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Las emociones en el deportista joven.

Fecha Publicación: 01/03/2005
Autor/autores: Alberto Moreno González

RESUMEN

El presente trabajo esta orientado a profesores de educación física, entrenadores, preparadores físicos, psicólogos y directores deportivos, teniendo como finalidad, brindar una visión general acerca de las emociones que se presentan en los deportistas jóvenes durante el entrenamiento y la competencia.

Para ello se hará un análisis de cómo inciden las cargas físicas y psíquicas en el entrenamiento, así como las emociones en ejercicios peligrosos o técnicamente difíciles y por ultimo los diferentes tipos de emoción que se pueden presentar durante la precompetencia, poscompetencia y su repercusión psicológica.


Palabras clave: Carga física, Emociones, Planificación del entrenamiento
Tipo de trabajo: Conferencia
Área temática: Psiquiatría general .

Las emociones en el deportista joven.

Alberto Moreno González.

Universidad del Tolima
Ibagué. Colombia

PALABRAS CLAVE: Emociones, Carga física, Planificación del entrenamiento.

 

 

El presente trabajo esta orientado a profesores de educación física, entrenadores, preparadores físicos, psicólogos y directores deportivos, teniendo como finalidad, brindar una visión general acerca de las emociones que se presentan en los deportistas jóvenes durante el entrenamiento y la competencia. Para ello se hará un análisis de cómo inciden las cargas físicas y psíquicas en el entrenamiento, así como las emociones en ejercicios peligrosos o técnicamente difíciles y por ultimo los diferentes tipos de emoción que se pueden presentar durante la precompetencia, poscompetencia y su repercusión psicológica.

Cuando un niño concurre a una prueba para jugar en la sección infantil de su colegio, desea hacerlo bien, pero no sabe cómo va a resultar. Comienza a pensar cómo lo hará. Si hay otros niños y otras personas observando, quiere quedar bien, porque no le gusta que hagan bromas a su costa, si algo fallara. Antes de realizar las pruebas, en su cabeza le ha dado muchas vueltas. Cuando llegue el momento de actuar, piensa que igual puede decir que no le seleccionen. No sólo días, sino semanas antes, ya está ocupado su pensamiento con lo que para él es una ocasión importante. La mente del niño que sueña con ser un seleccionado y llegar a ser famoso deportista ha entrado en la prueba mucho antes que su cuerpo. Pero lo que pasa por la cabeza del niño ejemplifica lo que sucede a cualquier atleta cada vez que tiene que actuar y algo importante está en juego. ¿Qué es todo esto sino psicológico? ¿Puede evitarse lo psíquico en el deporte? No podemos desprendernos de nuestro cerebro, inteligencia, pensamientos o nuestras emociones cuando hacemos deporte o cualquier otra actividad humana.

Entonces ¿Cuál es el papel que juegan las emociones en la vida de los jóvenes deportistas? y más concretamente, ¿qué aportan las emociones al rendimiento y a la motivación en los deportistas? Entrar a definir y a revisar todo el cuerpo teórico de las emociones, seria demasiado extenso, por tanto partiremos de una noción, ampliamente compartida por los teóricos, admitiendo que "Emoción" es un estado que nos mueve o dirige hacia o inhibe de. . . y que afecta tanto a las cogniciones como a la conducta y al propio estado biológico de los sujetos.

Por tanto, las emociones ejercerán una clara influencia en la voluntad de acción, es decir, en la motivación. Las emociones han surgido de la interrelación de los organismos con el entorno, en el proceso de aprendizaje y en el desarrollo filogenético de la especie y nos han servido no sólo para interpretar nuestra amplia gama de interrelaciones, sino además para expresarlas y comunicarlas a los otros y a nosotros mismos. Es pues, la expresión del conocimiento del entorno a través de la experiencia y de sus relaciones con nosotros.

Cada emoción nos predispone de un modo diferente ante la experiencia, nos indica una dirección, que en el pasado nos ayudó a resolver una situación concreta o nos advirtió y ayudó a interpretarla. Son las emociones las que nos alertan del riesgo inmediato de una situación o de las posibilidades de éxito o fracaso para su afrontamiento, incluso del estado biológico de nuestro organismo. Pero las emociones forman parte de nuestra vida psíquica junto a las cogniciones, no puede hablarse de dos formas distintas de interpretación de la experiencia de la realidad, están íntimamente relacionadas.


La psicología aplicada al deporte es la ciencia que se ocupa de todos los aspectos psíquicos presentes en toda actividad física o deportiva, como las sensaciones, pensamientos, emociones, voluntad e inteligencia. Por tanto incide en la:

• Planificación del entrenamiento
• Adherencia de los deportistas
aprendizaje de habilidades
• Desarrollo de hábitos
modelado de competición
• Preparación especifica
• Evaluación del entrenamiento

Por entrenamiento deportivo entendemos el proceso único e indivisible, que tiene por finalidad el fortalecimiento del organismo, la formación de los hábitos motores y el desarrollo de las cualidades personales del atleta, las cuales incluyen las cualidades moral?volitivas. El entrenamiento debe cumplir entre otros los siguientes objetivos:

• Orientan y enfocan toda la acción del entrenamiento
• Permiten seleccionar adecuadamente los contenidos, medios y métodos.
• Proveen criterios concretos para la evaluación de los deportistas.
• Dan coherencia interna a todo el proceso y a sus diversos pasos.
• Sirven de vínculo del grupo, le dan mística, generan motivación

Ante las cargas de entrenamiento programadas por los entrenadores en la planificación, los deportistas suelen reaccionar de diferente manera, según V. M. Melnikov las agrupo en:

• Nerviosidad: Irritable, caprichoso, no admite las tareas.
• Inestabilidad emocional: Desgano, fallas en la concentración, errores en la ejecución, trastornos del sueño
• Astenia: Estado depresivo, perdida de interés, rechazo al entrenamiento.

Cuando la carga habitual de entrenamiento, no es ni muy alta ni muy baja, lejos del máximo de volumen e intensidad, desemboca en tensión, esta puede ser causa de: un clima psicológico desfavorable, presencia de conflictos entre los deportistas o con el entrenador, disminución de la disposición a entrenar, cambios provocados en la motivación o el sistema de valores del deportista, situaciones de conflicto o frustración.

Cuando en las apreciaciones del deportista aparecen señales amenazadoras, conflictos o frustraciones, mientras más intensos sean estos elementos valorativos, más fuertes son regularmente las reacciones emocionales negativas.

Con la cercanía de la competencia aparece el pre-arranque que es el reflejo de un conjunto de condiciones que caracterizan la actividad competitiva, como expresión refleja de estas condiciones tienen un carácter anticipatorio y permiten a la psiquis del atleta una respuesta previa preparatoria a las condiciones de la competencia.


Estos estados los podemos clasificar en:

- Fiebre de la arrancada

Se caracteriza por una aclaración de los procesos psicológicos de los atletas, hay una excitación emocional marcada, este estado afecta la seguridad del deportista y la probabilidad de alcanzar un resultado elevado durante la competencia

- apatía de la arrancada

Surge cuando el nivel de tensión psíquica cae bruscamente el deportista revela nerviosismo intranquilidad en espera, al comienzo de la competencia, los movimientos son violentos y rápidos y de pronto bruscamente abatido se ponga pasivo se sienta en posición ensimismada, no manifiesta un deseo ferviente de competir, se caracteriza por una disminución brusca de la motivación voluntad y sentido de la responsabilidad

- disposición combativa

Cuando el nivel óptimo de tensión emocional volitiva influye positivamente en la actividad competitiva, permitiendo al deportista a realizar al máximo su nivel de preparación, con gran entusiasmo y deseo de competir y rivalizar, agudiza el componente cognoscitivo y psicomotor del deportista.

Optimismo infundado

• Se caracteriza por una subestimación de las cualidades y complicaciones de la próxima lucha deportiva y por la sobre valoración de las propias fuerzas o de las fuerzas de sus equipo está vinculada también a la disminución de la motivación activa de la lucha competitiva que se observa. • El deportista experimenta emociones positivas es decir agradable placer pasivo de seguridad en sí mismo y en una victoria fácil y asume una actitud tranquila pasiva ante las próximas dificultades.

La excesiva presión del deporte cuando este no respeta la persona, su ritmo particular, su edad, y que valore por encima de todo el resultado frente a la formación puede producir varios tipos de consecuencias:

• Físicas: pequeñas lesiones, fisuras musculares, esguinces, sobrecarga muscular. • Psíquicas: falta de seguridad en sí mismo, carencia de autoestima, falta de autonomía, imposibilidad de responsabilizarse, eliminación del disfrute, disminución del rendimiento escolar. • Afectivas: bloqueos, imposibilidad de relación, inhibiciones, perdida de la concentración en el estudio, dispersión.

También conlleva a que el atleta se vuelva desconfiado y muestre síntomas de inadaptación:

• Seleccionará un número de comportamientos en defensa de su ego, el que desafortunadamente interfiere con actuaciones extremas. • Se culpa a sí mismo del fracaso y toma poco crédito para el éxito, le temen tanto al fracaso como al éxito cuando compiten • No establece vínculos con los nuevos compañeros


• Le teme frecuentemente al fracaso lo que hace que cualquier situación competitiva una amenaza a su valor propio
• Son prisioneros psicológicos de su propia imagen negativa, se ven a sí mismos como perdedores y se convierten en perdedores
• Ellos esperan fracasar lo que los guía a un fracaso real.
• Critica en demasía el trabajo, las condiciones, las comodidades
• Se hace expulsar.

La poca previsión de lo anterior conlleva a que se presenten las deserciones en el deporte tomándose como causales:

• Poco éxito.
• Falta de motivación.
• Problemas con los entrenadores.
• Demasiado énfasis en la competencia.
• Entrenamientos muy duros.
• Aburrimiento.
ausencia de disfrute.
• Poco tiempo para jugar.

Lo anterior se puede evitar utilizando diferentes estrategias una de ellas consiste en el establecimiento de un programa de metas, el cual estaría orientado a mejorar:

• Clima y la atmósfera general. Por ejemplo, impuntualidad, pereza e indisciplina.
• La comunicación entre los miembros del grupo porque la cohesión aumenta cuando existen objetivos comunes y de grupo.
• E crecimiento personal. El deportista aprende a autodisciplinarse y desarrolla mecanismos de auto-control.


Bibliografía

GORBUNOV, G. D. (1988) Psicopedagogía del deporte, vneshtorgizdat, Moscú.

MORENO G. A. (2000) Las emociones en el deporte, Editorial papeles sueltos. Ibagué.

RUDIK, P. A. (1987) psicología de la educación física y el deporte, Editorial Pueblo y Educación, La Habana.

SMIRNOV, V. N. (1984) Manifestaciones emocionales y volitivas en la situación experimental de riesgo, Editorial Fizcult, Moscú


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