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Eficacia de la Quetiapina en la sintomatología ansiosa y depresiva asociada a la fibromialgia.

Autor/autores: F. Rico-Villademoros
Fecha Publicación: 01/03/2006
Área temática: Psicología general .
Tipo de trabajo:  Conferencia

RESUMEN

Objetivo: Evaluar la eficacia de la quetiapina en la fibromialgia y, específicamante, la sintomatología ansiosa y depresiva asociada a esta patología.

Metodo: La muestra incluyó 36 pacientes con fibromialgia de 33-65 años de edad, 35 mujeres /1 varon. La quetiapina se administró en dosis flexible (25-100 mg/día) durante 12 semanas. La evaluación de los pacientes, justo antes y en las semanas 4, 8 y 12 tras iniciar tratamiento, se realizó mediante las siguientes escalas: escala de impacto de la fibromialgia (FIQ), inventario de depresion de Beck (BDI), inventario de ansiedad de estado y rasgo (STAI) y escalas de impresión clínica global de severidad (ICGs) y mejoría (ICGm).

Resultados: La quetiapina redujo de forma clínica y estadísticamente significativa la puntuación de la FIQ (P=0. 005). Se redujeron, asimismo, las puntuaciones del BDI (P=0. 009) y el STAI (P=0. 02 para el estado y P=0. 005 para el rasgo) en aquellos enfermos con niveles basales de depresión y/o ansiedad clínicamente relevantes. La tolerabilidad del fármaco fue buena. Seis pacientes abandonaron el estudio.

Conclusión: La quetiapina parece eficaz en el tratamiento coadyuvante de la fibromialgia, mostrando un destacado perfil ansiolítico y antidepresivo.

Palabras clave: Quetiapina, fibromialgia


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Eficacia de la quetiapina en la sintomatología ansiosa y depresiva asociada a la fibromialgia.

Gloria López de Lerma; E. P. Calandre; F. Rico-Villademoros; J. Hidalgo.

Instituto de neurociencias. Facultad de Medicina.  
Universidad de Granada

Resumen

Objetivo: Evaluar la eficacia de la quetiapina en la fibromialgia y, específicamante, la sintomatología ansiosa y depresiva asociada a esta patología.  

Metodo: La muestra incluyó 36 pacientes con fibromialgia de 33-65 años de edad, 35 mujeres /1 varon. La quetiapina se administró en dosis flexible (25-100 mg/día) durante 12 semanas. La evaluación de los pacientes, justo antes y en las semanas 4, 8 y 12 tras iniciar tratamiento, se realizó mediante las siguientes escalas: escala de impacto de la fibromialgia (FIQ), inventario de depresion de Beck (BDI), inventario de ansiedad de estado y rasgo (STAI) y escalas de impresión clínica global de severidad (ICGs) y mejoría (ICGm).  

Resultados: La quetiapina redujo de forma clínica y estadísticamente significativa la puntuación de la FIQ (P=0. 005). Se redujeron, asimismo, las puntuaciones del BDI (P=0. 009) y el STAI (P=0. 02 para el estado y P=0. 005 para el rasgo) en aquellos enfermos con niveles basales de depresión y/o ansiedad clínicamente relevantes. La tolerabilidad del fármaco fue buena. Seis pacientes abandonaron el estudio.  

Conclusión: La quetiapina parece eficaz en el tratamiento coadyuvante de la fibromialgia, mostrando un destacado perfil ansiolítico y antidepresivo.



Introducción

La fibromialgia es una patología de etiología desconocida que se caracteriza por dolor generalizado que puede llegar a ser incapacitante. Casi siempre se acompaña de otros síntomas, tales como sueño no reparador, cansancio, debilidad y rigidez matutina.  

Esta patología suele presentar comorbilidad con otras enfermedades entre las que destacan síndrome de fatiga crónica, migraña, depresión, disfunción temporomandibular, colon irritable y trastorno de estrés postraumático (1).
Su prevalencia es difícil de estimar, porque puede confundirse con otras patologías que cursan con dolor crónico. Según Grant y cols en el 2003 (2), afecta diez veces más a la mujer que al hombre y se observa con mayor frecuencia en pacientes de mediana edad, aunque también ha sido descrita en adolescentes.  

Los criterios diagnósticos para definir, diagnosticar y clasificar el síndrome de fibromialgia según el Colegio Americano de Reumatología del 1990 son (3):

- Dolor difuso y generalizado de carácter crónico y de más de tres meses de evolución.

- Hipersensibilidad dolorosa en 11 o más de los 18 puntos dolorosos de localizaciones precisas llamados “puntos sensibles”.

- ausencia de otra enfermedad sistémica que pudiera ser la causa del dolor.  

Esta enfermedad está influida por factores biológicos, psicológicos y sociales del paciente que la sufre. Algunos investigadores consideran el dolor crónico como un trastorno psicofisiológico, derivado de una mala adaptación del paciente a su estado y medio que le rodea, dando lugar a alteraciones conductuales, cognitivas y emocionales que interactúan entre sí (4). La mayoría de las manifestaciones psicológicas de estos pacientes pueden considerarse como aspectos secundarios del dolor crónico. Así, cuando el dolor se hace crónico puede aparecer ansiedad y depresión. El paciente con dolor crónico reduce su actividad física, siente desamparo y desesperanza, deja de hacer actividades sociales y presenta cambios emocionales y afectivos negativos (5).  

Se sabe que la fibromialgia está asociada con depresión y ansiedad (6). Estas variables psicológicas están implicadas en el desarrollo y mantenimiento del dolor persistente e incapacidad funcional (7).  

Dado que la fibromialgia es una enfermedad cuya fisiopatología no es bien conocida carece de medidas terapéuticas especificas. El tratamiento farmacológico está orientado fundamentalmente para aliviar los síntomas de la enfermedad. La investigación sobre la eficacia de la medicación utilizada para tratar esta enfermedad es poco consistente en la mayoría de los casos. Se sabe que los analgésicos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) no son eficaces en el tratamiento a largo plazo de la enfermedad aunque si son útiles para aliviar las exacerbaciones dolorosas de la misma (8, 9). Los opiáceos sólo son útiles en una minoría de pacientes con dolor severo y refractarios a otros agentes (10). Los glucocorticoides no parecen indicados como alternativa terapéutica de mantenimiento adecuada, considerando la toxicidad crónica de este grupo de medicamentos. Los antidepresivos suelen ser los fármacos mas utilizados en el tratamiento crónico de la fibromialgia, existiendo ensayos clínicos que avalan su eficacia (11, 12). Los hipnóticos y miorrelajantes suelen ser efectivos para mejorar la calidad del sueño, pero no el dolor generalizado (13). Los antiepilépticos han sido poco estudiados, habiéndose realizado tan sólo un ensayo clínico de pregabalina (14).

Recientemente se ha sugerido que los antipsicóticos tienen eficacia analgésica (15, 16). Por ello, dada la escasez de medicamentos útiles para el tratamiento de la fibromialgia, nuestro grupo de investigación decidió evaluar la efectividad de algunos de estos fármacos en el tratamiento coadyuvante de la fibromialgia. El primer fármaco valorado, la olanzapina, demostró ser eficaz a este respecto aunque sus numerosos efectos adversos limitaron sensiblemente la eficacia del tratamiento (17).

El segundo fármaco seleccionado dentro de esta investigación fue la quetiapina, debido tanto a su probada eficacia en la mejoría de la calidad del sueño (18) como a su buena tolerabilidad, ya que, como es bien sabido, los pacientes fibromiálgicos son extremadamente sensibles a los efectos indeseables de los fármacos (19).  

El objetivo de la presente comunicación es evaluar de forma específica la actividad de la quetiapina frente a los síntomas ansiosos y depresivos de la fibromialgia dentro del contexto de un trabajo más amplio que valoró también su actividad frente al sueño y la calidad de vida de estos enfermos.


Método

La muestra incluyó 36 pacientes con fibromialgia de 33-65 (48±7, 7) años de edad, 35 mujeres y 1 varón. Todos los pacientes eran parciales o totalmente refractarios a la medicación convencional, tal como AINE, antidepresivos y/o miorrelajantes. Cada paciente prestó su consentimiento informado por escrito y se le garantizó la confidencialidad de sus datos.

La quetiapina fue administrada en dosis flexible durante 12 semanas. La dosis inicial fue de 25 mg diarios, que se ajustaron progresivamente en función de la eficacia y la tolerabilidad del fármaco en cada caso.

La evaluación de los pacientes fue realizada mediante las siguientes escalas: 

- escala de Impacto de la fibromialgia (FIQ): evalúa la sintomatología de la enfermedad.

- inventario de depresión de Beck (BDI): evalúa los síntomas depresivos del paciente.

- inventario de ansiedad de estado y ansiedad rasgo (STAI): son dos inventarios, uno evalúa los síntomas de ansiedad como estado emocional y el otro evalúa la ansiedad como rasgo de personalidad.

- escala de impresión clínica global de severidad (ICGs): evalúa la gravedad de la enfermedad desde el punto de vista del paciente sobre una escala de 7 puntos. Cada punto de la escala equivale a un estado del paciente siguiendo un orden ascendente, desde un estado sin enfermedad (1 punto) a un estado gravemente enfermo (7 puntos).

- escala de impresión clínica global de mejoría (ICGm): evalúa la mejora detectada por el propio paciente sobre una escala de 7 puntos, siguiendo un orden descendente, desde empeorado (7 puntos) a muy mejorado (1 punto).

La evaluación se realizó en diferentes tiempos. El Beck, el STAI y la ICGs se administraron justo antes y después de finalizar el tratamiento. La FIQ en todas las evaluaciones (basal, cuarta, octava y duodécima semana de tratamiento), y la ICGm en las semanas 4, 8 y 12.  

El análisis estadístico se realizó utilizando la metodología de análisis de Intención de Tratar (ITT) arrastrando la última observación realizada por el enfermo previo al abandono del estudio, siempre y cuando llegara a comenzar el estudio.  

Para la valoración estadística de los resultados se aplicó la t de student de muestras apareadas técnica estadística para analizar los datos cuantitativos del FIQ, Beck y STAI. Para los datos cualitativos de los efectos adversos de la medicación y los datos del ICGm se recurrió a la estadística descriptiva.


Resultados

Escala de impresión clínica global de mejoría (ICGm):
Tal y como es habitual con la administración de esta escala, se consideraron como pacientes respondedores a la medicación aquellos que obtuvieron una puntuación de 1 (mucho mejor) o 2 (bastante mejor). Se observó una mejoría progresiva del número de respondedores, siendo las cifras de 4 (12. 5%) en la cuarta semana, de 7 (22. 6%) en la octava semana y de 12 (40%) en la duodécima semana.


Escalas de impresión clínica global de severidad (ICGs):
Los resultados obtenidos reflejaron que la quetiapina redujo de forma estadísticamente significativa la puntuación del ICGs (P=0, 006). Se observó una puntuación media menor al final del tratamiento (4, 52±1, 37) comparado con la evaluación basal (5, 19±0, 98), habiendo reducido hasta casi 1 punto la severidad de la enfermedad percibida por el paciente.


Escala de Impacto de la fibromialgia (FIQ):
Como puede observarse en la siguiente gráfica, la quetiapina redujo de forma clínica y estadísticamente significativa la puntuación del FIQ.

 


Gráfica 1.


Inventario de depresión de Beck (BDI): 
Para este análisis estadístico se escogieron a aquellos enfermos que tenían una puntuación basal >18, clínicamente significativa para el diagnóstico de depresión. Los resultados del análisis reflejaron una reducción estadísticamente significativa en las puntuaciones del Beck. Se observó a 28 (77, 7%) enfermos que puntuaban >18 en la evaluación basal, en 11 (39, 28%) de los cuales sus puntuaciones cayeron por debajo de 18 puntos.

 


Gráfica 2.


Inventario de ansiedad de estado y ansiedad rasgo (STAI): 
Para este análisis estadístico se escogieron a aquellos enfermos con niveles basales de ansiedad clínicamente relevantes, con una puntuación >34 tanto para el inventario que evalúa ansiedad estado como ansiedad rasgo. Como puede observarse en las gráficas la quetiapina redujo de forma clínica y estadísticamente significativa tanto la puntuación de estado como la del rasgo. Se observó que 24 (66, 6%) enfermos puntuaron >34 en la evaluación basal del estado de ansiedad y 5 (20, 83%) de los mismos, lograron reducir su puntuación en la evaluación final hasta alcanzar la normalidad. Por otro lado, 24 (66, 6%) enfermos puntuaron >34 en la evaluación basal de ansiedad rasgo y 3 (12, 5%) de ellos, redujeron su puntuación por debajo de 34 en la evaluación final.

 


Gráfica 3.



Gráfica 4.


La tolerabilidad del fármaco fue buena. Seis pacientes abandonaron el estudio, de los cuales, solamente 1 por efectos adversos a la medicación. En la siguiente tabla, se presentan los efectos adversos observados con mayor frecuencia a lo largo del estudio

 


Tabla 1.


Discusión

Tan sólo se conoce un estudio de la eficacia de la quetiapina sobre la fibromialgia. En este, Shemo y cols (20), observaron los beneficios de la quetiapina en el tratamiento de 7 mujeres con fibromialgia, destacando que la quetiapina redujo el dolor, la sintomatología afectiva y mejora la calidad de sueño de estas pacientes. Sin embargo, no fue posible compararlo con nuestro trabajo debido tanto a lo reducido de la muestra, como que se trata de una comunicación de un congreso, que no ha sido posteriormente publicada y en el resumen publicado no se proporcionaban detalles de la metodología aplicada.  

Este perfil ansiolítico y antidepresivo de la quetiapina ha sido estudiado generalmente en enfermos psicóticos (21). Un estudio de Sajatovic y cols, comparó la eficacia de la quetiapina con la risperidona sobre los síntomas depresivos de pacientes psicóticos con trastorno esquizoafectivo, trastorno bipolar, depresión mayor, trastorno delirante, demencia de tipo Alzheimer y demencia vascular. La quetiapina redujo los síntomas depresivos en mayor medida que la risperidona (22).  

El tratamiento de trastornos de ansiedad y depresión con inhibidores selectivos de recaptación de serotonina (ISRS) ha sido generalmente efectivo en numerosos estudios. Sin embargo, un pequeño grupo de pacientes que fue tratado con ISRS, continuó presentando síntomas de ansiedad. Adson y cols, evaluaron la eficacia de la quetiapina como tratamiento complementario al utilizado en pacientes con inhibidores selectivos de recaptación de serotonina. Administraron quetiapina a enfermos que tenían síntomas persistentes de ansiedad después de haber sido tratados con un inhibidor selectivo de recaptación de serotonina. La quetiapina redujo los síntomas de ansiedad de estos pacientes. Este estudio sugirió la posibilidad de utilizar la quetiapina como tratamiento coadyuvante con el uso de inhibidores selectivos de recaptación de serotonina, para reducir con mayor eficacia los síntomas de ansiedad y depresión (23).

No obstante, se sabe que la quetiapina mejoró los síntomas de ansiedad y depresión asociadas a diversas psicopatologías (24). Finalmente, en lo que a su potencial antidepresivo se refiere, la quetiapina ha demostrado ser muy efectiva en el tratamiento de depresión bipolar, considerándose actualmente como una de las alternativas terapéuticas de elección para su tratamiento (25).


Conclusiones

Los resultados del presente estudio sugieren que la quetiapina es eficaz en la reducción de la sintomatología ansiosa y depresiva asociada a la fibromialgia, mostrándose asimismo efectiva en la reducción de la sintomatología general de la enfermedad, y siendo escaso su perfil de efectos indeseables.


Referencias bibliográficas

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