La presente investigación tuvo como objetivo determinar la relación entre el Clima Social Familiar y el riesgo Suicida en 308 estudiantes del cepre Sipán-Vallejo de Chiclayo, comprendidos entre enero a marzo del 2005. Aplicando y correlacionando las escalas de Clima Social familiar y riesgo Suicida, a través del programa estadístico SPSS 11, hallándose una correlación de -0. 203, siendo negativa, y altamente significativa (0. 01) De la población investigada, el 52% presentó un clima familiar inadecuado y el 23% riesgo suicida, el rango de 17 a 19 años fue el más vulnerable. Concluyendo que las características socioambientales de la familia tales como: cohesión, expresividad, conflicto, autonomía y organización familiar son factores determinantes para el establecimiento o disminución del riesgo suicida.
Relación entre clima social familiar y riesgo suicida en estudiantes del Centro Preuniversitario Sipán – Vallejo de la ciudad de Chiclayo.
Clara Cueva Castillo; Edwin García Ramírez.
Universidad Señor de Sipán
Resumen
La presente investigación tuvo como objetivo determinar la relación entre el Clima Social Familiar y el riesgo Suicida en 308 estudiantes del cepre Sipán-Vallejo de Chiclayo, comprendidos entre enero a marzo del 2005.
Aplicando y correlacionando las escalas de Clima Social familiar y riesgo Suicida, a través del programa estadístico SPSS 11, hallándose una correlación de -0. 203, siendo negativa, y altamente significativa (0. 01) De la población investigada, el 52% presentó un clima familiar inadecuado y el 23% riesgo suicida, el rango de 17 a 19 años fue el más vulnerable.
Concluyendo que las características socioambientales de la familia tales como: cohesión, expresividad, conflicto, autonomía y organización familiar son factores determinantes para el establecimiento o disminución del riesgo suicida.
Introducción
En la Universidad Señor de Sipán en el año 2003, se registro el primer caso de suicidio de un estudiante universitario en la región de Lambayeque, Perú, al año siguiente se suicido en la misma institución una joven universitaria.
Así mismo en Perú durante el año 2004 se reportaron 432 suicidios y este año 2005 entre enero y mayo se han registrado 236 suicidios y entre enero y julio 28 suicidios de menores de 18 años, lo que representa el 15 por ciento del total de casos en el país (Ministerio de Salud Perú MINSA). Freddy Vasquez, jefe del Programa de prevención del suicidio del Instituto Especializado de Salud Mental Honorio Delgado-Hideyo Noguchi, señaló que este año se han incrementado en 2 por ciento los suicidios de niños y adolescentes, respecto al 2004.
En el Continente Americano el suicidio ha alcanzado proporciones epidémicas durante los últimos decenios, convirtiéndose en una preocupación seria en materia de salud pública. El suicidio es la tercera causa de muerte en el grupo de 15 a 24 años de edad en toda Latinoamérica y Estados Unidos, reportándose que por cada suicidio se producen de 10 a 15 intentos suicidas, y es mayor su relación para los adolescentes.
Los reportes a nivel mundial, indican que en la población juvenil, existe un incremento de suicidios, la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el año 2000 publicó que la tasa de suicidios mundial fue de 16 cada 100, 000 habitantes. Los investigadores afirman que por cada suicidio se realizan unos 10 intentos, calculándose que cada día se efectúan unos 12 000 intentos suicidas en el mundo. Para la OMS, la tasa de suicidio es el producto de dos factores: 1. las predisposiciones internas de ciertos individuos a quitarse la vida; y 2. las circunstancias externas, entre ellas el ambiente familiar, que les llevan a actuar en un momento y lugar determinado.
El Clima Social familiar desempeña una función privilegiada al ejercer las influencias más tempranas, directas y duraderas en la formación de la personalidad de los individuos, y que actúa en el transcurso de sus vidas como agente modulador en su relación con el medio propiciando una menor o mayor vulnerabilidad para el aprendizaje de conductas protectoras de la salud a partir de su ambiente familiar. Este lo comprendemos como una apreciación de las características socioambientales que se establece entre los miembros de una familia permitiendo que esta funcione positivamente, cumpla sus funciones y permita la expresión y desarrollo de la personalidad.
Los modelos de interacción familiar se transmiten de padres a hijos, lo que posibilita que a través del aprendizaje se perpetúen conductas y ejemplos negativos que incrementan el riesgo suicida, ellos son: la desorganización familiar en lo que respecta a un consenso de normas, sentimientos de falta de comunicación y hostilidad entre sus miembros, las riñas familiares constantes por parejas en permanente desacuerdo y disputa, abandono emocional, los sentimientos de rechazo familiar, conflictos de poder entre los miembros, baja tolerancia entre ellos y rigidez en la solución de problemas
Larraguibel, M. y P. Gonzales, (2000) factores de riesgo de la conducta Suicida en Niños y Adolescentes. Existe clara evidencia que las adversidades familiares contribuyen a incrementar el riesgo de la conducta suicida. La ausencia de calidez familiar, falta de comunicación con los padres y discordia familiar hacen que existan oportunidades limitadas para el aprendizaje de resolución de problemas y pueden crear un ambiente donde al adolescente le falta el soporte necesario para contrarrestar los efectos de eventos vitales estresantes y/o depresión.
McKeown, J. (1998 cit. por Larraguibel, M. y P. Gonzales, 2000) realizó un estudio prospectivo longitudinal, con seguimiento de un año en adolescentes de seis escuelas públicas de Carolina del Sur, con el objetivo de identificar probables predictores de la conducta suicida y depresión. Los resultados muestran que el aumento de la cohesión familiar fue un factor protector para los intentadores de suicidio y que el no vivir con ambos padres no se asoció con ninguna conducta suicida, sugiriendo que no es la estructura familiar per se, sino la calidad de las relaciones familiares el factor de riesgo en la conducta suicida del niño y adolescente temprano.
Herrera, P. y K. Aviles (2000) Factores Familiares de riesgo en el Intento Suicida. Encontraron que en los núcleos familiares de los pacientes que realizaron intento suicida se aprecia una tendencia al desajuste en su funcionamiento familiar, por lo que plantea que el medio familiar en que existen conflictos se considera un factor de riesgo relevante para el intento suicida. Las crisis familiares que aparecen con mayor frecuencia son las de desorganización y desmoralización, las cuales se podrían considerar como las de mayor riesgo para la salud familiar, dado por los eventos que comprende como el deterioro de las relaciones familiares, que es referido por la gran mayoría de los pacientes, de allí la gran importancia de las relaciones familiares como factor de riesgo para la salud, y por tanto, también lo consideran, según sus resultados, como un factor de riesgo del intento suicida.
Ortega, A. y M. Osorio (2003) En su trabajo Diagnostico del funcionamiento familiar afirman que se aprecia un elevado porcentaje de familias disfuncionales, vale decir no existe una clara organización al interior de la misma, presenta estructura desorganizada y un inadecuado control sobre sus integrantes. Esta dinámica familiar desfavorable incrementa el riesgo en el intento suicida, en la mayoría de los núcleos familiares el funcionamiento familiar era regular o malo, con crisis familiares en la totalidad de las estudiadas.
Núñez, M. (2004), suicidio y Tentativa de suicidio: Un acercamiento a su génesis psicosocial. La garantía de la funcionalidad de la interrelación individuo-familia, pueden desempeñar un importantísimo papel en la disminución de los factores de riesgo de la conducta suicida. En este caso de lo que se trata es de que el desarrollo familiar vaya creando las condiciones objetivas para el desarrollo libre y pleno de los individuos, tanto en el orden material como en el espiritual; que la misma, en su interrelación con los individuos, favorezca en alto grado el desarrollo de su conciencia y su responsabilidad social, lo que es al mismo tiempo un índice del desarrollo de la individualidad y de las condiciones históricas en que vive. De esa actitud consecuente, consciente y creadora, deberá dimanar necesariamente el reconocimiento formal, real y efectivo del individuo y de sus derechos por la sociedad.
Rochais, A. (2004). Un ambiente humano nefasto frustra a la persona en sus necesidades y la dificulta en su deseo de existir tal cual es. Este puede ser un ambiente demasiado normativo, demasiado coercitivo o, a la inversa demasiado permisivo, un ambiente hostil, incomprensivo, inseguro, patológico, que juzga siempre en negativo, culpabilizante, o simplemente indiferente, egocéntrico, un ambiente donde los valores profundos son ridiculizados (verdad, justicia, amor). Paradójicamente, éste puede ser un contexto que colme demasiado o demasiado protector, que no permita a la apersona tener acceso a sus deseos, y que la priva de la iniciativa en el modo de gestionarlos. En tales ambientes, la persona esta obstaculizada en su impulso natural de existencia. Instintivamente, tiene tendencia a vivir solo los aspectos suyos que son admitidos por su ambiente y a rechazar el resto, a veces, no sentir su deseo de ser ella misma, a menos que se revele imponiéndose. Las heridas psicológicas y el deseo de no vivir aparecen en estos contextos.
Ante todo lo expuesto nos planteamos:
¿Cuál será la relación entre el Clima Social Familiar y el riesgo Suicida en los estudiantes del Cepre Sipán-Vallejo de la ciudad de Chiclayo?
El objetivo primordial ha sido determinar la relación entre Clima Social Familiar y riesgo Suicida en estudiantes pre-universitarios.
Metodología
El presente trabajo consistió en medir y relacionar las variables clima social familiar y riesgo suicida en los estudiantes del centro pre-universitario Sipán – Vallejo de la ciudad de Chiclayo, en el período comprendido entre los meses de enero a marzo del 2005, para tal efecto se utilizó el Diseño Correlacional en correspondencia con el objetivo de la investigación. La población estuvo conformada por 437 estudiantes del centro pre-universitario Sipán – Vallejo de la ciudad de Chiclayo, matriculados en el año 2005 I; de los cuales se obtuvo una muestra de 308 estudiantes que cumplieron con los siguientes criterios pre establecidos:
· Si el alumno (a) tuvo matricula registrada en el año 2005 en el centro pre Sipán – Vallejo.
· Alumno (a) con edades comprendidas entre los 17 a 25 años.
· Estar presentes en el momento de la aplicación de los instrumentos de evaluación
· Consignar en la escala de Clima Social Familiar con quien vive.
· Contestar todas las preguntas de las escalas tomadas.
Se aplicaron a dicha población las escalas de Clima Social Familiar (FES) Moos, R y E J Trickett, (1984), baremada con los datos de la misma población. La escala de Clima Social Familiar, mide las características socioambientales de la familia, la misma que es descrita en función de las relaciones interpersonales de los miembros que la conforman, los aspectos de desarrollo que tienen mayor importancia en ella y su estructura básica. La administración ha sido colectiva.
La escala de riesgo Suicida de Plutchick, R (1989), adaptación española Rubio, G. (1998), diseñada para adolescentes y adultos, mide la posibilidad que tienen las personas de cometer un acto suicida en un futuro inmediato o aquellos que lo pudieran cometer durante su vida. La administración fue colectiva.
Los datos obtenidos de clima social familiar y riesgo suicida, fueron correlacionados, mediante la correlación de Pearson (niveles de significación al 0. 05 y 0. 01), utilizando el programa estadístico computarizado SSPP versión 11, igualmente para los baremos y frecuencias.
Resultados
El clima social familiar en la población estudiada es inadecuado, dado que un 30% obtuvo el nivel de malo y un 22% inferior al promedio (cuadro Nº 1). El riesgo suicida se presento en un 23% de la población (cuadro Nº 2) siendo más vulnerable el rango 17 a 19 años (cuadro Nº 3), En cuanto al clima social familiar observamos que tiende a disminuir con la edad, (cuadro Nº 5). Existió una correlación negativa y muy significativas (0. 01) entre clima social familiar y riesgo suicida e igualmente riesgo suicida con cohesión, expresividad, intelectual cultural. Así mismo se encontró diferencias significativas (0. 05) entre el riesgo suicida y autonomía, organización, y conflicto (cuadro Nº 5).
Gráfico nº 1. Nivel del clima social familiar en estudiantes del Cepre Sipán-Vallejo 2005-I de Chiclayo
El gráfico Nº 1 revela que el 30% de los estudiantes del Cepre Sipán-Vallejo presentó un Clima Social Familiar malo, así mismo se obtuvo un 22% de estudiantes que presentan un nivel de Clima Social Familiar inferior al promedio, un 25% un Clima Superior al Promedio y finalmente un 23% que se ubico en el nivel bueno.
Gráfico nº2. Nivel de riesgo suicida en estudiantes del Cepre Sipán-Vallejo 2005-I de Chiclayo
En el gráfico Nº 2 se aprecia que de la población evaluada un 23% presentó riesgo Suicida frente a un 77% que se mantuvo sin el mismo.
Gráfico nº3. Nivel de riesgo suicida según edad en estudiantes del Cepre Sipán-Vallejo 2005-I de Chiclayo
En el gráfico Nº 3 se observa que el rango de edad entre 17 a 19 años fue el más vulnerable con el 19% de los estudiantes con riesgo Suicida, así mismo se aprecia que el riesgo Suicida tiende a disminuir con la edad.
Gráfico nº4. Nivel de clima social familiar según edad en estudiantes del Cepre Sipán-Vallejo 2005-I de Chiclayo
El gráfico Nº 4 revela que el Clima Social Familiar presentó diferencias significativas con respecto a los rangos de edad establecidos, ya que un 24% de la población de 17 a 19 años se ubicó en el nivel malo frente a un 1. 20% de rango 23 a 25 años.
Cuadro nº5. correlación entre clima social familiar, sub escalas del clima social familiar y riesgo suicida en los estudiantes del Cepre Sipán-Vallejo 2005-I de Chiclayo
Discusión
Concebir a la familia como un sistema6 implica reconocer la influencia recíproca entre sus miembros y con otros sistemas más amplios, por eso en las familias donde hay sujetos con riesgo suicida el funcionamiento tiende a ser disfuncional lo que reafirma la concepción de que la salud del individuo no puede ser marginada de la idea de una familia que funcione eficazmente19.
El clima social familiar de los estudiantes con riesgo suicida se caracterizó por la falta de unidad emocional16 ante situaciones de la vida cotidiana, incapacidad para establecer comunicaciones claras y directas entre sí y para expresar adecuadamente emociones positivas o negativas3, escasa habilidad para negociar conflictos12 y déficits de recursos para afrontar las crisis, para dar y recibir ayuda7 y realizar cambios a su interior en función de las circunstancias. Estas características en las que el clima está marcado por emociones y sentimientos negativos que se traducen en hostilidad, resentimiento o frialdad afectiva20, 13, aun cuando cohabiten o convivan bajo el mismo techo, ocasionan conductas de riesgo suicida.
Nuestros resultados coinciden con otras investigaciones realizadas que reportan dificultades en el clima social familiar de las personas con conductas autodestructivas. El inadecuado clima social familiar de los sujetos con riesgo suicida tiende a frustrar a la persona en sus necesidades y la dificultad en sus deseos de existir tal cual es. Este puede ser un ambiente demasiado normativo, coercitivo o permisivo, un ambiente hostil, incomprensivo, inseguro, patológico que juzga siempre en negativo, culpabilizante, o simplemente indiferente, egocéntrico, un ambiente donde los valores profundos son ridiculizados (amor, verdad, justicia). Las heridas psicológicas y el deseo de no vivir aparecen en estos ambientes20.
Del mismo modo 4, 8 como se aprecia en nuestro trabajo, la relación hallada es significativa, corroborando anteriores investigaciones23, dejando entrever que la dinámica familiar es un factor decisivo para el incremento o disminución del riesgo Suicida en los jóvenes.
En las familias de los estudiantes con riesgo suicida se observó la presencia de variables que dificultaban su cohesión1, 17 como son las relaciones hostiles25 y la baja tolerancia, lo cual hacía que los sujetos tuvieran una pobre percepción de apoyo social, En la literatura revisada encontramos estudios con resultados coincidentes con los nuestros y coincidimos con criterios de expertos quienes plantean lo frecuente que es la falta de cohesión en las familias disfuncionales9.
La familia puede volverse nociva cuando sin saberlo, involuntariamente, sin darse cuenta de que así puede convertirse en un medio patógeno, no cumple con su rol, cuando las relaciones entre los individuos que la componen son inadecuadas. Estas mismas relaciones disarmónicas contribuyen a incrementar el riesgo de la conducta suicida. La ausencia de calidez familiar, falta de comunicación con los padres y discordia familiar genera que existan oportunidades limitadas para el aprendizaje de resolución de problemas y pueden crear un ambiente donde al adolescente le falta el soporte necesario para contrarrestar los efectos de eventos vitales estresantes o depresiones. 7, 23.
Predominaron en los sujetos con riesgo suicida al no ser capaces de conciliar los intereses y necesidades individuales con los grupales. Por tal razón con frecuencia se producen conflictos que desatan emociones negativas para cuya canalización adecuada no están preparados como grupos, propiciando que estas se sedimenten en sentimientos de hostilidad y rechazo mantenidos que conforman un clima social familiar adecuado para desajustes emocionales entre sus miembros. Las familias de los estudiantes con riesgo suicida se caracterizaron por dificultades en la comunicación intrafamiliar2, 13. Estos resultados concuerdan con investigaciones relacionadas a la conducta suicida en adolescentes12.
Finalmente nuestros datos coinciden con los de otros autores9, 14, 11 con respecto a que el rango de mayor vulnerabilidad es el comprendido entre los 17 a 19 años, por ser la etapa de la adolescencia donde se desarrollan toda una serie de cambios para entrar en la etapa de adultos y es la etapa de toma de decisiones importantes en la vida de las personas.
Conclusiones
· Existe una correlación negativa y muy significativa entre el Clima Social Familiar y riesgo Suicida.
· Existe una correlación negativa y muy significativas entre el riesgo Suicida con las variables Cohesión, expresividad, Intelectual-Cultural, autonomía, Organización, y conflicto.
· El 52% de los estudiantes presento un Clima Social Familiar desfavorable.
· El 23% de la población presento riesgo Suicida siendo más vulnerable la población entre los 17 a 19 años
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