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Educación para la salud en la persona con una enfermedad mental crónica, en una Unidad de Rehabilitación Comunitaria.

Fecha Publicación: 01/01/2002
Autor/autores: Catalina Sureda García

RESUMEN

Los procesos de reforma psiquiátrica llevados a cabo tanto en España como en diferentes países de Europa han permitido que se produzca una mejora sustancial de la atención prestada a las personas con una enfermedad mental crónica.

Esto ha sido posible, gracias a la consolidación de un modelo de atención comunitario que está permitiendo, no sin grandes dificultades, la integración de ésta población en la comunidad. Por ello, la promoción de la salud es tan importante en la persona con una enfermedad mental como en cualquier otra enfermedad orgánica.

Muy contrariamente a lo que podía pensarse en la antigüedad, la persona con una enfermedad mental tiene el derecho de poseer todos los conocimientos y habilidades necesarias que le sitúen en una posición en la que le sea posible participar activamente en su cuidado y en la toma de decisiones sobre su salud, posibilitando, de esta forma, mejorar su calidad de vida.

Se trata de conseguir, todo ello siempre con el apoyo de profesionales expertos puesto que se trata de una enfermedad crónica que como todos conocemos tiene un alto porcentaje de recaídas difícilmente evitables, que la persona acepte la responsabilidad de sus decisiones, así como los cambios de conductas perjudiciales que esté dispuesta a llevar a cabo.  


Palabras clave: Enfermería, Rehabilitación comunitaria, Salud mental
Tipo de trabajo: Comunicación
Área temática: Enfermería .

Educación para la salud en la persona con una enfermedad mental crónica, en una Unidad de Rehabilitación Comunitaria.

Catalina Sureda García.

Enfermera de la Unidad de rehabilitación comunitaria “Sa Colonia” del complejo Hospitalario de Gesma (H. Psiquiàtric) de Palma de Mallorca.
Profesora asociada de la escuela de enfermería de la Universitat de les Illes Balears.

PALABRAS CLAVE: Enfermería, Salud mental, Rehabilitación comunitaria.

[otros artículos] [17/2/2002]


Resumen

Los procesos de reforma psiquiátrica llevados a cabo tanto en España como en diferentes países de Europa han permitido que se produzca una mejora sustancial de la atención prestada a las personas con una enfermedad mental crónica. Esto ha sido posible, gracias a la consolidación de un modelo de atención comunitario que está permitiendo, no sin grandes dificultades, la integración de ésta población en la comunidad.

Por ello, la promoción de la salud es tan importante en la persona con una enfermedad mental como en cualquier otra enfermedad orgánica. Muy contrariamente a lo que podía pensarse en la antigüedad, la persona con una enfermedad mental tiene el derecho de poseer todos los conocimientos y habilidades necesarias que le sitúen en una posición en la que le sea posible participar activamente en su cuidado y en la toma de decisiones sobre su salud, posibilitando, de esta forma, mejorar su calidad de vida.

Se trata de conseguir, todo ello siempre con el apoyo de profesionales expertos puesto que se trata de una enfermedad crónica que como todos conocemos tiene un alto porcentaje de recaídas difícilmente evitables, que la persona acepte la responsabilidad de sus decisiones, así como los cambios de conductas perjudiciales que esté dispuesta a llevar a cabo.

Metodología: En un grupo de diez personas con enfermedad mental se aplicó un programa de educación para la salud durante siete meses. Las intervenciones se llevaron a cabo a nivel individual y grupal.

En este trabajo se detallan: 1. Las áreas más importantes en las que se realizó la intervención y los aspectos incluidos en cada una de ellas que afectan directamente a la enfermedad mental, así como los elementos de medida que se utilizaron para evaluar los resultados obtenidos. 2. Algunas de las intervenciones recomendadas que hemos comprobado ofrecen resultados satisfactorios en las sesiones, tanto individuales como grupales.

Conclusión: A los siete meses de iniciado el programa se observaron cambios significativos en gran parte de las conductas y comportamientos de los sujetos que tomaron parte en él. Por lo que podemos deducir que la educación para la salud en las personas con una enfermedad mental, contribuye eficazmente a lograr que éstas puedan tomar parte activa en el cuidado de su salud, llevando a cabo conductas y comportamientos saludables que contribuyen a hacer posible que su integración comunitaria sea un éxito y a reducir, sino a erradicar, el estigma que el peso de la historia les ha asignado.



Introducción

Los procesos de reforma llevados a cabo tanto en España como en diferentes países de Europa han permitido que se produzca una mejora sustancial de la atención prestada a las personas con una enfermedad mental crónica. Hay que destacar que la puesta en práctica de esta nueva forma de atención a la enfermedad mental, que conlleva la ruptura de las instituciones psiquiátricas y del modelo típico medicalizado para pasar a una atención en la comunidad que deberá ser llevada a cabo por parte de equipos multidisciplinares y utilizando recursos comunitarios, ha tenido muchas dificultades.

La enfermedad mental sigue siendo rechazada por una gran parte de la sociedad que discrimina a las personas que la padecen. Por otro lado no contamos con los recursos suficientes, para que las personas con una enfermedad mental sean atendidas de forma adecuada.

Las características más importantes de las personas que padecen una enfermedad mental son las frecuentes recaídas que éstos sufren y las incapacidades de larga duración que ello les genera, la alta sensibilidad al estrés, las dificultades para afrontar las demandas de la vida diaria y la necesidad de dependencia extrema. Estas características contribuyen a crear dificultades para mantener un trabajo, disponer de unos ingresos, tener habilidades para mantener relaciones estables y llevar a cabo la vida cotidiana.
Los objetivos más importante en el trabajo con personas que tienen una enfermedad mental, desde una unidad de rehabilitación comunitaria, son :

Evitar las recaídas que le llevarían irremediablemente a hospitalizaciones frecuentes y como consecuencia a un mayor deterioro de la persona, lograr el mayor nivel de autonomía posible y la integración de la persona en su contexto social.

A través de la potenciación de sus capacidades personales lograremos una mayor satisfacción personal y un aumento de la autoestima que repercutirá positivamente en una mayor calidad de vida.

Si nos apoyamos en la teoría de la vulnerabilidad podemos identificar los factores que favorecerían una posible descompensación. Nuestra labor en este caso será conseguir que el sujeto tenga los conocimientos necesarios respecto a su enfermedad para identificar los síntomas de una posible recaída y poder solicitar ayuda a los profesionales. De esta forma podríamos evitar una posible crisis en la que pasaría de esta forma a ser muy dependiente de los demás, al mismo tiempo que deberá estar apartado de su contexto social durante el tiempo que esté hospitalizado.

Actualmente, la educación para la salud en las enfermedades crónicas es una de las prioridades para conseguir que las personas que la padecen tengan mayor calidad de vida. Al tratarse de una enfermedad en la que los síntomas muchas veces persisten, junto con las incapacidades que se van generando, conduce a una gran dependencia de los servicios sanitarios. Al fomentar hábitos de vida saludables estamos facilitando que el sujeto participe activamente en su cuidado, responsabilizándose con su actitud y el estilo de vida que adopte.

Por medio de los programas de promoción de la salud se consigue que la persona tenga la capacidad de controlar, mejorar y tomar decisiones sobre su salud, ayudándole de ésta forma a tomar parte activa en su mejora. . El papel de la enfermera en estos programas contribuye a producir un cambio a estilos y pautas de vida saludables. Sus intervenciónes deben ser contínuas a lo largo del tiempo y con objetivos a largo plazo. Consisten en potenciar las capacidades para mantener y mejorar sus redes de apoyo social, que le servirán para que pueda afrontar lo mejor posible problemas que se le presenten. Fortalecer al individuo le permite “dirigir”la atención de su salud mental.

En este sentido nos es muy útil el modelo conceptual de adaptación propuesto por Callista Roy. (1, 2) “Los cuatro modos adaptativos interrelacionados son necesidades fisiológicas, autoconcepto y función de rol e interdependencia. La adaptación preserva la identidad. Roy manifiesta que las personas están explorando constantemente el entorno en busca de estímulos a los que poder responder y adaptarse. ” En cuanto a la función de rol Roy comenta la integridad social o necesidad de saber quién es cada cual con respecto a los demás como forma de guiar el propio comportamiento. La función de la enfermera consiste en ayudar a cada persona a adaptarse a través de la manipulación de su entorno. El modo adaptativo del autoconcepto se centra específicamente en los aspectos psicológicos y espirituales de la persona. La necesidad básica en este ámbito es la integridad psíquica o necesidad de que cada uno sepa quién es para poder desarrollar un sentimiento de unidad”.

Así mismo sostiene que “El autoconcepto se define como el grupo de creencias y sentimientos que tiene una persona sobre sí misma en un momento dado.

Formado a partir de las percepciones internas y de los demás, el autoconcepto gobierna la conducta personal de cada uno. ” Es evidente que la integración social dependerá mucho del estado del autoconcepto y la autoestima, por lo que son dos aspectos que deberemos trabajar de forma muy unida.

La guía utilizada para valorar el estado de salud de las personas con una enfermedad mental ha sido la valoración por patrones funcionales propuesta por M. Gordon . La recogida de información se organiza de forma que facilite la evaluación de la salud y el diagnóstico enfermero. Las descripción y evaluación de los patrones de salud permiten a la enfermera identificar patrones funcionales y patrones disfuncionales

En base a estas premisas el principal objetivo de los programas de enfermería para la salud, llevados a cabo en una unidad de rehabilitación comunitaria y dirigida a personas con una enfermedad mental crónica es aumentar la capacidad de estas personas de controlar y tomar decisiones respecto a los problemas de salud. Modificando conductas individuales y estilos de vida a la vez que les permite vivir con la enfermedad de forma controlada disminuyendo la dependencia del sistema sanitario.

Debemos tener en cuenta que cada persona independientemente de la enfermedad que padece tiene una forma de ser diferente y en nuestras intervenciones deberemos aceptar a cada persona así como es, mostrándonos comprensivos, respetando siempre sus intereses, creencias y decisiones . Al tiempo que intentaremos potenciar al máximo sus capacidades.

 

Metodología y procedimiento

Partimos de una evaluación inicial de problemas o disfunciones de salud según modelo de M. Gordon , en la que se detectaron que patrones eran los más alterados en cada uno de los sujetos valorados. De los patrones que aparecen como más alterados hemos priorizado intervenciones en los patrones de Autopercepción –Autoconcepto y en el de rol relaciones. Los parámetros alterados que corresponden a cada uno de los patrones fueron:

 

En ellos, como sabemos, se valora la percepción y el concepto de sí mismo que tiene la persona así como los compromisos y relaciones de la persona con los demás, respectivamente.

El hecho de que todos los patrones estén interrelacionados nos permite que la intervención que realicemos en uno de ellos suponga una mejora en todos los otros que no son funcionales. Por todo ello, la intervención se ha realizado en los patrones arriba mencionados, porque creo que son los que más ayudan a que las personas que tienen una enfermedad mental puedan integrarse y vivir sin dificultades en cualquier medio social normalizado.

La intervención se ha llevado a cabo por el equipo de enfermería de una unidad de rehabilitación comunitaria Se ha aplicado un programa de educación para la salud a diez personas con enfermedad mental, estando en el momento compensados y sin sintomatología positiva. Las intervenciones fueron a nivel individual por medio de la consulta de enfermería y con una periodicidad de un día a la semana y mediante la realización de talleres o salidas en grupo, dos veces por semana.

Como se ha comentado antes, es imprescindible una intervención a nivel individual puesto que los objetivos propuestos con cada uno de los individuos serán diferentes. De esta forma se puede evaluar la adecuada evolución del proceso y la consecución de los objetivos planteados individualmente que deberán ser realistas . También es el espacio en el que se modelarán conductas inadecuadas que no sea conveniente realizar delante de los demás, por no fomentar sentimientos de inferioridad.

Por otro lado, las ventajas del trabajo en grupo son muchas . Se favorece la confianza en sí mismo, facilita la exposición a otros comportamientos de afrontamiento adecuados incrementando la capacidad para resolver problemas y confiere la sensación de identidad y pertenencia.

Con la intervención de cada uno de las personas ayuda también a que la visión de otros de los participantes se amplíe y puedan ver diferentes formas de actuar. Esto conlleva que los cambios de hábitos y de conducta sean más fáciles de conseguir y más duraderos si se ven reforzados por el resto del grupo. En la bibliografía encontramos documentación más que suficiente que así lo corrobora.

Las intervenciones grupales se realizan en forma de talleres que pueden consistir en salidas a la comunidad acompañados por los profesionales y en las que se intenta valorar la interacción usuario-recurso, al mismo tiempo que se modelan aspectos de las conductas en el entorno propio del sujeto.

Se han escogido los talleres que más han contribuido a mejorar las alteraciones antes descritas:

Taller de ocio y tiempo libre
En el se realizan intervenciones destinadas a conocer los diferentes recursos existentes en la comunidad y que la persona puede utilizar para ocupar el tiempo libre.

El objetivo es: Conocer los recursos de ocio disponibles y desarrollar habilidades que le permitan utilizarlos de forma satisfactoria.

Contenidos: autoestima, competencia personal, habilidades de interacción, imagen corporal, ocio y cultura.

Periodicidad: Cuatro horas semanales.

Recursos materiales: Dinero para entradas, consumiciones o pago de trayectos en medios de transporte públicos y la ciudad donde están viviendo. Periódicos y folletos informativos con actividades organizadas por entidades públicas o otros.

Recursos humanos: Enfermera, personal auxiliar de enfermería.

Actividades: Salidas a visitar exposiciones o zonas de interés artístico y cultural cuya visita habrá sido concertada previamente. Asistencia a conciertos y conferencias, visitas a cafeterías y zonas de ocio. Búsqueda de actividades a realizar o zonas a visitar de interés cultural y elección de la actividad por parte de los asistentes.

Método: Previamente se solicita que todas las personas participen en la recogida de material y folletos que nos ofrezcan posibles salidas: Prensa diaria, guía del ocio, actividades organizadas por el ayuntamiento, visitas guiadas, etc. . .

Selección de la actividad por parte de todos los que la realizarán y decidir día y hora.

Durante la actividad se observarán y modelarán, en caso de que no sean las adecuadas, in situ las siguientes conductas:

. Saber desplazarse y conocer el lugar de encuentro
. Llegar puntual al lugar de encuentro.
. Mantener aspecto e higiene adecuados.
. Practicar habilidades sociales con las personas que interactúe.
. Respetar las normas de circulación vial.
. Conocer la ciudad y como desplazarse para dirigirse a un lugar determinado.
. Desenvolverse de forma adecuada durante la actividad.

Evaluación: La persona será capaz de realizar las conductas antes mencionadas adecuadamente y utilizará alguno de los recursos de que dispone en la comunidad durante su tiempo de ocio con una frecuencia aceptable.

 

A nivel individual se ha implicado a cada persona en la planificación de los objetivos propuestos así como en la participación activa para conseguirlos.

Hay que decir que en muchos de los casos dadas las características de la enfermedad mental, existen dificultades para la motivación y la constancia en todas las intervenciones. Es frecuente observar una cierta tendencia a no querer hacerse responsables y escudarse en la enfermedad como a cuando deben esforzarse en la consecución de los objetivos propuestos.

Taller de revista:
Consiste en la elaboración de una revista trimestral. en la que cada persona participa y se responsabiliza de alguno de los apartados, según sus habilidades y preferencias, al tiempo que actualiza conocimientos, practica la ortografía , incrementa vocabulario y se siente parte implicada en la elaboración y publicación.

El objetivo es aumentar la autoestima de la persona a través de la potenciación de sus capacidades al tiempo que se consigue capacitación cognoscitiva y habilidades académicas básicas.

Contenidos: práctica de lecto- escritura, trabajo cognitivo, trabajo de grupo, responsabilidad, cultura, ocio.

Método: Se recoge toda la información de las actividades realizadas, tanto de tipo cultural como de ocio y se elaboran artículos ampliando la información por medio de consultas, entrevistas, etc. . . a través de los cuales se dará a conocer lo que se ha estado haciendo durante el trimestre.

Periodicidad: Dos horas semanales.

Recursos materiales: Material de escritorio, libros de consulta, diccionarios, pegamento, cartulinas, fotocopiadora.

Recursos humanos: Enfermera o persona en quién delegue.

Evaluación: La revista sale publicada periódicamente con la colaboración de todos los participantes lo que ha contribuido a que se vea recompensado su esfuerzo y dedicación.

Como resultado se ha producido un aumento de la autoestima por parte de los participantes que se manifiesta a través de una autoevaluación positiva de su persona y satisfacción personal.

Tratándose de personas que llevan conviviendo muchos años con la enfermedad también existe un deterioro en el aspecto personal(área motora, aseo, vestido, etc. . . ), interferencias de los efectos secundarios de la medicación, déficits cognitivos que repercutirán en el uso de transportes , problemas de orientación témporo-espacial, manejo de dinero, etc. . . )

Como se ha dicho anteriormente la persona con una enfermedad crónica debe ser tratada en primer lugar como una persona que independientemente de poseer una enfermedad mental tiene unas características de personalidad propias . El hecho de tener una enfermedad mental crónica suele afectar al la autopercepción y autoconcepto que uno tiene de sí mismo de forma negativa, primero porque debe aceptar que es una enfermedad que deberá convivir con ella el resto de su vida y por el mismo motivo deberá hacer un tratamiento largo tiempo lo que lo convierte en menos autónomo . Este es el principal motivo por el que una persona que posee una enfermedad mental crónica se siente poco valorada y le conduce a tener una baja autoestima, por otro lado está la marginación a la que se le somete por parte del resto de la sociedad.

Determinados comportamientos, son criticados a los enfermos mentales aunque no es criticado si dicho comportamiento procede de otra persona que no tenga la enfermedad. Es por ello importante que en la interacción mostremos el máximo respeto hacia su persona y le permitamos participar y tomar decisiones sobre su salud haciéndolo responsable de sus decisiones, una vez que hemos puesto a su disposición la información necesaria.

Trabajar juntamente con la persona que padece la enfermedad mental dejando de lado posturas paternalistas facilitará la consecución de los objetivos.

 

Resultados

A los siete meses de iniciado el programa ya se pudieron observar cambios significativos en los sujetos que tomaron parte en el. Los resultados fueron los siguientes:

Las personas que participaron en las actividades antes mencionadas tienen más facilidad a la hora de relacionarse con los demás y todos ellos conocen diferentes maneras de ocupar el tiempo libre, aunque hay que decir que no todos ellos los utilizan.

Los cambios que se han producido en cuanto a los parámetros que se evaluaron al inicio son:
Patrón de autopercepción-autoconcepto:
La autoevaluación general y competencia personal es positiva
Han desaparecido los sentimientos de inutilidad e inferioridad dando paso a una mayor confianza en sus capacidades y a sentirse útil.

Aumento del interés por el cuidado de su cuerpo, tanto en el aspecto físico como de su salud. (dietas adecuadas, ejercicio físico, horas de descanso nocturno )
Aumento del interés por alguna actividad lúdica o cultural.

Patrón de rol relaciones:
Se ha producido un aumento de su autonomía tanto a nivel psicosocial como personal.
Percepción satisfactoria de las relaciones interpersonales
Mayor facilidad para iniciar y mantener relaciones estables.
Participación en alguna actividad comunitaria.

Como se puede apreciar los objetivos propuestos se han conseguido pero es necesario optimizar las redes de apoyo social, promover la participación y el compromiso de la comunidad puesto que se observa poca aceptación y dificultad para que se vayan integrando a medida que vayan desarrollando habilidades para ello.

 

Conclusiones

Los resultados obtenidos reflejan un beneficio importante para las personas que tienen una enfermedad mental crónica. La participación en estos talleres o actividades aparece como un elemento que aporta una mayor autonomía así como un aumento de la competencia social.

En este momento en que se está implantando en nuestra comunidad la reforma psiquiátrica y que se está desmantelando el hospital, es más necesario que nunca que la enfermera trabaje tanto con el individuo como con la familia. Adoptando enfoques a largo plazo, de forma individualizada desde una visión integral de la persona y asegurando la continuidad de la asistencia, integrada en el plan de los demás miembros del equipo de salud mental.

 

Biblliografía

“Diagnóstico Enfermero. proceso y aplicación”. Gordon, M (1996) Barcelona: Mosby/ Doyma.
“Rehabilitación psicosocial de personas con transtornos mentales crónicos” Autor: A. Rodríguez. Editorial: Pirámide. (1997)
“Modelos y teorías en enfermería” Autores: A. Marriner, M. Raile. Editorial: Harcourt Brace. (1998)
“Enfermería Psiquiátrica” Autores: O´brien, Kennedy, Ballard. Editorial:Mc. Graw Hill.
“Enfermería de Salud Mental y Psiquiátrica, guía práctica de valoración y estrategias de intervención” Autores: J. Fornés, Mª Consuelo. Carballal. Editorial:Panamericana. (2001)

 


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