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Apoyo psicológico ante el desastre.

Autor/autores: Salvador Salazar
Fecha Publicación: 01/03/2006
Área temática: Psiquiatría general .
Tipo de trabajo:  Conferencia

RESUMEN

El Apoyo Psicológico no es más que apoyo humano realizado sobre bases científicas y capaces. En estos tiempos, en que la humanidad enfrenta complejos problemas, cada uno de nosotros con nuestra forma particular de vivir necesita algo más que la simple satisfacción de sus necesidades materiales para alcanzar un perfecto bienestar. La promoción, conservación y rehabilitación de la salud, tal como la entendemos, no es solo la ausencia de enfermedad sino también el logro del bienestar, lo que se convierte en una de las más altas prioridades a alcanzar.

Nuestra institución postula la adopción de nuevos estilos de vida y el establecimiento de servicios sociales para la rehabilitación, de conducta en hábitos dietéticos como el no consumo de alcohol y tabaco, la práctica del la ejercitación física, seguridad y protección, así como la participación en programas de promoción, prevención y detección temprana de la enfermedad. En el presente trabajo hacemos un breve inventario de nuestras prácticas diarias y de los servicios que prestamos enfrentando el estrés con un énfasis especial en nuestras experiencias con el estrés post-traumático y la prevención ante los desastres.

Palabras clave: Apoyo psicológico, desastre


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Apoyo psicológico ante el desastre.

Maria Dolores Maurisset Moraguez; Salvador Salazar; Lourdes Maria Roque.

Centro comunitario de salud Mental. “María Elisa Rodríguez del Rey Bocalandro”. Municipio de Arroyo Naranjo, Ciudad Habana, Cuba.

Resumen

El Apoyo Psicológico no es más que apoyo humano realizado sobre bases científicas y capaces. En estos tiempos, en que la humanidad enfrenta complejos problemas, cada uno de nosotros con nuestra forma particular de vivir necesita algo más que la simple satisfacción de sus necesidades materiales para alcanzar un perfecto bienestar.

La promoción, conservación y rehabilitación de la salud, tal como la entendemos, no es solo la ausencia de enfermedad sino también el logro del bienestar, lo que se convierte en una de las más altas prioridades a alcanzar. Nuestra institución postula la adopción de nuevos estilos de vida y el establecimiento de servicios sociales para la rehabilitación, de conducta en hábitos dietéticos como el no consumo de alcohol y tabaco, la práctica del la ejercitación física, seguridad y protección, así como la participación en programas de promoción, prevención y detección temprana de la enfermedad.

En el presente trabajo hacemos un breve inventario de nuestras prácticas diarias y de los servicios que prestamos enfrentando el estrés con un énfasis especial en nuestras experiencias con el estrés post-traumático y la prevención ante los desastres.

Abstract

Psychological support is nothing else than human support with a scientific and capable doing. In our time, when humanity affords complex problems, each of us, with our particular way of living, needs something more than simple satisfaction of materials needs to reach a perfect welfare. Promotion, conservation and reestablishment of health, as we understand it, not only as absent of ill but also as achievement of welfare, its becomes a higher priority to satisfy.  

Our Institution postulate promotion of new living styles and establishment of social rehabilitation services, conduct as dietetic no consume of alcohol and tobacco, practice of physical work, security and protection, participation in programs of promotion, prevention and early detection of sickness.  

We present a short inventory of our daily practices and services that we provide against stress, with an especial emphasis in our experience at posttraumatic stress and prevention dealing with disasters.



Introducción

Los efectos físicos de un desastre son generalmente obvios. Decenas o cientos o miles de personas pierden la vida. Los sobrevivientes sufren dolor e incapacidad. Hogares, lugares de trabajo equipos son dañados o destruidos. Los efectos emocionales a corto plazo de un desastre –miedo, ansiedad aguda, sentimientos de entumecimiento emocional y tristeza– también pueden ser obvios. Para muchas víctimas, estos efectos desvanecen con el tiempo. Pero para muchos otros, pueden haber efectos emocionales a largo plazo, tanto obvios como discretos.

Algunos de los efectos emocionales son respuestas directas al trauma del desastre. Otros efectos son respuestas a largo plazo de los efectos interpersonales, sociales y económicos del desastre. En cualquier caso, en la ausencia de tratamiento, casi el cincuenta por ciento o más de las víctimas de un desastre pueden desarrollar depresión duradera, ansiedad penetrante, desorden de estrés post-traumático u otras perturbaciones emocionales. Incluso más que los efectos físicos de los desastres, los efectos emocionales causan sufrimiento, incapacidad duradera y pérdida de ingresos.

No hay una receta única, aplicable universalmente para responder a los desastres. Los desastres vienen de muchas formas. Algunos, como los terremotos, huracanes y oleadas, son naturales; otros, como las guerras y los ataques terroristas, son causados por humanos. Algunos, como una violación o un incendio en un hogar, afectan solamente a una persona o a una familia; otros, como una bomba o un tornado, pueden afectar a cientos de personas o, como un terremoto o una guerra, pueden afectar comunidades y naciones enteras. Algunos, como los asaltos personales o la limpieza étnica, son infligidos intencionalmente a sus víctimas; otros, como los choques de aviones o accidentes industriales, a través del resultado de error humano o tecnológico, no son intencionados. Los desastres pueden durar poco, aunque sean devastadores, o, como es el caso de la hambruna y la guerra, pueden durar por años.

Tal vez la mayor fuente de variabilidad, tanto en los efectos de desastres y en las respuestas más apropiadas, surge de diferencias entre los países y culturas en donde ocurre el desastre. Se han sugerido dos componentes mayores de esta variabilidad:

Primero, el nivel y patrones de desarrollo económico varían de país en país. Los países ricos se enfrentan a desastres con recursos humanos y riquezas materiales, una infraestructura de salud médica y mental bien desarrollada, y un sistema eficiente de transporte y comunicación. Mientras estos no son protección en contra de efectos directos del desastre, facilitan en gran medida las respuestas al desastre. En contraste, a los países pobres les faltan estos recursos.

Segundo, muchas características de países pobres hacen a sus personas más vulnerables a los efectos de un desastre. Los hogares abajo del estándar son destruidos más fácilmente por los fuertes vientos de huracanes y ciclones. Las viviendas de los pobres, agrupadas en planicies de inundación y laderas inestables de las montañas, son especialmente vulnerables a las inundaciones. La deforestación desestabiliza las laderas de las montañas y contribuye a la devastación de las inundaciones. La malnutrición crónica y el status de salud pobre reducen la resistencia a enfermedades infecciosas en albergues y campos de refugiados.  

Aunque lo anterior es cierto los huracanes que azotaron recientemente a Nueva Orleans y Luisiana en Estados Unidos y al occidente cubano demostraron dramáticamente que la diferencia en riqueza no es causa por sí sola. Mientras que el manejo burocrático gubernamental, ineficiente, con poco personal y sin preparación, a lo que es posible que se haya unido un trasfondo racista, convirtió el azote a las costas estadounidenses en un verdadero desastre del cual aún hoy, meses más tarde, no se vislumbra una recuperación; en cambio Cuba sigue siendo la excepción de la regla entre los países pobres al demostrar que con voluntad política es posible hacer mucho en este sentido.  

El manejo cubano ante los huracanes, para citar tan solo un ejemplo, es tomado como modelo de atención por los organismos internacionales e incluso recomendado a las naciones del primer mundo. En este sentido, la habilidad para comprometer a las comunidades en un proceso de aprendizaje mutuo, para permitir a las personas definir sus propias necesidades y de respetar las creencias y tradiciones locales son tan esenciales como las habilidades específicas de salud mental. Los desastres afectan no sólo a individuos, sino pueden romper la tela de la vida social en comunidades grandes, incluso en países enteros. Amenazan los lazos que unen a las personas unas a otras y a un sentido de comunidad. Debido a que tanto los desastres como las respuestas a desastres afectan a estratos sociales diferentes de diferente manera, pueden exacerbar las tensiones sociales o, por el contrario, pueden temporalmente unir a las comunidades. Conceptualizamos tanto los efectos del desastre y sus respuestas apropiadas no como puramente psicológicos, ni como puramente sociales o económicos, sino como psicosociales.

Nuestro objetivo es mitigar los efectos emocionales de los desastres. El término “desastre” puede ser interpretado muy ampliamente para incluir una gran variedad de incidentes. En un extremo están los incidentes que afectan a una sola persona como, por ejemplo, un asalto personal o un accidente de automóvil. En el otro extremo están las calamidades masivas que afectan a millones de personas a lo largo de un período de muchos años como los huracanes e inundaciones en Centroamérica y también aquellos que pudieran denominarse desastres “típicos”: desastres que afectan al menos a unas pocas docenas de personas como, por ejemplo, un accidente de ómnibus.

El asunto básico en la intervención psicosocial después de los desastres es transformar a aquellos afectados de víctimas a sobrevivientes. Lo que los diferencia es que la víctima se siente sujeta a una situación en la que no tiene control sobre su ambiente o sobre sí misma, mientras un sobreviviente ha recobrado un sentido de control y es capaz de cumplir con las demandas de cualquier dificultad que lo confronta. Una víctima es pasiva y dependiente de otras; un sobreviviente, en cambio, es capaz de tomar un papel activo en los esfuerzos para ayudar a su comunidad y a sí mismo para recuperarse del desastre.

El Centro Comunitario de Salud Mental “María Elisa Rodríguez del Rey” del Municipio de Arroyo Naranjo, viene trabajando desde su fundación en el año 1989, en coordinación con la Cruz Roja Cubana, entre otras líneas de acción con las víctimas de desastres brindándoles apoyo psicológico. De esta forma hemos podido evaluar las reacciones de estrés experimentadas, con sus secuelas de ansiedad y depresión, a raíz de una situación con connotaciones de desastre, el grado de afectación con sensaciones físicas, emocionales, cognitivas, conductuales y cambio de vida e indagar acerca de la aparición de las mismas; si se presentaron de forma inmediata o demorada, incluso si en momento actual aún les afecta, el estrés causado por el desastre.

Cada vez resulta más evidente que solo a través de la cultura el ser humano puede superar las ataduras que aun lo unen a lo animal y crecer emocionalmente. Nuestro Martí nos lo señaló, como parte fundamental de su legado "ser culto es el único modo de ser libres", afirmó y la Revolución nos plantea actualmente la meta de "masificar la cultura", hacer que todo el pueblo cubano sea culto, el pueblo más culto de la tierra, bien distanciado de la cultura de masas que pretende imponer la globalización neo-liberal.  

La cultura en salud nos hará saludables: salud física y mental, porque ambas son una sola, ya que el ser humano es algo único e indivisible, una unidad biológica, psicológica y social. ello implica realizar innumerables actividades dirigidas a la creación de una cultura ante el desastre: exige la presencia del equipo de salud mental en la escuela, la familia, el hogar, el centro de trabajo, la casa de abuelos y el hogar de ancianos, el materno-infantil, el de impedidos físicos y mentales, el círculo infantil y mantener además una estrecha comunicación con la comunidad que le permita integrarse de lleno a la solución concreta de los problemas emocionales que origina el desastre, ya se trate de lo individual, lo familiar o lo comunitario en general.


Resulta de vital importancia que cada miembro de nuestra comunidad conozca qué hacer y cómo hacerlo, además de tener una visión más adecuada de los desastres. En esta capacitación hemos incorporado técnicas psicoterapéuticas que han resultado de extrema utilidad, en la creación de un clima comunitario armonioso que constituye premisa fundamental. A ello sumamos la labor desplegada por nuestro Departamento de Trabajo Social el que visita en terreno a estos pacientes, analizando y atendiendo sus necesidades materiales más perentorias.  

De un primer paso que consistió en el diagnóstico de salud de la comunidad, donde emergieron las necesidades más sentidas de la población, se pasó a un trabajo sostenido en dos variantes: por una parte el trabajo con los lideres formales e informales de la barriada, realizándose un importante accionar intersectorial donde se coordinaron una serie de acciones importantes para mejorar el modo de vida de la comunidad y por otra parte se hizo un importante trabajo terapéutico a través de grupos educativos, de apoyo psicológico, reflexión y psicoterapia, con población en edades y situaciones vulnerables.

Mención aparte merece el trabajo realizado con un grupo importante de niños y niñas de esta comunidad los que están participando en actividades grupales donde el motivo principal está en el aprendizaje y práctica de la danza, como valiosa forma de expresión a través del cuerpo de sentimientos y emociones, lo que permite canalizar trastornos, tanto de conducta como del desarrollo, propios de la edad. Se ha logrado además que estos grupos participen e interactúan con otros similares existentes en otros municipios de la ciudad, lo que ha propiciado un acopio de nuevas experiencias y un enriquecimiento de sus vidas espirituales. Otros grupos de niños han venido trabajando a través de representaciones culturales (socio dramas) donde se ejerce un mensaje educativo, en especial en temas sobre la violencia intra familiar, los roles de género, los hábitos de limpieza, la armonía familiar, etc.  

Conocemos de la existencia de numerosas familias con problemas en su funcionamiento lo que influye en los hijos: discusión, mala comunicación, entorpecimiento del proceso educativo y de orientación, sufrimiento en la madre, alteración y agresividad en el padre. ¿Qué hacer para modificar la interrelación familiar y poder apoyar al ser querido víctima de la enfermedad mental o que se encuentra en un momento critico de su vida. ¿Cómo debemos afrontar el estrés, la ansiedad, la depresión? La respuesta es capacitar a padres y familiares para que puedan ejercer mas eficientemente la labor educativa. Le asignamos a la familia una gran influencia en aportar conocimientos y desarrollar capacidades y habilidades. La familia constituye el entorno más directo y continuo durante todos los procesos formativos de la personalidad, su influjo subyace en las relaciones interpersonales de cada uno de nosotros. Pero no olvidemos que maestros y profesores tienen también la misión de la formación integral de la personalidad de sus alumnos y a ellos también va dirigido nuestro trabajo.

Para lograr estos objetivos desarrollamos programas para el desarrollo y ajuste personal, dirigidos a sectores de alto riesgo y a los problemas presentes en las etapas de transición del desarrollo; a los problemas de la vida cotidiana, y a la promoción de comportamientos que facilitan la salud. Programas dirigidos a alcohólicos, drogadictos y obesos; para modificar contextos de alto riesgo como son los barrios marginales; grupos de auto ayuda para brindar información y apoyo emocional; trabajo a favor de la integración de los pacientes psiquiátricos a la comunidad y en general promover la participación y desarrollo comunitario.


Objetivos

Global:

- Contribuir a la prevención y rehabilitación de la población ante situaciones de desastre a través de la realización de un programa de acciones preventivas ante los desastres esperables en función de las características geográficas y urbanísticas de la población que atendemos, y de acciones encaminadas al restablecimiento de una condición emocional adecuada en casos en que los desastres ocurran.


Específicos:

- Capacitar por escalones y a diferentes grupos con herramientas y habilidades que permitan el fortalecimiento y asunción de roles positivos ante situaciones de desastres, a fin de que dominen los fundamentos teórico-prácticos en lo relativo al desastre.

- Seleccionar al personal idóneo dotándolo y motivándolo para que asuman su rol ante cada situación.

- Lograr que cada estado, en cada ciudad y país, se sensibilice para facilitar el fomento de una red que garantice la solución de disímiles situaciones de desastre.


Desarrollo

Después de haber seleccionado el personal por grupos a fin de cumplimentar los objetivos ya mencionados se comienza a aplicar MERESIDE, esto es un conjunto de metódicas para lograr en casos de desastre las respuestas emocionales positivas para sí y con los demás, por el equipo de Salud Mental de cada comunidad donde quiera que éstos existan.

Se trata de un programa flexible, no esquemático, basado en nuestras prácticas y experiencias de trabajo cubano el que resulta viable gracias a nuestro sistema social. El mismo cuenta de los siguientes momentos:

Primero: La exploración a través de técnicas participativas del conocimiento y características de personalidad de cada participante.
- Caldeamiento específico e inespecífico.
- Psicodrama
- Lluvia de ideas
- Otros
Segundo: Desarrollo de técnicas que permitan su conocimiento versus desconocimiento y vulnerabilidad de estas personas frágiles.

MERISIDE propone su abordaje con los siguientes temas de psicoterapia de Grupo:
- personalidad para fortalecerlos y cultivarlos.
- Aceptación de rasgos normales, aportando autoconocimiento, lo cual aumenta la seguridad y la autoconfianza.

Tercero: Trabajar, mediante tareas técnicas comportamentales, las cualidades de esta personalidad positiva y negativa enlazándola con lo positivo y negativo de todo lo que nos rodea, todo lo cual nos ayuda a elaborar las metas en nuestra vida. Analizando nuestra línea de vida, la importancia que tiene el aquí y el ahora, sin miedos ni culpas a fin de fortalecer nuestra personalidad.  

Cuarto: Para trabajar el espacio personal y vínculos amorosos MERESIDE propone hacer un análisis de esta temática, de los estudios de relación entre los seres humanos, en el marco de la familia, vecinos, compañeros de trabajo, amigos, sociedad acorde al código de cada uno: la unión, la fusión, la separación, la libertad, la contención, la tolerancia.

Quinto: Sexualidad como componente psicológico de la personalidad que determina nuestro comportamiento abordando un enfoque de género actualizado, temas de violencia, el uso del poder en la relación sexual.

Sexto: Uso de otras herramientas específicas, profesionales como:
Desdoblamiento de la personalidad.
Visualización de las quejas cotidianas
Razón y Espíritu
Comportamiento y reflexión.
Reflexiones filosóficas sobre salud mental.
Aplicación de terapia Su-Yok (Microsistema manos, cara y orejas)


Resultados

Nuestra historia de trabajo sostenido en y para la comunidad durante más de quince años como institución y más de veinte de trabajo en los espacios de la comunidad y en específico en el campo del apoyo psicológico en estrecha coordinación con la Cruz Roja Cubana nos avalan. La calidad de los servicios que prestamos está garantizada por el alto nivel y calificación de nuestros profesionales y técnicos, además de su calidad humana lo que nos ha valido la condición de centro promotor para la salud mental.  

A través de grupos focales hemos podido evaluar durante este tiempo, en el que nuestro país ha sido amenazado y azotado por fenómenos naturales, por el bloqueo y por la guerra, obteniendo excelentes resultados donde se refleja:

1. Importancia de mantenerse en contacto a través de los medios masivos de comunicación (especialmente del radio y la televisión) de las orientaciones emanadas de la Defensa Civil.

2. Confianza plena en la utilidad y exactitud en tiempo y forma de estas medidas.

3. Seguridad de que independientemente de cuáles sean las afectaciones provocadas por la catástrofe vendrá posteriormente y en corto tiempo una respuesta constructiva por parte del estado.

4. Presencia constate de los líderes de la revolución en la zona de desastre dando aliento y dirigiendo personalmente las tareas a realizar en la fase de recuperación.

5. Importancia del trabajo que realizan los activistas, tanto los organizados por el Centro directamente o a través de la Cruz Roja, muy especialmente en cuanto al apoyo psicológico que brindan a la población afectada.

6. Bajos niveles de estrés, ansiedad y depresión detectados en la población tratada.


Conclusiones

- Es importante la participación del Estado en la organización y apoyo de todas las actividades a desarrollar en situaciones de desastre o amenaza.
- Se requiere de una estructura multidisciplinaria que garantice el éxito de la actividad de apoyo psicológico.
- Es necesario contar con un presupuesto para desplegar estas acciones.
- Se demuestra en nuestra experiencia que cuando las personas están preparadas y cohesionadas ante estas situaciones se puede atenuar el daño y sus secuelas.
- MERESIDA es eficaz en el trabajo de Apoyo Psicológico.
- Todos los países, comunidades, seres humanos podemos sufrir de cerca en cualquier momento de nuestras vidas la amenaza de una situación de desastre.
- Saber qué hacer y cómo hacerlo reduce las pérdidas y el daño.


Bibliografía

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