Las reacciones psicológicas que se dan en los sujetos en situaciones de catástrofe son semejantes a cuadros de ansiedad y depresión y afectan tanto a las víctimas como a los profesionales. Los objetivos de la intervención psicológica en catástrofes van a estar dirigidos a: - intervención psicológica inmediata en la situación de catástrofe, - seguimiento psicológico de los afectados posterior a la catástrofe; prevención y tratamiento del estrés postraumático, - evaluación y atención psicológica a profesionales que trabajan en situaciones de catástrofe.
Diferentes investigaciones han llevado a elaborar el conjunto de acciones y terapias específicas más beneficiosas en relación a cada uno de los objetivos propuestos. En la atención inmediata a la catástrofe es esencial un adecuado contacto psicológico, valorar el problema, analizar posibles soluciones y hacer un seguimiento. Tras la catástrofe y como prevención y tratamiento del trastorno por estrés postraumático son fundamentales la expresión de sentimientos y técnicas cognitivo-conductuales.
En la atención a los profesionales es necesario centrarse en el tratamiento del estrés y en el empleo de la técnica de desahogo psicológico. En el caso del síndrome de burnout las técnicas más usadas son la reestructuración cognitiva y relajación. A la vista de los resultados obtenidos en estas investigaciones podemos concluir que si acompañamos a la persona en la experiencia traumatizante, enseñándole habilidades y recursos y dando apoyo emocional, disminuiremos la probabilidad de aparición de conductas desadaptativas posteriores.
Asimismo, en el caso de los profesionales, una intervención terapeútica que enseñe al profesional a manejar conductas que incrementan su estrés mejora su calidad de vida y su adaptación al mundo laboral.
El CIPR (Procesamiento y Recuperación tras Incidentes Críticos).
Enrique Parada
Fecha Publicación: 01/01/2004