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Una mirada sobre las adicciones en los profesionales de la salud.

Autor/autores: Dario Gigena Parker
Fecha Publicación: 01/01/2003
Área temática: Adictivos, Trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos .
Tipo de trabajo:  Comunicación

RESUMEN

El tratamiento de un profesional adicto es uno de los desafios mas importantes a los que puede enfrentarse un terapeuta de adicciones, por la complejidad en los sintomas presentes, como la negacion, que en estos pacientes puede ser muy sofisticada.

Se estudiaran las tecnicas de abordaje mas eficaces y se realizara un paralelo con la vida y la recuperacion del Dr. Bob Smith co-fundador de Alcoholicos Anonimos.

Palabras clave: Adicciones, Alcoholicos anónimos, Intervención, Profesionales de la salud


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Una mirada sobre las adicciones en los profesionales de la salud.

(An outlook about addiction in health professionals. )

Gigena Parker, Dario*; Delgado Pich, Maria Cristina**.

* Director Técnico Gaia Nova Argentina

** Coordinadora del Programa
de Profesionales de la Salud
Tully Hill. New York

PALABRAS CLAVE: Profesionales de la Salud, Adicciones, Alcoholicos Anonimos, Intervención.

(KEYWORDS: Health Professional, Addiction, AA. Intervention. )

página 1
 
[2/2/2003]


El tratamiento de un profesional adicto es uno de los desafios mas importantes a los que puede enfrentarse un terapeuta de adicciones, por la complejidad en los sintomas presentes, como la negacion, que en estos pacientes puede ser muy sofisticada. Se estudiaran las tecnicas de abordaje mas eficaces y se realizara un paralelo con la vida y la recuperacion del Dr. Bob Smith co-fundador de Alcoholicos Anonimos.

 


Introducción

Un medico alcohólico fundador de Alcohólicos Anónimos

Siempre que se habla de este problema tan complejo y difícil, no esta de mas recordar algo que hoy nos suena remoto. El 10 de Junio de 1935 el Medico Cirujano Robert Smith y el agente de bolsa Bill Wilson, se reunieron en Akron, EEUU, con la idea de sostenerse mutuamente para abandonar el alcohol en sus vidas. Ambos desahuciados, con múltiples y fallidos intentos terapéuticos. Y lograron su cometido, ninguno bebió jamás después de esos primeros encuentros y ayudaron con su inspiración a millones en todo el mundo.
Decimos que suena remoto porque aun vemos colegas químico dependientes totalmente desahuciados y con múltiples intentos terapéuticos en vano.
Resulta increíble pensar que entre los fundadores de AA hubiese un medico, muy congruente con la idea fundacional de Alcohólicos Anónimos, de hacer un programa: “para permeabilizar el Ego…” del alcohólico y más difícil aun de los médicos.
Recorreremos la vida de este increíble Doctor para encontrar respuestas a este problema.

Comienzos de su historia adictiva

La escuela secundaria, como en la actualidad para la mayoría de los pacientes, alberga el comienzo del consumo abusivo de alcohol de Bob Smith. El cursaba sus estudios secundarios en Darmouth, donde en esos tiempos sus estudiantes ocupaban los inviernos en “…beber tanta cerveza y sidra fuerte como podían caberles…”. Debido a la prohibición estatal de la venta de alcohol, tenían que viajar todos en tren hasta Massachussets o Canadá, para traer sus cargamentos de alcohol hasta su casa. Según el mismo Bob “bebían casi todos” y el alcohol se convirtió en la principal actividad extraescolar.

Descubre que a diferencia de sus compañeros de clase quienes padecían molestias al otro día por el consumo del día anterior, Nov decía: “Nunca tuve un dolor de cabeza en toda mi vida, siendo este hecho el que me lleva a creer que yo fui un alcohólico casi desde el principio. ” Pero en ese momento esto paso desapercibido por sus compañeros y obviamente por el mismo.

La Facultad de Medicina

En 1905, Bob ingresa a la facultad de Medicina de Michigan, a la edad de 26 años. Ya bebía todos los fines de semana y por entonces ya aparecían signos incipientes de su enfermedad, que él llamaba “nervios a la mañana” .
Lo primero que hizo en la Facultad fue hacerse miembro de una sociedad secreta de bebedores en la que según él: “ me volví uno de los espíritus guiadores…bebiendo con mas vehemencia de la que previamente había mostrado…”. Pronto los temblores matinales se hicieron cada vez peores, faltando a varias clases.

Este fenómeno parece no haberse atenuado con los años, lamentablemente sabemos que aun sigue sucediendo lo mismo entre los estudiantes de medicina de nuestra región. Esto influencia mucho en el modo que los médicos van a diagnosticar un paciente alcohólico: “si el paciente toma mas que él…”.

Como muchos, Bob en 1907 intento una “cura geográfica”, empaco sus cosas y se fue a recuperarse a la granja de un amigo. La hospitalidad que recibió sin dudas agrava el problema al suavizarle sus caídas, protegiéndolo y rescatándolo de los desastres provocados por su conducta alcohólica. Pese a todo fue capaz de graduarse de medico, y lo hizo a los 31 años.

Ingresa pronto al hospital de Akron donde ejerce sin problemas por 2 años, quizá por haber estado demasiado ocupado como todos los médicos en sus primeros años de residencia. Tanto stress empezó a generarle problemas digestivos y no tardo en descubrir que un par de tragos podían aliviar las molestias. Pronto volvió al consumo excesivo, volviendo a un típico dilema alcohólico: “si no bebía, mi estomago me torturaba y si bebía, eran los nervios lo que lo hacían…”. Como todo doctor ocupado, tenia que beber en los bares de alrededor del hospital.

 

A los tres años lo tuvieron que internar en el hospital de un pueblo cercano, donde hacían lo que podían con este tipo de pacientes. Pero al cuarto del doctor sus amigos le llevaban botellitas de whisky.

En 1918 ocurre algo fundamental en la vida del Dr. Bob: se proclama la 18va. Enmienda, la prohibición de alcohol en los Estados Unidos o la “ley seca”. Lo que en un principio era un alivio, la cura ideal, pronto se trato simplemente de un cambio de hábitos al enterarse que los médicos podían prescribir 100 cm3 de alcohol etílico por razones medicas. El Dr. Bob simplemente tomaba nombres de la guía al azar para suministrarse la cantidad de alcohol que quisiera. Sabemos perfectamente lo que significa este privilegio de los médicos para acceder a sustancias prohibidas, ni más ni menos que un facilitador extraordinario para el consumo perjudicial de estas sustancias. Cabe aclarar que posiblemente los médicos tengamos la posibilidad en breve de prescribir Tetrahidrocanabinol (Marihuana) a los pacientes que lo necesiten “por razones medicas”, los que nos dedicamos a las adicciones sabemos perfectamente lo que va a suceder con muchos colegas: varias historias parecidas a la carrera adictiva del Dr. Bob.

Pronto comenzó a consumir grandes cantidades de tranquilizantes que el mismo se procuraba de la farmacia del hospital, para “calmar sus nervios” cada vez peores e incapacitantes en su tarea de cirujano.

Con el correr de los años cada vez le fue más difícil ocultar su problema de alcohol en su trabajo y mantener la imagen de doctor impecable que hubiese querido tener.

El alcoholismo del Dr. Bob fue descrito por el Dr. Scuderi, cirujano de su servicio, como “Un gran secreto”. No podían confrontarlo con este problema por tres razones: “…primero que el Dr. Bob Smith era un cirujano mejor que la mayoría, a pesar de estar incapacitado por el alcohol. Segundo porque Bob era extremadamente bien visto por los colegas, los que trataron de esconder su inconveniencia. Y tercero porque había (…y sigue habiendo) un acuerdo tácito en la profesión medica para negar que problemas tales como el alcoholismo existieran entre los doctores”.

El Dr. Scuderi decía: “…los doctores trabajan bajo mucha tensión, el alcohol es una tentación, ellos van a muchas fiestas y piensan que no se mezclan con los demás médicos a menos que tengan un trago en la mano…”

Esto que ocurrió en 1930 todavía existe con gran vigencia en nuestra época, setenta años no bastaron para resolver este problema.

La historia de Bob como medico alcohólico vira completamente luego de ese encuentro con Bill Wilson, generando el primer encuentro de alcohólicos anónimos. La practica del paso 12 de AA le fue muy oportuna al Dr. Bob Smith, ayudando (y ayudándose) como profesional y alcohólico en recuperación de una manera intensa hasta su muerte, en Julio de 1950.


Dr. Bob Smith. Co- Fundador de Alcohólicos Anónimos
 

La enfermedad de químico dependencia en profesionales de la salud. Problemática actual.

En esta área especial de tratamiento un reconocimiento destacado merece el Dr. G. Douglas Talboltt, pionero en el tratamiento de médicos con problemas adictivos, esfuerzo que luego hizo extensivo a todos los profesionales de la salud y otras profesiones como abogados, pilotos y miembros de comunidades religiosas. El Dr. Talbott es el Fundador y actual Director de Talbott Recovery Campus en Atlanta, Georgia, institución dedicada a esta problemática desde 1975. El modelo implementado por el Dr. Talbott ha servido de ejemplo para el desarrollo de programas similares en los Estados Unidos y otros países en diferentes latitudes del mundo.

En los Estados Unidos la prevalencia de por vida de cualquier desorden de abuso o dependencia a substancias es del 21, 6%. La incidencia de por vida de problemas con alcohol es de 14. 1% y con drogas es de 7, 5% ( Kessler y col. ). Es reconocido que a lo largo de la vida los profesionales de la salud tienen una probabilidad mayor de sufrir desordenes de abuso o dependencia a substancias dado el acceso más fácil a drogas psicoactivas y mucho más si están en situación de administrar estos medicamentos. Las diferentes categorías de profesionales incluyen: médicos, enfermeros, dentistas, farmacéuticos, veterinarios, psicólogos, trabajadores sociales y otros.

Como ejemplos interesantes tenemos que la literatura norteamericana indica que la hospitalización de médicos del sexo femenino que padecen químico dependencia ha aumentado considerablemente en los últimos anos, ( Nance y col. ). Los médicos que se desempeñan en Medicina de Emergencia, Anestesiología, psiquiatría y Residentes muestran índices mayores de químico dependencia que las otras especialidades. Los médicos en Medicina de Emergencia usan mas drogas ilícitas en tanto que los psiquiatras usan mas drogas legales, especialmente benzodiazepinas, (Hughes y col. ). Evidentemente que las tendencias varían de acuerdo a los diferentes países, culturas y practica profesional.

En Estados Unidos, Gran Bretaña, Suecia, Noruega, Islandia, Alemania, Australia y otros países existen Comisiones y Comités para el bienestar / salud de médicos, enfermeros, dentistas, etc. , que dependen de las organizaciones profesionales u organismos gubernamentales encargados de otorgar la licencia a los diversos profesionales. El objetivo común se basa en el reconocimiento de que los profesionales de la salud en general trabajan en posiciones de alta responsabilidad y que su bienestar físico, psicológico y emocional afecta directamente el bienestar y la seguridad de los miembros de la sociedad. Por lo tanto existe la necesidad de implementar estrategias de intervenciones precoces, evaluaciones precisas, tratamientos individualizados y monitoreo profesional adecuado con el objeto de facilitar una recuperación completa y estable de estos profesionales.

 

Métodos de diagnóstico y tratamiento especializados.

A. INTERVENCIONES

Aproximadamente un tercio de los profesionales que entran en tratamiento han sido objeto de una intervención que ha precipitado su admisión, (Talbott, Gallegos, Wilson y Porter) Esta instancia es necesaria ya que existe un sistema masivo de negación que permite a los individuos no buscar ayuda para su problema. Como consecuencia de su entrenamiento los profesionales reciben el mensaje de que son seres especiales y únicos, son entrenados a prescribir y administrar drogas y que frecuentemente son los que toman las ultimas decisiones, esto les da una sensación de poder y control. Es el caso del síndrome del MD ( de Medical Doctor): “Mister Dios”, (G. D. Talbott).

Dada la creencia general de que los profesionales de la salud debieran conocer mejor que nadie el significado de abuso de sustancias y adicciones, cuando el profesional se ve afectado por este problema los intensos sentimientos de vergüenza, culpa, miedo al criticismo y la condena social alimentan constantemente al mecanismo de defensa de la negación y minimización, (Talbott y Martin). La tardanza en la detección del profesional químico dependiente se debe a su habilidad de proteger su trabajo a expensas del sacrificio de otras áreas en su vida. Estudios clínicos sugieren que el orden en que estas áreas son afectadas es : Familia, comunidad, finanzas, salud emocional y espiritual, salud física y finalmente ejercicio profesional, (Gallegos). El fenómeno de encubrimiento o conspiración del silencio en que se ven involucrados los miembros de la familia, amigos, y colegas con el objeto de proteger el trabajo del profesional es común, lamentable y frecuentemente con trágicas consecuencias.

Una vez establecida la necesidad de implementar una intervención existen una serie de reglas que es importante tener en cuenta, sujetas a modificaciones de acuerdo a las necesidades individuales y otros factores.

1. La intervención debe ser conducida por un equipo, al menos dos profesionales entrenados en este procedimiento, los cuales no deben tener ningún tipo de relación familiar, de dependencia o profesional.
2. Los participantes deben entender que es un proceso de confrontación en el que debe demostrar afecto, legitima preocupación y no condena y punición.
3. Es necesario dedicar el tiempo necesario para reunir información e identificar los participantes del equipo que realizara la intervención.
4. Un criterio integrativo debe prevalecer en la elección de los participantes de la intervención : miembros de la familia, amigos, consejeros espirituales, legales y financieros. Colegas, empleados y profesionales que brindan atención medica al individuo deben ser tenidos en cuenta.
5. Dos o tres sesiones de practica deben realizarse con el objeto de permitir a los integrantes conocer sus roles y adquirir confianza en los mismos
6. Los objetivos de la intervención deben ser claras para todos los participantes, (evaluación, internación, etc).
7. Los mecanismos de defensa y respuestas que el individuo pueda expresar deben ser considerados y discutidos con anticipación.
8. El lugar, fecha y horario de la intervención deben ser cuidadosamente elegidos.
9. La duración de la intervención debe ser flexible, como así también la negociación de la recomendación . La posibilidad de una segunda intervención debe ser considerada y discutida con el individuo.
Hay que tener en cuenta que este es un proceso en donde se producirá un shock emocional en el paciente al igual que en otros individuos que participaran en el mismo, de allí la necesidad de que la intervención sea liderada/ conducida por profesionales capacitados.

 

B EVALUACION

El proceso de evaluación para los profesionales de la salud tiene como objetivos:
1. Realizar el diagnostico de abuso o dependencia a substancias de acuerdo a los criterios del DSM IV.
2. . Determinar el nivel de tratamiento que se recomendara al paciente de acuerdo a los criterios de los Criterios de Ubicación de Pacientes, PPCR-2 de la American Society of Addiction Medicine (2001).

En general esta evaluación se realiza en internacion y dura aproximadamente siete días en los que se reúne todo tipo de información directa y colateral, así como la realización de estudios / pruebas / tests complementarios que permitan llegar a un diagnostico conciso y eventualmente a una recomendación de tratamiento que provea las mejores chances de recuperación a largo tiempo con la menor probabilidad de recaídas. Es por ello fundamental que la información debe dar una idea clara de los cinco áreas que se ven afectadas en individuos con problemas de abuso o dependencia a substancias: Física, psicológica, emocional, social (familia, trabajo, finanzas, relaciones interpersonales, recreación, problemas profesionales o legales, etc), y espiritual.

 

INFORMACION DIRECTA:

1. Auto evaluación bio-psico-social e historia del uso de sustancias psicoactivas que cubra las cinco áreas anteriormente mencionadas. .
2. Tests auto-administrados: SASSI, HOLMES, BECK (depresión y ansiedad), OCD (desorden obsesivo-compulsivo), MAST, CAGE, VAILLLANT, DSM IV.
3. Completar una historia de vida desde el nacimiento hasta la edad actual
4. Completar “El Primer Paso” de AA con ejemplos de “impotencia ante el alcohol / drogas y consecuencias negativas del abuso de substancias”
5. Evaluación de enfermería en la admisión: signos vitales, determinación de alcoholemia, drogas en orina, signos y síntomas del síndrome de abstinencia (CIWA), información medica en general.
6. realización de una historia medica y examen físico completo.
7. Estudios de laboratorio complementarios, ECG, PPD, estudios especiales que se requieran de acuerdo a condiciones / complicaciones medicas que el paciente presente.
8. Consulta con el Director Medico para la admisión y evaluación de los resultados de los estudios realizados.
9. Evaluación psiquiatría.
10. Tests psicometricos

INFORMACION COLATERAL:

1. Familia / Relaciones: Completar un cuestionario / evaluación bio-psico-social sobre el paciente y sobre si mismo.
2. Entrevistas con el Coordinador del Programa Familiar y el Terapeuta /Coordinador Clínico.
3. Conferencia familiar con el paciente.
4. entrevista / contacto con colegas, supervisores / administradores y empleados .
5. entrevista / contacto con consejeros legales y financieros.
6. entrevista / contacto con oficiales de las organizaciones profesionales involucradas.
7. entrevista / contacto con las autoridades de instituciones profesionales reguladoras involucradas.

Al final de la evaluación la recomendación o no de tratamiento debe ser informada al paciente, la familia y las diferentes organizaciones / instituciones involucradas en el caso.
Este es un procedimiento que garantiza la mayor seriedad y responsabilidad profesional como así mismo la mejor y favorable opción para el paciente.

 

Una aproximación a las Estrategias Terapéuticas Especificas para Profesionales de la Salud con Abuso de alcohol y Drogas

Tratar un profesional de la salud adicto, es uno de los desafíos mas difíciles que puede enfrentar un terapeuta especializado en adicciones. Requiere destrezas especificas dado que nos enfrentamos con un paciente que niega su padecimiento, pero a la vez tiene conocimientos profundos sobre medicamentos y sobre enfermedades. Es por ello que deberían ser tratados por terapeutas familiarizados en el abordaje de esta población especial, con seguridad en sus propios conocimientos y experiencia, de modo que pueda poner limites claros y firmes. Además que comprenda las necesidades muy particulares que en las primeras etapas de la intervención estos pacientes tienen y que pueda estar disponible. Se requiere de cierta humildad y tolerancia para abordar las enormes resistencias con las que se encontrara, actitudes despectivas y de superioridad que estos pacientes suelen desplegar inicialmente como mecanismo de defensa.

Estas actitudes son una puesta a prueba al terapeuta destinadas a generar una reacción que típicamente espera del otro: Rechazo y prejuicio. Estas actitudes negativas son muy frecuentes en el equipo de Salud. Fueron estudiadas en la Universidad de Brown, para poder generar programas de educación medica continua en adicciones. Estas actitudes se generan por cinco condiciones:

- Los adictos son pacientes difíciles.
- Existe un escaso entrenamiento especifico.
- Sobre-exposición a pacientes crónicos con múltiples recaídas.
- Escasos tratamientos exitosos.
- Dificultad para derivar

Son estos problemas los que percibe perfectamente el profesional enfermo y contribuyen a generar estas reacciones. Es por ello que desalentamos las frases estereotipadas que tanto hemos oído como: “…Ud. aquí no es un profesional, es un paciente mas. . ” que solo contribuye a empeorar la escasa adherencia que tienen estos pacientes a los programas de tratamiento. Sugerimos en cambio, actitudes persistentes de respeto y preocupación, sosteniéndonos en herramientas científicas -disponibles en la medicina de adicciones de la actualidad- que suponemos “entenderá mejor” por su formación académica.

A continuación detallamos los elementos claves para un tratamiento posible y eficaz:

1. Un desafío fundamental que debemos enfrentar consiste en lograr trabajar la conceptualizacion del abuso de sustancias como una enfermedad. Se requiere una particular habilidad para confrontar la particular negación que aparece como síntoma principal en estos pacientes. No del modo evidente del “yo no tengo ningún problema”, raro de encontrar, sino una forma mas racional/intelectual de negación: “Es lo único que me calma”; “este dolor es terrible, insoportable”. Otra forma es desviando el foco, es decir que le dan mucha atención a aspectos irrelevantes o mucho menos prioritarios, impidiendo que el terapeuta focalice en el problema del consumo. también se logra apabullando al terapeuta con múltiples problemas. Esto debe ser explicado y trabajado con el paciente, preferentemente con manuales específicos de negación, nunca auto administrados, sino que de deben realizar con la supervisión del terapeuta, punto por punto.

Otra estrategia de negación puede ser culpar a otros profesionales o familiares, se requiere una particular habilidad para organizar la entrevista de modo tal que puedan trabajarse estos puntos redefiniéndolos como negación. La hostilidad es un tema difícil de abordar, ya descrito como el síndrome del “Mister Dios”, hay que reenfocar la hostilidad del paciente, identificándola como defensa (jamás contra-atacando, con particular cuidado en evitar la ironía y prestando atención a los propios gestos). Y estando activamente alerta para no caer en las actitudes codependientes de los familiares, reconociendo errores y limitaciones personales como terapeuta. Para desarmar el muro de la negación se requiere de paciencia y múltiples recursos, manteniéndose enfocado en el tema de una manera amena y creíble para el paciente.

2. Otro problema difícil de evaluar son las situaciones de riesgo para el consumo especificas de los profesionales de la salud adictos. Estos pacientes tienen problemas para identificar sus propios factores condicionantes que los llevan a consumir compulsivamente y es necesario guiarlos con una lista de estímulos condicionantes previamente diseñada como “ayuda memoria”. Pese a ello, es fácil encontrarse con respuestas estereotipadas al estilo de “a mi no me pasa eso” o “Yo soy especial”. Todo profesional en tratamiento debería investigar profundamente cuales son sus propios disparadores “especiales” , para diseñar estrategias de evitacion/enfrentamiento sin el consumo de sustancias psicoactivas. Mientras mas cercanos sean los disparadores al ejercicio profesional, mas difíciles serán de identificar, recordando que el profesional logra mantener su trabajo indemne de las consecuencias negativas del consumo, aun cuando se ha derrumbado personalmente y en el medio familiar.


3- La recuperación es un proceso a largo plazo que requiere un cambio en el estilo de vida y una re-reestructuración cognitiva del paciente y su familia. Este tema es difícil de negociar con un paciente profesional de la salud. Sabemos que el principal disparador del consumo es el modo de encarar la profesión, nos referimos a que los médicos no trabajan de médicos, sino que SON médicos, antes que padres, hijos, esposos, personas con necesidades y limitaciones. Reenfocar esto suele ser arduo, característicamente los pacientes se encuentran en una etapas de Precontemplacion respecto al cambio de sus prioridades de vida. Para modificar esto, se requieren reuniones con la pareja o familiares cercanos.

Se debe planificar o mas bien negociar –con la agenda semanal del paciente en mano- los tiempos de trabajo, las guardias que aceptara, momentos de descanso, actividades familiares, de recreación, formación profesional, etc. Esto requiere de la presencia de una persona del entorno para poder verificar cambios y resistencias, que permitan intervenir apropiadamente en este tema tan delicado para la recuperación. No perder de vista que lo principal es la recuperación para poder conservar el puesto y la familia, no deberían permitirse justificaciones y/o excusas a esta verdad incuestionable por los hechos que llevaron al paciente a tratarse.

4- Sabemos que los médicos tienden a automedicarse con frecuencia, lo cual no es compatible con una recuperación realista, por lo que se debe insistir en el desarrollo e implementación de estrategias no-farmacológicas (naturales) para enfrentar problemas comunes y reversibles como el insomnio, ansiedad, cansancio, frustraciones enojosas, problemas de atención, stress y sobretodo el dolor físico. Este ultimo tema es bastante serio, sobretodo en pacientes con dolor crónico que iniciaron el consumo con opioides para aliviar molestias (Por ejemplo luego de una cirugía de columna, problemas hepato-biliares, renales, etc. ). Los profesionales tienden a tolerar menos el dolor físico, por varias razones:

- Saben que existe un alivio inmediato con la administración de opioides.
- Este alivio esta muy fácilmente disponible para un profesional de la salud (alta disponibilidad)
- Como no pueden trabajar con dolor, el consumo les puede permitir sobre adaptarse a la situación, mientras descubren que mejoran otras molestias secundarias al trabajo y stress excesivo, como lo son el agotamiento y la disforia. En realidad se están automedicando el síndrome de abstinencia que aparece cuando bajan los niveles de opioides, o lo usan para regular emociones. Así se va completando el circulo de la adicción.
- Progresivamente los pacientes empiezan a tener fobia al dolor, por lo que tienden a evitarlo de un modo exagerado, disminuyendo el umbral de tolerancia farmacológica y psicológica al dolor.

Se requiere de un programa especifico para trabajar sobre el abordaje del dolor sin sustancias psicoactivas, con información, motivación y entrenamiento especifico, que no abordaremos en este articulo.

5- Otro tema complejo es la inclusión de estos pacientes en terapia de grupo. Además de los aspectos entendibles de la confidencialidad, estos pacientes tienden a considerarlos una perdida de tiempo. Deberíamos insistir que la recuperación no es un asunto puramente intelectual, sino que requiere de experiencias emocionales que solo se puede lograr en el encuentro con otra persona afectada. Este problema se minimiza si se dispone de un grupo específicamente con profesionales de la salud.

6- Recomendamos entregar a los pacientes profesionales de la salud artículos científicos sobre el tema, para ser trabajados punto por punto en una sesión psicoterapéutica. En particular las descripciones de los tipos de negación y las recomendaciones sobre como trabajar esto con el paciente y el rol de la negación en la perpetración del problema. Es útil evaluar periódicamente los puntos anteriormente descriptos, como así también los 16 factores de una recuperación exitosa que tienen valor predictivo (D. Talbott) en el cuadro a continuación, ya sea para diseñar el plan terapéutico o para intervenir eficazmente sobre algún problema en particular.


1. Numero de reuniones de autoayuda que asiste por semana
2. Una relación de trabajo y contacto frecuente con el terapeuta
3. Dosajes de drogas en orina al azar.
4. Monitoreo obstáculos emocionales en cada etapa de la recuperación
5. Monitoreo de la emergencia de comportamientos compulsivos (sexuales, trabajo, comida, nicotina, juego patológico, etc. )
6. Evaluación de la adherencia de la medicación y avances / retrocesos en la psicoterapia.
7. Evaluación de las relaciones familiares.
8. atención al estado de salud física.
9. Participación en conferencias sobre adicciones o reuniones abiertas de autoayuda semanalmente.
10. Aceptación y adherencia a las actividades recomendadas.
11. Tiempo destinado al ejercicio físico cada semana.
12. Evaluación de los factores estresantes relacionados al trabajo (jerarquía profesional, guardias, obligaciones profesionales, actitudes en el lugar de trabajo, etc. )
13. Cambios en el estado financiero.
14. Participación en cursos de actualización, formación profesional o educación medica continua.
15. Calidad del programa de recuperación.
16. identificación de los puntos débiles del programa de recuperación.

7- Se requiere un mínimo de 2 hasta 5 años de seguimiento profesional para considerar que se ha estabilizado la abstinencia, siempre monitorizando el consumo a través de dosajes de drogas en orina, parámetros de laboratorio y contacto con la familia. La recuperación de un colega es una de las experiencias mas reconfortantes que puede experimentar un terapeuta adiccionologo, ya que cuando se estabiliza la abstinencia el pronostico es bastante favorable, a pesar de las enormes dificultades iniciales. Lográndose una completa restauración del funcionamiento en todas las áreas vitales del individuo afectado.


Referencias Bibliograficas

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9. G. Douglas Talbott: Impairment and Recovery in Physicians and Other Health Professionals. - American Society of Addiction Medicine. Pág. 1263. Editorial
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