, en especial, en su capacidad o habilidad para iniciar y mantener relaciones sociales.

Finalmente, a pesar de las limitaciones de este estudio, los resultados ponen de manifiesto que un mayor uso o, si se prefiere, un uso excesivo (en función de criterios estadísticos) de Internet, y en especial de algunas aplicaciones como el IRC, está asociado a un mayor malestar psicológico. Futuras investigaciones deberán determinar si tal como señala Stern (14) la red puede incrementar la capacidad del sujeto para expresar conductas desadaptativas y psicopatologías, si existe en realidad una adicción a Internet y, en este caso, aclarar si estamos ante un nuevo tipo de adicción o bien ante una variante de otra pre-existente (por ejemplo, la adicción al cibersexo podría ser una variante de la adicción al sexo) o, finalmente, como apuntan otros autores (15, 16), ser sintomático de otros trastornos. Asimismo, y tal como se desprende de los resultados de este estudio, más que en un uso excesivo (frecuencia y duración de las conexiones) es en el uso de determinadas aplicaciones o en el contenido de las páginas consultadas en donde debemos buscar las causas o analizar las relaciones con estas alteraciones emocionales y conductuales que aparecen asociadas al uso de Internet.

 

REFERENCIAS.

(1) Mckenna KYA, Bargh, JA. Coming out in the age of Internet: Identity "demarginalization" through virtual group participation. Journal of Personality and Social Psychology, 1998; 75: 681-94.

(2) Kraut R, Patterson M, Lundmark V, Kiesler S, Mukophadhyay T, Scherlis W. Internet paradox: A social technology that reduces social involvement and psychological well-being? American Psychologist, 1998; 53: 1017-31.

(3) Beck AT, Rush AJ, Shaw BF, Emery G. Cognitive therapy of depression. New York: Guilford Press, 1979 (Ed. española, Bilbao: Desclée de Brower).

(4) Beck A. T. y Steer RA. Manual for the Beck Hopelessness Scale. San Antonio: The Psychological Corporation, 1988.

(5) Spreen O, Strauss E. A compendium of neuropsychological tests. New York, Oxford: Oxford University Press, 1998.

(6) Beck A, Weissman A, Lester D, Trexler L. The measurement of pessimism: the Hopelessness Scale. Journal of Consulting and Clinical Psychology, 1974; 42:861-5.

(7) Derogatis LR. The SCL-90-R. Baltimore, MD: Clinical Psychometric Research, 1975.

(8) Derogatis LR, Rickels K, Rock AF. The SCL-90-R and the MMPI: “A step in the validation of new self-report scale”. British Journal of Psychiatry, 1976; 128:280-9.

(9) Horowitz LM, Rosenberg SE, Baer BA, Ureno G, Villasenor VS. Inventory of Interpersonal Problems: Psychometric properties and clinical applications. Journal of Consulting and Clinical Psychology, 1988; 56: 885-92.

(10) Peveler RC, Fairburn CG. Measurement of neurotic symptoms by self-report questionnaire: Validity of the SCL-90-R. Psychological Medicine, 1990; 20:873-9.

(11) Koeter MW. Validity of the GHQ and the SCL-90-R anxiety and depression scales: A comparative study. Journal of Affective Disorders, 1992; 24:271-9.

(12) Estalló J. A. Usos y abusos de Internet. Anuario de Psicologia, 2001; 32: 95-108.

(13) Young KS. Rogers RC. The relationship between depression and Internet addiction. CyberPsychology and Behavior, 1998; 1: 25-8.

(14) Stern SE. Addiction to technologies: A social psychological perspective of Internet addiction. CyberPsychology and Behavior, 1999; 2: 419-24.

(15) Griffiths M. Internet addiction: Fact or fiction? Psychologist, 1999; 12: 246-50.

(16) Shaffer HJ. Hall MN. Vander Bilt J. Computer addiction: a critical consideration. American Journal of Orthopsychiatry, 2000; 70: 162-8.




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