El afrontamiento se refiere a aquellos esfuerzos cognitivos y conductuales constantemente cambiantes que se desarrollan para manejar las demandas específicas externas y/o internas que son evaluadas como excedentes o desbordantes de los recursos del individuo. (Lazarus y Folkman, 1986). En este marco, el objetivo de la presente investigación fue determinar los estilos de afrontamiento de las mujeres que viven bajo la violencia conyugal. Para ello se trabajo con 40 mujeres que acuden a los Servicios de atención Psicológica en las Unidades de atención a Víctimas del Delito de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México.
Para recolectar la información se utilizaron autobiografías y la entrevistas a profundidad. Los resultados obtenidos revelan que las mujeres utilizan en su mayoría un afrontamiento centrado en el problema, y en menor grado el que se centra en la emoción. Es decir, las mujeres tratan en mayor medida de buscar soporte tangible o información que les ayude a alterar la situación y usan estrategias agresivas para controlar el contexto estresante; en menor medida tratan de regular las propias acciones y emociones, distanciarse cognitivamente de sí mismas, minimizando de esta forma la significancia de la situación o de escapar de ella, entre otras.
“ESTILOS DE AFRONTAMIENTO EN MUJERES QUE VIVEN VIOLENCIA
CONYUGAL”
Arellano Flores Rosario Carmen, Gurrola Peña Gloria Margarita,
Balcázar Nava Patricia, Bonilla Muñoz Martha Patricia.
Universidad Autónoma del Estado de México
RESUMEN
El afrontamiento se refiere a aquellos esfuerzos cognitivos y conductuales
constantemente cambiantes que se desarrollan para manejar las demandas
específicas externas y/o internas que son evaluadas como excedentes o
desbordantes de los recursos del individuo. (Lazarus y Folkman, 1986). En este
marco, el objetivo de la presente investigación fue determinar los estilos de
afrontamiento de las mujeres que viven bajo la violencia conyugal. Para ello se
trabajo con 40 mujeres que acuden a los Servicios de atención Psicológica en las
Unidades de atención a Víctimas del Delito de la Procuraduría General de Justicia
del Estado de México. Para recolectar la información se utilizaron autobiografías y
la entrevistas a profundidad. Los resultados obtenidos revelan que las mujeres
utilizan en su mayoría un afrontamiento centrado en el problema, y en menor
grado el que se centra en la emoción. Es decir, las mujeres tratan en mayor
medida de buscar soporte tangible o información que les ayude a alterar la
situación y usan estrategias agresivas para controlar el contexto estresante; en
menor medida tratan de regular las propias acciones y emociones, distanciarse
cognitivamente de sí mismas, minimizando de esta forma la significancia de la
situación o de escapar de ella, entre otras.
PALABRAS CLAVE: afrontamiento, violencia conyugal, mujeres
En una sociedad globalizada como lo es la que actualmente predomina en México
la violencia es utilizada en la mayor parte de los ámbitos sociales como lo es el
cine, la televisión, la música, en la Internet, revistas y demás medios de
comunicación.
Pero si la crueldad y la violencia hacia los desconocidos no se comprenden ni se
perdonan, la violencia hacia el interior de las familias menos.
Es por ello que el interés de la presente cursa en el sentido de explorar cuales son
los estilos de afrontamiento que utilizan las mujeres que viven en condiciones de
violencia conyugal para tener conocimiento acerca de cómo es que las mujeres
que viven bajo estas condiciones pueden afrontar el estrés que les provoca
permanecer en una relación violenta. Entendiendo por afrontamiento: aquellos
esfuerzos cognitivos y conductuales constantemente cambiantes que se
desarrollan para manejar las demandas especificas externas y/o internas que son
evaluadas como excedentes o desbordantes de los recursos del individuo. Para
poder entender y evaluar el afrontamiento es necesario conocer aquello que el
individuo afronta. (Lazarus y Folkman, 1986)
Se trata de una población de 40 mujeres que acuden a los servicios de atención
psicológica en las Unidades de atención a Victimas del Delito de la Procuraduría
General de Justicia del Estado de México. Se buscó a través de la entrevista a
profundidad y la historia de vida recabar informaron que permita conocer los
estilos de afrontamiento mas utilizados.
Diversos autores e instituciones han abordado el estudio de la conducta violenta,
trabajos como los de Alvarado, Salvador, Estrada y Terrones. 1998, la han
definido como el uso de la fuerza para la resolución de los conflictos personales,
que surge cuando existe un desequilibrio de poder, permanente o momentáneo,
en la cual se establece una relación de abuso.
Por otro lado, la Academia Nacional de Medicina (1997) la violencia es un
problema de salud pública debido a tres factores: 1. Su incidencia en un número
considerable de personas, 2. Su importancia a nivel psicológico en la salud
individual y 3. Sus repercusiones sociales y económicas.
La violencia no hace discriminación alguna, sin embargo existen diversos estudios
en los que se puede constatar que la mayor parte de las personas que la padecen
son mujeres.
En términos generales la violencia de género es conceptualizada de acuerdo a la
Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS, 2003) como la violencia contra la
mujer que comprende “cualquier acto de violencia basado en el genero, que
resulta o puede resultar en daño o sufrimiento físico, mental o sexual en la mujer,
incluyendo la amenaza de dichos actos, la coerción o la privación de la libertad,
tanto en la vida publica como en la privada” (Alvarado y cds. 1998)
De forma mas específica y para fines del presente tr
En el ámbito mundial, se estima que más de 5 millones de mujeres al año son
víctimas de abuso físico severo por parte de sus parejas y que de éstas, entre el
50 y 60% son violadas por ellos. Además, de los casos de violencia intrafamiliar un
75% corresponden a maltrato hacia la mujer, 25% de abusos hacia el hombre y
23% a casos de violencia cruzada. (Alvarado, 1998)
En este sentido, el Banco mundial estima que las mujeres en edad reproductiva
pierden entre el 5 y 16% de años de vida saludable, es decir uno de cada cinco
días de su salud, a causa de la violencia doméstica.
En otro estudio Heise y sus colaboradores (2002; citado en Valenzuela, 2004)
documentaron que entre 10 y 50% de las mujeres en el mundo reportaron haber
sido agredidas físicamente por su pareja en algún momento de su vida.
En el caso de México, las estadísticas arrojadas por la Procuraduría General de
Justicia del Estado de México (PGJEM) demuestran que este estado los índices
de violencia intrafamiliar son elevados: en el año 2003 se presentaron 37, 994
casos, 35, 916 en el año siguiente, en el 2006 se manifestaron 34, 766 casos de
mujeres afectadas, en el año posterior las cifras se dispararon hasta los 40, 324
incidentes y en lo que respecta al año 2008; entre los meses de Enero y Febrero
se han reportado 6, 841 casos de violencia intrafamiliar.
Aunque diversos aspectos de la violencia conyugal han sido estudiados con
relativa profundidad, hay uno al que no se le ha prestado mayor atención y es el
relacionado con las formas de afrontamiento que utilizan las mujeres que viven
bajo estas condiciones, que son víctima de maltrato físico, económico y
psicológico, frente a las agresiones de su cónyuge.
Desafortunadamente en México no existen muchas investigaciones que hallan
indagado acerca de los estilos de afrontamiento en mujeres que viven violencia
conyugal.
Sin embargo existen estudios realizados en otros países en los que se hace
mención de las formas en la que las mujeres hacen frente en momentos tan
difíciles como lo es la violencia de su cónyuge.
Esta literatura sugiere que las mujeres violentadas por su cónyuge que no se
preponen dejarlo, encuentran muchas formas de seguir a su lado como las
siguientes:
a) adoptando ilusiones sobre el cónyuge, por ejemplo la creencia que son
responsables de “ayudarlo”
b) pensar que pueden controlar los arrebatos violentos de su cónyuge
c) creer que la violencia no ocurrirá otra vez
d) negar que el comportamiento del cónyuge constituye violencia
e) reducir al mínimo del grado de lesión física o emocional sufrida
f) culpando de la violencia a causas más allá del control del cónyuge
g) negar el intento del cónyuge para dañarlas
h) aislarse cada vez mas para evitar la vergüenza de ser violentadas por su
cónyuge
El hecho de que las mujeres que son víctimas de este delito permanezcan al lado
de sus agresores las lleva a manifestar múltiples consecuencias debido a que la
situación en la que se encuentran es demasiado estresante.
De acuerdo con (Sarasua y Subizarrata, 2000) Las secuelas psicológicas mas
frecuentes, son las siguientes:
ansiedad y sensación de temor
pesadillas
síntomas depresivos: apatía, perdida de esperanza, inseguridad
sentimientos de culpa
baja autoestima
aislamiento social
trastornos psicosomáticos
Dentro de las consecuencias físicas mas frecuentes podemos encontrar:
1. inmediatas
lesiones
respuestas físicas al estrés
2. a largo plazo
secuelas
respuesta física al estrés crónico
- enfermedades
- trastornos
En conclusión, la presente investigación pretende explicar cómo es que las
mujeres que están viviendo bajo la violencia conyugal pueden permanecer en ella,
es decir, qué estrategias implementan al estar en un ambiente tan estresante
como lo es el de la violencia.
MÉTODO
PARTICIPANTES
40 mujeres que asisten en busca de ayuda Psicológica a la Unidad de atención a
Victimas del Delito de Metepec dependiente de la Procuraduría General de la
Justicia ya que son victimas de algún quebrantamiento.
TIPO DE ESTUDIO
El tipo de estudio de la presente investigación será de corte cualitativo de tipo
exploratorio ya que como lo menciona Hernández, Baptista y Fernández (1998)
los estudios exploratorios se efectúan, normalmente, cuando el objetivo es
examinar un tema o problema de investigación poco estudiado o que no ha sido
abordado antes. Es decir, cuando la revisión de la literatura revelo que únicamente
hay guías no investigadas e ideas vagamente relacionadas con el problema de
estudio.
TÉCNICA DE RECOLECCIÓN DE DATOS
Se trabajo con dos técnicas de investigación cualitativa. La primera de ellas es la
entrevista a profundidad en la cual se procura detallar algunos de aspectos de la
entrevista inicial que se les aplica a las mujeres que son victimas del delito en
cuestión. Se utilizará la entrevista debido a que ésta es el instrumento principal del
psicólogo que reúne los datos durante el encuentro, donde una persona se dirige a
otra y cuanta su historia, da su versión de los hechos y responde a preguntas
relacionadas con una circunstancia específica.
La segunda técnica es la autobiografía la cual tiene como propósito conocer la
percepción de las mujeres sobre los sucesos relacionados con la violencia. La
autobiografía como su nombre lo dice pretende que las personas redacten su vida,
en este caso en tres momentos cruciales: A). Desarrollo de la vida general, B).
Desarrollo de la pareja y C). Desarrollo de la violencia.
CATEGORÍA DE ESTUDIO
Afrontamiento.
son aquellos esfuerzos cognitivos y conductuales constantemente cambiantes que
se desarrollan para manejar las demandas especificas externas y/o internas que
son evaluadas como excedentes o desbordantes de los recursos del individuo.
Para poder entender y evaluar el afrontamiento es necesario conocer aquello que
el individuo afronta. (Lazarus y Folkman, 1986)
EJES TEMÁTICOS DE ANÁLISIS
Afrontamiento centrado en la manipulación del problema:
- Confrontación: se usan estrategias agresivas para controlar la situación
estresante, que pueden envolver un alto grado de hostilidad y toma de
riesgos.
- Búsqueda de apoyo social: se busca soporte tangible o información que
ayude a alterar la situación.
- Soluciones: esfuerzos para analizar las características estresoras para
llevar a cabo un plan completo de solución de problemas.
Afrontamiento centrado en la emoción:
- Autocontrol: intento de regular las propias acciones y emociones.
- Distanciamiento: elección de distanciarse cognitivamente de uno mismo o
minimizar la significancia de la situación.
- Reevaluación positiva: involucra encontrar el sentido positivo de la situación
y focalizarse en el crecimiento personal.
- Autoinculpación: reconocer el propio rol en el problema e involucrarse en
esfuerzos posteriores para corregirlo
- escape y evitación: escapar directamente del estresor.
PROCEDIMIENTO
Se atenderán a las mujeres asisten a la unidad de atención a victimas del delito,
se les aplicara la entrevista inicial y conforme vallan transcurriendo las sesiones se
ira profundizando mas dicha entrevista y se les dará el esquema para que realicen
su autobiografía.
TRATAMIENTO DE LOS DATOS
Se pretende utilizar la técnica de análisis de contenido para analizar los datos
proporcionados por las mujeres durante las entrevistas a profundidad y la
autobiografía.
La información recolectada se pasará al programa de Word en donde se analizara
de acuerdo a diversas categorías planteadas.
RESULTADOS
AFRONTAMIENTO CENTRADO EN LA EMOCION
AUTOCONTROL: Intento de regular
las propias acciones y emociones
EVIDENCIA
- Yo también optaba por ser
tranquila, o sea por atenderlo,
tenerle lo que él quería para
que no me molestara ni él se
molestara.
- Opte por creer que solo era su
sirvienta, que solo recibía un
pago, un techo y vivir con mis
niños y sobrellevar la situación
lo menor que pudiera.
- Yo en controlarme y él pues en
evitar tantos comentarios de
las cosas y hablando, eso es lo
que nos ha tenido así.
DISTANCIAMIENTO: Elección d
distanciarse cognitivamente de uno
mismo o minimizar la significancia de
la situación.
EVIDENCIA
- No les daba la importancia
adecuada porque estaba muy
enamorada.
- Yo no creí que fuera tan grave
porque no me dolían los
golpes.
REEVALUACIÓN POSITIVA:
Involucra encontrar el sentido positivo
de la situación y focalizarse en el
crecimiento personal
EVIDENCIA
- Finalmente también trajo cosas
positivas como el saber que
soy fuerte y que puedo
resolver mis problemas.
- Trate de mirarme un poco mas,
de esforzarme en mi trabajo,
donde comencé a destacar, a
sentirme útil y comencé una
nueva etapa para mi.
- Mi vida cambio en el sentido
de que me hizo una persona
segura de mi misma, me hizo
grande, me hizo cambiar en el
sentido de que soy mas fuerte
y me hizo ver el valor que
tengo como individuo.
AUTOINCULPACIÓN: Reconocer el
propio rol en el problema e
involucrarse en esfuerzos posteriores
para corregirlo.
EVIDENCIA
- Pues. . . si talvez si, por que
opte por salirme de trabajar y
como él no me deba confianza,
como él me hizo así, pues le
daba coraje porque él decía
que yo no le decía, pero yo no
le tenía confianza por lo mismo
porque para él toda su familia
siempre fue lo principal y
nosotros no. Si, si siento que si
tuve la culpa yo también.
- Yo comenzaba a sentirme
culpable de todo lo que nos
pasaba.
- A veces pensaba que yo tenia
la culpa por que continuamente
me agredía.
ESCAPE Y EVITACION: Escapar
directamente del agresor.
EVIDENCIA
- yo me salí de mi casa, levante
acta y comencé tramites de
divorcio.
- Pero yo agarre a mi hija y me
fui
- Prefería darle la espalda a los
problemas, osea evadirlos,
salirme, así no querer ver
nada, irme para no estar
viendo cosas.
AFRONTAMIENTO CENTRADO EN LA EMOCION
CONFRONTACIÓN: Se usan
estrategias agresivas para controlar
la situación estresante, que pueden
envolver un alto grado de hostilidad y
toma de riesgos.
EVIDENCIA
- Ahí opte por defenderme y
ponerme al tu por tu.
- Tranquila como quien dice
dándole por su lado a la
persona, así él esta tranquilo y
no molesta, ya me hice así,
osea de por si yo no trato de
buscar pleito, pero había veces
que si me exasperaba y me
enojaba, pero con razón no
porque yo esté loca y él es lo
que siempre alega que estoy
loca y un día lo iba a matar.
- Desde el año pasado que fue
cuando tuvimos un problema y
me le puse ya midió las cosas.
BÚSQUEDA DE APOYO SOCIAL: Se
busca soporte tangible o información
que ayude a alterar la situación.
EVIDENCIA
- Busque ayuda con licenciados.
- En dos ocasiones asistimos a
terapia de pareja.
- Me apoyo en mi familia, que
son mis padre; me dejan estar
halla con ello hasta que se
calma la cosa.
- Busque a mis papás y les
platique lo sucedido. Les dije
que iría la ministerio público a
levantar un acta. En la noche
cuando él ya se había dormido
le había hablado a uno de mis
amigos y le había pedido que
me acompañara al MP.
SOLUCIONES: Esfuerzos para
analizar las características estresoras
EVIDENCIA
para llevar a cabo un plan completo
de solución de problemas.
- Las dos ultimas semanas e estado
haciendo cosas diferentes a las que
habitualmente hago: en lugar de
confrontarlo directamente comienzo a
hablar de adicciones y
codependencia, para desde las mías,
no las de él, y de alguna manera a
vislumbrado una pequeñísima luz
para entablar el diálogo.
DISCUSIÓN DE RESULTADOS
El afrontamiento a sido estudiado en relación a diversos temas, entre los cuales
los mas comunes son el estrés y la enfermedad. No obstante, Lazarus y Folkman
(1986) reconocen el valor que tiene el afrontamiento no solo en el contexto saludenfermedad, sino también dentro de otros contextos como son la familia, el
trabajo, la elección profesional y la solución de problemas cotidianos. En este
sentido es fundamental reconocer el papel tan importante que juega el
afrontamiento en la violencia conyugal, aun cuando su estudio no a sido tan
frecuente en muchos países como lo es en México.
La importancia del estudio de la violencia conyugal radica en los altos porcentajes
que demuestran su incremento y el impacto que tiene sobre sus victimas. Un
ejemplo es el estudio hecho por la OMS en el 2005, en el cual participaron
diversos países, mismo que confirmó que la violencia inflingida por la pareja
contribuye en gran medida al decremento de la salud en las mujeres. Este estudio
indica que es común que las mujeres que han sido victimas de violencia por su
pareja tengan problemas de salud mental pudiendo llegar a una ideación suicida
(OPS/OMS, 2003).
Justamente por el impacto que tiene tanto a nivel físico, mental, social y
económico es trascendental estudiar al afrontamiento en relación con la violencia
conyugal para saber como es que las mujeres que viven bajo estas condiciones
pueden afrontar el estrés que les provoca permanecer en una relación violenta.
En el presente estudio, se dio respuesta a la pregunta de investigación planteada.
De manera puntual se anota lo siguiente:
Las mujeres víctimas de violencia conyugal utilizan en su mayoría las estrategias
de afrontamiento que se encuentran focalizadas en el problema y en menor
medida las que se dirigen a la emoción. En general estas estrategias de
afrontamiento son utilizadas en diferentes etapas del ciclo de la violencia, como lo
menciona Follingstad (1988) en algunas de sus investigaciones en las que afirma
que el afrontamiento puede estar relacionado a la percepción de abuso de las
mujeres maltratadas en diferentes estadios.
Dicho autor hace mención de que el primer estadio que puede ser llamado “esta
es mi falta”, es caracterizado por la culpa, para muchas mujeres el abuso es
causado por sus propios fallos o deficiencias, lo cual fue constatado en la presente
investigación la cual deja ver que las mujeres que son víctimas de violencia tarde
o temprano terminan creyendo que son culpables por lo sucedido, algunas porque
el agresor las ha dañado tanto emocionalmente que ellas se lo han creído y en
otras ocasiones porque piensan que sus acciones hicieron que sucediera todo. Sin
embargo se trata de un estrategia que perdura a lo largo de varias de las atapas
del ciclo de la violencia, ya que como lo mencionan Miller y Porter (1983) si el
abuso continúa a pesar de los esfuerzos de cambio de la mujer, ésta puede
empezar a comprender que el abuso no ocurre como resultado de sus acciones
pero si está relacionado a la conducta del maltratador; y es aquí donde la culpa
puede desplazar el sentimiento de ser la causante de la violencia al sentimiento de
ser la responsable del cambio del abusador
Con respecto a ello Ferreira (1996) menciona que el cambio de conducta de su
pareja y sus constantes muestras de arrepentimiento, le indican que él realmente
puede cambiar y comportarse de forma adecuada. Ella cree que las agresiones
de su pareja son el resultado de su fragilidad y de su inseguridad. Por este motivo,
piensa que si él recibe la ayuda adecuada siempre permanecerá sin ser violento.
De este modo, la mujer se percibe a sí misma como el puente que llevará a su
pareja al bienestar emocional.
Siguiendo con el estadio uno, Mills (1985) afirma que algunas mujeres afrontan
este estadio mediante la evaluación de las partes positivas de la relación mas
altamente que las partes negativas, sin embargo la población analizada permite
constatar que en realidad este tipo de evaluación positiva es utilizada en las
ultimas etapas de la relación de pareja, cuando la mayoría de las mujeres ya
hicieron todo por salvar su relación y se dan cuenta de que no lo lograrán, en
muchas de las ocasiones se presenta cuando la mujer ya se encuentra separada
ya sea emocionalmente, físicamente o de ambas formas de su pareja.
Por otro lado y de acuerdo con esta investigación, el autocontrol, es otra de las
estrategias que se presentan en las primeras etapas del ciclo debido a que todavía
las mujeres no se dan cuenta de que a pesar de los esfuerzos que ellas hagan, las
cosas seguirán iguales. De acuerdo con Walker (1979) ante esta situación, la
mujer trata de calmar a su pareja para que la violencia no suba de intensidad: se
comporta cariñosa, complaciente, trata de anticiparse a todos sus deseos, o evita
molestarlo. Con referencia a ello, Ferreira (1996) menciona que en un momento
dado, él puede agredirla con una cachetada o un empujón, y ella responderá
tratando de calmarlo poniéndose cariñosa y comprensiva; en lugar de enojarse,
niega la injusticia del ataque y sus propios sentimientos, calculando que el marido
a la mejor tiene razón y que ella debe de preocuparse mas por mejorar.
El implementar éste tipo de estrategia puede deberse a expresiones como “la ropa
sucia se lava en casa” ya que estas afirmaciones tienen el efecto de perpetuar una
obligación femenina de aguantar silenciosa y resignadamente cualquier agresión y
de hacer sacrificios en aras de conservar un matrimonio o una familia que, lejos de
ser la pequeña comunidad de armonía, representa el encierro de un malestar que
se vive y se retroalimenta entre cuatro paredes Torres (2001), atesorando de esta
forma la unión conyugal.
Ferreira (1996), corrobora los hallazgos de la presente investigación los cuales
afirman que este tipo de estrategia es aplicada en el primer estadio del ciclo de la
violencia, en el cual él no está conforme y ella se anticipa a todo lo que puede
para satisfacerlo.
Para poder mantener este papel anticipatorio, según Walker (1979) la mujer no
puede permitirse sentir enojo en contra de él, por lo que se refugia en la negación,
en la minimización y en la racionalización del abuso. Niega ante sí misma lo
ocurrido y que su pareja fue capaz de lastimarla; minimiza los incidentes de abuso
y sus consecuencias; racionaliza las situaciones justificando la conducta de su
pareja. En esta estrategia (distanciamiento), la presente investigación difiere de lo
observado por otros investigadores en el sentido de que muy por contrario de lo
que se podría pensar, son pocas las mujeres que minimizan la agresión del
esposo o que piensan que lo que les sucede es normal o que no tiene mucha
importancia. Se encontró que pocas mujeres minimizan los incidentes de abuso y
sus consecuencias. “yo no creí que fuera tan grave porque no me dolían los
golpes”. o en algunas otras ocasiones la etapa en la que se encuentran no las deja
ver el peligro en el que están “no les daba la importancia adecuada porque estaba
muy enamorada”. Esto debido probablemente a que la población analizada está
conformada por mujeres que en el momento de la investigación ya se encontraban
en un proceso de acompañamiento psicológico.
En cuento al escape y la evitación, Michell y Hodson (1983) encontraron que en
altos niveles de abuso, el afrontamiento orientado a la evitación así como ignorar
el problema parecen ser más usados por la mujer maltratada. En la presente
investigación se constató que se trata de un tipo de estrategia que las mujeres
utilizan solo por el momento, ya que escapan de la situación estresante solo por el
lapso en el que están siendo agredidas ya que en la mayoría de los casos el
agresor les pide perdón y vuelven con él, son muy pocas las mujeres que ante
una situación de violencia de pareja deciden evadirla o escapar de ella con una
separación definitiva en las primeras etapas de la violencia.
Mas bien esta estrategia es utilizada como un afrontamiento focalizado en el
problema para motivar que el abusador cambie o busque ayuda profesional
(Dutton, 1992).
Esta estrategia como tal, es utilizada por las mujeres de nuestra población, en las
últimas etapas del ciclo de la violencia, ya que antes de recurrir a ella, utilizan
muchas otras estrategias que les permitan salvar su relación.
Al hablar de que la mujer que es victima de violencia emplea diferentes estrategias
para intentar salvar su relación antes de tomar una decisión definitiva, es
inevitable pensar en la labor tan importante que la sociedad le ha impuesto a las
mujeres de mantener a toda costa su relación, con referencia a ello Ferreira (1996)
menciona que la imagen social que se exige a la mujer tiene evidentes
connotaciones de ajuste y subordinación a la posición masculina. Esta
estructurada para facilitar la vida en conformidad con los designios del hombre. Se
fomenta en la mujer la necesidad de protección, el miedo a lo imprevisto, las
preocupaciones entre otros. En este sentido a las mujeres se les adiestra para
mantener junto a ellas a costa de su propio bienestar a su marido ya que estar en
pareja es lo que la define ante la sociedad como una persona integra. Y la
honorabilidad máxima se le da al matrimonio y a la maternidad, deberes que son
adjudicados a la mujer.
En relación a lo anterior Torres (2001) menciona que mientras las mujeres sean
más tranquilas, obedientes y sumisas, la familia puede dar la apariencia por lo
menos de ser armónica. Todo funciona en orden: alguien manda y alguien
obedece, alguien exige y alguien cumple, alguien grita y alguien escucha, alguien
ofende y alguien aguanta.
Torres (2001), al hablar de confrontación subraya que en el trabajo con mujeres
jamás aparece el tema de la provocación como una actitud consciente, decidida y
encaminada a reducir el autocontrol del marido. Lo cual es confirmado en el
presente estudio donde los testimonios revelan que “trato de no molestarlo, de
que esté todo en orden, de que los niños estén tranquilos”, “accedí a tener
relaciones sexuales sólo porque lo vi enojado y tenso, pero ni así se calmó”, “ya
no sé cómo darle gusto”.
Sin embargo la práctica permite constatar cómo es que la confrontación sí es
utilizada por muchas mujeres, quienes se valen aproximadamente a la mitad del
ciclo de la violencia, para hacer frente a la situación que viven.
En cuanto a la estrategia de búsqueda de apoyo social, Walker (1979) menciona
que en la segunda etapa del ciclo de la violencia es en la que la mayoría de
mujeres buscan ayuda, sin embargo muchas reportan que no lo hacen debido a
que piensan y sienten que nadie las puede proteger. En efecto en muchos de los
casos las mujeres guardan silencio debido a que les da pena que otras personas
se enteren, o bien como lo menciona Torres (2001) existe la creencia de que la
violencia conyugal es un asunto privado y que, por lo tanto, debe resolverse en el
mismo lugar donde se produce, o sea en el hogar y a puerta cerrada. Sin embargo
la población estudiada demuestra que esto no es así, que las victimas de este tipo
de delito intentan resolver el problema buscando ayuda ya sea con familiares,
profesionales o autoridades. Se trata de una estrategia que se puede presentar en
cualquiera de las etapas de la relación violenta, ya que en a mayoría de los casos
analizados se observa que el orden en el que ellas buscan apoyo social es en
primer lugar con familiares y amigos y posteriormente se dirigen hacia la ayuda
psicológica profesional y al ámbito legal.
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