Desde el año 2003 se desarrolla un Programa de prevención denominado "Promoviendo un Estilo de Vida Saludable" llevado a cabo por la Brigada Médica Cubana en la República de Honduras. Este Programa tiene entre sus objetivos prevenir el uso de drogas, complicaciones y brindar asistencia a los estudiantes de la enseñanza media, mediante la información y promoción de estilos de vidas saludables entre los profesores, familiares y fundamentalmente en los adolescentes con un efecto multiplicador.
La investigación realizó una evaluación en cinco institutos de la ciudad de Siguatepeque, Departamento de Comayagua antes del comienzo del Programa (Año 2002) y posteriormente (Año 2005) mediante un instrumento compuesto por ocho variables (cinco variables que exploran el nivel informativo de los jóvenes en relación con las sustancias más utilizadas (percepción de riesgo de consumo) y tres variables en relación con el uso de las mismas sustancias por parte del estudiantado alguna vez en sus vidas (prevalencia de consumo de vida). El Programa Promoviendo un Estilo de Vida Saludable ha sido efectivo en la prevención de las adicciones, ha logrado sus mejores resultados en el nivel informativo (percepción de riesgo) alcanzado por los estudiantes beneficiados por dicho Programa, pero también disminuyendo la prevalencia de vida para el consumo o sea el uso de algún tipo de droga legal o ilegal durante su vida.
Educación, adolescentes y adicciones en la ciudad de Siguatepeque. Años 2002 y 2005.
Octavio Gárciga Ortega (1); Bárbara Jiménez Hernández (2); Gilda Malagrida Ácea (2).
Resumen
Desde el año 2003 se desarrolla un Programa de prevención denominado “Promoviendo un Estilo de Vida Saludable” llevado a cabo por la Brigada Médica Cubana en la República de Honduras. Este Programa tiene entre sus objetivos prevenir el uso de drogas, complicaciones y brindar asistencia a los estudiantes de la enseñanza media, mediante la información y promoción de estilos de vidas saludables entre los profesores, familiares y fundamentalmente en los adolescentes con un efecto multiplicador. La investigación realizó una evaluación en cinco institutos de la ciudad de Siguatepeque, Departamento de Comayagua antes del comienzo del Programa (Año 2002) y posteriormente (Año 2005) mediante un instrumento compuesto por ocho variables (cinco variables que exploran el nivel informativo de los jóvenes en relación con las sustancias más utilizadas (percepción de riesgo de consumo) y tres variables en relación con el uso de las mismas sustancias por parte del estudiantado alguna vez en sus vidas (prevalencia de consumo de vida). El Programa Promoviendo un Estilo de Vida Saludable ha sido efectivo en la prevención de las adicciones, ha logrado sus mejores resultados en el nivel informativo (percepción de riesgo) alcanzado por los estudiantes beneficiados por dicho Programa, pero también disminuyendo la prevalencia de vida para el consumo o sea el uso de algún tipo de droga legal o ilegal durante su vida.
Abstract
Since the year 2003 there is a Program of Prevention named "Promoting a Healthy Life Style” developed by the Cuban Medical Brigade in the Republic of Honduras. The program aims to prevent the use of drugs and its complications, and to offer assistance to junior high students, by means of information and the promotion of a healthy style of life, fundamentally among the adolescents, their families and professors, with a “multiplier effect”. An evaluation was carried out in five institutes of the city of Siguatepeque, Departament of Comayagua, before the beginning of the Program (2002) and later on (2005), through an instrument of eight variables (five of them explore the information level of youths in connection with the most used substances –perception of consumption risks–, and three variables in connection with the students use of the same substances at any time during their lives. The Program Promoting a Healthy Lifestyle has been effective in the prevention of the addictions, achieving its best results in the informative level (perception of risks) reached by the students benefited by the Program, but also diminishing the prevalence of life for the consumption, that is to say the use of any type of legal or illegal drug at some time during their lives.
Introducción
El consumo de drogas constituye hoy el principal problema de salud pública de los países desarrollados, pero también para los países en vías de desarrollo se ha convertido en uno de los más graves. 2, 3
Los países del Hemisferio reconocen que el uso indebido de drogas constituye una grave amenaza a la vida y la salud, no sólo de quien las consuma, sino también para la comunidad en general.
En el informe Hemisférico de la segunda ronda de evaluación 2001-2002, aparece como primera recomendación “desarrollar en el corto plazo programas de capacitación y prevención en escuelas primarias y secundarias (docentes y alumnos) a fin de evitar la iniciación del uso indebido de alcohol, tabaco y otras sustancias psicoactivas”. 4
El Mecanismo de Evaluación Multilateral (MEM) reporta que menos de un cuarto de las naciones del hemisferio tienen programas de prevención del abuso de drogas en escuelas primarias y secundarias y solamente algunas de estas informan que están investigando su efectividad. 4
De acuerdo con el informe final del Trigésimo Cuarto Período Ordinario de Sesiones de la Comisión Interamericana para el Control y Abuso de drogas CICAD, en noviembre de 2003, y del Trigésimo Quinto, en abril de 2004, se acordó que dentro de los planes de trabajo para los Grupos de Expertos a ejecutarse durante el 2004- 2005, los esfuerzos en el área de la reducción de la Demanda deben enfocarse principalmente en el fortalecimiento de los mecanismos de prevención en el sistema educativo de la región. 4, 5
La prevención del uso de las drogas antes de que comience, evita a las familias la angustia de ser testigos de un desliz relativo hacia las garras de la adicción y protege a la sociedad de muchos riesgos, tales como los creados por trabajadores cuyas facultades mentales están embotadas por la acción de productos químicos, la trasgresión de la disciplina social y la violencia en todas sus manifestaciones.
Se sabe que la prevención funciona. Se sabe que al evitar que los jóvenes usen drogas hasta la edad de 18 años, inclusive, la probabilidad de que las usen como adultos es muy baja. Se sabe que el uso del alcohol por los jóvenes se ha vinculado a toda una gama de patologías sociales, entre las cuales se destaca el uso irresponsable, el cual acarrea un rosario de enormes calamidades, incluido el efecto de “droga portera” para el uso de las drogas ilegales. Los daños ocasionados por el tabaco son cuantiosos e irrefutables, representando una pesada carga para los servicios de salud de cualquier país. Se sabe asimismo que la prevención requiere un esfuerzo real y sostenido por parte del ser humano en lo individual, comunitario y gubernamentalmente. En otras palabras, es mucho lo que se sabe. Y lo que se sabe plantea un tremendo desafío: cumplir con la responsabilidad para lograr evitar que los jóvenes usen drogas.
Amplios estudios han documentado que los programas de prevención del consumo de drogas dan resultados. 6, 7, 8, 9
Pero los programas efectivos de prevención van más allá del simple enunciado de los peligros del uso de las drogas, peligros que pueden parecer remotos a muchos jóvenes. 10, 11, 12, 13, 14 Una característica de muchos programas efectivos de prevención consiste en motivar a los jóvenes a ver y comprender su propio valor y propósito en la sociedad como parte de una comunidad más amplia. Para los jóvenes, la comprensión del lugar propio en la sociedad y el aprendizaje de asumir la responsabilidad de las propias acciones son por lo menos tan importantes como conocer los riesgos de fumar marihuana.
Los "factores protectores" esenciales que ayudan a los niños a avanzar con éxito a través de la adolescencia incluyen logros educativos, destrezas sociales, lazos fuertes con los miembros de la familia, los maestros y otros adultos, así como reglas de conducta claras. 15, 16, 17
Según la Asociación para unos Estados Unidos Libres de drogas, los muchachos cuyos progenitores (o abuelos) les enseñaron los peligros de las drogas tienen una probabilidad 36% inferior de fumar marihuana, 50% inferior de usar inhalantes, 56% inferior de usar cocaína y 65% inferior de usar LSD. 18
Pero no basta con los progenitores por sí solos. Las escuelas, las comunidades, los medios de comunicación tienen que ofrecer mensajes de prevención libres de toda ambigüedad y transmitir un mensaje directo de que el uso de las drogas es peligroso, es incorrecto y no será tolerado.
Los programas eficaces de prevención no son caros, en comparación con los costos de la construcción de prisiones, equipo de interceptación de alta tecnología y la atención médica de enfermedades relacionadas con el tabaco, el alcohol y las drogas ilegales. El programa Life Skills Training17, por ejemplo, cuesta alrededor de 7 dólares por alumno por año, lo que incluye los materiales didácticos y el adiestramiento de maestros.
Este programa para estudiantes en su primer año de escuela secundaria "Life Skills Training" (Adiestramiento en destrezas de la vida) puede reducir a la mitad el consumo nuevo de tabaco y marihuana y en una tercera parte el de bebidas alcohólicas. Con sesiones de aumento de la confianza en los grados noveno y décimo, estos resultados se mantienen a través de la escuela secundaria.
El programa de prevención “Promoviendo un Estilo de Vida Saludable” es un programa de prevención de fármaco dependencia y sus principales complicaciones, desarrollado en los centros educacionales de la enseñanza media en la República de Honduras por la Brigada Médica Cubana gratuitamente junto con las autoridades educacionales hondureñas y otras instituciones, dirigido a estudiantes, familiares y profesores con efecto multiplicador, que además brinda atención de rehabilitación a aquellos que lo soliciten.
El mismo logró presencia en 15 de los 18 Departamentos del país, durante su primer año de ejecución, lo cual representa el 83% del territorio total, llegando hasta 76 ciudades, involucrando a 289 colegios, 9894 profesores y a 228 800 estudiantes y sus respectivas familias. La presente investigación contiene los resultados obtenidos en la evaluación de la eficacia del referido Programa.
Objetivos
General
1- Evaluar la eficacia del programa preventivo “Promoviendo un Estilo de Vida Saludable”, en una población de adolescentes estudiantes de educación media.
Específicos
1-. Identificar los cambios obtenidos por la aplicación del programa preventivo en la percepción de riesgos de consumo.
2- Identificar los cambios obtenidos por la aplicación del programa preventivo en la prevalencia de consumo de vida para las drogas más utilizadas.
Material y método
Se realizó un estudio descriptivo transversal cuya muestra estuvo conformada por dos grupos de estudiantes seleccionados de cinco centros de la enseñanza media de la ciudad de Siguatepeque, Departamento de Comayagua, República de Honduras. El primer grupo (Grupo Experimental) estuvo compuesto por una muestra de estudiantes (450) beneficiados con el programa de prevención “Promoviendo un Estilo de Vida Saludable” pertenecientes a los Institutos Genaro Muñoz Hernández, Pablo Weir y el Liceo Católico. El otro grupo (Grupo Control) conformado por los estudiantes (300) de los centros El Carmen e Instituto Técnico de Siguatepeque que no participaron del proyecto. Los alumnos fueron escogidos al azar, de la misma manera e igual cantidad de alumnos para cada centro: 50 alumnos de cada año (séptimo, octavo y noveno), comenzando por el orden alfabético de diez estudiantes por cada aula hasta completar la cantidad señalada, 150 alumnos por cada Instituto para una muestra total de 750 alumnos. La misma encuesta se aplicó por primera vez en el año 2002, antes de comenzar el programa y posteriormente en el año 2005 después de aplicado el programa.
La selección de los estudiantes en cada grupo se realizó tomando los diez primeros por orden alfabético de la lista que estuviesen presentes el día en que se llevó a cabo la encuesta. Esto se hizo de esa forma tanto en el año 2002 como en el 2005. Como en este nivel de enseñanza son tres años lectivos, es de esperar que en la muestra del 2005 no se volviesen a encontrar estudiantes que integraron la muestra del 2002, o de encontrarse fueron pocos, solo algunos repitentes. Lo que se evaluó fue el antes y después en cada centro educacional, para evaluar la influencia del programa en los que recibieron sus beneficios y en los que no lo recibieron.
El cuestionario consta de ocho variables, cinco variables que exploran el nivel informativo de los jóvenes en relación con las sustancias más utilizadas (percepción de riesgos de consumo) y tres variables en relación con el uso de las mismas sustancias por parte del estudiantado alguna vez en sus vidas (prevalencia de consumo de vida). Las variables (V) utilizadas fueron las siguientes:
V 1 De las siguientes sustancias ¿cuáles cree usted que son drogas? Puede encerrar más de una respuesta.
V 2 ¿Cree usted que la cerveza es un alimento?
V 3 ¿Cree usted que una persona alcohólica es solamente la que se emborracha?
V 4 ¿Cree usted que la marihuana ayuda a estudiar?
V 5 ¿Cree usted que fumar cigarrillos es menos peligroso que consumir otra droga?
V 6¿Ha consumido usted bebidas alcohólicas alguna vez en su vida?
V 7¿Ha consumido cigarrillos alguna vez en la vida?
V 8 De las siguientes sustancias ¿cuáles ha consumido usted algunas vez en su vida? Puede encerrar más de una respuesta.
Organización de la investigación:
Fase I
Comprende las tablas que expresan el proceso estadístico de las diferentes variables por cada Instituto, cuyas muestras fueron analizadas.
En el resto de las variables se expresaron las respuestas totalmente.
Para esta fase I los indicadores que se utilizaron fueron los descriptivos del tipo de número absoluto y porcentaje.
Fase II
Comprende las tablas que expresan el proceso estadístico de las variables de la dos a la siete (respuestas cerradas-una sola respuesta) en los dos grupos conformados grupo Experimental donde se aplicó el programa preventivo (Institutos: Genaro Muñoz Hernández, Pablo Weir y el Liceo Católico) y el grupo Control (Institutos: El Carmen y Técnico de Siguatepeque).
Cada variable de la dos a la siete se analizó con cuatro diferentes posibilidades:
a) grupo Experimental en comparación con el grupo Control año 2002.
b) grupo Experimental en comparación con el grupo Control año 2005
c) grupo Experimental en comparación consigo mismo años 2002 y 2005.
d) grupo Control en comparación consigo mismo años 2002 y 2005.
Para esta fase II los indicadores que se utilizaron fueron los descriptivos del tipo de número absoluto y porcentaje.
Fase III
Esta fase expresa en sus tablas el resumen de los resultados de ambas fases anteriores. Se tomó una dentro de las posibles respuestas que representase el elemento positivo apetecido, que para la variable uno se traduce en un aumento del sí y para la ocho disminución del sí o sea no. Para el resto de las variables es no.
Las tablas de la una a la cuatro se refieren al comportamiento de la variable uno, en relación con los Grupos Experimental y Control, comparándose entre sí y cada uno consigo mismo, tomando de referencia los años 2002 y 2005.
Las tablas de la siete a la diez reflejan lo mismo pero con la variable ocho, ambas variables son las de respuestas abiertas (más de una respuesta).
Las tablas cinco y seis de manera compacta muestran los resultados de la comparación de cada grupo (E y C) consigo mismo y con el otro en relación con los años 2002 y 2005, para las variables de la dos a la siete.
Para el procesamiento de las tablas correspondientes a las variables uno y ocho se utilizó la prueba de comparación para dos proporciones de muestras independientes.
Para las variables de la dos a la siete se calculó la prueba de homogeneidad chi-cuadrado (X2).
a) Comparación dentro de cada grupo (Experimental y Control), de los resultados iniciales y finales.
* alfa menor 0. 05 significativa
* * alfa menor 0. 005 muy significativa
* * * alfa menor 0. 001 altamente significativa
Analisis y discusión de los resultados
En la tabla No. 1 se establece una comparación entre los Grupos Experimental y Control en referencia a la variable 1, percepción de riesgos de consumo a diferentes sustancias, no existieron diferencias significativas antes de aplicar el programa de intervención.
La tabla No. 2 no deja lugar a dudas de los resultados positivos obtenidos en el grupo Experimental después de aplicado el programa de prevención. Lo cual se hizo altamente significativo en todas las sustancias analizadas, excepto en el café que no hubo cambios significativos, pero sí se logró una mejoría cuantitativa en la percepción de riesgos en relación con esta droga legal en la comparación.
En la tabla No. 3, el grupo experimental mostró evidentes cambios positivos (altamente significativos) en la percepción de riesgos de estas sustancias consigo mismo al realizar nuevamente la evaluación, después de recibir los beneficios del programa.
La tabla No. 4, muestra una comparación similar a la anterior pero en el grupo control, donde se aprecia que hubo un mejoramiento en relación con todas las sustancias, pero sólo significativamente con tres: café, hongos y tranquilizantes.
Se debe tener en cuenta que estos centros también han sido beneficiados por otras intervenciones preventivas, realizadas por otras Instituciones.
La tabla No. 5 muestra el resto de las variables pertenecientes a percepción de riesgos (2, 3, 4 y 5) la comparación entre ambos grupos al inicio (2002) no marcó diferencias, exceptuando el caso del tabaco, donde si existían diferencias significativas al comienzo de la investigación, a los 3 años las diferencias fueron altamente significativas en las cuatro variables entre los grupos, favorables al grupo experimental.
En las variables seis y siete correspondientes a prevalencia de vida, en el caso de la tabla 6 hubo diferencia significativa al inicio ya que existía un mayor consumo en el GE (alcohol), aunque disminuyó el mismo la diferencia con el GC no fue significativa, ocurriendo lo esperado en el caso de la variable siete (tabaco).
Se puede apreciar que en la tabla No. 6, el grupo control en las variables pertenecientes a percepción de riesgos (2, 3, 4 y 5) no presentó variación alguna entre los años 2002 y 2005 en las variables dos, tres y cinco, y si significamente en la variable cuatro (en relación con la marihuana) pero negativamente (disminuyó la percepción de riesgos notablemente). El grupo experimental presento cambios favorables notables en las cuatro variables.
En cuanto a las variables seis y siete para el grupo control no presentó variación significativa, por el contrario el grupo experimental presento cambios muy significativos al término de la aplicación del programa.
Al igual que con la variable uno que valoro percepción de riesgos en relación a diferentes sustancias, la variable ocho valora la prevalencia de vida para diferentes sustancias en cuatro tablas, donde primero se comparan ambos grupos en el año 2000 y 2005, y cada grupo consigo mismo en relación con el trienio de años transcurridos, en el experimental con los beneficios de la aplicación del programa y en el control donde no se aplicó el mismo.
En la tabla 7, año 2002, en el uso de la marihuana y el crack no existieron diferencias significativas, sí en el uso de los hongos y más aún con el resistol (inhalante, pegamento para zapatos, baje en Cuba), floricunda y cocaína entre ambos grupos.
En la tabla No. 8 en el año 2005 con la cocaína no existió diferencia significativa, pero sí y marcada en el caso del consumo de hongos y crack, y más aún en el caso de la marihuana.
Podemos concluir al analizar ambas tablas que el programa beneficio la prevalencia de vida de consumo para todas las sustancias, pero discretamente en los casos de la cocaína y el crack.
En la tabla 9 salvo en los casos de la cocaína y el crack el grupo experimental mostró variaciones positivas de significación para el resto de las variables de consumo de sustancias.
En la décima tabla, que muestra al grupo control, no existieron diferencias significativas en relación con la marihuana y los hongos y sí con el crack, el resistol y la cocaína en orden ascendente y por supuesto en aumento de su consumo.
Cuando se analizan los hallazgos obtenidos en la prevalencia de consumo de sustancias que existían al inicio del programa en toda la muestra estudiada, en relación con otras investigaciones realizadas en Honduras se puede resumir lo siguiente:
Investigación realizada:
Alcohol: 47 % tabaco: 43% otras Drogas: 17. 6 %
En relación con investigaciones realizadas en los años 199019 y 199320, las cifras obtenidas en estas investigaciones están mucho más altas que las actuales para las drogas legales, por encima del 50 %:
1990: Alcohol: 50 % tabaco: 57%
1993: Alcohol: 65 % tabaco: 50 %
En los años 199521, 199622 y 200023 estas cifras descendieron, estando las obtenidas en la investigación realizada en niveles aproximados, salvo el tabaco en los primeros años, pero ya más próximo en la investigación PACARDO del año 2000.
1995: Alcohol: 46 % tabaco: 22 %
1996: Alcohol: 43 % tabaco: 16 %
2000: Alcohol: 48 % tabaco: 32 %
En relación con la última investigación realizada por el IHADFA24, precisamente en el mismo Departamento y año, muestran las cifras más altas de todas las investigaciones analizadas, que ponen al Departamento de Comayagua como uno de los peores en la problemática de las drogas del país.
2002: Alcohol: 56 % tabaco: 48 % otras Drogas: 19. 8 %
Al comparar los resultados obtenidos por la intervención realizada, con algunos resultados de programas de probada efectividad en la prevención, se comprueba que los mismos son aceptables.
La intervención realizada logró mejorar los niveles de prevención en cuanto a percepción y consumo de sustancias de la siguiente manera:
Alcohol: 24, 2 % tabaco: 40 % marihuana: 27, 3 %
El profesor Becoña señala en su “Bases científicas de la prevención de las drogodependencias”10 que los mejores programas preventivos son capaces de lograr una efectividad de un 50%.
El programa Star25 señala una reducción de consumo:
Alcohol: 20 %, tabaco: 25 % y marihuana: 30 %
El programa Life Skills Training26 señala una reducción de consumo:
Alcohol: 50 %, tabaco: 30 % marihuana: 30 %
El programa HighRoad26 señala una reducción de consumo:
Alcohol: 25 %, tabaco: 50 % y marihuana: 25%
Conclusiones
El diagnóstico realizado con la investigación inicial arrojó resultados compatibles con los obtenidos por otros autores nacionales.
El Programa Promoviendo un Estilo de Vida Saludable fue efectivo en la prevención de las adicciones, logrando sus mejores resultados en el nivel informativo (percepción de riesgo) alcanzado por los estudiantes beneficiados por el Programa, pero también disminuyendo la prevalencia de vida para el consumo o sea el uso de alguna vez en sus vidas de algún tipo de droga legal o ilegal.
Estos resultados que demuestran la efectividad del Programa están al nivel de los consultados pertenecientes a investigaciones internacionales analizadas.
Recomendaciones
Realizar estas investigaciones en otras ciudades del país para tener una muestra mayor de evaluaciones y contar con un criterio mas consolidado de la efectividad del Programa.
Referencias bibliográficas
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