Presentamos a un paciente varón de 43 años, que vive con su mujer desde hace seis años y que en contexto de dejar el negocio familiar y planificar proyecto laboral propio se desencadena una clínica psicótica aguda que motiva ingreso en Unidad de Adultos de forma involuntaria. Recientemente ha verbalizado sentimientos de desconfianza y realiza interpretaciones autorreferenciales que proyecta hacia el medio familiar y también hacia estímulos neutros. Todo ello lo vivencia con angustia psíquica y corporal y se acompaña de pasos al acto puntuales en forma de agresividad hacia personas. El paciente tiene antecedentes familiares de episodios disociativos y autolesivos de su madre que precisaron ingresos en nuestra Unidad. El ha precisado asistencia psiquiátrica desde la adolescencia por distintos especialistas, por presentar episodios de clínica inespecífica emocional reactiva a distintos estresores vitales que se acompañaron en ocasiones de sentimientos de extrañeza, despersonalización y autorreferencialidad, con una adherencia fluctuante al tratamiento prescrito y al seguimiento. En la exploración del desencadenamiento actual se identifica un delirio de significante y centrípeto enmarcado en una estructura psicótica en donde se advierte suplencias y estabilizaciones salpicadas de crisis. En este caso nos detendremos en la diferenciación bibliográfica clásica y estructural con los estados límite así como con la semiología de las locuras del deseo.
Médico Interno Residente de Psiquiatría, Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza