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Bioètica: reflexiones acerca de la autonomía en la realidad Argentina.

Autor/autores: Analìa Sacerdote
Fecha Publicación: 01/01/2002
Área temática: Psiquiatría general .
Tipo de trabajo:  Conferencia

RESUMEN

El ejercicio de la autonomía está condicionado por una realidad social e histórica. En la Argentina, la realidad que atravesamos no promueve espacios de intercambio simétrico en las diferentes esferas; esta realidad generadora de una gran crisis laboral produce en las personas una crisis vital por la pérdida de identidad social, en ausencia de trabajo y aumento de tiempos ociosos, instalando el sentimiento de desesperanza, vacío y temor; perdiendo la posibilidad de las identificaciones estructurantes y dando lugar a resonantes sufrimientos psíquicos de carácter endémico.

Palabras clave: Autonomía, Bioética, Creatividad, Desocupación, Terapia ocupacinal


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Bioètica: reflexiones acerca de la autonomía en la realidad Argentina.

Junqueras Virginia; Sacerdote Analìa.

*Municipalidad de General Pueyrredon-Dto. atención al discapacitado- Mar del Plata- Bs. As. Argentina

** Universidad Nacional de Mar del Plata - Facultad de Ciencias de la salud y Servicio Social- Mar del Plata- Bs. As. -Argentina

PALABRAS CLAVE: Bioética, autonomía, Desocupación, Creatividad, terapia Ocupacinal.

[otros artículos] [26/2/2002]


Resumen

El ejercicio de la autonomía está condicionado por una realidad social e histórica. En la Argentina, la realidad que atravesamos no promueve espacios de intercambio simétrico en las diferentes esferas; esta realidad generadora de una gran crisis laboral produce en las personas una crisis vital por la pérdida de identidad social, en ausencia de trabajo y aumento de tiempos ociosos, instalando el sentimiento de desesperanza, vacío y temor; perdiendo la posibilidad de las identificaciones estructurantes y dando lugar a resonantes sufrimientos psíquicos de carácter endémico.

Pensando este acontecer desde la bioética es el Dr. Garrafa quien proporciona una mirada para los países Latinoamericanos, distinguiéndola como una "Bioética de situaciones persistentes" define a la misma como: realidades injustas que se dan de forma desenfrenada sin que se vislumbren soluciones satisfactorias a corto y mediano plazo.

El dilema bioético que nos ocupa se plantea como una ausencia de sentido en la cultura; ya que ésta no nos da albergue, sabemos que vivimos pero no sabemos para qué y apenas sabemos como.

Ante el ocio instalado por la falta de trabajo, se nos plantea a los Terapistas Ocupacionales, el desafío de transformar este tiempo vacío en espacios creativos ante la falta de espacios de ocupación. Estos espacios creativos tienden a favorecer y estimular la conquista del ejercicio de la autonomía integral.

Entendemos los espacios creativos como aquellos que impulsan a la persona a la búsqueda de respuestas, que obligan al ejercicio de la autonomía, a través de la posibilidad y alternativa de decisión.

 



El ejercicio de la autonomía está condicionado por una realidad social e histórica. La realidad argentina es cambiante y se presenta en los últimos tiempos como transitoria, los comportamientos han sufrido una movilidad, siendo en algunos un ejercicio de manifestación de la autonomía y en otros de la violencia.

Ambas expresiones se ven representadas desde lo social, por una gran masa de excluidos que al no encontrar formas de organizar un cambio, tienden a desarrollar una tensión de violencia que se tradujo en un malestar en los últimos tiempos. La violencia como realización de una manifestación social, fue producto de la falta de conducción que impedía el despliegue de iniciativas personales.

Desde el Estado se actuaba una pseudo democracia autoritaria, que violaba los derechos y garantías del pueblo; éste se organizó de acuerdo a sus roles social en dos grupos: aquellos que se manifestaron en el ejercicio de la autonomía, para generar y exigir un cambio reparador y otro grupo que excluido apeló a la violencia como única posibilidad. Ante esta situación la respuesta por parte del Estado, que no discriminó las diferencias fue ejercer un “ orden violento “ para mantener la inmovilidad y no aceptar ni permitir el cambio demandado.

La dialéctica planteada se gestó ante la falta de relaciones simétricas que permite la participación. Creció el número de personas que se sintieron progresivamente más excluidos del sistema y éste no les permitía ya la toma de decisiones en la esfera de lo privado ( manipulación del dinero, cuentas corrientes, ahorros, etc. ). Esto fue el gatillo que movilizó la indiferencia instalada y aumentó la falta de credibilidad en las políticas imperantes y en los políticos como representantes y agentes del cambio.
El suceder permite reflexionar sobre el inicio de una madurez para la exigencia de la participación y el ejercicio de la autonomía como derecho adquirido.

Nuestro país se ha fragmentado en polos de personas, algunas integradas al sistema y otras excluidas de los intercambios sociales y culturales, entendiendo que se han sumado a la exclusión: profesionales, asalariados, productores de servicios, sectores medios profesionales y comerciantes, que resultan desechables y se convierten en vulnerables, para el mercado, que solo necesita para desarrollarse de consumidores.

La falta de oportunidades de un puesto de trabajo y el desconcierto que impera en la realidad, por la toma de decisiones políticas, genera un golpe desestabilizador para hombres y mujeres y es aquí donde siguiendo a C. Mujíca, afirmamos que “ donde una cultura no genera sentido, genera violencia, porque la ausencia de sentido es tan insoportable que es preferible el dolor al vacío “. Por lo tanto resulta aclaratorio y da contenido a un síntoma social que se está expresando como resultado de una vida indigna, donde el dolor se ha convertido en el protagonista de una historia teñida de frustraciones personales y grupales.

La ausencia de trabajo ha generado que se instale un ocio forzado, desorganizado, que contribuye al vacío mental, vaciando el aparato psíquico de las significaciones estructurantes del yo y super-yo. Tener una identidad se refiere a algo que permanece estable durante la vida. Las inestabilidades son vivenciadas como experiencias de conversión o deploradas como patologías. Surgen como síntomas no solo la violencia sino la depresión, las fobias, los ataques de pánico y psicosomàticas; como situaciones de carácter endémico que son producto de la desesperanza y el terror crónico, consecuencia del desamparo social.

La humanidad evoluciona hacia un incremento del tiempo libre, designado ocio, pero en la Argentina este tiempo libre se traduce en un tiempo muerto, producto del desempleo. En las sociedades de países del Primer Mundo, el trabajo como tiempo laboral es generalmente creativo, como así también el tiempo del ocio y es esta creatividad experiencial la que enriquece la personalidad total; favoreciendo la mirada de un mundo optimista y con sentido, dado por la posibilidad de vislumbrar un horizonte, un futuro en el cual proyectarse, imaginarse. Nuestra realidad y este futuro incierto tienen graves resonancias psicopatológicas que ya hemos enunciado. Resulta difícil no quedar estancados en una espiral de vida que parece no tener otra salida que un pasaje al exilio forzado.

Pero es nuestro intento, hacer una lectura crìtica de la realidad, aùn cuando èsta contradiga nuestras esperanzas e ilusiones. Pensando sobre este contexto actual, el objetivo a desarrollar, sería favorecer la integración o reintegración social, familiar, laboral y educacional de las personas; ya que terapia ocupacional se ocupa de las relaciones interpersonales, en un encuadre que utiliza la actividad como el medio terapéutico.

 

 

Tomamos a la actividad como aquella que permite adquirir una identidad y estas identidades son el significado y el objetivo que le procura a la persona lidiar con su realidad de vida, pudiendo a sí mismo promover la transformación de sí y del medio social en el cual está inserto.

La realización de una actividad sirve al propósito de la interrelación y en la ejecución, se revelan la expresión de sentimientos, ideas y actitudes, enmarcando la relación dialèctica sujeto <–> terapista ocupacional.

Diferenciamos este hacer desde la praxis creadora, donde la finalidad es una necesidad humana de expresión y objetivación. Este momento histórico, no propicia espontáneamente la creatividad, en espacios laborales, de tiempo libre, que estimulen el desarrollo y el crecimiento personal, vislumbrando la esperanza. Desde terapia ocupacional, se inicia un proceso gradual desde un estancamiento de la vida personal y el acompañamiento en la búsqueda para encontrar nuevas soluciones en sus vínculos, en las situaciones de vida que se les presentan.

Cada uno tendrá la posibilidad de abrir un espacio de imaginación propia, para la creación de criterios que guíen su conducta frente a los aconteceres esenciales de su vida.

Esta apertura creativa de su cotidianeidad, se da en un proceso gradual desde un tiempo muerto, vacío, sin sentido, transformándolo en un tiempo para la construcción de una identidad ocupacional. En este proceso la actividad permite el recorrido a través de la elección (materiales, proyecto, destino, etc. , ) a ir encontrando cosas significativas. El sin sentido comenzará a tener un sentido, un estilo propio en una cultura que imaginamos construir y de la cual somos producto.

Frente a la percepción de que las costumbres, los valores, las formas de relacionarse con el mundo y con los otros cambie; surge la necesidad de flexibilizar la aceptación de lo incierto y fugaz del mundo globalizado.

El trabajo que a lo largo de la humanidad ha sido el principal dador de identidad social, está cambiando rápidamente. Violentados los modos primarios de constitución de su subjetividad, deberá resignificar y resignificarse en su modalidad vincular cotidiana, rescatándolo de su estancamiento endémico, producto de la violencia interna entre la constitución subjetiva y las exigencias del presente cultural.

En este taller de creatividad el interés se centrará en el sujeto que se expresa, alivia y goza al hacerlo.

Sería básicamente la capacidad de generar formas, de ir desde lo informal a las formas e implica paso de nivel, salto de calidad transformador, metabolismo armonioso de los significados. Esta transformación da lugar en el abordaje de la terapista ocupacional al objetivo de promover la autonomía personal.

La autonomía no significa independencia total, sino protagonismo y constitución del sujeto en dependencia con el entorno y el mundo; a la vez la autonomía no puede pensarse como una situación en soledad, sino como una condición humana intersubjetiva. Las subjetividades se construyen en el diálogo con los demás y exigen el reconocimiento de la propia identidad y de la identidad de los demás. Sin reconocimiento, la identidad corre el riesgo de la autodestrucción.

La autonomía es una conquista, un proceso complejo, donde la fuerza de lo instituyente necesita pujar permanentemente contra la avidez de lo instituido, pero esta nueva relación requiere de instituciones sociales y políticas que la garanticen.

Vivimos en una sociedad que no promueve la autonomía, las relaciones simétricas, los espacios de diálogo, la gestión, la autogestión; por el contrario vivimos en una sociedad que promueve la dominación, subordinación, adhesión y aceptación del ejercicio del poder por parte de los expertos. La autonomía en tal sentido no es un dato de la realidad y es típica la tendencia a formas sociales instituidas hacia la repetición, que son creadoras no de autonomía, sino de heteronomía, es decir hacia individuos a quienes se reprime su capacidad de imaginar y cuestionar.

Se requiere de espacios donde estimular, favorecer y acrecentar el poder del sujeto sobre su vida. Es así que en los talleres de terapia ocupacional se inspiran en esta formulación, entendiéndolos como una posibilidad que permita una vida digna dada por el reconocimiento del sujeto consigo mismo y la confianza en sus capacidades y potencialidades de vivir y luchar, creativamente contribuyendo a la construcción de alternativas en su calida de vida. El encuadre de los talleres está basado en pensar estrategias que posibiliten trabajar con incertidumbres, dentro del marco de establecer relaciones simétricas sujeto <-> terapista ocupacional , reconocimiento de los otros y en la reciprocidad de la relación vincular dialógica.

El término bioética engloba una extensa lista de problemas para hombres y mujeres con intereses distintos pero superpuestos, referentes a los derechos y obligaciones de los profesionales, de los pacientes y de la sociedad; y que se relacionan con la salud.

 

 

En esta principio de siglo, es indispensable reflexionar y replantear las políticas de naciones como la Argentina, de modo particular, frente al compromiso ético de proporcionar mínimas condiciones de vida digna para todos.

Encuadramos el dilema bioètico de nuestro país, dentro de la mesobioètica y de lo expuesto por el Dr. Garrafa, como “ situaciones persistentes “ que refiere a injusticias sociales sostenidas en el tiempo.

Como terapistas ocupacionales y especialistas en bioética nos proponemos en esta actividad creadora en los talleres, lograr una transformación a partir de nuevos posicionamientos aprehendidos en las relaciones interpersonales ofrecidas, estimulando, favoreciendo y acrecentando un sujeto autónomo, que ejerza su autonomía en los diferentes ámbitos de la vida social.

La ética de la autonomía constituye una apuesta al desarrollo de las identidades y de las comunidades. Su protagonismo y el desafío de trabajar en forma conjunta a través de la interdisciplina, genera un movimiento ético para lograr una sociedad donde los comportamientos sean acordes con las normas vigentes.

La creatividad permite la aceptación de que las cosas cambiaron, y que la ilusiòn de la seguridad permanente, ya no serà factible, sino aquello que nosotros mismos vayamos construyendo en lo personal, lo familiar y el entorno mas cercano.

La esperanza es una decisión que depende de nosotros, del valor y el cambio que impida amoldamos a una realidad adversa. Esperanza y autonomía se demandan mutuamente; la esperanza necesita de riesgos y decisiones para transformar la realidad y a su vez la autonomía se conquista continuamente si se tiene la posibilidad de pensar, imaginar y actuar creativamente en consecuencia.

 

 

Bibliografía

. ELBAUM, Jorge “Presentes continuos y racionalidad temporal: el ocio y el tiempo libre como mandato de uso controlado”. Revista de Actualidad Psicológica, pág. 5, 1998, Bs. As.
. GALENDE , Emiliano “Transformaciones en lo Social”. Revista psicoanálisis y sociedad, ZE/20, 1999, Bs. As.
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. LUTENBERG, Jaime “El vacío y la esperanza”. Revista Actualidad Psicológica, pág 2, 1998, Bs. As.
. MARTINEZ BOUQUET, C. M. “El nivel latente en las culturas”. Temas Grupales por Autores Argentinos, Ediciones Cinco, 1987, Bs. As.
. PAOLINI, Eduardo “Consideraciones sobre lo normal y lo patológico en la concepción dialéctica vincular”. Artículo inédito copyright por el autor, 1985, Bs. As.
. REBELLATO Y GIMENEZ “ Etica de la autonomía” . Editorial Roca Viva, 1998, Uruguay.

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