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Asistencia domiciliaria en psicogeriatría.

Autor/autores: Manuel Sánchez Pérez
Fecha Publicación: 01/01/2004
Área temática: Neurocognitivos, Trastornos neurocognitivos .
Tipo de trabajo:  Conferencia

RESUMEN

La evolución clínica de un síndrome demencial, sea cual sea su origen, comporta la presentación de múltiples condiciones clínicas, a menudo cambiantes, que exigen intervenciones de diferentes profesionales o recurrir a recursos asistenciales diversos.

Paralelamente, la familia cuidadora pasa, junto con el paciente, por similares vicisitudes durante el largo periodo de acompañamiento esperable (unos ocho años de promedio, para la enfermedad de Alzheimer, en la actualidad). Dentro del continuum asistencial de las Demencias, la atención domiciliaria juega un importante papel en varios frentes: detección temprana de cambios clínicos, seguimiento de situaciones inestables, contención familiar y valoración de la gestión de recursos sociosanitarios, sanitarios o sociales que convengan a cada situación.

El presente trabajo pretende aportar datos de la experiencia del equipo de atención domiciliaria insertado en la Clínica Sociosanitaria del hospital Sarat Cor de Martorell. Este equipo se integra en otros recursos de asistencia en Psicogeriatría que forman parte de dicha Clínica: Hospitalización, hospital de Día, Unidad de diagnóstico de Demencias. La coordinación entre estos recursos y la atención Primaria, a través del equipo de atención domiciliaria, se demuestra como una pieza particularmente valiosa en el mantenimiento de una de las más importantes necesidades de los pacientes ancianos con Demencia: la continuidad asistencial.

Palabras clave: Atención domiciliaria, Demencias, Psicogeriatría, Recursos


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Asistencia domiciliaria en psicogeriatría.

(Home care in psychogeriatrics. )

Manuel Sánchez Pérez*; Santiago Bernades Teixidó**.

*Psiquiatra, Area Sociosanitaria y de psiquiatría Geriátrica. hospital Sagrat Cor, Martorell

**Geriatra, Equipo de Soporte, Área Sociosanitaria. hospital Sagrat Cor, Martorell

PALABRAS CLAVE: atención domiciliaria, Recursos, Psicogeriatría, Demencias.

(KEYWORDS: Home care, Facilities, Psychogeriatrics, Dementia. )

página 1
 
[6/2/2004]


Resumen

La evolución clínica de un síndrome demencial, sea cual sea su origen, comporta la presentación de múltiples condiciones clínicas, a menudo cambiantes, que exigen intervenciones de diferentes profesionales o recurrir a recursos asistenciales diversos. Paralelamente, la familia cuidadora pasa, junto con el paciente, por similares vicisitudes durante el largo periodo de acompañamiento esperable (unos ocho años de promedio, para la enfermedad de Alzheimer, en la actualidad). Dentro del continuum asistencial de las Demencias, la atención domiciliaria juega un importante papel en varios frentes: detección temprana de cambios clínicos, seguimiento de situaciones inestables, contención familiar y valoración de la gestión de recursos sociosanitarios, sanitarios o sociales que convengan a cada situación.

El presente trabajo pretende aportar datos de la experiencia del equipo de atención domiciliaria insertado en la Clínica Sociosanitaria del hospital Sarat Cor de Martorell. Este equipo se integra en otros recursos de asistencia en Psicogeriatría que forman parte de dicha Clínica: Hospitalización, hospital de Día, Unidad de diagnóstico de Demencias. La coordinación entre estos recursos y la atención Primaria, a través del equipo de atención domiciliaria, se demuestra como una pieza particularmente valiosa en el mantenimiento de una de las más importantes necesidades de los pacientes ancianos con Demencia: la continuidad asistencial.

Abstract

The clinical progress of the psychogeriatric diseases, specially Dementia, produce different features and different needs of facilities. The families, also, have similar needs along the time of the disease’s course (eight years average for Alzheimer’s Disease). The home care, within the continuum of care for the psychogeriatric diseases, is particularly important for early detection of the clinical changes, monitoring unstable conditions, family support and management of the sanitary, social and sociosanitary resources.

The aim of this article is to show how the home care team works at the Sociosanitary Clinic from the Sagrat Cor hospital, based in Martorell near Barcelona. This is one of the hospitals belonging to the catholic congregation of Hospitalary Sisters of the Sacred Heart of Jesus. This institution has, also, other facilities for the psychogeriatric patients: Day hospital, Unit for the Dementia Diagnosis and Hospitalization. The coordination between this resources and the community health services is a special aim of the home care team and particularly important for one of the most principal needs of the elderly patients that suffer dementia and related disorders: the continuum of care.



Introducción

La asistencia a los ancianos con problemas de salud mental puede ser contemplada desde diversos puntos de vista y resuelta bajo diferentes criterios organizativos. El rápido crecimiento del sector de población representado por los mayores de 65 años (Servei Català de la Salut, 2000) y, más aún, el que corresponde a los mayores de 85 años, está suponiendo en la mayoría de países occidentales un crecimiento paralelo de las necesidades de asistencia a los problemas de dependencia asociados a las edades avanzadas. Siendo cierto que cada vez se envejece con más salud, resulta igualmente comprobable que, en números absolutos, la prevalencia de situaciones de discapacidad, de cualquier origen, entre un sector de población que cada vez vive más años, están también más presentes en el panorama de las necesidades a cubrir por parte de las administraciones sanitarias de cualquier país (Mateos R. , Martín Carrasco, M. , Sánchez Pérez, M. , 2000)

Dentro de las condiciones que con mayor frecuencia pueden generar altos niveles de dependencia en los ancianos se encuentran los trastornos mentales (Graham, N. , 2000). En sentido amplio, las enfermedades mentales de cualquier origen, desde las de etiología más orgánica, como las demencias, hasta las mal llamadas enfermedades funcionales que incluyen los amplios capítulos de la patología psiquiátrica (esquizofrenia y otras psicosis, ansiedad, depresión, trastorno bipolar, abuso de sustancias, etc. ), son, en su conjunto como tales trastornos mentales, una de las mayores causas de discapacidad y de dependencia en los mayores.

La acumulación de este tipo de enfermedades corre paralela a la de las personas que forman el sector poblacional de los ancianos. Evidentemente, junto a este crecimiento poblacional, se está dando el mismo crecimiento para este tipo de trastornos y, por ende, de los requerimientos de atención sanitaria y sociosanitaria que generan (Martín Carrasco, M. , 2000). También resulta evidente que los recursos que se precisan para dar respuesta a estas necesidades crecientes no están creciendo en la misma proporción o con la velocidad necesaria para salir al paso de los problemas que plantean ni tampoco la formación específica que capacite suficientemente para atender dichos recursos (Mateos R. , 2000)

Otros factores como las diferencias entre regiones en densidad demográfica de la población anciana, la distribución de esta población (áreas urbanas o rurales, dispersión de la población ), las condiciones socioeconómicas (proporción de ancianos que viven solos, grado de cobertura sanitaria, nivel económico) y otros factores como el grado de desarrollo de los servicios de atención sanitaria y social para las personas de edad avanzada, su grado de accesibilidad y capacidad para soportar situaciones de dependencia a largo plazo, etc. , determinan, finalmente, el estado global de capacidad de un sistema para dar una respuesta creciente a una demanda creciente o para generar bolsas de desatención, también crecientes, en una importante proporción de la población de edad avanzada; o lo que es lo mismo, en una importante proporción de la población general.

 

Integración de la asistencia psiquiátrica y sociosanitaria en los trastornos mentales de los ancianos y las demencias

En Cataluña, la atención sociosanitaria se ha desarrollado al amparo del denominado Programa Vida als Anys (Vida a los años) que, desde sus orígenes en 1986, ha ido estructurando e incorporando recursos asistenciales para los diferentes tipos de necesidades de carácter sociosanitario de la población (Fontanals, MD. , 1995). Se trata de un programa interdepartamental (Sanidad y Bienestar Social) que dirige su atención, fundamentalmente, a las necesidades de atención sanitaria y social presentes en los pacientes con patologías crónicas que suelen conllevar diversos niveles de dependencia asociados a esa condición y que, mayoritariamente, implica atención a personas de edad avanzada. Las estructuras sobre las que se han articulado los diferentes recursos con que cuenta el Programa se aglutinan en torno a las que ofrecen recursos de internamiento (larga estancia o media estancia: convalecencia, cuidados paliativos, psicogeriatría) y recursos alternativos: Hospitales de Día, atención domiciliaria – PADES (Programa de atención Domiciliaria Equipos de Soporte)-, unidades funcionales interdisciplinares sociosanitarias –UFISS- para evaluación, orientación y tratamiento de pacientes geriátricos, respiratorios, demencias). La incorporación de los diferentes recursos se ha realizado de forma progresiva, desde la creación del programa (Salvà et al. , 1999), siguiendo una política de acreditación y concertación de centros asistenciales que, en la mayoría de los casos, han ido reconvirtiendo toda o parte de su actividad asistencial original hacia la atención sociosanitaria. Se trata, pues, de la integración de numerosos centros asistenciales, de adscripción diversa (mutualidades, fundaciones, patronatos, entidades privadas, o de órdenes religiosas) que, mediante un proceso de adaptación a criterios definidos de calidad asistencial en la atención sociosanitaria, han acabado por acreditarse dentro del conjunto de centros con que el Programa cuenta distribuidos por el conjunto del territorio de Cataluña.

Uno de los motivos de atención sociosanitaria a los que el Programa Vida als Anys ha dedicado su atención en los últimos años ha sido la Psicogeriatría. El notable incremento de población anciana afecta de diversos grados de deterioro cognitivo y alteraciones del comportamiento asociadas ha ido generando la necesidad de adaptar o crear nuevos recursos de atención sociosanitaria para los enfermos afectos de estos trastornos y para las familias que les tienen a su cargo. Cabe destacar, en este sentido, el importante papel que ha jugado la creación en 1996 del Consejo Asesor en Psicogeriatría (Servei Català de la Salut, 1998) que, en su primer periodo de trabajo (1996-1998) centró su actividad en la definición y caracterización de los recursos asistenciales básicos, desde la atención sociosanitaria, para los trastornos cognitivos y de la conducta y que se agruparon en torno a cinco grupos de recursos: Internamiento, hospital de Día, atención Domiciliaria, Unidades de diagnóstico y Evaluación de Demencias y atención Especial (pacientes afectos de problemática neurológica crónica y gran dependencia asociada, frecuentemente con importantes trastornos de conducta y no siempre de edades avanzadas). La siguiente etapa del Consejo Asesor (1999-2001) se ha centrado en torno a tres objetivos: por un lado la difusión de recomendaciones para la identificación y evaluación precoz, diagnóstico y tratamiento de las demencias; por otra parte las recomendaciones sobre aspectos bioéticos en genética y consejo genético, intervenciones de alto riesgo y duración y finalización de los tratamientos y, en último lugar, la identificación de los recursos específicos existentes en cada región sanitaria del territorio catalán. Junto a este Consejo Asesor en Psicogeriatría, también se ha constitudo el Consejo Asesor para la enfermedad de Alzheimer que tiene como objetivo específico la regulación de la prescripción de los nuevos tratamientos farmacológicos de indicación exclusiva para esta enfermedad (Boada, M. , 1997).

El hospital Sagrat Cor, (Sagrat Cor, Serveis de Salut Mental) perteneciente a la congregación de las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, ha funcionado como hospital monográfico dedicado a la atención de enfermos mentales desde 1963. Desde 1994 entró a formar parte de la serie de Centros concertados con el Programa Vida als Anys, mediante la acreditación de parte de sus instalaciones y la progresiva incorporación de actividad asistencial hasta suponer, en la actualidad, un tercio, aproximadamente, de la actividad del centro. Dada la tradición en la atención a los problemas psiquiátricos de los ancianos, prácticamente desde su fundación, de la mano de su primer director médico(Dr. A. Rego), los primeros recursos sociosanitarios introducidos en la actividad del centro fueron los específicamente dedicados a los pacientes psicogeriátricos. Con el tiempo, y hasta la actualidad, se han incorporado nuevos recursos dedicados a la atención de problemas sociosanitarios diferentes de los psicogeriátricos (Figura I) con el fin de que este conglomerado de recursos hospitalarios y extrahospitalarios constituyan la referencia para la población de su zona de influencia (Sánchez Pérez, M. , 2002).

 


Figura 1

 

En el momento actual, Sagrat Cor cuenta con los siguientes dispositivos para la atención de pacientes Psicogeriátricos:

- Unidad de diagnóstico de deterioro Cognitivo: Unidad ambulatoria ubicada en el recinto del propio hospital. Funciona como consulta externa, mediante visitas programadas, en las que un equipo formado por médicos (neurólogo, psiquiatra y geriatra), psicólogas, y trabajadora social, con el correspondiente soporte administrativo, aplica un protocolo de valoración diagnóstica (médica, neuropsicológica y sociofamiliar) que culmina con la elaboración de un informe de resultados y, en algunos casos, en un seguimiento terapéutico o de precisión en el diagnóstico longitudinal. La mayor parte de las demandas de evaluación de posibles síndromes de deterioro cognitivo se realizan a instancias de los equipos de atención Primaria (incluida la atención primaria en Salud Mental).

- Hospital de Día: actualmente Sagrat Cor dispone de dos Hospitales de Día para pacientes geriátricos: uno ubicado en la población de Sant Feliu de Llobregat, de 30 plazas de capacidad. Otro, de 35 plazas, ubicado dentro del propio hospital Sagrat Cor, en Martorell, con un perfil mixto de usuarios: pacientes Psicogeriátricos, por un lado y pacientes con necesidad de rehabilitación funcional tras procesos traumatológicos o de accidentes vasculocerebrales.

- Equipo de atención Domiciliaria: equipo de soporte especializado a la atención Primaria, que actúa a demanda de ésta, sobre pacientes Psicogeriátricos por un lado, con patologías geriátricas complejas, por otro, o con necesidad de cuidados paliativos. Actualmente, este Equipo, trabaja en el desarrollo de un programa específico de atención y seguimiento domiciliario de los pacientes psicogeriátricos, formando parte del encargo del grupo de trabajo sobre Asistencia Psicogeriátrica en España de la Sociedad Española de Gerontopsiquiatría y Psicogeriatría.

- Unidades de Internamiento de Larga Estancia: compuestas por una dotación total de 80 camas dedicadas a la atención en régimen de internamiento de pacientes ancianos con requerimientos de atención sociosanitaria dentro de los que se comprenden los que precisan atención en razón de procesos demenciales para completar procesos de diagnóstico, proveer de descansos temporales a los familiares cuidadores, incorporar actividades de rehabilitación y educación de las familias o ajustar procedimientos terapéuticos difíciles de llevar a cabo en el domicilio. Estas Unidades también tienen a su cargo pacientes psiquiátricos de edad avanzada y dependencia elevada con requerimientos asistenciales similares a los afectos de deterioro cognitivo. Estos enfermos presentan habitualmente una clínica psiquiátrica estabilizada pero, dadas sus características, precisan una atención profesionalizada de los problemas psiquiátricos que padecen.

- Unidad de Internamiento Psicogeriátrica de media Estancia: para pacientes Psicogeriátricos, mayoritariamente afectos de demencia y alteraciones psiquiátricas y/o del comportamiento que no permiten un correcto control de los síntomas en el domicilio o que suponen situaciones de riesgo para el paciente o su familia. También incluye los procesos de rehabilitación funcional en pacientes convalecientes de intervenciones traumatológicas que, por razón de su demencia, no pueden integrarse en unidades estándar dadas sus dificultades de colaboración en los programas rehabilitadotes habituales. Estos ingresos para control de síntomas tienen carácter temporal y una duración media de entre uno y dos meses. Actualmente esta Unidad cuenta con una dotación de diez camas.

- Unidad Psiquiátrica de Agudos y Subagudos: Esta Unidad (16 camas) está ubicada físicamente dentro del mismo contexto asistencial que conforma el Área Sociosanitaria del Centro, aunque no se encuadra dentro del Programa Vida als Anys, sino dependiendo del Programa de Salud Mental. Esta Unidad forma el núcleo original de la asistencia Psicogeriátrica en el hospital, anterior, como se dijo más arriba, a la incorporación de los recursos sociosanitarios en el Centro. Constituye, en esencia, el punto de partida histórico en la atención diferenciada a los ancianos con demencias y otros trastornos mentales, dentro de una institución dedicada a la atención psiquiátrica general. La ubicación descrita, en función de la pertenencia diferenciada a dos programas distintos (Salud Mental y Programa Sociosanitario Vida als Anys), lejos de suponer una complejidad asistencial, contribuye a mejorar la coherencia de la misma al permitir, en una misma estructura, con sus adecuaciones arquitectónicas y de preparación específica de los profesionales, atender con la máxima eficiencia los problemas de orden psiquiátrico y somático de los pacientes, a menudo atendidos de forma fragmentaria y pocas veces con la simultaneidad que precisan los complejos problemas que presentan, sobretodo en un punto especialmente crítico del proceso que suponen las situaciones de urgencia ante las cuales, esta capacidad estructural de respuesta, permite salvar la continuidad asistencial de estos pacientes por el punto en el que suele romperse con más frecuencia.

 

La coordinación entre los diferentes dispositivos entre sí y con la atención Primaria viene facilitada por la pertenencia de los diversos recursos de salud mental y de atención sociosanitaria a una misma Institución, con una vinculación estrecha entre los profesionales que las integran y los gestores de las mismas. Además, la existencia de un sistema de coordinación entre el sector sociosanitario y los diferentes recursos de atención Primaria y del hospital General mediante las Comisiones Interdisciplinares Mixtas Sociosanitasias (CIMSS) resulta particularmente útil para una mejor gestión individualizada de los casos, aunque no todos ellos pasan necesariamente por este proceso de valoración.

 

Equipo de atención Domiciliaria

El Equipo de atención Domiciliaria constituye una unidad funcional multidisciplinar sociosanitaria que realiza su actividad evaluadora y de soporte en el ámbito comunitario y hospitalario.
Tiene encomendadas, entre sus funciones principales, la atención directa a los pacientes a petición del equipo de atención primaria, de los servicios de atención primaria especializada (centros de Salud Mental comunitarios), hospital general u otros centros sociosanitarios. Además, proporciona información y soporte a las familias, a otros profesionales y a la comunidad (a través de los servicios sociales de base) y asegura la relación y conexión con otros recursos asistenciales.
El perfil de los pacientes sobre los que trabaja el Equipo de atención Domiciliaria incluye varios perfiles de usuario: pacientes con necesidad de cuidados paliativos, pacientes con patología crónica evolutiva, patologías geriátricas complejas y pacientes psicogeriátricos. Éstos últimos son atendidos mediante un programa específico, en coordinación con el resto de recursos para pacientes psicogeriátricos que ofrece el hospital Sagrat Cor. La proporción de los diversos perfiles de pacientes atendidos durante un año puede verse en la tabla I.

 


Tabla I. Proporción de pacientes atendidos por el Equipo de atención Domiciliaria de Sagrat Cor, en el año 2002

El ámbito de actuación está constituído por un sector de la comarca el Baix Llobregat, (Baix Llobregat Nord), próxima a Barcelona (Tabla II)

 


Tabla II. Población de referencia del Equipo de atención Domiciliaria y mayores de 65 años


El perfil de los profesionales que integran el Equipo de atención Domiciliaria está formado por un médico geriatra, dos diplomados en enfermería, una diplomada en Trabajo Social y una administrativa

Tiene como objetivo general asegurar la atención adecuada a domicilio en las máximas condiciones de autonomia y confort y como objetivos específicos asegurar la continuidad del tratamiento así como el mantenimiento de la estabilidad clínica y la valoración del seguimiento, por parte del cuidador, del plan de cuidados. También orienta acerca de la ubicación óptima del paciente dentro de los recursos asistenciales disponibles, que será variable por la propia evolución de la enfermedad y las características del entorno sociofamiliar.

Entre las características de la evaluación psicogeriátrica domiciliaria destacan el que ésta facilita los controles periódicos del paciente con dependencia física, aporta más información sobre el paciente y su entorno, favorece el contacto con el cuidador y, especialmente importante en estos pacientes, asegura su continuidad asistencial.

El circuito de intervención se inicia mediante la recepción de la demanda externa mediante FAX, o, en su caso, de la demanda interna del responsable de la unidad del propio Centro (Figura II). La temporalidad de la atención a estas demandas se concreta mediante una entrevista en la Unidad (paciente/familiares) previa al alta hospitalaria, en el caso de las demandas internas, junto con la programación de la primera visita domiciliaria una vez el paciente haya regresado al domicilio. En el caso de las demandas provenientes de atención Primaria, se programa una 1ª visita domiciliaria a las 24-48 h de la recepción de la correspondiente petición por FAX (Tablas III a y b).

Las posteriores visitas de seguimiento se programan con periodicidad semanal el primer mes y, posteriormente, según sea la evolución clínica y la coordinación con atención primaria y/o especialista.

 


Figura II



Tabla III a. Criterios de inclusión/exclusión de seguimiento por Equipo de atención Domiciliaria según Unidad derivante del Area Sociosanitaria del hospital Sagrat Cor



Tabla III b. Criterios de inclusión/exclusió de seguimiento por Equipo de atención Domiciliaria según Unidad derivante del Araea Sociosanitaria del Centro

El proceso de atención se desarrolla según el modelo de evaluación biopsicosocial mediante una hoja de valoración multidisciplinar que incluye escalas de detección precoz de problemas: minimum data set, índice de Barthel, test de Pfeiffer y escala de Arnell.

Las tareas de cada uno de los diferentes profesionales que integran el Equipo, incluyen unas tareas comunes o compartidas por todos ellos, como son la información, orientación y consejo sobre la enfermedad, el soporte emocional y educación en las situaciones cotidianas de la relación paciente/cuidador y la coordinación y conexión con otros niveles asistenciales sanitarios, sociales y sociosanitarios.

Las tareas específicas de cada profesional incluyen, en el caso del médico, la valoración clínica con elaboración de diagnósticos médicos, problemas activos y factores de riesgo del paciente, la revisión farmacológica y prescripción terapéutica, la solicitud de interconsultas, exploraciones complementarias o valoración de posibles ingresos y, finalmente, el seguimiento clínico.

El diplomado en enfermería tiene a su cargo la valoración y elaboración de los diagnósticos de enfermería y detección de problemas que afecten a las necesidades básicas del paciente, la elaboración de un plan de cuidados con implicación del paciente y/o cuidador, la educación sanitaria (supervisión tratamiento, consejos ante problemas específicos, etc. ) y, por último, el control evolutivo del estado de salud general del paciente.

Por su parte, la trabajadora social se encarga de la valoración y elaboración de un diagnóstico social y detección de factores de riesgo social y de la información y orientación al cuidador/familiar sobre la existencia de otros recursos y trámites de solicitud de los mismos en caso de ser necesarios.

El plan de intervención en cada caso incluye, por un lado, el seguimiento domiciliario mediante la valoración multidisciplinar, las tareas de coordinación, la valoración de la adecuación del perfil del paciente a la atención que se le asigna y la elaboración y seguimiento del plan terapéutico. Por otro lado, se trabaja en la conexión de recursos buscando una optimización de los que estén disponibles para la situación concreta del enfermo.

Una serie de reuniones programadas permiten mantener la coordinación necesaria entre los integrantes del propio Equipo de atención Domiciliaria (seguimiento de casos clínicos, programación de tareas organizativas, etc. ) y entre éstos y el resto de Unidades del Centro, las Áreas Básicas de Salud, el hospital General, la atención primaria especializada (Salud Mental) y el conjunto de recursos sociosanitarios del área de referencia.

Resultados de la atención domiciliaria a pacientes psicogeriátricos y a sus cuidadores

La actividad asistencial en relación a los pacientes psicogeriátricos durante el periodo correspondiente 2002-2003 ha consistido en la atención a un total de 63 pacientes, 20 hombres y 43 mujeres, de los que una tercera parte tenían más de 85 años (Tabla IV). En su mayoría habían sido derivados para ser atendidos por el Equipo de atención Domiciliaria desde la atención Primaria de salud; en la tabla V se relacionan las procedencias de los pacientes.

 


Tabla IV. Edad de los pacientes atendidos



Tabla V. Procedencia de los pacientes derivados al Equipo de atención Domiciliaria

En cuanto al nivel de estudios, en su mayoría se trataba de pacientes con escaso o nulo nivel de alfabetización (Tabla VI)



Tabla VI. Nivel de alfabetización de los pacientes de la muestra

La mayor parte de los diagnósticos correspondieron a síndromes demenciales, seguidos, de lejos, por los trastornos afectivos y otros diagnósticos en menor proporción (Tabla VII). Dentro de los pacientes atendidos con un diagnóstico de demencia, cabe destacar el elevado porcentaje, casi un 30 %, que carecían de un diagnóstico identificado de su condición de deterioro cognitivo. De los diagnósticos conocidos el predominante correspondió al a enfermedad de Alzheimer (Tabla VIII)



Tabla VII. Diagnósticos de los pacientes psicogeriátricos



Tabla VIII. Tipos de demencia en los pacientes diagnosticados

El grado de funcionalidad de la mayor parte de los pacientes, valorado mediante el índice de Barthel, correspondió con una dependencia importante en la mayor parte de los enfermos. El nivel cognitivo fue, asimismo, el propio de fases de deterioro moderado y moderado/avanzado con puntuaciones del MMSE como se reflejan en la tabla XI



Tabla IX. Nivel funcional y cognitivo de la muestra estudiada

La valoración del consumo de psicofármacos detectado entre los pacientes psicogeriátricos puso en evidencia que en el 12, 7 % de los casos se daba un consumo de tres o más psicofármacos. Por grupos farmacológicos, los más utilizados fueron los neurolépticos (36 % de los pacientes), en primer lugar, seguidos por los ansiolíticos (22 %), antidepresivos (19 %) e hipnóticos (18 %).

En cuanto a los cuidadores, se obtuvieron datos de los cuidadores de 50 de los pacientes de la muestra (4 hombres y 46 mujeres); mayoritariamente, menores de 65 años y con un parentesco de hijas o esposas de los pacientes, en su mayor parte (Tabla X).



Tabla X a y b. Datos sociodemográficos de los cuidadores de pacientes psicogeriátricos atendidos por el Equipo de atención Domiciliaria. Parentesco (a) y rangos de edad (b)

Cuando se evaluó el grado de información que los cuidadores poseían acerca de la enfermedad del paciente, ésta información se catalogó como inexistente (30. 4 %) o insuficiente (52, 2 %) en la mayoría de los casos (73 % del total de los cuidadores encuestados). Solamente el 17. 4 % de los cuidadores juzgaron como suficiente la información de que disponían acerca de la enfermedad de su familiar.

Dos tercios de los cuidadores llevaban 2 ó más años en su tarea de prestación de cuidados a los pacientes (Tabla XI) y, del total de cuidadores, cerca de un tercio recibía tratamiento psicofarmacológico (30 %), mayoritariamente mediante ansiolíticos benzodiacepínicos (21 %), seguido por antidepresivos (9 %). No obstante la mayoría de ellos (70 %) no seguían tratamiento psicofarmacológico alguno.



Tabla XI. Tiempos de prestación de cuidados de los cuidadores en el momento de la evaluación domiciliaria

El resultado de la intervención del Equipo de atención Domiciliaria en cuanto a su función de gestión de los recursos para pacientes con perfil psicogeriátrico, fue la indicación de variados recursos (Unidad de diagnóstico de demencias, hospital de Día, Centro de Día, asignación de la ayuda de una Trabajadora familiar o algún recurso de internamiento). Conviene notar que, aunque la indicación de un recurso de Internamiento fue realizada en bastantes casos, prácticamente la totalidad de ellos, excepto uno, pudo beneficiarse de ingresos de carácter temporal (para control puntual de síntomas, mejorar la introducción de pautas de tratamiento eficaces, perfilar evaluaciones diagnósticas o proveer de un descanso al cuidador en previsión de situaciones de claudicación) (Tabla XII).



Tabla XII. Resultado de la derivación y/o conexión de recursos tras la intervención del Equipo de atención Domiciliaria en pacientes psicogeriátricos

Conclusiones

La atención sanitaria y sociosanitaria a los pacientes ancianos con trastorno mental supone un reto asistencial de primer orden. Las diferentes condiciones en que puede generarse la demanda y los diferentes problemas clínicos que la motivan, bajo el amplio concepto que engloba a los trastornos psicogeriátricos, precisan de estructuras y recursos asistenciales diversos y adaptados a las exigencias cambiantes de este tipo de pacientes, así como a las de su entorno de cuidados más inmediato, generalmente, la familia del enfermo.

La conexión y coordinación de recursos asistenciales provenientes del ámbito sociosanitario y del de la Salud Mental, específicamente dirigidos a la atención de pacientes ancianos, constituye una auténtica necesidad en aras de preservar la indispensable continuidad asistencial.

Dentro de la provisión de recursos orientados a la asistencia de los pacientes psicogeriátricos, la atención domiciliaria especializada en colaboración con la atención primaria, constituye una etapa de la asistencia especialmente importante en la longitudinalidad del proceso.

Durante el periodo 2002-2003, el Equipo de Soporte Sociosanitario del hospital Sagrat Cor de Martorell, ha consolidado el programa de seguimiento domiciliario de pacientes psicogeriátricos como una de sus líneas de atención a diversas tipologías de usuarios. De la actividad realizada durante este periodo, se evidenció que las demencias constituyeron el perfil predominante en la atención psicogeriátrica domiciliaria.

Destacó una proporción importante de demencias no filiadas en los pacientes atendidos, a pesar de ser conocida su condición clínica en el entorno familiar y de servicios de salud comunitarios, lo que pone de manifiesto déficit importantes en el acceso a un diagnóstico correcto.
Se detectó un elevado consumo de psicofármacos entre el grupo de pacientes con demencia, significativo de la frecuente presencia de síntomas psiquiátricos y conductuales entre las situaciones que generan las demandas de atención.

El perfil del cuidador resultó ser el de una mujer con una media de 60 años de edad que manifestó, en la mayoría de los casos, una significativa falta de información sobre la enfermedad y que estaba recibiendo tratamiento psicofarmacológico en cerca de una tercera parte de los casos.

En resumen, podemos concluir que la atención psicogeriátrica domiciliaria, en nuestra experiencia, contribuye a asegurar la asistencia a pacientes con alta dependencia o problemática sociofamiliar y posibilita la coordinación con otros recursos, siendo ésta una de sus funciones prioritarias. Al mismo tiempo, facilita los cuidados en el entorno domiciliario siendo un importante vehículo de formación, educación y apoyo para los familiares cuidadores, cuyas altas tasas de desconocimiento de aspectos básicos referentes a la enfermedad del paciente al que atienden constituyen una importante carencia. Permite agilizar los ingresos cuando éstos resultan necesarios –situación particularmente crítica en pacientes tan frágiles- establecer un diagnóstico y sobretodo asegurar la continuidad asistencial. La posibilidad de adelantarse a las situaciones de claudicación permite utilizar este recurso de forma que contribuya a prevenir situaciones de mayor irreversibilidad en la evolución del enfermo y, especialmente, en la capacidad de resistencia de quien le cuida. La evidencia de una mayoría de derivaciones hacia un ingreso temporal avala esta afirmación.

Finalmente, la posibilidad de coordinar desde una misma gestión, diversos recursos para este perfil de usuarios, mejora notablemente la eficiencia en la atención al paciente así como el grado de confort percibido por sus cuidadores y, también, por los profesionales que atienden a ambos al tener en sus manos las herramientas adecuadas para responder a una gran parte de las demandas que el paciente anciano con algún trastorno mental y con demencia, en particular, y su entorno de cuidados, plantean en el día a día.


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