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El psicoanálisis de las vidas pasadas

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Autor/autores: Carlos Fuentes Samaniego
Fecha Publicación: 11/12/2020
Área temática: Psicología general .
Tipo de trabajo:  Artículo original

Jefe del Departamento de Anestesia del Instituto de la Visión, Torreón, Coahuila, México

RESUMEN

                 En el video 75 de mi canal de You-Tube, y que se llama “El psicoanálisis de las “vidas pasadas” se discute el papel del psicoanalista en el momento de tratar a pacientes que dicen tener un trauma emocional por algo que no está en su propia autobiografía y que se supone le sucedió en “otra vida”. El trauma, como enfermedad que perturba la vida del paciente, debe ser tratado, y la intervención psicoanalítica (la de hacerlo aflorar mediante hipnosis, afrontarlo bajo vigilancia y sugestiones, hasta hacerlo disminuir su intensidad y desaparecer) es un tratamiento que se ha mostrado válido. Sin embargo, en Occidente, el supuesto de que eso representa una “vida pasada” se ha convertido en una finalidad en sí, y la mercadotecnia bajo el lema de “conozca quien fue usted en su vida anterior” es ya un pingue negocio que ya ha dejado de ser ciencia para convertirse en ocultismo de circo.

     No dudo de que, como un negrito en el arroz, haya psiquiatras bien intencionados que lo único que tratan es de la mejoría del enfermo. Pero, en general, el mercado está dominado por gurus –ya sean médicos o legos- que buscan utilizar estos aspectos tan dramáticos de la regresión hipnótica para impresionar a observadores inexpertos, ineptos o poco analíticos. Mi propósito es explicar esas “vidas pasadas” como un “contagio”, algo que defino más adelante y que no implica nada del concepto de “reencarnación”. El fin de la psiquiatría (ya que “Pisqué” es alma y “iatros” quiere decir curandero), es curar a los enfermos mentales. Pero el psiquiatra es primero médico, y el objetivo de la Medicina, según Hipócrates, es aliviar el sufrimiento en general, en todos los seres humanos; no sólo de aquellos pacientes que pueden pagar a un psicoanalista, sino incluso de aquellos que están afectados anímicamente y no pueden, o no consideran que deberían, acudir a un psiquiatra. Porque la doctrina de la reencarnación, que en Occidente es mayoritariamente un negocio comercial, manejado sin una ética clara, en el Oriente muestra un lado más oscuro. En la India, hay castas que, bajo la creencia de la doctrina de la reencarnación, mantienen oprimidas a cientos de millones de personas. Los Shudras y los Harijan, o Dálits (los intocables) componen más de la mitad de la población total de la India.

       Me permito citar al sociólogo español Álvaro Fernández: “Con unas raíces enterradas en la religión hindú y otros factores históricos y culturales, la India mantiene hoy en día una estratificación que supone un obstáculo a superar para el ejecutivo indio. Tras la declaración de independencia que decía adiós al Imperio Británico, la población se sumergió en un conflicto social que sigue coartando los derechos humanos de millones de personas, con una cultura de castas, tribus y clases aún arraigada, por muchos artículos y garantías que pueda ofrecer el gobierno indio. El paso iniciado por Mohandas Gandhi para poner en evidencia la mala situación sufrida por las castas más bajas destaparía en la segunda mitad del siglo XX un puzle de difícil resolución: garantizar derechos y libertades para todo tipo de clases sociales, tribus y castas y la aceptación de las mismas. . . . . . .

        Creo que sería pues, interesante, el saber que la doctrina de lo Uno y lo Múltiple tiene una explicación para esas “vidas pasadas”, evitando el espinoso problema de la reencarnación, que obliga a aceptar una vida “por debajo de los derechos humanos más básicos” sólo para ascender en la escala Kármica. Mi interés no es religioso, sino científico: si una idea concreta se ha convertido  en una justificación para un sistema opresivo, esas ideas sí pueden discutirse y rebatirse.

        La teoría que uso para explicar el “contagio” a que me referí es la de lo Uno y lo Múltiple, la teoría científica más antigua del mundo. Dice Aristóteles  "Hay tradiciones fabulosas, diseñadas para persuadir al vulgo y para el servicio de las leyes y los intereses comunes. Pero hay una explicación que no carece de verosimilitud y que dice que las diversas artes (palabra que viene de artificio, artificial, técnica) y la filosofía fueron descubiertas muchas veces y muchas veces perdidas, lo cual es muy posible, y que estas creencias son, por decirlo así, despojos de la sabiduría antigua conservados hasta nuestro tiempo. " (Metafísica, Libro XII, Cap 8, al final) La Filosofía de que habla Aristóteles era lo que trajo Parménides desde Elea, y cuyo origen más lejano lo hallamos en la escuela de Mileto. El punto básico se explica en el Dialogo platónico Filebo, y es el siguiente: “Sócrates: -Los filósofos antiguos nos han legado el más grande de los regalos que ha recibido la humanidad: la teoría de que las cosas son, al mismo tiempo únicas y muchas. Ésta teoría, la de lo Uno y lo Múltiple, es como un regalo que los dioses han enviado a la humanidad a través de un nuevo Prometeo. ”, Y, cuando Filebo pregunta “¿Y por qué, si es tan importante, la teoría no es más conocida?”, Sócrates responde: “Porque no sabemos si ese ser (el Eidos, la Idea) es real o no. ” Los griegos son sólo transmisores de un conocimiento, puesto que el más antiguo del que sabemos de la escuela Milesia, Thales, no era griego. Tampoco lo era Anaximandro, que ya habla del Apeiron, el “sin límites”, que será el Uno en Parménides.

       Lo que sí quedó claro para la Academia de Artenas era de que “Pensar es hablar, ya sea de viva voz o para nosotros mismos” (Teetetes); y de que “El habla controla el recuerdo, puesto que sólo nos acordamos de lo que sabemos, y no de lo que no sabemos” (Menón) Lo interesante es que el Uno es una página en blanco, sin ninguna capacidad de pensar, lleno de impulsos que no son nuestros. Pero el habla mete recuerdos nuestros, que cubren al Uno como lo haría el azúcar al pasar sobre él a una galleta. Eso está en Alcibíades: “Sócrates: -¿Sabías eso que te he explicado? –No -¿Crees que lo sabes ahora? –Sí. –Así que antes no lo sabías –No. - Y, ¿te interesaba saberlo? – No, ciertamente. -¿Si no te lo hubiese yo explicado lo hubieses sabido? –Definitivamente no. – Y, si no te aplicas tú mismo y no te interesa, ¿Podrías haber llegado a saberlo por ti mismo? –No creo. ” La conclusión es: la mente es una página en blanco, y los conocimientos hay que sembrarlos.

        El siguiente paso importante para la teoría ocurre en el 401, con Agustín de Hipona. (Confesiones Libro X, Cap VIII y Libro XI, Cap. XVIII) “Todo lo que contiene la memoria ha sido introducido por los sentidos, por lo que veo, oigo, huelo, etc.   Y también está lo que digo, lo que me he dicho alguna vez, y es guardado allí en un presente eterno, puesto que la memoria está guardada en el espíritu, y el espíritu no tiene tiempos. La memoria no es sólo un dato guardado en un anaquel oscuro. Es la vida misma. ” Después de estar guardada varios siglos en Bizancio, la teoría es llevada a Florencia por el penúltimo emperador de Bizancio, quien tenía en su corte a Georgios Gemistos, apodado Platón. Eso ocurre alrededor de 1438. Marsilio Ficino, erudito italiano, funda la Nueva Academia Platónica en 1468, en la casa de Cosmo de Médici, su mecenas. Luego un monje dominico itinerante, Giordano Bruno, alumno de la escuela Florentina, la lleva a Inglaterra, pues es invitado a Oxford en 1582. Allí encuentra problemas con el clima político, pues los antiguos conventos están siendo transformados en Universidades, y Bruno sale de Oxford y se refugia en el aún monasterio dominico de Cambridge. Cuando la reforma alcanza al monasterio sale de allí (en 1685) y marcha a Italia, a su martirio, que ocurrirá en el año 1600 en la Plaza de Fiore, en Roma. Su estancia en Cambridge fue la más prolífica de su carrera y deja varios libros. Ellos, y su estoicismo por sus creencias le crea un nimbo de autoridad que persiste en el monasterio, ahora llamado Emmanuele College. De allí surgen los llamados “Platónicos de Cambridge”.

     En el Invierno de 1670-1671 John Locke, médico personal de Lord Shaftesbury y aún estudiante de Oxford (graduado en Westminster School de Londres, uno de los mejores colegios y discípulo favorito de grandes maestros, especialmente Thomas Sydenham) se reúne en sus aposentos del palacio de Exeter, en Londres, con Ralph Cudworth, rector del Emmanuele College, y éste, junto con varios platónicos, le transmiten la doctrina. Cudworth sabía de los Arquetipos, las figuras del Eidos, los representantes de las Ideas, pero creía que vivían en un mundo independiente, en el “Mundo de las Ideas”. Locke está fascinado por el concepto y le dedica muchos años. Al fin, en 1689, de regreso en Inglaterra, después de un exilio forzado en Holanda, le presenta al editor un libro enorme  que es una respuesta al problema de Cudworth (por entonces ya muerto), pero que está disfrazado de sermón (tema que también le gustaba a Locke). El libro que no menciona ni a Cudworth, ni a los platónicos, ni a Platón, y sólo dice: “este libro está dedicado a media docena de amigos que me introdujeron en el tema y advierto al lector que no trate de incluirse en este número. Si le saca algún provecho (por los sermones) me alegraré por él, pero si tiene algo que discutir, hágalo sólo o con otros, ya que de seguro yo encontraré algo mejor que discutir con él. ” Eso es exactamente lo que se espera de un sermón: que no permite réplica.   Pero hay un truco: antes de los sermones y entre uno y otro, mete la teoría del Uno y muchos sin mencionarla y disfraza el eidos platónico con la palabra idea del inglés de la época, cosa que David Hume va a calificar de “perversa” y jura que él mismo “dedicaría un completo Tratado sólo para devolver el uso convencional a la palabra idea según la lengua inglesa, cosa que el Sr. Locke tan perversamente ha tergiversado. ” Pero todo el artilugio lo hizo Locke para evitar la censura y para que sólo un selecto grupo lo entendiese. En esas épocas había que andarse con cuidado. El libro salió a la venta en 1690 y entre 1692 y 1693, en Salem, Massachusetts, colonia aún regida por leyes inglesas, fueron colgadas 17 mujeres y 50 ciudadanos (incluyendo un niño recién nacido) se pudrieron en la cárcel  por herejía.  En cambio Locke, favorito del Rey Guillermo de Orange y de su esposa (sólo otra cosa le encantaba casi tanto como la filosofía, y esa era la vida regalada de la corte inglesa) se saltó el Nihil Obstat Quominus Imprimatur (el permiso para imprimir) y se mantuvo fuera del Index Librorum Prohibitorum (que ordenaba la quema de libros ya impresos y ahora acusados de propagar ideas herejes)

      En realidad Locke sólo hizo cambios menores a la teoría de San Agustín, aunque ya era algo enorme, de por sí, el revivirla después de más de mil años. “La mente sólo contiene ideas, y toda idea es, o ha sido, una percepción efectiva. Y, si no ha sido una percepción efectiva, no estará nunca en la mente y,   si sí lo ha sido, estará allí y no podrá nunca ser destruida. ”(Libro II, Cap. II) “Las ideas sólo entran por medio de la sensación o por medio de la reflexión, y por ningún otro medio. La imaginación podrá jugar con ellas, pero las ideas simples, los materiales de que toda la reflexión y la fantasía se componen, son indestructibles. ” Y, ¿Por qué son indestructibles? Porque representan al arquetipo, y éste es eterno. ” (Libro II, Cap. XXX. 1: Las ideas consideradas en relación con sus arquetipos)

                 Hay dos grandes problemas con la teoría de Locke. El primero se refiere al Yo. Veamos: el ser múltiple obtiene su identidad de su cuerpo, es decir, de las Ideas Simples de la sensación. Luego vienen las Ideas Simples de la Reflexión, que son el habla; y la sensación de Yoidad animal (el uno en la fase dispersa, de Copia) se modifica, porque ahora el habla introduce asociaciones que liberan a la percepción del Programa animal (que es estrictamente motor y que le obliga a tener un solo recuerdo a la vez, el recuerdo pertinente según la fase del Programa que se esté ejecutando. Es obvio que ya en la simple denominación de “Copia” Y Molde o modelo se implica que hay un proceso de copiado: es decir, el Uno no pasa ya entero a ser una Copia, sino que lo hace por partes, sin dejar afuera la totalidad. Eso ya lo he explicado con diagramas: el Eidos es como una rueda que gira y que roza (se frota) en la Ousia, creando el exahípnes, el ahora.  De hecho el Parménides describe la relación entre la Copia y el modelo varias veces: “El modelo y la Copia, ya que participan, son idénticos, son uno y la misma cosa; El modelo, todo entero, está en cada una de las múltiples cosas, siendo él Uno; El modelo, que es Uno, se divide en partes, más, sin embargo, sigue siendo Uno. ” “Hay un cierto carácter, que es uno y el mismo en el modelo y en todas las cosas que son su copia” “A toda parte singular se le adosa lo Uno. ” A eso se le llama Participación: La Copia participa de las cualidades del Modelo). O sea, que si la percepción participa del arquetipo y e, por tanto, indestructible, y si todas las percepciones están en el presente, ¿Cómo maneja el Yo esa situación? Porque vemos en el animal un paso constante de lo Uno a lo múltiple, sin ningún problema mental, pero en el hombre está la “conciencia”, es decir, el Yo ficticio, meramente retórico, que produce el habla (la continua referencia al Yo esto, yo lo otro, yo acá, yo allá, etc. ) Es decir: ¿cómo logramos controlar al Yo retórico, necesario para adjudicarnos los recuerdos que el habla trae a colación (que son en sí mismos una percepción) con la percepción actual, la proporcionada por el sensorio? Y si a eso le sumamos el segundo problema, que sería el hecho de nuestra naturaleza múltiple, ¿cómo controlamos el yo retórico, informacional, para que mantenga nuestro, y no de otros?  Locke trata de resolverlo: en la Primera Edición dice (Libro II, Cap. X, de la Retención) “La mente posee la capacidad de revivir percepciones que tuvo alguna vez, agregando a ellas la percepción adicional de que las ha tenido ya antes. Mediante esta capacidad puede revivirlas otra vez, traerlas ante nuestra vista y hacer que vuelvan a aparecer para que sean objeto de nuestros pensamientos, sin la ayuda de las cualidades sensibles que las imprimieron allí por primera vez. ” Como Locke ya había dicho antes (Cap. II De las Ideas Simples) que “la mente no puede producirlas ni destruirlas” entonces nos enfrentamos que la principal tarea del Yo (que se implica en ese comentario de que todo recuerdo debe ir acompañado de una percepción extra, la percepción añadida de que eso es un recuerdo pasado, no una percepción actual)  es la de mantenerse intacto ante la embestida de contenidos informativos pasados indestructibles y siempre ansiosos por emerger. El Yo, la personalidad actual, es producto de una lucha continua por conservar la percepción en el presente, y no dejarnos avasallar por todos los contenidos ya pasados. El segundo problema, el de la invasión de contenidos extraños trata de resolverlo en la Segunda Edición, 1694, añadiendo un capítulo sobre la identidad Personal. Allí concluye: Nuestro Yo se extiende hasta donde se extiende nuestra memoria. Hasta allí donde se extienda nuestra memoria, hasta allí llegará nuestro Yo personal. Y explica esto de una manera muy gráfica: “Si yo me acordara de la construcción del Arca de Noé, de la misma manera en que me acuerdo de que el Támesis se congeló el último invierno y de que hace rato que estoy aquí escribiendo, el Yo que se acuerda del Arca, del Támesis y de aquí serán el mismo Yo. ” Extraña descripción, pero pareció zanjar las dificultades. Una limitación por medio de la memoria… Pero Locke no sabía nada de la hipnosis. ¿Y, si, mediante hipnosis, esa barrera de reconocer nuestros propios contenidos mnémicos se rompe y captamos memorias extrañas? Porque las dos soluciones de Locke se basan en mecanismos aprendidos de defensa que pueden ser bloqueados mediante la hipnosis.

      Nuestra explicación a la aparente “reencarnación”, es que el sujeto ha sufrido un “contagio” con otras personalidades; y luego capta ese contenido informativo (que no le pertenece a su propia personalidad) y luego exterioriza ese contenido durante la hipnosis para ser psicoanalizado. Ahora bien: bajo la teoría (el dogma común) de que la mente es algo que surge de reacciones fisicoquímicas que suceden dentro de nuestro cerebro, ¿por qué habría de ocurrir que un contenido psíquico provenga de algo que está fuera de nuestro cerebro? En cambio, bajo la teoría de lo Uno y lo Múltiple, tal y como fue expuesta por Sócrates y Locke, si somos, a la vez, uno y muchos, la pregunta sería, más bien, ¿cómo es que un organismo que es múltiple ha de lograr la proeza de ser Uno? En la naturaleza vemos a los animales adoptar las fases colectivas (la manada, la parvada, el banco de peces) en la cual su percepción y cualquier cosa que se relaciona a sus experiencias individuales,   quedan abolidas. Lo que un animal haría cuando actúa en solitario no es lo mismo que haría cuando actúa como una masa. Cuando actúan en manada, los seres gregarios, como bisontes o nús, se dirigen a los despeñaderos sin importarles nada más que seguir al grupo. Su propia percepción, sus propios recuerdos, quedan anulados. Y, si eso pasa en los animales, ¿por qué no ha de pasar en el hombre?

       Reiff Y Scheerer (La regresión hipnótica de edad, 1959) nos dice que el ego, la sensación de estar yo aquí y ahora, es altamente dinámico. A pesar de que hay “un reservorio de recuerdos de una magnitud tal que nunca hubiéramos imaginado, y de que todo se almacena capa por capa, sin que ninguna capa se mezcle con otra y pierda su vitalidad”, el Yo (o Ego) se forma como una estructura informativa extremadamente sensible, ingeniosa y astuta: la presente personalidad es una adaptación increíblemente fluida en la que se incluye lo olvidado y lo recordable. Pero lo olvidado y lo recordable no es porque haya ocurrido un deterioro de las supuestas trazas neuronales, sino porque los contenidos son ya incompatibles con el Yo actual. ” “La teoría de las trazas neuronales -dicen ellos- nos deja a oscuras para todo lo que hemos encontrado en la regresión hipnótica de edad. Se acepta que no es posible viajar hacia el pasado, pero eso es lo que hace justamente el paciente: todo vuelve a presentarse con su vividez original, como si acabara lo pasar, todo rodeado de recuerdos de los que no teníamos idea de que nos acordáramos antes de la hipnosis. La terapia se reduce entonces a hacerle revivir la experiencia, a la que llamamos “memoria”, una y otra vez, hasta que es analizable por el ego o personalidad actual, para que pierda su fuerza y se haga compatible dentro del ego presente. Cuando pierde su poder y el paciente puede ya recordarla como pasado, entonces la denominamos “remembranza”, una vista del pasado desde el presente. ”

    Vemos, pues, que el Yo de Locke, certificado por el casi mismo Yo de Reiff y Scheerer, es real, y que es el verdadero perceptor. Con todos sus mecanismos de defensa anulados por la hipnosis, se abre, ante influencias parasíticas de memorias externas que existen o que existieron, para representa fragmentarias series de “vidas” que no son nuestras. A aunque es posible reconocer en ellas una distinción radical en el tipo de percepción, la de verlas en forma panorámica, debiéndose esto a que sólo captamos las ideas simples de la sensación y no las de la Reflexión. Aunque el “regresado a vidas pasadas” puede ver lo que él cree ser una “vida#, no puede articular su nombre,   su dirección, si tuvo hijos, hermano ni  nada concreto que pertenezca al habla, puesto que el habla es una idea de la Reflexión. Esas visiones parasíticas no son reales “vidas pasadas” ni representan reencarnaciones, tal y como la teoría de la evolución Kármica nos hace tratar de creer. Incluso el hecho de que exista una cierta ley kármica que impone que nuestros conocidos en nuestra “vida presente” nos acompañen en las supuestas “vidas pasadas” se vuelve más lógica por medio de un “contagio” actual con quienes nos rodean, en vez de una necesidad Kármica que trata de hacer una maduración grupal en donde, por definición, cada uno expía sus propias culpas por separado.

       En el Video se explica también el cómo ese Yo creado por las ideas Simples de la sensación es modificado –en el humano- por las ideas Simples de la Reflexión, o sea, por el habla. Y es que el habla trae asociaciones, que modifican sutilmente la percepción, expandiéndola.  Percibimos lo mismo, pero expandido. En una sala de operaciones, el cirujano ve más cosas que el ayudante, o que el anestesista, o que la instrumentista y el circulante, aunque aparentemente todos puedan ver el campo operatorio. En la hipnosis sucede lo contrario: nos dormimos, pero el habla propia es substituida por el habla del hipnotista, y nuestro Yo de sueño se mezcla con residuos del Yo de vigilia (que desaparece, ya que estamos dormidos y entonces se forma un nuevo Yo de Sueño-Vigilia) y entonces el hipnotista controla nuestra percepción. Esta misma teoría se presentará en lo que será mi video número 77, que planeo llamar “Fantasmas, Aparecidos y Poltergeists. ” Es la aplicación de la teoría de que el Yo es el verdadero perceptor y de que es capaz de representar, como percepciones con diversos matices de realidad, contenidos verídicos de gente que anímicamente está muy cercana a nosotros. El Yo es un ente primariamente sensorial, que en el animal se modifica según el animal esté adjudicado a la fase dispersa o a la conjunta del Ser. Pero el habla influye en él, y se convierte en el revestimiento externo de la Copia, que es de naturaleza informacional, ya que ésta defensa o revestimiento está afectada por el habla. Eso está de acuerdo con Sócrates: pensar es hablar, y nos hablamos de lo que sabemos. Pero ¿qué es lo que sabemos más que todo? Que yo hago esto, o lo otro, o yo digo. Es decir: la primera defensa de nuestra yoidad es creernos, mentalmente,   separadas de cualquier otra gente que no sea nosotros. Pero esa separación es ficticia, y cuando la defensa se debilita, la información  es representada en el único modo que puede ese ente hacerlo. Como una percepción añadida a otra. Después de todo, hemos dicho que la percepción es memoria, y el habla maneja la memoria, haciendo asociaciones.

Palabras clave: psiconanálisis, vidas pasadas


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Enfermero salud mental - Croacia
Fecha: 14/01/2023



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